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Siempre es de noche... por Darkneko

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Notas del capitulo:

Hola, gomen por la demora... pero aquí estoy de nueva cuenta en el mundo de los vivos trayendo el nuevo capitulo de esta historia... ^u^... vengan a los estrenos que seran mucho y espero les agraden de igual manera... y solo pido paciencia para las acutalizaciones, voy por orden (o eso intento) asi que todas y cada una seran actualizadas... ^u^ gracias por leer...

Naruto no me pertenece es porpiedad de Kishimoto-sensei...

Bien a disfrutar ^o^...

     Amanecía en aquella casa donde todos los habitantes descansaban tranquilos, aquellos molestos más calidos rayos de sol eran acompañados por las aves que se encontraban llegando a las playas para pescar la comida de sus crías y aquellas aves que despertaban en el bosque a espaldas de la casa, a ninguno de los habitantes de les había ocurrido correr las cortinas la noche anterior, el resplandor de la luna y las estrellas de la noche anterior era tan sublime que se consideraría sacrilegio haber cerrado cortinas ante tal visión, cada uno de los rostros fue iluminado por los rayos del astro mayor, provocando el despertar de cada uno de ellos, excepto el de un pequeño rubio de sueño pesado que se aferraba a los brazos del moreno que le miraba dormir tranquilamente, procurando no hacer el menor ruido que perturbara aquellos placenteros sueños a los que era preso el pequeño entre sus brazos. 

     Un castaño de cabello rizado, con una tendencia a ocultar su dulce pero seria mirada bajo el resplandor de unas gafas oscuras fue el primero en despertar, dirigiéndose ya vestido con su ropa informal al cuarto donde su cuidador estaría ejercitándose como siempre lo hacía, dirigió con cuidado sus pasos amortiguándolos con cuidado para no despertar a los demás, corrió la delgada puerta de papel y allí estaba, con su ropa de entrenamiento, su cama ya tendida igual que la del pequeño que la acomodo antes de salir en busca de su cuidador, las manos del pelinegro se encontraban en su nuca, sus pies firmes en el suelo, las rodillas levemente flexionadas, el sudor corriendo por su frente hasta detenerse en el filo de su camisa color verde, se quedo esperando, sabía que en poco tiempo terminaría y le prestaría la debida atención. 

     - … 95… 96… 97… 98… 99… y 100… - mencionó logrando la ultima flexión, observó en el marco de la puerta al pequeño que le miraba intrigado por su afán de con el ejercicio, tomó una toalla pequeña y con ella limpio el sudor que le escurría por su cabeza. 

     - Bueno días… ¿Quieres desayunar?... – pregunto como todas las mañanas en el instituto, el pequeño negó con la cabeza comenzando de esta manera la cotidiana conversación. 

      - “Buenos días… no gracias aun es muy temprano para desayunar…” – comentó el pequeño haciendo varios movimientos con sus manos, el joven de camisa verde asentía descifrando las palabras a través de las manos y los movimientos de labios casi imperceptibles que el pequeño de cabello rizado hacía. 

     - Entiendo… ¿Qué te gustaría hacer?... – pregunto mientras tomaba prendas limpias para ducharse junto con el pequeño, ya que era costumbre que después de levantarse y antes de desayunar tomaran un refrescante aseo personal para comenzar con toda la energía que presenta la flor de la juventud como solía decir con énfasis y entusiasmo Lee. 

      - “He visto ayer un bosque cercano… me gustaría ver y recolectar algunos insectos…” – pidió haciendo los signos para cada palabra con gran maestría hacía tiempo que había dominado ese lenguaje, pero al escucharlo y observar las palabras no podía evitar mover al compás los labios al momento de pronunciar la palabra con sus dedos. 

