Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Siempre es de noche... por Darkneko

[Reviews - 257]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

hola minna ^o^... lamento la tardanza  ^u^... me entretuve haciendo un montón de cosas... ¬-¬ bah que esa ni yo me la creí... la verdad es que me dio flojera escribir después de la actualización de En las garras de la muerte y me di un día de descanso... y ayer que ya llevaba medio capitulo *o* que veo un manga yaoi y me entretuve leyendolo... y buscandolo... encontre otro y otro y *u* no pude parar... perdon...

Naruto no me pertenece es propiedad de Kishimoto-sensei...

Por cierto... para todas las amantes del sufrimiento de Sasuke... este capitulo va para ustedes... veremos como la pasa el moreno en un día sin Naruto... ^u^

disfrutenlo...

 

     Un nuevo día comenzaba, no había podido dormir, llevaba días en los que no encontraba motivo para levantarse, quería permanecer en ese mundo de sueños donde el rubio aun se encontraba a su lado, donde sus pequeña manos y aquella mirada brillante y carente de visión se fijaban donde su rostro se encontraba, tratando de verle, sin conseguirlo, pero soñando con hacerlo. 

     Quería sentir de nueva cuenta aquel pequeño cuerpo entre sus brazos, oler la fragancia que desprendía su cabello, sentir la calidez que emanaba de su ser, sentirse pleno con él. 

     Chasqueó la lengua molesto, cubrió con un brazo sus ojos, un lastimero sollozo se escapó de sus labios, apretaba los dientes, no podía mostrarse débil, no ahora, tenía que seguir fuerte, Naruto no estaba muerto como todos decían, estaba vivo, podía sentirlo en su corazón, ese rubio que siempre le hacía sentir pleno con solo una sonrisa, estaba vivo, apretó con furia su manos y golpeo el colchón con fuerza. 

     - Tsk, kuso… - masculló mientras restregaba la manga de su pijama sobre sus ojos, tratando de borrar su llanto y su dolor, lo encontraría, no se darían por vencidos tan fácilmente, él estaba vivo. 

     - Sasuke-chan… baja a desayunar que se hace tarde para la escuela… - se escucho la voz femenina de su madre, llamarle como todas las mañanas con esa sonrisa en su rostro, era cierto, su madre no sabía que tanto él como su hermano estaban cautivados con dos personas espaciales, sabía que su hermano se encontraba en problemas pero no sabía el porqué, además no era de que preocuparse, un Uchiha no es acusado sin razón cierta, por eso no se preocupaba por el juicio que estaba llevando en esos momentos. 

     Se levantó pesadamente de la cama, ignorando el llamado de su madre, se metió en el cuarto de baño y comenzó la labor de lavarse el cuerpo y quizás espabilarse un poco, no tenía ganas de ir a la escuela, pero tenía que hacerlo, su madre era delicada de salud y no quería que se preocupase más de la cuenta, termino de ducharse y colocarse el uniforme del colegio, aquella chaqueta azul marino con esa camisa blanca y los zapatos de negros, siempre boleados, su cabello cepillado, brillante, sedoso con esas hebras negras siempre en su lugar, aquella colonia regalo de su madre pues sobre sus ropas, una costumbre que ella misma le inculco, se observó unos momentos en el espejo, su rostro serio y esa cara cansada era lo único que se apreciaba. 

     - Sasuke-chan… tu desayuno se enfría date prisa… - era cierto, no debía hacer preocupar a su madre, lo mejor era actuar normal. 

     - Ya voy okâsan… - anunció con ese tono sonriente, volvió su rostro al espejo y su sonrisa de desvaneció, suspiro dándose ánimos para aguantar ese semblante fingido hasta salir de su casa, todo por no empeorar la salud de su madre, se dio unos golpes en la cara con ambas manos. 

     - Bien… a seguir… - con esa sonrisa carente de lo que sentía en realidad bajo a desayunar con la mochila llena de los útiles que necesitaba ese día para la escuela, salió de su habitación con un solo pensamiento en su cabeza “Naruto”, bajo las escaleras y cuando el marco de la puerta de la cocina se hizo visible, suspiro, colocó una leve sonrisa en su rostro. 

