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Siempre es de noche... por Darkneko

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Notas del capitulo:

Konichiwa minna ^o^ (Darkneko trae puesto una camisa que dice: "reina de la flojera") me tome unas vacaciones y la pase con el host club de la academia ouran... Tamaki-senpai es lo mejor y los gemelos no tienen igual... aunque prefiero alguien con quien platicar que no me heche mucho dulce... mmmm... alguien como Kyouya-senpai... aunque da algo de miedo n_nU... pero bueno... aqui les traigo el capitulo nuevo...

XD... me paso algo horrible... ayer... que lo iba a actualizar... tenia todo el capitulo listo... si... listo para comenzar a plasmarlo en Word... y por ver la hora y descubrir que era hora de llevar a la muñeca (asi le digo a una perra que estoy cuidando su nombre real es suky) con el veterinario (tiene la pata rota) y cuando regrese... el capitulo se perdió en los archivos casi inexistentes de mi mente... XD... y tuve que volver a pensarlo porque lamentablemente en mi cabeza no existe la papelera reciclable o la opción de buscar XD... además... u_u... cuando meti a la muñeca a la cajita de zapatos... saco a chuky y me mordio ¬_¬ (en otras palabras se enojo porque la iba a encerrar en un gran cuarto que se ve todo oscuro... pero es que ya era hora de dormir ù_ú)... mi obâsan no deja tener mascotas en casa... n_nU por eso tengo que encerrarla u_u... pero bueno... ya esta mejor ^u^...

Naruto no me pertenece... es propiedad de Kishimoto-sensei a quien le agradezco mucho el haber inventado el universo de Naruto *u*...

Disfruten el capitulo ^u^...

     - ¿Dónde está?... – preguntaba enfadada una voz masculina a la entrada de la casa de Orochimaru. 

     - No se de que me esta hablando… ese niño no esta aquí… - le gritaba la voz inconfundible del pelinegro que intentaba por todos los medios, sacarlo de su morada. Se escuchó el sonido inconfundible de algo de cristal partirse en pedazos en el suelo y alguien cayendo con estrépito al suelo. 

    - Maldita serpiente no mientas… se que el niño esta aquí… ¿Dónde está?... – grito completamente enojado mientras le halaba con fuerza de la solapa de su abrigo. 

     - No se quien te habrá dicho semejante cosa… pero te puedo asegurar que el pequeño no se encuentra aquí… yo también le estoy buscando para entregártelo… - intentaba mentir pero sus ojos inconcientes se desviaban a la puerta donde el pequeño se encontraba sumergido en aquel mundo vació donde le encerró mentalmente.  

     Lo arrojó al suelo y corrió a la puerta sintiendo como su corazón comenzaba a palpitar con fuerza contra su pecho, llegó a la puerta abriéndola al romper tanto el cerrojo como las presillas que le mantenían unidas a la pared, lo que vio le dejo un nudo en su garganta, camino al interior de la habitación. 

     El rubio permanecía sentado en la cama, sin inmutarse por el ruido de la puerta al romperse o por el sonido de cristales quebrarse, en su cuerpo se encontraban las marcas de una brutal violación o varias, aquellos dedos marcados en su suave piel, las marcas de unos besos marcados con brutalidad sobre sus hombros y cuello, en sus manos las señales inequívocas de que fue amarrado en varias ocasiones, y el semblante inexpresivo igualmente sus ojos opacos le hicieron quebrarse por dentro. 

     Le abrazo con fuerza, ¿cómo era posible que aquel hombre le hiciera semejante atrocidad a un pequeño niño?... algo en el interior del pequeño reaccionó moviendo inconciente sus manos para corresponder el gesto, esa sensación antigua le estaba llegando nuevamente, ¿Qué era? 

     - No te preocupes… todo ya está bien… está bien… - murmuro el mayor al momento de tomarlo en brazos, sentándose en el lecho con el pequeño en brazos, le protegió de manera paternal, se mecía un poco intentando calmar el inexistente llanto del pequeño, quizás intentando tranquilizarse a si mismo con dicho movimiento. 