      - Claro… iremos todos juntos… pero antes… un baño y el desayuno… - aclaro levantando su dedo índice, cerrando sus ojos con una sonrisa para después tocar con delicadeza la nariz del pequeño, que después se acaricio la zona tocada por su hermano mayor, correspondiendo a la sonrisa, asintiendo con la cabeza, entrando de nueva cuenta a su habitación para sacar la ropa correspondiente… 

      El estomago de Chouji hizo el singular sonido que indicaba que su cuerpo necesitaba algo para comer, la noche anterior prefirió llevar a su habitación una bolsa con golosinas para no molestar a Ino, sabía que ella siempre terminaba cansada por cuidar por su salud, sabía que por las noches ella se la pasaba la mayoría en vela, cuidando por que sus niveles de nutrientes y azúcar estuvieran estables y él nunca pudo agradecerle, no sabía como hacerlo, pero ya se había terminado las golosinas y él no sabía cocinar, no tuvo mas remedio que irse al cuarto conjunto donde la rubia dormía tranquilamente por primera vez, la noche completa desde hace mucho tiempo. 

      - Ino-san… - susurro con voz extremadamente baja, acercándose hasta llegar a la cama de la joven y mirarla con detenimiento, su corazón en ese momento comenzó a palpitar con fuerza dentro de su pecho, la tez blanca de la joven, tersa y suave al tacto, lo sabía de primera mano, sus cabellos sueltos sobre la almohada jugaban con su cara, aparto los mechones que le cubrían el rostro sonrojándose al mirar sus labios, esos labios carnosos que siempre le llamaban con cariño y le elogiaban cuando hacía algo bien, retiró su mano al ver que con el contacto la joven comenzaba a abrir sus ojos color zafiro. 

     - Chouji… ¿Qué pasa?... – preguntó al momento de ver al pequeño al lado de su cama mientras se restregaba los ojos con el dorso de la mano para despertar completamente, se alarmó al ver las mejillas del pequeño sonrojadas, temiendo lo peor colocó su frente sobre la frente del menor para comprobar su temperatura, logrando que el sonrojo de las mejillas de Chouji aumentara, sonrió complacida no era fiebre. 

      - Me asustaste… pensé que estabas con fiebre… - menciono mientras le tocaba la mejilla logrando una caricia muy agradable para el regordete quien cerró los ojos para llenarse de ese roce, la rubia observó el reloj de mesa que se encontraba en la mesita de noche alarmándose porque su pequeño hacía horas no ingería algo, probablemente aquel sonrojo era debido a la falta de alimento. 

      “Ino-san… quisiera saber que es esto que siento dentro de mi pecho… me siento tan feliz de saber que soy algo importante para usted y que puedo estar a su lado… lamentablemente no soy de la edad y mucho menos soy esa persona…” los ojos de Chouji desprendían nostalgia al recordar el comportamiento de su hermana mayor cuando se hablaba de Hayate Gekko, otro de los cuidadores del instituto que se encontraba en la división de jóvenes-adultos, lamentablemente para Ino el joven ya tenía novia Yugao Uzuki que se encarga del soporte psicológico de las personas que han tenido accidentes graves, la terapia y la manera de superar esos impulsos por desaparecer o su baja autoestima por denominarse monstruos ante la sociedad, ella se encargaba de mostrarles que las apariencias o “defectos” como les solían llamar era lo que menos importaba, los sentimientos de las personas y sobre todo su manera de ver las cosas era lo único que realmente importaba, ambos un año mayor a la rubia. 

     - Mira la hora… vamos a tomar el desayuno… - tomo su mano, aun se encontraban en pijama mas eso no importaba, la salud del pequeño era mas importante que la presentación ante los demás además era casi imposible que otras personas que no fuesen Lee y Shino estuvieran despiertos a esas horas, se dirigieron a la cocina para preparar el desayuno para el pequeño y para los demás que estarían pronto a levantarse… 

      Gaara ya se encontraba despierto pero se negaba a levantarse, los brazos del moreno sobre su cuerpo se sentían tan calidos que sería un desperdicio apartar tan calido y agradable roce, miraba al techo, esperando el momento en el que el moreno a su lado se despertara y comenzaran a jugar, el desarrollo del pequeño desde que conoció a Naruto era muy agradable y satisfactorio a la vista ajena, su vocabulario había aumentado de un “No…” a frases completas, su desarrollo cognoscitivo llegaba a niveles muy altos sorprendiendo a mas de uno en ocasiones donde aquellos pequeños con profesores especiales, su capacidad de razonamiento con las clases y charlas de Kakashi también ayudaron grandemente, logrando que encontrara soluciones rápidas y eficientes a problemas en los que niños de mayor edad no encontraban salida, pero parecía no darse cuenta de ello. 

