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Suplicando tu amor por Fullbuster

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Naruto Uzumaki POV

 

 

 

Cuando vi a Sasuke aquella mañana detenido mirándome, no pude evitar acercarme y es que todos estos meses, recordaba las palabras de mi hermano en la cabeza diciéndome una y otra vez que Sasuke no era como su hermano, había generalizado a toda su familia y no debía haberlo hecho, debí haber confiado en Sasuke. A mí tampoco me habría gustado que él no confiase en mí, así que le debía una disculpa por aquello.

 

Había intentado acercarme más veces a él para arreglar las cosas, pero Haku siempre estaba por medio, así que era ahora o nunca, debía aprovechar ahora que no veía a Haku cerca de Sasuke.

 

De verdad que me encantaba Sasuke, seguía enamorado de él hasta la médula y me dolía verle tan distanciado, me dolía incluso darle celos besando a otra gente frente a él y sé, que a él también le dolía verme en ese plan, creo que era hora de arreglar las cosas. Cuando llegué hasta él, me di cuenta, de que realmente, no estaba enfadado conmigo por mi comportamiento, me hablaba con normalidad y eso me relajó, aún así, le pedí perdón por mi impulsividad, no me había dado cuenta de lo doloroso que es cuando insultan a tu familia, incluso aunque sepas que hizo mal, no debió sentarle bien mi ataque, tampoco supe por qué ataqué a Sasuke, porque no tenía nada en su contra, sólo contra su hermano.

 

Me sentó bien reconciliarme con él, es algo que debería haber hecho hace mucho tiempo pero no me había atrevido, pero lo mejor del momento, fue animarme a besarle, porque le deseaba, quería hacerlo, quería demostrarle que seguía importándome y al parecer, él también quería, porque me correspondió sin problema en apenas segundos, se moría igual que yo por besarnos.

 

Besarle tras tanto tiempo, me hacía sentirme bien, casi podía haber salido de aquí con una gran sonrisa en la boca y no haberla podido quitar en todo el día, él me hacía feliz, sólo él, sin embargo, que siguiera atado a Haku no me gustaba y sé que podía dejarlo cuando quisiera, pero no lo hacía por algún motivo y lo tuve claro cuando me pidió ayuda con quitarle unos documentos, Sasuke quería denunciarlo enserio por todas las malezas que había hecho, no se conformaba con dejarlo y ya está, quería hundirlo para evitar que siguiera con sus chantajes y sus tretas.

 

Sasuke siempre era así, quizá se le había pegado algo de mi impulsividad como el día en que rompió conmigo, pero solía ser siempre el que pensaba en todo, el que ataba los hilos para solucionar las cosas de forma perfecta, evitando posibles errores o problemas posteriores. Me gustaba su forma de ser, porque sé que hacía lo correcto, así que iba a ayudarle, si era tan importante para él esos documentos, los robaría para él.

 

No tardé en marcharme con mis compañeros y me giré un par de veces mientras corría calle abajo para ver a Sasuke allí mirándome aún. Supongo que debía ser así un tiempo, hasta recuperar los documentos, pero como me enterase de que le ocurría algo con ese desgraciado iba a enterarse de quién era yo, nadie tocaba a mí Sasuke y salía impune de esta.

 

En clase le miré un par de veces aunque sabía que él no se giraría, eran las ventajas de sentarme detrás, podía verle, aunque a veces me distraía con la ventana, con la brisa, las nubes moviéndose o incluso la gente que estaba por el patio.

 

Sasuke salió cuando acabó la clase y creo… que se fue hacia el gimnasio, porque últimamente había vuelto a jugar a baloncesto, algo que a mí no terminaba de gustarme, por el hecho de que estaba más tiempo con su antiguo equipo y con Haku, si hubiera sido otro equipo no me habría importado tanto. Lo que más me fastidiaba de todo, era ver a Haku en cualquier momento besándole, me desquiciaba porque Sasuke era mío, no soportaba que pusiera sus manos en él y menos sus labios. Me preocupaba no saber hasta qué punto habían llegado esos dos, aunque no creía que Sasuke le hubiera permitido llegar más allá de algunos besos, pero nunca se sabía…

 

Estuve con Gaara todo el almuerzo y cuando acabaron las clases, me fui a entrenar con todos ellos, lo que me extrañó fue ver a Kimimaro esperando tras la puerta de los vestuarios. Era cierto que últimamente iban mucho juntos esos dos, pero no me había atrevido a preguntarle, de hecho… suponía que se habían hecho buenos amigos, pero nunca había venido a buscarle al vestuario, eso sí me extrañaba demasiado.

