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¿Hermanos? por Fullbuster

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Sasuke Uchiha POV

 

 

 

¿Amaba a Naruto? Con toda mi alma pero por culpa de mi hermano seguía metiendo la pata con él. Sé que buscaba que le entendiese y creo… que aunque amó a mi hermano con todo su corazón y le había dolido verle venir con otra persona… sé que ya no sentía lo mismo que antes por él, ahora yo le había seducido, le había arrebatado a mi hermano la posibilidad de estar con Naruto y le amaba con todo mi ser, pero era muy malo demostrándolo. Sé que Naruto se sentía utilizado cuando hablaba mal de mi hermano, pero me costaba no hacerlo, odiaba a Itachi. Si mi hermano se hubiera quedado… incluso habría podido soportar que ellos estuvieran juntos, al menos en cierta forma, pero ahora… todo había cambiado y Naruto era mío.

 

Mi hermano no sabía por el infierno por el que Naruto había pasado cuando se marchó, todo se complicaba y yo era demasiado joven para protegerle, le necesitamos, tanto Naruto como yo necesitamos a Itachi pero él se largó dejándonos solos. Yo fui el paño de lágrimas de Naruto durante cinco malditos años porque él estaba muy ocupado con su carrera y ni siquiera le llamó ni una sola vez. Al final… Naruto poco a poco empezó a olvidarle y fui yo quien muy lentamente, ocupé el espacio en su corazón que estaba reservado para mi hermano.

 

Amar a Naruto era lo mejor que tenía en mi vida, él era todo lo que quería, era sencillo, atractivo, tremendamente inocente, puede que no tuviera claros sus sentimientos pero era mi culpa y la de mi hermano, habíamos jugado con él desde pequeño, jugamos con su curiosidad y probamos todo lo que se nos ocurrió en él, sólo me faltó follármelo y menos mal que no lo hice, porque me habría arrepentido toda mi vida. Quería hacerle el amor, me moría de ganas de hacerlo, pero también sabía que era virgen, sabía que no estaba preparado y además… no quería que lo hiciera conmigo por saciar su curiosidad como cuando era pequeño, quería que lo hiciera conmigo porque me amaba y para eso… primero tendría que dejar de meter la pata haciéndole sentirse un objeto al que utilizaba para fastidiar a mi hermano.

 

Imaginaba lo que le ocurría a Naruto, nos veía como a sus hermanos y no quería salir conmigo por miedo a que nuestros padres se enfadasen y lo tirasen de la casa, siempre tuvo miedo a que le tirasen y es que realmente… creo que no conseguimos hacer que se sintiera en familia, seguía sintiendo que era el adoptado, el chico que debía ser perfecto y comportarse, el que debía obedecer las normas y las leyes de esta casa para tener el derecho a quedarse y no era así en absoluto. Si no hubiera estado en esta casa… sé que ahora mismo estaría saliendo conmigo, porque podía sentir que me quería, sus piernas temblaban cada vez que le besaba y sé que le gustaba que lo hiciera. Quizá… no quería salir conmigo porque todos lo trataban como a una puta, quería mantenerme lejos de él para que no me insultasen a mí pero a mí me daba igual mientras él estuviera bien. Eso Naruto no lo entendía.

 

Acabé de hacer las tareas del rancho y vi a mi padre aparcar el coche frente a la casa y salir cabreado pegando un portazo. Sabía que había ocurrido algo y seguramente… con Itachi, de eso estaba seguro.

 

- ¿Qué ocurre papá? – le pregunté.

 

- Tu hermano ha comprado el rancho de al lado – me dijo y miré hacia allí

 

- ¿Es una broma, verdad? Pero si no tiene ni idea de llevar un rancho – le dije.

 

- Ya… y quiere abrir una consulta médica en el pueblo, es lo que me faltaba. Ya podía haberse largado a la capital.

 

- ¿No intentará competir con esa mini hacienda contra nosotros, no? – me reí.

 

- Pues creo que es lo que intenta, sí – me dijo.

 

Mi padre entró enfadado por la casa y yo me quedé allí mirando al fondo hacia el rancho vecino. ¡Era lo que me faltaba! Tener que ver a mi odioso y detestable hermano en el rancho de al lado. Estaba mirando hacia allí cuando por el camino vi que se acercaba un coche patrulla y me acerqué hacia la entrada. El coche se detuvo a mi lado y bajó la ventanilla.