     El moreno comenzó a abrir los ojos lentamente los molestos rayos del sol que se colaban por la ventana le dieron por completo en la cara, logrando arrebatarle el sueño por completo, sonrió al ver los ojos aguamarina del pequeño mirándole curioso, sin decir nada, analizando sus facciones faciales, bostezo mientras se sentaba restregando sus ojos para despertar por completo. 

     - Buenos días Gaara-kun… ¿dormiste bien?... – pregunto al terminar el bostezo mientras el pelirrojo le miraba ensimismado, no parecía la misma persona, pero sus caricias, su calor y su voz eran las mismas, después de analizar las cosas un momento se abalanzó a la cintura del moreno con Shukaku en sus brazos aferrándose a su cintura, mientras regalaba una enorme sonrisa mostrando lo feliz que se sentía por tener a alguien preocupado por su salud.

      - Hai… Gaara… tiene… hambre… - pronunció despacio al separarse del moreno quien observó el despertador que había sido apagado antes de que sonara la alarma, revolvió los cabellos rojos y sedosos del pequeño quien le había dejado dormir unos minutos mas. 

     - ¿Que te gustaría desayunar?... – pregunto levantándose estirando los músculos agolpados de su espalda por quedarse en una posición un tanto incomoda por un tiempo la noche anterior. 

     - Pan francés… con… chocolate… - pronunció recordando el desayuno que la cocinera siempre le hacia con un pequeño Shukaku dibujado con el chocolate derretido encima. 

      - Está bien pan francés será… vamos a desayunar… - antes de salir rumbo a la cocina se cambiaron de ropa y arreglaron sus camas… 

     Itachi estaba mirando su reflejo en el pequeño espejo del cuarto de baño de su habitación, hacía tiempo que estaba meditando las cosas que sucedieron desde la noche pasada, trataba de averiguar como rayos controlo aquellos impulsos que por unos momentos se apoderaron de su cuerpo, el no esperaba que las cosas se salieran de esa manera de control, pero aquel frágil cuerpo le gritaba por ser probado pero al hacerlo se volvió adicto a ese dulce sabor y por poco no lograba controlarse, estuvo a punto de apagar nuevamente la sonrisa del pequeño y la de su hermano, además de que la palabras que le mencionó respecto a Sai aun le rondaban en la cabeza “Es por eso que Sai-niisan te quiere tanto…” pensó en la sonrisa del moreno cuidador sonrojándose en el acto… 

     Akamaru Saltaba de un lugar a otro, era de mañana y como cada mañana le daba los buenos días a Shikamaru y a Kiba a su manera, brincando en sus camas y lamiéndoles el rostro hasta lograr despertarlos por completo, logrando su objetivo rápidamente cuando la mano de Shikamaru se estrello contra su hocico anunciando que ya se levantaba, corrió al cuarto de su amo repitiendo la misma operación, ambos un tanto cansados aun, siendo los últimos en levantarse, se dirigieron al cuarto de baño para lavarse la saliva de perro en su rostro y con pasos cansados y taciturnos se encontraron en el pasillo para ir a la cocina a comer algo para comenzar el día… 

      Neji y Hinata tenían la costumbre de verse en el pasillo para platicar un momento sobre las cosas que habían hecho o los planes que tenían a futuro, cambiados y listos para salir de paseo o hacer cualquier actividad que tuvieran pensada hacer los demás, pero antes que nada, el desayuno debía ser tomado para comenzar con energías y sobre todo ánimos… 

      Sasuke por su parte se encontraba con Naruto dormido entre sus brazos, pensaba como era posible que de la noche a la mañana el pequeño ya le hubiera visto, se preocupaba por su futuro, si ya no necesitaba de la asistencia de Sai, él sería llevado a otro niño y Naruto terminaría trabajando para el instituto, en la calle o quizás aquella persona culpable de que perdiera su sonrisa aquella vez, semanas atrás regresara y se lo llevara, el miedo le invadió aferrándose con fuerza al cuerpo atrapado entre sus brazos, reprimiendo una lagrima dolorosa por aquello pesimistas pensamientos. 

