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THIS IS WAR por minima

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8.- Todo viaje empieza con un paso

Mira el horizonte a un mar que parece infinito, a un mundo que jamás le pareció tan grande en estos momentos, en estos días, en estas semanas, pensando en la infinidad de posibilidades de lugares en los que podría estar su hijo.

A pesar que la visita a Gotti lo dejo un poco menos preocupado no elimino sus temores y preocupaciones por completo por el bienestar de su hijo.

-Señor-

Escucha una voz a sus espaldas y voltea para encontrar a una de las jóvenes promesas de Berck.

-¿Qué sucede Astrid?-

Astrid era una joven de la edad de su propio hijo, era una de los jóvenes más talentosos en su aldea en lo que respecta a la lucha cuerpo a cuerpo y manejo de armas, su especialidad era el hacha, podía lanzarla con una precisión y fuerza admirable a pesar de su joven edad, capaz de incrustar el filo del arma a una distancia desde veinte pasos a un blanco marcado dejando incrustada el arma fuertemente en la superficie del blanco, al vikingo pelirrojo le recordaba levemente a él en algunos aspectos, tratando de ser el mejor guerrero en sus años de joven.

La chica era delgada de apariencia engañosamente inclinada a débil, no era robusta, ni muy alta, y sus brazos no parecían tener mucho musculo, pero pobre de aquel que se le atreviera decirle joven y delicada dama porque ella misma con la fuerza de su propio puño se encargaría de hacerte tragar tus palabras con una buena dosis de temor y nudillos, sus cabellos era una melena rubia atada en una trenza, sus ojos eran azules, algunas veces parecían demasiado fríos para una joven de su edad en opinión del vikingo a pesar de que no tratara tan seguido con ella.

Astrid podría tener el potencial de un buen líder algún día pero le faltaban algunos aspectos importantes como inteligencia estratégica para la batalla, no es que siempre fuera por la opción de un ataque directo en las prácticas de combate de los jóvenes vikingos, pero se inclinaba más en escoger la fuerza bruta que pensar en estrategias que evitaran ahorrar esfuerzos.

-Un nuevo barco partirá esta tarde señor, vengo a solicitar su permiso para partir en el-

-¿Sabes por qué parten esos hombres Astrid?-

-Sí señor, es por eso que vengo a pedirle su permiso-

-No, no te lo puedo dar-

Después de tranquilizar su furia y angustia al descubrir la desaparición de su hijo envió grupos de búsqueda tanto para recolectar información de las otras islas así como para buscar a su hijo, vikingos fuertes y capaces de enfrentar cualquier eventualidad para cumplir la misión de hallar a uno de los suyos, a su hijo, a un miembro importante de la aldea.

Es una tarea importante, una en la que se necesita experiencia y decisión para poder enfrentarla. Astrid no era la primera joven en ofrecerse, no era el primer joven que quería salir de la isla a enfrentar una aventura fuera de sus tierras, de ella podía creer que sus intenciones podían ser sinceras hasta cierto punto, quería ayudar a encontrar a uno de los suyos que había sido secuestrado, un joven que no era precisamente un amigo pero eran conocidos, además ella podía comprender lo importante que podía llegar a ser Hiccup para sus enemigos si sabían quién era, el hijo de Stoick el vasto, un importante líder de las islas del norte, pero también un gran herrero e inventor que gracias a sus creaciones muchos de los hombres de estas tierras y más al sur habían sido capaces de mantener a raya a los ejércitos invasores.

-Pero señor…- la joven trato de reprochar pero la mirada severa y seria del pelirrojo la detuvo.

-No Astrid- dijo con voz firme, con aquel tono que da a entender que no habrá nada que lo haga cambiar de opinión, o casi nada, ese tono jamás pareció resultar efecto en su difunta mujer y en parte en algunas ocasiones en su hijo tampoco.

¿Por qué? Ella era fuerte, era seria en lo que se proponía, ella era perfectamente capaz de ayudar, ella podía… ¿entonces por qué?

Como viendo las preguntas pintadas en el rostro de la joven Stoick decidió explicar mejor su negativa.