     Le besó la frente, después los cabellos para finalmente recargar su rostro sobre aquella pequeña cabeza que orgullosa mostraba esas encantadoras hebras rubias, tenía que ser fuerte y no llorar para evitar que el pequeño de igual forma lo hiciera, era doloroso verle así, el pequeño se aferraba a su camisa de fina seda en aquel tono azul marino mientras que en sus pantalones de vestir negros posaban los piecitos recogidos de Naruto, quien sin notarlo comenzó a derramar lágrimas vacías, la razón de aquellas lágrimas por ese toque no las entendía, pero se sentía bien al derramarlas y se tranquilizaba con aquel susurro que le comenzaba a arrullar, el mayor afilo la mirada y observo como aquel hombre con mirada de serpiente llegaba al marco de la puerta limpiando el hilillo de sangre de sus labios, producto de los golpes que anteriormente recibió en el rostro. 

     - Orochimaru… ¿no dijiste que no estaba aquí?... entonces… ¿Quién es a quien tengo abrazado en estos momentos?... – le miró con odio, le había ocultado algo de suma importancia, seguramente para seguir torturando al niño hasta matarlo por dejarle como un recipiente vacío, el pelinegro tembló un poco sabía que  no era muy buena idea luchar contra la persona que tenía enfrente, demasiado poderosa para luchar contra él y salir bien librado. 

     - No… no se que hacía ahí… es la primera vez que le veo en la casa… - mintió para salvar su pellejo, más el otro no le creyó ni media palabra, las manitas del niño se aferraron con más fuerza a sus ropas al escuchar la voz del pelilargo y las lágrimas se hicieron más constantes, le tenía miedo al dueño de esa voz. 

     - Olvídate de Naruto que lo llevare a donde siempre tuvo que estar… a mi lado… - le aferro más contra su cuerpo y acaricio sus cabellos para tranquilizarlo, se levanto de la cama y se dirigió a paso firme a la salida donde un carro de color vino le esperaba con el motor encendido. 

     Estaba por perder a su juguete, tanto tiempo que había invertido en convertir de un niño llorón al ser poseído a un molde vacío con una cara angelical y un trasero de gloria como para que ese sujeto llegará y solo por la posición que tiene se lo llevara, pensó en algo y recordó que aun se buscaba al pequeño, los Uchiha a pesar de que se declarará su muerte no descansaban para traerle de regreso. 

     - Si te llevas al niño hablaré con la policía para decirles donde se encuentra… - le dijo en tono de amenaza con una sonrisa cruzando su cara. 

     El contrario no se intimido sonrió de lado, logrando que Orochimaru tuviera un mal presentimiento, sin dejar de cargar al rubio envuelto en una sabana que tomó de aquella cama, llevó una mano a su bolsillo y de ella sacó dos cintas, una de video y otra de voz. 

     - ¿Y quieres que yo entregué las pruebas de donde realmente estuvo y que le hicieron ese tiempo?... recuerda que aun es un niño, apenas cumplirá los 15 no se te olvide… esto que le hiciste, no es legal… te pueden meter varios años preso y me aseguraré que esta vez ni el dinero te pueda salvar… - su sonrisa se ensancho añadiendo. 

     - La vez pasada te salvaste… nadie imaginaría que el propio vicepresidente de la segunda compañía Uchiha fuese el asesino de su jefe y amigo… y que cuando los dueños de la reciente industria Uzumaki comenzarán a ganar fuerzas tuvieran un lamentable accidente… - guardó las cintas nuevamente en su bolsillo y giro sobre sus talones para salir del recinto, el olor nauseabundo que había ahí no lo soportaría más tiempo. 

     - Pe… pero… ¿cómo…? – quería saber como era que aquel hombre que marchaba de su casa se había enterado de todo aquello, él mismo borró las huellas he hizo que todo pareciera un accidente, el contrario giro solo un poco el rostro. 

      - La próxima vez… estudia a las personas con las que trabajas… nunca se sabe quien pueda traicionarte… ¿cierto?... – sonrió recordándole su propia traición. 

      Estando afuera, uno de sus hombres de más confianza para Orochimaru tomo camino junto al invitado, abrió la puerta del coche y antes de subir miró al que era su antiguo jefe. 

     - Fue un placer trabajar para usted Orochimaru-sama… - hizo una reverencia y al levantar el rostro sonrió ampliamente con una mueca escabrosa a ojos del pelilargo. 

     - Ki… Kisame… ¿Por qué?... – más no recibió contestación, antes de que el carro abandonara el lugar aquel hombre, que ya había dejado al pequeño sentado en el asiento trasero donde él después de haría compañía, salió de nueva cuenta y dirigió sus pasos a una persona que esperaba impaciente. 

     - Muchas gracias por su ayuda… aquí tiene… - le extendió una gran suma de dinero que sacó de su bolsillo, los ojos del contrario se abrieron y esbozo una enorme sonrisa en sus labios, eso era más dinero que el que alguna vez hubo tocado. 