     Naruto comenzó a despertar lentamente, se sentía tan bien que quería seguir durmiendo pero los espasmos en el cuerpo contrario le asustaron, levanto el rostro encontrándose a un Sasuke con fuertemente aferrado a su cuerpo como si tuviera miedo de perderlo, tomo entre sus pequeñas manos el rostro del moreno quien detuvo toda acción al ver que sus movimientos tan bruscos habían despertado a su acompañante, sonrió complacido por tener la atención del mayor y dio un pequeño beso en la frente del ojinegro, aquellos fuertes brazos le apresaron con mas fuerza, su rostro se oculto en el pliegue de su hombro con su cuello, no quería que su pequeño desapareciera, se prometió estar con él todo el tiempo, no importando que pasara en el futuro. 

     - Ohayo Sasuke…  tengo hambre dattebayo… - mencionó separándose con dificultad del moreno. 

     - Cámbiate primero… y vamos… - depósito un tierno beso en su frente para levantarse de la cama seguido del pequeño rubio, cambiados y con el rostro limpio, se reunieron con los demás a desayunar y ver que era lo que tenían preparado para el día de hoy… 

     - Esta vez… no me detendré… serás mío… para siempre… Uzumaki Naruto… - murmuro entre los arbustos cercanos a la casa el hombre que les vigilaba, observando al rubio sin descanso, cada acción, cada gesto, cada movimiento era observado, calculando las posibilidades de que aquel cuerpo tan suave sucumbiera ante sus deseos, ese día, se prometió, no habría nada que lo detuviera, esa misma tarde, Naruto desaparecería de las vidas de aquellas personas que tan animadamente tomaban un desayuno bastante variado, huevos revueltos, fritos, jugo de naranja, leche, galletas para acompañar, pan francés, ramen para el rubio y arroz con huevos cocidos para Itachi junto con un café… 

     - ¿Qué haremos el día de hoy?... – pregunto Kiba observando a todos comer con animo su desayuno. - Shino quiere ir a ver el bosque para su colección de insectos… sería buena idea ir todos como en una excursión… explotemos el poder de nuestra juventud… - mencionó levantándose de golpe para que nadie objetara sus palabras, cosas que funcionó, pues todos los demás solo le miraron extrañados. 

     - Sería divertido… - siguió Sai regalando una sonrisa a la persona que tenía enfrente logrando sonrojarla, Itachi se llevó una mano al corazón, ya que al ver ese gesto en el moreno su ritmo cardiaco se disparó de tal manera que no podía controlarlo, sentía como le golpeaba con fuerza las costillas. 

     Naruto que estaba sentado entre Sasuke y Gaara no probaba alimento alguno, podía verse su rostro hambriento, más no tocaba la comida que tenía enfrente, su mirada estaba oscurecida y triste, no le agradaba verlo de esa manera, por lo que tomando su rostro para que le mirara el moreno alzo la voz solo para que el ojiazul le escuchara. 

     - ¿Qué pasa Naruto?... no has comido del ramen que Ino-san te preparo con tanto cariño… - ante estas palabras, lágrimas silenciosas cayeron por sus ojos, captando la atención del algunos quienes detuvieron sus movimientos enseguida esperando la respuesta del pequeño sol de sus días. 

      - ¿Por qué?... – fueron las únicas palabras que pronunció antes de romper en llanto y aferrarse con fuerza a la camisa azul marino que llevaba Sasuke en esos momentos, dejando a mas de uno con la pregunta de lo que ocurría, el moreno le abrazo intentando calmar su llanto. 