 

- ¿Qué hay Sasuke? – me preguntó.

 

- Todo bien por aquí, ¿Qué tal va la investigación Dei? – pregunté y es que Deidara había vuelto hacía un año aproximadamente de su viaje a Alemania… y venía siendo policía y no cualquiera… había estado en las fuerzas especiales, supongo que ahora quería algo más tranquilo y se había vuelto al pueblo.

 

- Creo que tengo algo – me dijo casi en susurro – no fue un accidente – me dijo

 

- ¿Sabes quién pudo hacerlo?

 

- Aún no… pero sospecho de alguien y está en tu familia.

 

- ¿Karin? – pregunté y él asintió

- Pero no tengo pruebas para confirmar que fue ella la que empujó el coche de tu madre. Seguiré buscando de todas formas.

 

- Te lo agradezco. Si noto algo extraño, te lo haré saber de inmediato.

 

- De acuerdo.

 

- Por cierto… ¿Te has enterado de que ha vuelto mi hermano? – le pregunté.

 

- Algún rumor me ha llegado, sí – me comentó – pero no he tenido mucho tiempo para pasar a saludarle.

 

- Ha comprado el rancho de al lado.

 

- ¿Tu hermano? Pero si lo máximo que sabe de vacas y de caballos es lo que ha visto en la televisión – me dijo sonriendo y yo me reí también.

 

- Lo sé.

 

- Bueno Sasuke… seguiré con mi faena, si ves algo raro, avísame.

 

- Claro, lo haré.

 

¿Así que Karin? Deidara sospechaba de Karin… ¿Por qué no me extrañaba? Ella siempre había odiado a Naruto y la que más protegía a Naruto, era mi madre, así que tampoco me extrañaba nada. De hecho… se me olvidó contárselo a Deidara pero mi padre últimamente también actuaba de forma extraña, estaba más distante con Naruto y sé que ocurría algo, porque Fugaku jamás estuvo así con él, de hecho… lo adoraba.

 

Otra de las cosas que me resultaba extraño… era Deidara en sí, porque no volvimos a saber nada desde que se había marchado a Alemania y resulta… que había dejado al cuerpo de élite para venirse a este pueblecito a aburrirse, era algo que no me explicaba. Decían que era uno de los mejores, que no le tenía miedo a nada y que había llegado a hacer auténticas locuras jugándose la vida por cumplir su trabajo. Cómo había cambiado ese chico conflictivo, ahora era el mejor ayudando a la gente, increíble. Tenía curiosidad por saber qué le hizo dejar su gran trabajo allí en Alemania por este pueblo en el que no ocurría nada, él estaba acostumbrado a liberar rehenes, a saltar desde helicópteros, a entrar con fusiles en los atracos a los bancos… ¿No se aburría en este pueblo ahora siendo un policía normal? Sólo tenía que conducir y mirar que los ranchos estuvieran bien.

 

Entré por casa y subí a mi cuarto cerrando la puerta tras de mí y quitándome la camiseta sucia de haber estado trabajando lanzándola al suelo. Fui al armario y al abrirlo, me encontré a Naruto escondido dentro llorando y acurrucado, desde luego estaba asustado. Me agaché y le abracé recibiendo su abrazo también aunque no dejaba de llorar.

 

- ¿Estás bien? – le pregunté – cuéntame que te ha pasado.

 

- Yo… - intentó  hablar y al separarme un poco de él, me di cuenta de que su rodilla estaba sangrando.

 

- Joder, voy a por algo para curarte eso. Quédate aquí y piensa bien la excusa que vas a contarme esta vez porque ya no me creo tus mentiras.

 

Bajé a la cocina a por agua oxigenada, algo para curarle y una venda. Desde luego que no me creía sus mentiras, siempre me decía que todo estaba bien, que se caía y no era cierto, estaba seguro de que Karin seguía haciéndole de las suyas pero él no me lo contaba para no preocuparme. Cuando subí, volví a cerrar la puerta tras de mí y me acerqué a él dispuesto a curarle.