     - Ah… no olvides asegurarte la próxima vez de no dejar huellas que alguien pueda reconocer… - le mencionó con burla a Orochimaru mostrando el zapatito que a Naruto se le había caído el día que llegó a la mansión, la cual el pelilargo pensó se había caído en el bosque. 

     Subió al vehículo, siendo seguido por Kisame y partieron de esa casa, el mayor abrazo al niño y lo subió a sus piernas, le meció con cariño haciéndole dormir. 

     - ¿Por qué se comporta tan cariñoso con él, mi señor?... – pregunto el joven que conducía. 

     - Porque él es especial… Deidara… - fue su contestación, sin abrir los ojos mientras seguía emitiendo ese sonidito tranquilizador proveniente de su garganta, logrando que entre lágrimas carentes de emociones o pensamientos el rubio comenzara a dormir por primera vez con tranquilidad. 

     Las luces del día pintaban todo su entorno de colores calidos mientras el coche seguía su camino, un camino a la salvación y rumbo a una vida mejor, mientras el pequeño descansaba, recordando que tiempo atrás, unas manos calidas le regalaban el mismo contacto que en ese momento sentía, sin ser bruscas, calidas y suaves, recordaba también vagamente tiernos besos de consuelo sobre sus ojos y las palabras dulces de alguien abrazándole, sus labios se movieron entre sueños, más no emitió sonido alguno, si alguien hubiera prestado atención y leyera esos movimientos se daría cuenta de que era un nombre y a la vez una plegaría inconciente “Sasuke” pronunció antes de caer en el mundo carente en esos momentos de sueños… 

     En el instituto para niños especiales de Konoha, Sai e Itachi abrazaban a un dormido pelirrojo que momentos antes había tenido otra sesión con el psicólogo infantil, aquellos extraños sueños eran perturbadores y cada vez hacían que las casi inexistentes ojeras que se mostraban alrededor de sus ojos comenzarán a aparecer nuevamente, la razón de esos sueños nadie la sabía y el hecho de que un niño que apenas puede hablar las dijera de esa manera tan brusca las cosas que le hacían al pequeño, sin comprender que era lo que realmente decía o le hacían a su amigo, simplemente sintiendo el dolor de aquellas expresiones que el rubio gesticulaba al ser poseído, la charla que tuvieron con el psicólogo aun se mantenía fresca en sus mentes a pesar de que tenían una semana de aquello.

 ____________________ Flash back ______________________ 

     - Señor Itachi… ¿puedo hablar con usted?... es sobre los sueños de Gaara… - pronunció el doctor mientras el pequeño a su lado solo abrazaba con fuerza a Shukaku con la mirada baja, quizás pensaba que lo que le había contado al señor era malo y ahora regañarían al moreno por su culpa.

      - Claro… ¿Sai puede entrar?... – pregunto el moreno, toda información sobre los niños que estaban a su cuidado en el viaje también era importante para los cuidadores, el profesional asintió con su cabeza y los tres, Itachi, Sai y el pequeño Gaara entraron al despacho. Se sentaron en aquel largo sillón, uno al lado del otro dejando en medio de los adultos al pequeño pelirrojo que miraba entretenido lo que pasaría a continuación y trataría de descubrir que era lo que había pasado. 

     - Señores… estos sueños no tienen una causa lógica… no puedo usurpar de su mente esos pensamientos porque no son suyos… ¿han pensado que quizás realmente este sucediendo eso?... – pregunto serio intentando no sonar tan absurdo como él mismo pensaba que se sentía. 

     - Pero eso sería una atrocidad… ¿Quién sería capaz de hacer algo semejante a un niño?... – pregunto asustado Sai llevando sus manos a su boca por la impresión de imaginar ciertas las cosas que el ojiverde decía entre sueños o pesadillas. 

     El psicólogo abrió un cajón de una gaveta y extrajo de ella un pedazo de papel con unos trazos en ella, la extendió a los presentes y el pelirrojo la arrebato a su actual cuidador. 

     - Naruto… - dijo apuntando al dibujo donde se apreciaba el color amarillo y el azul entremezclado. 

     - Llora… lastima… duele… - susurro mientras abrazaba la hoja de papel, intentando transmitirle que el le cuidaría. 