      - ¿Por qué ya no puedo verte?.... todo esta oscuro de nuevo… ¿Por qué tebayo?... – su llanto se incrementó, rompiendo el corazón del moreno quien solo atino a abrazarlo con mas fuerza mientras las lágrimas reprimidas luchaban por salir de sus ojos, la confusión de los demás era grande a que se referían. 

     - ¿Sasuke de que habla?... – pregunto Itachi intentando comprender las palabras del pequeño, sus palabras eran entrecortadas aquel llanto desgarrador era muy doloroso para los presentes, el apetito general había disminuido, nadie seguía con la ingesta de alimentos, nadie decía nada, solo el llanto doloroso que arrancaba lágrimas de tristeza a los presentes se escuchaba, Sasuke mientras tanto respondía a la pregunta hecha por su hermano soltando por fin aquellas lágrimas y negando frenéticamente con la cabeza. 

      Tras varios minutos que duró su llanto, Sasuke repartía besos de consolación en el rostro y el cabello del pequeño, hasta que su llanto poco a poco se calmo, Gaara mientras el llanto de su amigo duro, lloró de igual manera aferrado a la playera de Sai, no le gustaba ver a Naruto de esa forma le dolía su pecho demasiado al verle así, el moreno cuidador al igual que Sasuke les confortaban con palabras dulces y pequeñas muestras de afecto convertidas en besos y caricias en su cabello hasta que el llanto cesó. 

     - Bueno… comamos… se enfría… - murmuro nerviosa Ino al ver a todos abatidos, pero sobre todo, preocupada por su pequeño que comenzaba a sudar de sobremanera efecto indudable de que estaba comenzando con uno de sus ataques, si no ingería algo rápido corría el peligro de desmayarse en ese mismo momento, con calma todos comían, sin ánimos pero comían y eso era lo importante. 

      - Dicen que este bosque es muy especial… - Itachi capto la atención de todos al pronunciar estas palabras. 

     - ¿Especial…? – preguntó confundido el moreno de Kiba con un trozo de pan en su boca. 

     - Si… se dice que en el centro hay un lago donde si te bañas en sus aguas puedes cumplir cualquier deseo que tengas y si lo pides desde el fondo de tu corazón se cumplirá… - sabía que mentía pero quería ver de nuevo la sonrisa en los rostros de los pequeños y en especial en 4 personas, Naruto, Sasuke, Sai y ahora Gaara que se había ganado su afecto por la manera de ser tan perspicaz e inteligente en ocasiones en las que se necesitaba. 

     - bien decidido… - espeto Lee sin que nadie entendiera sus palabras. - Iremos después del desayuno para cazar insectos para la colección de Shino y visitar ese lago encantado… - pronunció decidiendo por los demás a lo que nadie tuvo obsesión si bien sabían que los milagros y los deseos no se cumplían sería bello mirar un lago en medio del bosque. 

      El desayuno terminó, los hombres comenzaron a preparar los materiales para llevar a los pequeños que necesitaban cuidados especiales mientras que las mujeres preparaban algunos bocadillos, Itachi había sugerido un día de campo para relajarse entre la naturaleza. 

      Shino tenía una mochila repleta de frascos transparentes con la tapadera llena de pequeños agujeros para que el insecto pudiera respirar, también un libro de los insectos para identificarlos y etiquetar los frascos, Chouji, cargaba en su mochila varias golosinas y bebidas hidratantes, rogaba porque caminaran lento ya que en su condición se cansaba bastante rápido, Gaara por su parte cargaba a Shukaku en brazos, ya que era lo único que necesitaba, Sai traía unas botellas de agua y un mantel en la mochila. 

      Listos con todas las cosas necesarias para un día de campo y los cuidados de pequeños especiales, caminaron varios minutos al paso de las piernas de Chouji para no dejarles atrás, Neji preguntaba a Hinata el porque de su excursión, en la parte de la conversación Hinata había pasado de largo contarle lo que harían por el resto del día, así que se apresuro a hacer los signos con sus manos para explicarle a su niño a cuidado que era lo que estaban haciendo en el bosque y el porque de tanta comida y equipo especial. 