 

- Hasta luego – le dije a Kimimaro mientras seguía caminando con la bolsa de deporte al hombro y sacando el móvil del bolsillo.

 

- Hasta luego – me respondió aún cargando su espalda contra la pared.

 

No había terminado de girar cuando escuché la voz de Gaara hablando con Kimimaro y parecían bastante animados, aunque luego parecieron bajar el volumen de golpe como si estuvieran contando algún secreto o algo. No le di mucha importancia, me coloqué los cascos de música y seguí caminando hacia la salida del instituto cuando me encontré a Sasuke que salía. Sonreí tontamente sin poder evitarlo y me acerqué caminando hacia él para darme cuenta, que cuando le hablé, él me contestó girando la cara ¿Qué le pasaba que no quería verme?

 

- ¿Estás bien? – le pregunté.

 

- Sí, un poco cansado.

 

- ¿Por qué no me miras cuando te hablo? – le pregunté y su cuerpo tembló unos segundos, lo que hizo que me preocupase y cogiera su rostro con cierta violencia girándole hacia mí.

 

Tenía la cara hinchada y el labio partido, me sorprendí de ver aquello porque imaginaba quien era el desgraciado que le había puesto la mano encima.

 

- Ahora vengo – le dije empezando a caminar hacia dentro del edificio, pero Sasuke me cogió de la mano deteniéndome.

 

- No vayas, por favor – me pidió.

 

- Te dije que me avisases si estabas en problemas – le comenté – voy a enseñarle a ese desgraciado a no tocar mis cosas.

 

- Naruto por favor – me pidió y me relajé un poco por no preocuparle.

 

Le abracé y besé su frente intentando que se calmase, intentando que se sintiera protegido estando conmigo en este momento, pero seguía cabreado, como viera a ese cabrón iba a enterarse de quién era yo.

 

- Vamos, te acompaño a casa – le dije pasándole el brazo por su hombro y empezando a caminar.

 

Le dejé en su casa y no quise ni entrar por si estaba su hermano, una cosa era perdonarle a él y otra muy distinta, llevarme bien con su hermano, creo que no sería capaz de hacerlo, porque Deidara tenía razón, Sasuke no era como Itachi, no debí haberle metido en el mismo saco pero no podía llevarme bien con Itachi, no sabiendo lo que le había hecho a Dei.

 

Me aseguré de que entraba por casa y me fui a la mía cruzándome en aquel momento con Fugaku que llegaba en su lujoso coche. Me sorprendió que parase y me saludase, generalmente pasaba de mí, a sus ojos sólo era un pobretón.

 

- ¿Has venido a ver a Sasuke? – me preguntó cortésmente.

 

- No, sólo le he acompañado, ha tenido un altercado con su… novio – dije por llamarlo de alguna forma – ya me iba, que tenga un buen día.

 

- Sí – dijo dudando unos segundos y cuando ya había avanzado un par de pasos, volvió a hablar – gracias por acompañarle, Naruto – me agradeció y me quedé petrificado.

 

¿De verdad ese tío me estaba agradeciendo algo? Porque hasta donde yo recordaba, era Fugaku Uchiha, el que dijo que no duraría con su hijo, el que intentó vender a Sasuke a la familia de Haku, el que había puesto miles de impedimentos en nuestra relación.

 

- De nada – le dije volviendo a girarme y siguiendo mi camino saliendo del recinto de la casa.

 

Cuando llegué a casa, Deidara estaba preparando la cena y no pude evitar fijarme en su vientre, en estos meses había crecido mucho y tal y como me prometió, había descartado la opción de abortar, aunque había estado teniendo problemas, se pasaba más tiempo en el hospital que en casa o en la oficina, porque encima trabajaba con Itachi.