     - Hace una semana… hicimos un prueba… para diagnosticar de que parte vienen aquellas imágenes que ve… le pedimos que cerrara los ojos y dibujara lo primero que se le viniera en a la mente… al principio el dibujo tenía una sonrisa… demo… comenzó a gritas y la hoja la rompió… decía algo como que en esos momentos no sonreía… no logré comprender… estuve investigando y… - decía el doctor de la forma más simple que podía estas cosas de la mente suelen ser traicioneras, el cerebro humano es uno de los órganos mas extraordinarios de los seres vivientes y su entendimiento aun esta muy limitado, por eso costaba creer que realmente estuviera pasando. 

     - ¿Han escuchado hablar de los lazos psicológicos?... – pregunto el doctor internamente pidiendo que sus palabras no fueran tomadas por una broma. 

     - No son aquellas… ¿Que tienen las mascotas con sus dueños?... – pregunto cohibido Sai, eso le había dicho Kiba tiempo atrás y no sabía si era la respuesta correcta, ante el comentario el psicólogo suspiro aliviado y sonrió un poco, no sería tan difícil de explicar después de todo. 

     - Efectivamente… pero también se han encontrado estos casos en seres humanos… se manifiesta en personas muy unidas… según tengo entendido Gaara-kun tenía una relación especial con el niño perdido, pudiera ser que Gaara realmente esta viendo lo que le ocurre… no puedo asegurar que sea a tiempo real… pero es lo más posible… - decía el doctor entrelazando sus dedos en el escritorio y apoyando su barbilla en él. 

     - ¿De que están hablando?... – pregunto Itachi sin entender una sola palabra de lo que acababan de mencionar. 

     - Es lo que pasa con Akamaru… - le explicó en pocas palabras Sai al moreno mayor, que le miro interrogante. 

     - ¿Recuerdas que ocurrió antes de que Shikamaru se desvaneciera la vez pasada?… - pregunto el moreno mientras le veía a los ojos, hacía tres días Shikamaru había vuelto a caer en cama producto de sus ahora, desbordantes emociones al no tener al rubio a su lado, la preocupación le hacía daño provocando que aquellos ataques le llegaran con más frecuencia, muchas veces se encontraba cerca de mesas o cosas con las que se podía lastimar si caía con estrépito. 

     - ¿Te refieres a cuando estábamos almorzando y Shikamaru estaba bien y al momento comenzó a mordernos?... – pregunto desconcertado recordando el extraño comportamiento. 

     - Si… ¿Qué paso después?... – pregunto de nueva cuenta el moreno menor, mientras que Gaara miraba a un rostro y a otro intentando entender que era lo que estaban diciendo, el solo entendía dos cosas con claridad, que estaban hablando del flojo y del perro. 

     - A Shikamaru le comenzaron a flaquear y antes de caer inconciente Kiba lo abrazó… - contesto sin entender el punto de las cosas. 

     - Eso fue porque Kiba conoce las reacciones de Akamaru… y el perro quiere mucho a Shikamaru… pudo saber que el niño se encontraba mal y actuar de esa manera para llamar la atención de su cuidador y que pudieran actuar a tiempo… - termino la explicación el pelinegro haciendo que el mayor se sorprendiera por el hecho de que no parecía algo tan loco después de un tiempo. 

     - Puede que este sucediendo lo mismo pero a larga distancia por el cariño que se tienen entre ellos… - interrumpió el doctor dejándolos un tanto preocupados por sus palabras, eso quería decir que el niño estaba siendo utilizado como un juguete sexual para algún desquiciado. 

     - Cuando le pregunte al pequeño que si sabía quien era… contesto serpiente… le pedí que me dibujara a esa persona y me hizo este otro trazo… - comentó el psicólogo pasando un papel entre sus manos, en ella se podía ver una sonrisa diabólica con una lengua larga, unos ojos de un color amarillo y el pelo largo de un color negro, su piel parecía sumamente pálida y el pequeño al ver el dibujo frunció el ceño en disgusto. 

     - ¿Ese no es…Orochimaru-sama?... – pregunto Sai un poco asombrado por su descubrimiento, era sumamente sospechoso que ya no visitara el recinto y ahora le llegaba esta información, no sabía como tomarla. 

     - Ese maldito… - masculló sumamente molesto. 

     - ¿Cómo supo donde encontrarnos?... esto fue una trampa… ¿el señor Kabuto también esta involucrado en esto?... – pregunto recordando que el único que sabía dicha ubicación de donde se encontrarían era el peligris de anteojos y director general del instituto. 

__________________ Fin de Flash Back ___________________ 

     - Ese maldito… - repitió con enfado el moreno. 