 

Le senté en el borde de la cama y me agaché en el suelo curándole la rodilla. Tenía mala pinta pero nada fuera de lo normal, tal y como estaba, me creía que me dijera que se había caído, coincidía con una caída.

 

- ¿Qué te ha pasado?

 

- Me he caído por la escalera, bueno no por la escalera abajo – me dijo – subiendo un peldaño me resbalé y me caí, fue un tropiezo sin más.

 

- Venga ya Naruto – le dije – llevas cinco años con caídas estúpidas, ¿Qué ha pasado?

 

- Suigetsu… - dijo al final.

 

- ¿Suigetsu? ¿El amigo de Karin? – pregunté y él asintió - ¿Te ha hecho algo Naruto? – pregunté y cuando él apartó la mirada me alcé levemente cogiendo su rostro con mi mano y obligándole a mirarme - ¿Te ha hecho algo? – le pregunté esta vez más enfadado y las lágrimas empezaron a salir – voy a matarle – le dije levantándome para ir al armario a buscar la escopeta pero Naruto me agarró del brazo llorando y se venía detrás de mí aún quejándose por el dolor de la rodilla.

 

- No lo hagas, por favor Sasuke, estoy bien, no ha sido nada.

 

- ¿Cómo que nada? ¿Qué te ha hecho?

 

- Me… me metió la mano bajo el pantalón.

 

- ¿Y eso es nada Naruto? Yo me cargo a ese tío.

 

- Sasuke por favor – me dijo suplicando – no quiero que te pase nada a ti, déjalo como está, no volverá a pasar te lo prometo, me mantendré alejado de ellos.

 

- No puedes alejarte de ellos, Karin vive en esta maldita casa y lo que no entiendo es por qué mi padre no la echa de una maldita vez.

 

- Tu madre iba a echarla – me dijo de golpe y me sorprendí.

 

- ¿Qué? Naruto… ¿Qué sabes de mi madre? – le pregunté preocupado.

 

- Quería echarla, me dijo que iba a echarla pero luego tuvo ese accidente y… - dijo llorando – es mi culpa, está así por mi culpa ¿Verdad? He sido yo, seguro que fue ella, yo no quería que le pasara nada a Mikoto, te lo prometo.

 

- Ven aquí – le dije abrazándole – no voy a dejar que te pase nada ¿Vale? Pero vamos a pillar a Karin, descubriré todas sus fechorías, te lo prometo y si le hizo algo a mi madre no va a quedar así, pero escúchame bien Naruto… no es tu culpa.

 

- No quiero que te pase nada a ti por mi culpa Sasuke – me dijo llorando.

 

- ¿Por eso no quieres salir conmigo Naruto?

 

- Todos creen que me acuesto con cualquiera – me dijo – creen que traigo mala suerte y yo no quiero darte problemas.

 

- ¿Me amas Naruto? – le pregunté.

 

- Sí – me dijo llorando – pero no puedo estar contigo, eres mi hermano, doy mala suerte, yo maté a mis padres, le hice daño a Mikoto.

 

- No es cierto Naruto, no te creas ahora tú las mentiras de esa víbora, Karin no tiene razón en nada de lo que ha dicho de ti. Tú eres la mejor persona que conozco y no dejaré que te eches la culpa. Ven aquí

 

Abracé a Naruto con todas mis fuerzas y es que me rompía el alma verle llorar, no soportaba verlo así. Itachi no tenía ni idea el infierno que había pasado Naruto en esta casa durante cinco años y es que aunque Naruto había crecido y ahora podía contra Karin, ésta había traido a Suigetsu que tenía más fuerza que ella para seguir torturando a Naruto y no podía consentir que siguiera haciéndolo. Bastante había hecho ya Naruto tratando de plantarle cara a Karin, no podría ahora enfrentarse también a Suigetsu.

 

Me quedé aquí un rato en la habitación abrazando a Naruto hasta que se le pasó la llorera que llevaba y es que el pobre lo había pasado mal, se había asustado mucho con lo que le habían hecho y era normal, él seguía siendo ese chico inocente y dulce y yo no permitiría que nadie le ultrajara como intentaban hacerlo, nadie le arrebataría esa inocencia a mi chico, de eso estaba seguro.

 

 


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