     - Buenos días okâsan… - saludo sentándose en su lugar acostumbrado en la mesa de la cocina, su progenitora le sirvió un plato donde se colocaba unos huevos fritos con un poco de tocino y al lado un poco de arroz, enfrente un plato con fruta cortada y dos vasos uno de jugo de naranja y otro con leche, al lado suyo, Itachi comenzando a comer lo mismo solo que en lugar de jugo era café. 

     - Sasuke-chan… que guapo te ves hoy… solo falta un mes más para las vacaciones… ¿ne?... esfuérzate… – comenzó la charla con sus hijos, no le gustaba ese silencio que siempre mantenían, por lo tanto siempre intentaba sacarles platica cuando estaban juntos. 

     - Okâsan no digas esas cosas que me da vergüenza… si… solo falta un mes para las vacaciones… - esa sonrisa no se aparataba de su rostro y su hermano mayor podía ver lo fingido que era mantener ese semblante alegre, más su madre no se percataba de ello, sonreía de ver a su hijo alegre. 

     - Itachi… ¿Cómo va tu juicio?... – pregunto al mayor que permanecía en silencio, bebiendo y degustando los alimentos que había preparado con tanto cariño para sus hijos. 

     - Se ha detenido por petición de la fiscalía… el jurado determino que no había pruebas suficientes pero no quieren darse por vencidos hasta que me vean en prisión o pagando una gran multa… - comentó tranquilamente el moreno mientras mordía un poco la tostada que acompañaba el desayuno. 

     - Bien… ya termine… Sasuke… vienes… te llevo a la escuela… - el mayor de los hermanos llevo su plato al fregadero junto con el vaso, siendo sus movimientos seguidos por los de su hermano menor. 

     - Gracias por el desayuno Okâsan… llego después de clases… - comentó el pequeño despidiéndose de su madre con un beso en la mejilla para seguir a su hermano que se había metido al cuarto de baño para cepillarse los dientes. 

     - Nos vemos después… - se despidieron los pequeños Uchiha, cuando estuvieron fuera, Sasuke relajo su cara y mostró el verdadero sentir que llevaba en esos momentos. 

     - No tienes porque fingir como te sientes… Sasuke… - murmuro colocando una mano en su cabeza, y desordeno un poco los cabellos. 

     - Ya verás como lo resolvemos… - le dedico una sonrisa sincera, tenían las pruebas solo faltaba examinarlas y encontrar al pequeño. 

     - Hai… - fue un susurro el que salio de sus labios, alzo su mirada al cielo, se encontraba despejado y azul, claro, limpio, puro, al mirarlo, los recuerdos llegaron a su mente, unas orbes azules le miraban con esperanza. 

     - “Sasuke”… - se escucho la voz de Naruto a sus espaldas, su hermano ya no se encontraba a su lado, había cambiado su rumbo cuando ambos caminos se separaban, giró su cuerpo, allí estaba, Naruto, con esos ojos azules mirándole o intentando hacerlo, sus brazos extendidos, listos para cogerle en un abrazo que tanto anhelaban, el moreno coloco una sonrisa en sus labios, camino unos pasos hacia él. 

     - Naruto… - murmuro alzando la mano para tocarlo, esa risita que tanto recordaba aun se escuchaba en el aire, cuando su mano estaba por tocar la mejilla del rubio, éste le atravesó y poco a poco toda la figura del ojiazul se desvaneció en el aire, había sido solo una ilusión, una petición de su subconsciente, un anhelo de su alma, cada día que pasaba era igual, sus pasos cansados le llevaron hasta las puertas de la escuela, suspiro, otro día sin nada que hacer, más que fingir algo que no sientes, las ganas de vivir. 

      - Sasuke-kun… buenos días… - le saludaba una chica de cabellos oscuros con unas gafas en sobre sus ojos, con un uniforme escolar un poco más arriba de lo usual para llamar la atención de los chicos, en realidad de uno en especial, que en estos momentos, no se había percatado de su saludo. 