    - Ya veremos que hacer… no se preocupe Itachi-san… solo espero que Naruto se encuentre bien… - mordía con desesperación su dedo al pensar en lo que sufrió y estaba sufriendo sin saber el porque Gaara ahora dormido, no tenía otro de sus sueños extraños, eso le estaba preocupando, más no comentó nada al moreno para no traerle nuevos problemas. 

     - Cuida de Gaara… si algo más pasa… avísame… tienes mi número de celular… no importa la hora… yo contestare… - se disponía a partir del instituto, caminaban a la salida mientras hablaban, el moreno mayor al decir la última parte se detuvo y tocó con suavidad la mejilla del cuidador que seguía con ese semblante de preocupación en el rostro. 

     - Todo estará bien… - le aseguro mientras acercaba su rostro y besaba de manera delicada sus labios, logrando que después del contacto el menor sonriera un poco. 

     Shino y Neji caminaban con aquellas cosas que encontraron hace tiempo en el bosque intentando saber que hacer con ellos, para los pequeños no significaban nada, pero por el hecho de estar en un lugar que no les correspondían les llevaron, “conciencia ambiental” les llamaban los mayores, estaban intentando pensar en que hacer con ellos cuando no se fijaron y tropezaron con los mayores. 

     - ¿Qué traen allí?... – pregunto Sai mientras que agachaba un poco su cabeza para mirar las manos de los pequeños, un trapo blanco tieso al estar secó, y un frasco con un nombre borrado por estar mojada la etiqueta. 

     - “Lo encontramos en el bosque… cuando buscamos a Naruto…” – hicieron ambos los signos al no tener nada en las manos, con movimientos lentos, ya que sabían que no todos los cuidadores tenían práctica con ese lenguaje, sus labios se movían al compás de sus manos, Neji había leído los labios del mayor para poder contestar. 

     Sai observó al moreno y sus pensamientos se conectaron, una sonrisa aliviada y de triunfo se dibujo en sus labios, estaban comenzando a hilar cosas y lo que Sai en ese momento tenía en las manos eran pistas encontradas en la escena del crimen, el miedo les embargo de repente… ¿Y si no les creían?... ¿Cómo comprobar que ese pañuelo y el frasco pertenecían al secuestrador y posiblemente al ahora casi inexistente Orochimaru que hacía días no ponía pie en el instituto?, nadie se percataba, quizás por la oscuridad que en ese momento habitaba en el edificio que el pañuelo tenia dos pequeñas letras la esquina bordadas en todos rojizos “O. P.”. 

    - ¿Podría ser que?... ¿usaran esto en Naruto?… por eso no le escuchamos gritar… - dijo sumamente asustado Sai al pensar en como ocurrieron los hechos bajo sus propias narices semanas antes… 

     - A partir de este momento… vivirás conmigo… descuida… no pienso hacer nada de lo que aquel sujeto te hizo… no tengas pendiente… venga a tomar un baño y a descansar… - decía el hombre cuando entraron a la habitación de baño. 

     Le sentó en la tina de agua caliente y le dejó unos momentos solo, al ver que no se movía un ápice suspiro, vaya que le tomaría tiempo regresar a la vida a ese cuerpo vacío, se quito las prendas que cubrían su cuerpo y se introdujo junto con el pequeño en esa enorme tina, tomo una esponja y comenzó a frotarla con cuidado por aquella piel tan suave y por el momento marcada por las manos del pelilargo de mirada amarilla. 

     Para relajarle comenzó a entonar una canción, sin saber que era la misma que hacía mucho tiempo, cuando se encontraba perdido en un oscuro camino, alguien le cantó desde el corazón.

     Now we’re come so far from darkness...

     And will never be apart...

     So we leave for tomorrow...

     To start our lives again… 

     “¿Qué es esto?... siento como me quema algo por dentro… ¿Por qué duele?... ahora que no sentía nada… ese sonido… esa sensación… ¿Dónde las he sentido antes?...”  sus ojos se abrían en sorpresa intentando por algún motivo recordar de donde era o quien era aquella persona que le hacía esos gestos. 

     Find me there, my tiny feathers...

     Of my holy ancient days...

     You will calm all my sandness...

     And ring your songOnly for me… 

     “Eso… ¿es una canción?... ¿Dónde la he escuchado?... me…resiento bien al sentir estas caricias… son suaves y dulces… no me lastiman… quiero… quiero seguir sintiendo esto… por favor no te detengas…” cerro sus ojos perdido en los recuerdos sin poder poner un nombre a aquella persona, sus labios inconcientes pronunciaban un nombre sin salir sonido aun de ellos “Sasuke” repitió inconciente. 