      En el bosque tomaron un descanso en el que Chouji pudo recuperar el oxígeno que había escapado de su cuerpo y regular sus niveles de azúcar que llegaba a su sangre y sobre todo a su cerebro, ya que si bajaba demasiado podría desvanecerse y el viaje terminaría de una manera un tanto trágica para todos y ese viaje era para ser disfrutado al máximo. 

     - Aquí tienes Chouji… cuando te sientas mal dinos… no es bueno que te estés exigiendo demasiado… - comentaba un poco molesta Ino, Chouji era una persona muy dulce siempre preocupándose por no ser una carga para los demás sin preocuparse por las consecuencias que esto le podría traer a su cuerpo. 

     - Gomen Ino-san… - mencionó cogiendo la manzana que la rubia le extendió, dando una mordida sonora, logrando escapar el insecto que Shino estaba a punto de atrapar con el frasco de plástico que en ese momento estaba abierto, el cuerpo del frasco en una mano mientras que en la otra aparecía la tapadera para evitar un escape. 

     - Este es un árbol, puedes sentir la corteza… es rugosa porque es un pino… - Sasuke guiaba las manos de Naruto con delicadeza tocando todo el bosque a su alrededor, habían quedado que el “juego de la luz” como decidieron llamar a las veces que el rubio podía ver con claridad algo serían cada vez que él se lo propusiera y quizás con ayuda de ese lago especial lo lograrían mas rápido... 

     Todos sus movimientos eran observados por Orochimaru quien se ocultaba entre el ramaje del bosque para no ser detectado, buscaba el momento adecuado para poner en marcha su plan, en su gabardina negra un frasco con la etiqueta “cloroformo” se leía y en la bolsa contigua un trapo limpio esperando ser rociado con él con el único propósito de hacer perder la conciencia de quien fuese su victima. 

     Sonrió complacido al ver que conforme pasaba los minutos el grupo se iba disipando, algunos se iban en direcciones contrarias para apreciar la naturaleza desde otro punto, unos más descasaban a la sombra de un árbol, aquel chico siempre cansado de nombre Shikamaru se había quedado junto con Itachi, Sai y Gaara a descansar bajo la sombra cobijadora de ese árbol mientras que los demás exploraban los alrededores buscando el lago que se supone solo a algunas personas se les presenta... 

     Lee y Shino recorrían el bosque levantando piedras y ramas para encontrar a las pequeñas criaturas que tanto le agradaban al pelo rizado mientras el moreno con libro en mano buscaba algún archivo que les dijera la identidad de dicho insecto, sonriendo cundo no encontraban alguno puesto en el libro, habían descubierto una nueva especie o mejor dicho un tema para investigar en los libros, como tanto le gustaba al pequeño y a su hermano mayor. Neji y Hinata miraban el paisaje tratando de identificar cada árbol o ave que se les aparecía por el camino, al pequeño pelilargo le agradaba la idea de las aves, una de sus fascinaciones era la forma en la que aquellos animales podían alzar el vuelo con tanta maestría, haciendo ver tan fácil, pero mediante los libros descubrió todo el proceso tan complicado que implicada el hecho de volar que las admiro cada día más... 

     Chouji e Ino habían estado muy atrás más no importaba, el hecho de que el pequeño se atrasara un poco era lo de menos, mientras que disfrutará el paisaje y se divirtiera explorando las maravillas naturales que les ofrecía ese pedazo de tierra, estaba bien, al llegar donde Shikamaru y los demás Chouji junto con Shikamaru tomaron una siesta, reparadora y necesaria para sus metabolismos y sobre todo su salud...