 

Yo no quería que se acercase a ese chico, pero mi hermano era un cabezón ¡supongo que había salido a mí, o yo a él! No me gustaba Itachi pero debía reconocer que no había hecho nada malo últimamente, trataba bien a mi hermano, se preocupaba del bebé, le dejaba salir a las revisiones e incluso a alguna, creo que le había acompañado, no sé… Itachi parecía estar muy pendiente de él, pero casi tanto como Pain y él me gustaba más.

 

El que estaba rarísimo era Sasori y es que… creo que no quería una responsabilidad tan grande a menos que se asegurase que era de él ese bebé y Deidara no había querido hablar de las pruebas de paternidad, de hecho… creo que ya las tenía, pero no había querido desvelar nada y no sabía el motivo, supongo que él sabría lo que hacía.

 

A mí lo de Sasori me daba una mala sensación, creo que no era capaz de aceptar ese niño si no era suyo y no me gustaba esa idea, porque me daba la sensación de que no quería a mi hermano, cuando se quiere a una persona… se está con ella en lo bueno y en lo malo, como hacían Pain y hasta el imbécil de Itachi, pero Sasori… había prácticamente desaparecido poco a poco de la vida de mi hermano, cada vez venía menos por casa y cuando venía, el tema principal era intentar averiguar si ese niño era suyo o no, con lo cual, acababa siempre el tema en discusión con mi hermano.

 

Por la mañana volví al instituto, pero no me crucé con Kiba ni con Shikamaru como era costumbre, de hecho… me parece que Shikamaru estaba muy desaparecido estos días y yo esperaba que no estuviera donde creía… ¡intentando ligar con Temari! Porque Gaara no sé si iba a consentir eso. Al qué si me encontré… fue a Gaara viniendo hacia mí con cara de preocupación, me alcanzó cuando ya casi me quedaban sólo unos metros para llegar al instituto.

 

- Naruto – me llamó y me giré deteniéndome a esperarle.

 

- ¿Qué pasa Gaara? – le sonreí.

 

- ¿Tienes un segundo? – me preguntó.

 

- Si claro, para ti todos los que quieras ¿Qué ocurre?

 

- ¿Te acuerdas que ayer vino Kimimaro a buscarme?

 

- Si – le dije sonriendo con picardía – no hace falta que me expliques nada, se te ve que te gusta, me parece bien, tú me apoyaste con Sasuke yo te apoyo con esto.

 

- No es eso – me dijo serio – es sobre Sasuke – me dijo y me tensé, me puse serio de inmediato.

 

- ¿Qué le pasa a Sasuke?

 

- No sé si debería contarte esto pero… Haku y el equipo de baloncesto intentaron violarle ayer en el vestuario, Kimimaro le sacó de allí.

 

Al escucharlo me tensé tanto, que ni siquiera escuché nada más de lo que dijo Gaara, salí a paso rápido hacia el instituto y entré como alma que lleva el diablo buscando a ese imbécil porque iba a partirle la maldita cara allí mismo.

 

Gaara me seguía intentando calmarme aunque él sabía tan bien como yo, que no lo haría. Busqué en todos los pasillos y le encontré justo cuando iba caminando hacia Sasuke que guardaba un libro en su taquilla. Iba a llegar a Sasuke cuando se encontró con mi puño y le tumbé al suelo antes de que le tocase. Gaara apartó a Sasuke hacia él que nos miraba sin entender muy bien qué ocurría, pero Haku reía en el suelo.

 

- Vaya… y yo que creía que no te importaba esa puta – me dijo insultando a Sasuke con el mismo insulto que una vez le lancé yo, le di otro puñetazo.

 

- Vuelve a llamarle así y te quedas sin boca con que decirlo – le amenacé cogiéndole del cuello de la camisa – si me entero de que vuelves a tocarle, te las verás conmigo ¿Te ha quedado claro? Por tu bien, espero que no vuelvas a hacerle daño, porque la próxima vez, no seré tan comprensivo.

 

- Esta noche me lo follaré – me dijo Haku riéndose y le volví a dar otro puñetazo.

 

- Inténtalo y te las verás conmigo.

 

 


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