      - ¿Sasuke-kun?... – pregunto colocando su rostro enfrente del moreno, que después de un rato se percato de la presencia contraria, suspiro y paso a su lado, no tenía ganas de hablar con nadie, solo quería terminar todo de una vez, que el día de escuela terminara, para poder de nuevo ir a su casa y dormir, dormir para soñar con Naruto en sus brazos, con ese aroma que le tranquilizaba y contar una y mil veces cualquier cosa para hacerle ver, como tiempo atrás el rubio le decía. 

     - Sasuke-kun… no me ignores… - grito la moreno corriendo tras el menor de los Uchiha, le tomo de un brazo y continuaron caminando rumbo al salón. 

      Al llegar solo otras dos personas se encontraban dentro, uno de cabellos claros que permanecía sentado en su lugar con los brazos dándose protección a sí mismo en un abrazo y otro más al lado de este, recargado en la mesa de su pupitre con una pierna levemente levantada y aquel aire confiado que siempre le acompañaba. 

     - Oe Sasuke… ¿Quién se murió?... – pregunto burlón el que se encontraba de pie, caminando hasta el asiento de éste para después, sentarse en el pupitre de enfrente y mirarle a la cara para descubrir que era lo que estaba pasando, más el moreno no respondió nada, el joven de cabellos en un tono verdoso muy claro, alzo una ceja, normalmente le hubiera contestado con un insulto. 

     - ¿Sasuke-sama se siente mal?... – pregunto algo cohibido el castaño aun abrazándose con algo de esfuerzo y nerviosismo por alzar la voz. 

     - No es nada… Jûgo, Suigetsu, Karin… solo déjenme un momento en paz… no me siento de ánimos… - su pupitre cerca de la ventana le daba vista al patio de la escuela, donde todos los estudiantes se veían pasar para llegar a clases, observó una cabeza rubia y su cuerpo reaccionó siguiéndola, ¿podría ser Naruto?... el joven se volteo, era más grande que el rubio que él buscaba y sus facciones eran mas bruscas, suspiro, tenía tantas ganas de verle. 

     - Sino te conociera… diría que estas enamorado… - murmuro el peliverde mientras observaba su rostro con detenimiento, nunca le habían visto de esa manera, los tres presentes intercambiaron miradas, no comentaron nada más porque las clases dieron inicio. 

     - Más tarde hablaremos… - comento Karin marchando a su lugar, secundado por Suigetsu, mientras que Jûgo se mecía un poco intentando calmarse a sí mismo, aquellos pensamientos de estar en un lugar equivocado en un momento nada grato, comenzaron a llegarle a la mente y esa voz en su cabeza le estaba pidiendo a gritos salir y golpear a la primera persona con la que se topara, tenía que acallar esos pensamientos en ese instante o estaría expulsado del colegio, si esa era la situación, perdería la única persona que realmente le hacía sentirse algo más que un monstruo de doble personalidad, como le decían muchos en la escuela. 

     - Buenos días alumnos… tomen todos sus asientos… comencemos con las clases de hoy… - anunció el profesor entrando al salón, con ese porte que siempre le caracterizaba y el cigarrillo en sus labios, el maestro de literatura siempre se le veía feliz y relajado… ¿Cómo era posible?... ah claro, su pareja era la profesora de física y psicóloga escolar Kurenai. 

     - El día de hoy veremos como se conjugan los verbos en tiempo presente, pasado y futuro… - de esta manera comenzaron las clases, pero la mente de uno de los mejores en la clase, Uchiha Sasuke, vagaba por otras partes, miraba a la ventana incesantemente buscando algo que posiblemente no encontraría jamás. 

     - “Sasuke”… - se escucho de nuevo esa vocecita que le hacía punzar el corazón, Naruto le llamaba, ¿dónde?, no podía saberlo, pero en su corazón tenía aquella inconfundible sensación de vacío, la misma que sintió al ver morir frente a sus ojos a la persona que más admiraba en la vida, su padre, quería correr, llorar, gritar lo más fuerte que sus pulmones le dejasen, quería estar al lado de su niño, única persona que le hizo sentir aquella calidez de amar a alguien, quien le hizo recuperar su sonrisa, quien le quiere por lo que es, no por la posición que tiene o por sus conocimientos, quiere Sasuke puro, no poder Uchiha. 