      Kiba y su perro jugaban cuales niños en el bosque, corriendo, saltando jugando, divirtiéndose entre broma y broma a sus compañeros, buscando animales silvestres, sin encontrar ninguno, intentando impresionar a la cuidadora de Neji, sin ningún resultado que no fuera una respuesta vaga a un sentimiento al parecer del chico no correspondido, sin embargo le embargaba la alegría el saber que tenía posibilidades aun, mientras que ella no le rechazara de forma permanente y con voz firme el seguiría en su lucha por conquistar a la ojiblanca, como dice el dicho “la esperanza muere al último” el no se rendiría tan pronto... 

     Sasuke y Naruto se habían internado más en el bosque sin saber el peligro que les acechaba desde sus espaldas, Orochimaru sonrió complacido, ahora solo faltaba alejar al moreno de su propiedad, no decía ser imprudente, conocía al chico y conocía sobre todo su posición, además no sería nada bueno que le reconociera, de lo contrario estaría en problemas por haber ocasionado aquello y eso era algo que definitivamente no quería. 

      Llegaron a un claro donde estuvieron pocos minutos sentados, el ojiazul había insistido en caminar por cuenta propia para intentar llegar a un “momento de luz” siendo seguido de cerca por el moreno y sin que ellos lo supieran seguidos de cerca por el hombre pálido mientras su sonrisa se ensanchaba y aquel líquido era esparcido sobre la blanca tela. 

      Un grito alarmado de una voz conocida se escucho por todo el calor donde el moreno y el rubio caminaban, el ojinegro dio media vuelta para ver de donde se dirigía aquel grito sin percatarse que el rubio se adentraba a las hierbas perdiéndose de la vista del moreno.

      - Naruto… - llamó al rubio más el viento le contesto con su susurro, comenzando a desesperarlo de tal manera que su corazón comenzó a sentirse abatido, las palpitaciones se volvieron aceleradas y el miedo se transformo en algo visible, sudaba frío. 

      Camino por varios metros hasta que tropezó con algo, fue en ese momento en que se detuvo para tocar con sus manos y verificar que se trataba de un árbol el que le detuvo de aquella brusca manera, no era conciente de aquel hombre que se acercaba con una sonrisa macabra en los labios, expandiendo sus brazos, uno para sujetarlo y el otro para envenenarlo por varios minutos hasta dejarle inconciente, producto del químico y dañino cloroformo en que estaba empapado el trapo, se sintió sólo, no sentía el calor del moreno y entro en pánico queriendo disimularlo. 

      - Sasuke… - llamo esperando contestación, más lo que recibió de respuesta nunca lo imagino y mucho menos esperaba lo que a continuación pasaría. 

     - Eres mío… - fueron las últimas palabras que escuchó cuando unos brazos largos, fino y fríos le atraparon, quiso gritar, pero un trozo de tela mojado le cubrió rápidamente nariz y boca, la conciencia se le perdía poco a poco, hasta caer rendido en aquellos brazos... 

     Sasuke al no encontrarlo corrió hasta donde su hermano, Naruto no veía eso les ayudaba un poco pensó, no podrá llegar muy lejos, y si buscaban entre todos sería más rápido, cuando llegó con Itachi observó  algo que no era muy común, su hermano tenía la ropa llena de insectos, insectos que escaparon de los frascos y que Shino y Lee se apresuraban a encerrar nuevamente en aquellos envases de plástico transparente. -

      Onii-san… ayuda no encuentro a Naruto…- grito obteniendo la atención de todos que en ese momento comenzaron a buscar sin preguntar nada, sin saber que en esos precisos momentos un rubio salía del bosque inconciente en el hombro de un hombre de cabellos largos y negros con rumbo a un lugar que nadie conocía.

Notas finales:

bien que les parecio?... creen que encuentren a naruto?... que intentara hacer la serpientye ahora que lo tiene?... que consecuencias traera para todos la desaparición del rubio?... la respuesta a una o tal vez a algunas de estas preguntas las encontraran en el siguiente capitulo... como ya he dicho, pido paciencia son 9 fic que tengo que actualizar... y cuando se termine uno llegaran 3 mas espero me comprendan y me tengan paciencia, prometo o mejor dicho tratare que la espera valga la pena... cuidense mucho... ^u^ matta ne... ^o^


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