-Eres fuerte, eres valiente, pero aun eres muy joven Astrid, aun no estas preparada para ir en una misión de días, semanas, incluso meses-

Demasiado joven, si, aun sin experiencias tan duras para enfrentarse a las experiencias que llegara vivir ahí afuera, también, no enviara a un joven lejos de su familia de esa manera tan imprudente, en estos momentos no enviaría a ningún joven a sufrir suerte similar a la de su hijo aparte de que no es prudente enviarlos en una misión tan importante como esta.

Astrid se muerde el labio para no refutar o quejarse, es su líder de su aldea quien está enfrente de ella después de todo, pero aun así siente que no la toma realmente en serio, sabe que puede hacer mucho más si la dejara partir, se esforzaría por encontrar a Hiccup, pero al parecer a ojos del vikingo delante de ella aún no está “lista”.

Es en el momento en que ya no eres niño, pero tampoco adulto, en que te quieres probar a ti mismo y ante los demás, en que muchas veces cometemos decisiones estúpidas.

Astrid asiente y se marcha dejando de nuevo al pelirrojo mayor contemplar el mar e inundarse en sus pensamientos, seguramente de su hijo y la suerte que estará llevando.

Si Stoick se hubiera fijado un poco más en la mirada de la joven vikinga se hubiera dado cuenta que aún había brillando en su mirada ese fuego que caracterizaba tanto a los suyos, caracterizando fiereza y terquedad en gran medida de un vikingo.

Pero no se fijó y no pudo prever la decisión de la joven.

La joven era fuerte, valiente e inteligente, pero aún era joven, y la juventud por muy sensato que seas puede serte mala consejera, y si la combinas con la impaciencia y el deseo de mostrar ser el mejor, será mejor estar preparado para las consecuencias.

La rubia amaba a su familia y portaba con orgullo el apellido de esta, es por eso quería demostrar que era tan buena portadora de este como todos sus antepasados.

Y lo lograría, eso lo tenía seguro.

*+*+*+*

-¿Me ayudaras?-

-Es lo que dije-

No miente, su rostro es serio y su tono es completamente uniforme y frio, Hiccup no se considera un experto en interpretar las personas, menos dragones, mucho menos dragones que pueden cambiar de aspecto, pero sus ojos, esos ojos no le mienten.

Es sincero.

-¡Gracias!-

De nuevo el joven humano le sorprende, le agradece y le sonríe, y no le mire con miedo y desconfianza, ¿Por qué le creyó tan fácilmente de buenas a primeras? Bien podría estarle mintiendo, o haberle dejado solo a su suerte, pero le cree y le agradece.

Tal vez se ha encontrado a una de las pocas personas que aún conservan su ingenuidad o a un loco que aceptaría cualquier mentira. No se le ocurre que tal vez este chico realmente puede ver a través de él y decirle que cree en sus buenas intenciones.

-Recogeremos unas provisiones antes de viajar, también tienes que descansar un poco más- dijo el dragón antes de salir de la cueva nuevamente –quédate aquí-

Fue lo último que le escucho decir antes de ver partir al que sería su compañero de viaje de ahora en adelante.

Aun no se conocían lo suficiente, aun no podía decir que eran amigos, rayaban apenas en la descripción de conocidos, pero al fin y al cabo tenían un lazo por este tipo de encuentro tan catastrófico y al haberse salvado uno y otro de alguna manera.

Poco sabía que ese compañero de viaje lo acompañaría en un viaje más que el de su regreso a la isla donde lo vio nacer.

*+*+*+*

Escondida como si fuera un malhechor, como si fuera una rata quizás, como si estuviera haciendo algo malo, pero que a la vez no sentía realmente que lo estaba haciendo, empieza el viaje de Astrid. Esta bajo cuerdas del barco dentro de las provisiones para el viaje.

Fue sigilosa e inteligente, nadie la vio subirse al barco ni nadie lo sabrá hasta que estén lo suficientemente lejos como regresar, al menos esa es la idea principal. Se cree adulta, se cree valiente, se cree que no está haciendo nada incorrecto, y se cree lo suficiente madura como para emprender un tipo de viaje de esta magnitud.

Son los errores y decisiones que tomamos de jóvenes los que nos convierte en los adultos que nos convertiremos algún día. Eso es algo que Astrid aprenderá en este viaje.

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