     Observaba las nubes, esperando en ellas encontrar el camino a su niño, pero sólo las blancas motas en el cielo se observaban, paseando libremente, manchando el cielo azul con esos colores siempre claros, de sus labios suspiros salían cada vez que a su mente aquellos ojos azules veía, ¿tan importante se había vuelto Naruto para él?... no, no era importante… era lo único por lo que él se despertaba cada día desde que le conoció. 

     - Uchiha Sasuke… ¿mi clase se le hace aburrida?... – pregunto el profesor al posarse a un lado del pupitre del moreno, quien apenas salía de sus pensamientos, observó al maestro y suspiro. 

     - No es eso Asuma-sensei… no me siento muy bien el día de hoy… disculpe… - sin más salió de la clase tomando su mochila para no volver a la escuela por ese día, necesitaba sacar de sus pensamientos a esos ojos azules, esos cabellos rubios, esa voz que le hacía vibrar por dentro, aquella calidez que le invadía el cuerpo cuando lo tenía entre los brazos, pero no podía, no quería, se negaba a creer realmente lo que las noticias decían, pero el no encontrar pista alguno sobre su niño le estaba dejando con caer en un abismo, del cual no sabía si había retorno. 

     Caminaba a donde sus pies le llevaban, no tenía intensiones de seguir adelante con todo esto, no había razones para hacerlo, cuando menos se dio cuenta estaba de nueva cuenta en aquel parque, donde solía pasar las tardes con el rubio, eso fue demasiado para él, aun podía ver el cuerpo del rubio meciéndose en el columpio mientras intentaba ver aquella puesta de sol, podía ver cada una de sus reacciones al contarle como muere el día, podía sentir aquel calor de su cuerpo con la suave brisa. 

     ¿De que servía el dinero en ese momento?... de nada, no podía tener a su única esperanza, el único alivio para evitar convertirse en aquel ser despiadado en que la soledad de hace más de diez años le estaba transformando y el hecho de culparse no le ayudaba en nada, sus lágrimas de impotencia se aglomeraron en sus ojos, más no derramo ninguna, demasiado orgulloso para llorar o quizás había olvidado como era derramar tu dolor en saladas gotas provenientes de tu corazón, la última vez que se sintió así, fue cuando perdió a su padre y ahora Naruto no se encontraba a su lado. 

     Por primera vez en años, se sintió solo, vacío, débil, su cuerpo le pesaba y sus pulmones dolían al inhalar el vital oxígeno, se sentó en aquel árbol, intentando que por solo un momento, la presencia del rubio le acompañara, no supo cuando fue, pero sus ojos comenzaron a cerrarse, sin poderlo evitar cayó presa del sueño y el cansancio que su cuerpo presentaba, desde los tres meses en que el pequeño se fue de su vida. 

    “Sasuke… aun estoy aquí… solo tienes que encontrarme…” se escucho entre susurros la voz inconfundible de Naruto que le llamaba entre sueños, pudo sentir aquel mágico toque de hacía muchos días no sentía, la pequeña mano del rubio estaba en su mejilla, y de sus ojos las lágrimas comenzaron a salir. 

     “Sasuke… aun no es tiempo que me veas… no así...” le dijo al agacharse y abrazarle con fuerza, en aquel momento en la mente del azabache, todo era tranquilidad y aun así, de sus ojos no paraban de emanar lágrimas, sabía que no era real, que solo se trataba de un sueño, pero por más que sabía eso, no quería despertar, aunque fuese solo en sueños, quería tener al rubio entre sus brazos, en sueños los hizo, cuando el rubio se agacho a su altura, Sasuke separó las piernas para que el pequeño se resguardará en su regazo, le abrazo con necesidad. 