      Find me there, my tiny feathers...

      Of my holy ancient days...

      I will calm all your sandness...

      And ring my song...

      Only for you… 

      “Ahora recuerdo… que yo quería mucho a quien me cantaba esa canción… regresé a su lado… después de tanto tiempo… se que nada me pasará… porque el siempre me protegerá…” recargo su cuerpo en el cuerpo contrario mientras seguía con aquellos movimientos que le relajaban y le hacían sentir nuevamente el calor de alguien que no pretendía lastimarlo. 

     - Sa… su… ke… - pronuncio apenas audible, pero el mayor pudo claramente distinguir ese sonido que provenía de la seca garganta del menor, su cuerpo era más delgado que el que tenía antes de verse desaparecido, algunos huesos sobresalían sobre todo en su pecho, y las caderas, donde aquellas costillas e mostraban orgullosas. 

     Sonrió, comenzaba a reaccionar, le besó las hebras doradas y después repartió un beso más en su frente, le abrazó por delante, entrelazando sus dedos en la parte de su abdomen, recargo su rostro en la curva que forma su hombro y el principio de su cuello. 

     - No… te equivocas… yo no soy Sasuke… - le mencionó con amor antes de comenzar a mecerse para calmarle y comenzar de nuevo con aquella canción que sabía por buenas fuentes le calmaba. 

     Los labios del pequeño volvieron a moverse de manera inconciente mientras se dejaba llevar por las palabras de aquella melodía que recordaba tan bien “Sasuke” se leyó en ellos, más el mayor no pudo leerlos, cerrando los ojos, meciéndose de un lado a otro con suavidad con el rubio entre sus piernas soportado por sus brazos mientras que de sus labios con una voz dulce repetía la tonada. 

     Now we’re come so far from darkness...

     And will never be apart...

     So we leave for tomorrow..

     To start our lives again…

     Find me there, my tiny feathers...

     Of my holy ancient days...

     You will calm all my sandness...

     And ring your song...

     Only for me…

     Find me there, my tiny feathers...

     Of my holy ancient days...

     I will calm all your sandness...

     And ring my song...

     Only for you… 

     - Después de esto… te prepararé ramen… te gusta con todo cierto… desde ahora… nadie te hará daño… yo te protegeré… - le aseguro besando nuevamente su mejilla. 

     Todo rastro del menor de los Uchiha se estaba borrando de la mente del rubio, aunque parte de su cerebro obligaba a Naruto a mover sus labios para poder nombrarle entre sueños cada vez más alejado de aquella persona y recordándola, mezclando recuerdos del moreno con otra persona, las mismas acciones, el mismo tono para hablarle, todo igual, solo algo diferente que por el momento no podía diferenciar. 

     “Sasuke” movió nuevamente sus labios sin que aquel nombre saliera como palabras pronunciadas, no distinguía a Sasuke, pero sentía que era algo importante para él, quizás, y solo quizás el nombre no era ese, tendría que preguntarle después, cuando recordará, como era emitir sonido con palabras coherentes y relacionadas con las cosas que le pasaban por la mente, se dejó hacer disfrutando después de mucho tiempo el contacto humano, tan diferente al de Orochimaru, tan parecido al de un moreno que era arrancado de sus pensamientos y sin embargo, que era lo único que sus labios pronunciaban aun sin sonido alguno.

Notas finales:

que les parecio? alguien adivina quien es el que ha rescatado a naruto de las garras de orochimaru... fervientemente pido que ni lion, ni sakurita y mucho menos clau contesten esta pregunta... seria trampa u_u... para los demás esta abierta ^u^... hagan sus apuestas e intenten adivinar... como unica pista solo puedo decirles que ya lo nombre anteriormente ^u^...

mucha suerte a todos, gracias por leer y muchas gracias sobre todo a quienes me hacen el favor de dejarle su lindo comentario, duda, queja o amenaza ^u^...

ah por cierto... para aquellas encantadoras personas que me dejan un mensaje, critica, sugerencia, duda o amenaza... por favor pongan un nombre... esto es importante... si me llega un review con el nombre de Anónimo... me veré en la necesidad de ignorarlo ¬_¬... se que se escucha cruel pero tengo mis razones...

cuidense mucho... nos vemos en el siguiente capitulo... matta ne...


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