     “Naruto… ¿Dónde estás?... ¿Por qué no me das una pista para encontrarte?... me siento tan solo sin tenerte a mi lado…” comentó en el abrazo el moreno, el gesto era correspondido de la misma manera por el rubio, quien suspiraba aliviado de tener ese calido abrazo, sin saber el porqué de aquellas cristalinas orbes azules, lágrimas comenzaron a emanar y sollozos de dolor escaparon de la boca del pequeño, cosa que alarmó a Sasuke. 

     “Naruto… ¿Qué pasa?... estoy aquí… no te dejaré ir… te encontraré… ya lo verás… te encontraré…” le prometía abrazándole con fuerza, los labios del pequeño comenzaron a emanar palabras en murmullos casi inaudibles pero que el moreno supo reconocer. 

     “Ese no es el nombre… ese no es Sasuke… ¿Quién es Sasuke?... ¿Dónde está?... quiero verle… no es Sasuke… ¿Quién es?...” el moreno se separó al escuchar estas palabras salir de la persona a la que amaba más que a nada en el mundo, un nudo en la garganta se le formó, estaba bromeando, ¿Cierto?... imposible saberlo. 

    “No… no soy Sasuke…” se escucho otra voz en el lugar, una voz profunda proveniente de otro hombre, un adulto por lo que podía percibir, no podía verle el rostro, pero el rubio al escucharle, se separó de los brazos del moreno y corrió a los del recién llegado que en un abrazo protector le hizo cabida. 

    “Naruto…” le llamó, más el pequeño se escondió en el pecho del mayor quien le repartía caricias de consuelo. 

     “Aun no es momento de que le veas… te mataría verlo así… espera unos cuantos días… quizás… cuando todo esté resulto… se vuelvan a encontrar... hasta entonces esté ángel se queda conmigo… dile a los demás que no se preocupen… que no le haré nada malo… pídele disculpas a Gaara por ver esas imágenes… ya no será necesario preocuparse, ya no aparecerán…” comentó el hombre para verle a los ojos, fue en ese momento en que los pudo distinguir, ese color tan rojo emanando de esos ojos serios, sin embargo en sus labios una leve sonrisa se dibujaba, el moreno sin comprender, creyó en las palabras que les decía. 

    “Sasuke… nos vemos…” la sonrisa del rubio apareció después de mucho tiempo en sus labios, su corazón comenzó a latir con fuerza, realmente era hermoso, de eso no había duda alguna, el mayor dio la vuelta observando al pequeño que le sonreía, tomados de la mano, comenzaron a salir de aquel sueño del moreno. 

    “A partir de este momento… vivirás conmigo… descuida… no pienso hacer nada de lo que aquel sujeto te hizo… no tengas pendiente… venga a tomar un baño y a descansar…” murmuro el mayor cargando al pequeño en brazos, ya no estaba vestido como cuando lo vio por primera vez en ese encantador y perturbador sueño, ya no sonreía, en sus ojos no había sentimiento alguno, marcas de besos bruscos, de manos sobre su piel, sus costillas y los huesos de sus caderas un poco sobresaltados, en su cara ningún sentimiento ni bueno o malo se apreciaba, no hablaba, vacío, más vacío que lo que el moreno se sentía en ese momento. 

     Una punzada en su pecho sintió al momento de verle en ese estado, ¿realmente se encontraba así?... no había de que preocuparse ahora que ese hombre le tenía a su cuidado, no le causaba miedo, pero recordaba haber visto esos ojos en alguna parte. 

     - ...Ke… - se escuchaba a lo lejos, pero no tenía ganas de despertar. 

     - ...Suke… - la voz era conocida, ¿dónde le había escuchado antes?, no estaba seguro, pero su cansado cuerpo no pretendía levantarse en esos momentos. 

     - Sasuke… despierta… te resfriarás si te duermes aquí… - sentía como le mecían, poco a poco sus ojos comenzaron a abrirse… ¿Cuánto tiempo permaneció dormido en ese lugar?... no tenía idea, pero la puesta del sol se estaba mostrando orgullosa, estaba aturdido, no recordaba nada, hasta que su mente trajo aquellas imágenes del sueño, los moretones, chupetines en su cuerpo, las marcas de heridas, sus ojos opacos, reaccionó. 

     - Ni… ¿niisan?... ¿Qué haces aquí?... – preguntó aun con sus ojos abiertos por la estupefacción del momento, Itachi suspiro, por lo menos no estaba herido. 

     - Me llamaron del colegio, te saltaste todas las clases… ¿Por qué?... – pregunto el mayor mientras que a sus espaldas y sin que Sasuke aun se percatará el moreno de Sai le veía con una mezcla de preocupación y alivio en su rostro, ya era suficiente con tener a los niños del institutos en terapias para reestablecer sus signos normales como para que otra persona importante para él saliera perjudicada. 

     - Me… llamaba… - contesto en un susurro Sasuke sin que nadie comprendiera sus palabras, se aferró al abrigo de su hermano, ejerciendo presión levemente en sus brazos del moreno de coleta, que le sostenía con gentileza para que no cayese con estrépito al piso. 

     - Naruto… esta… Naruto… - no pudo continuar su relato, le dolía mucho el haberlo visto de aquella manera, tenia miedo, miedo a que aquel hombre cortes no cumpliera su promesa de protegerle o quizás miedo de que ya no se volvieran a encontrar. 

     - Shhh… no pasa nada… ya lo encontraremos… tranquilízate… - pedía su hermano sacándose el abrigo y colocándolo en la espalda de su hermano, no le gustaba verlo alterado, era la primera vez que le veía en ese estado, ni siquiera cuando su padre fue asesinado colapso de manera, le abrazo con fuerza esperando que eso le ayudara a cambiar su estado, cosa que pareció funcionar. 

     - Itachi-san… - susurraron a sus espaldas, allí estaba, Sai, aquel moreno que con los cuidados y el cariño que le proporcionaba a los niños y a su hermano logró que su corazón sintiera de nuevo esas ganas de estar con esa persona para siempre, fue en ese momento en el que pensó… ¿Qué pasaría si el que estuviera en esa situación fuese él y no su hermano?... moriría sin duda alguna. 

     - Sai… Itachi… que bueno que los encontré… ya llegaron… con ellos de nuestro lado, seguramente saldremos rápido de este problema… - comentaba alegre Kiba por encontrarles, agitaba su mano en el aire, Akamaru se había quedado al lado de la cama de Shikamaru, rehusándose a alejarse de su niño, su cabeza la mantenía en la mano extendida del pequeño intentando sentir su calor, aullando levemente esperando que el siempre “Cállate perro problemático” que en ocasiones el castaño le decía le llegara de nueva cuenta a sus oídos, pero nada. 

     - Are… Sasuke también esta aquí… no te ves muy bien… ah… se me olvidaba… hay que entrar… ya llegaron… les comenté de las cosas que encontramos en el bosque y están dispuestos a ayudarnos… - pronunció halando a su compañero de trabajo, algo en la nueva visita le traía grandes esperanzas para todos. 

     - Espera Kiba… ¿de que hablas?... ¿Quiénes?.... – pregunto un  poco aturdido y sobre todo algo molesto por la brusca interrupción a la plática que estaban llevando. 

     - Las investigadoras y el nuevo abogado llegaron, date prisa que si nos vamos pronto se pueden ir… - reprochaba el moreno, en antes de poder llegar siquiera a la puerta, otros cuidadores llegaron, Ino y Lee llegaron para empujar a los restantes, todos con unas sonrisas en sus labios y las esperanzas rebosantes en sus corazones, por fin podrían encontrar a su niño, esas personas tenían un record de 100% de efectividad en cada uno de los campos de investigación y como abogados. 

     - ¿Quieres llegaron?... – insistió el moreno mientras eran empujados al interior del edificio, Lee cargaba a Sasuke ya que éste se había recluido en sus pensamientos y no se movía un ápice de su lugar. 

    - ¿Quiénes más?… los que nos van a ayudar a terminar con el caso y encerrar a la persona que tiene a Naruto… - comentaba alegre Kiba cuando por fin se detuvieron. 

     - Tsunade y Shizune… investigadoras en casos inconclusos y el maestro Jiraiya como el mejor abogado han venido a ayudarnos… están interesados en el caso… dicen que el sistema tiene una falla… - con estas palabras todo el mundo observó a las personas que pacientes esperaban, una rubia de grandes bustos, una morena que le acompañaba y un peliblanco que no paraba de ver el pecho de la rubia… ¿ellos les ayudarían?... era caso perdido. 

     - Buenas noches… disculpen la tardanza… estas personas son el cuidador… el que nos llevo de vacaciones y la pareja del desaparecido… - dijo alegre Kiba apuntando a cada uno con el dedo índice para presentarles. 

    - Mucho gusto… ¿tienen una fotografía del pequeño al que buscan?... Shizune es una de las prodigiosas videntes… puede encontrarlo con solo sentir la energía de la fotografía… - murmuro la rubia con las manos cruzadas sobre su prominente pecho. 

    - Claro… - contesto Sai, saliendo de la sala en donde se encontraban y llegando al cuarto donde Gaara dormía tranquilamente con una sonrisa en los labios, abrazando a Shukaku que ahora estaba algo mojado por el hilo de saliva que salía de sus labios al estar abiertos, buscó en uno de los cajones y de ella extrajo la fotografía más reciente que tenía del pequeño, la fotografía un día antes del incidente. 

     - Señor Itachi… el caso que usted esta llevando a cabo es algo extraño… lo acusan de secuestrar a un niño, pero no tienen pruebas para ello… han notado algo sospechoso después de la desaparición de Naruto… - pregunto el peliblanco separando sus piernas y colocando sus manos en las rodillas. 

     - El señor Orochimaru, uno de los beneficiarios no ha vuelto a aparecer desde el incidente… regularmente venía una vez cada mes… - decía algo intimidada por lo que decía Hinata, jugaba nerviosamente con sus dedos, tal vez eso no era importante. 

     - Orochimaru… ¿eh?... – comentó seriamente el peliblanco colocando una pierna sobre la otra y cruzando sus brazos sobre su pecho, cerró los ojos por un momento intentando recordar donde antes había escuchado ese nombre. 

     - Aquí tiene… - comentó Sai, llegando hasta la rubia entregando la fotografía de su niño, por el momento desaparecido, Tsunade observó la fotografía por unos momentos analizando las facciones del pequeño, buscando algo sospecho que se mostrara en la fotografía, sin encontrar nada por el momento, paso la imagen a su compañera, quien cerró los ojos y comenzó a pasar con delicadeza sus dedos por la imagen, sintiendo las energías que emanaba aquel trozo de papel plastificado. 

     - Es extraño… - murmuro la pelinegra abriendo los ojos, intentando una vez más contactar con las energías del pequeño. 

     - ¿Qué pasa Shizune?... – pregunto la rubia un tanto alterada, no era normal que su compañera no encontrara nada con tan solo sentir la fotografía, la morena se concentro una vez más, el mismo resultado, coloco su mentón en sus dedos índice y pulgar antes de contestar lo que descubrió. 

     - No quiere ser encontrado aun… una cosa es segura… no esta muerto… pero no recuerda nada… no dabe donde esta o a donde quiere ir... por esa razón se me dificulta encotnrar su posición exacta... lo lamento… - se disculpó, no había sido de mucha ayuda, sin saber que la frase “no esta muerto” les era suficiente a los presentes para celebrar, las cosas estaban mejorando, ahora de buscar un cadáver pasaron a buscar a su niño, su luz, su alegría y pedazo de cielo, Uzumaki Naruto.

Notas finales:

que les parecio? creen que realmente no quiere ser encontrado? o sera que no lo sabe?... pues bien... ahora comenzaremos con la parte emocionante XD... no se crean :P... no creo poder revolver la historia más de lo que esta... ¬u¬ o si?... bien en el siguiente capitulo nos olvidaresmos de los morenos...

por cierto... notaron algo extraño?... ^u^ a ver quien adivina lo que es... acabo de dejar una pista... pero no les dire donde XD... ya saben... soy malvada... cuidense mucho y gracias por leer...

nos vemos en el siguiente capitulo... matta ne... ^u^


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).