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Siempre es de noche... por Darkneko

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Notas del capitulo:

Ohayo  ^o^... ya se que me atrase y me disculpo por ello u_u... tuve varios contratiempos, el primero y más importante... que este capitulo es casi todo sobre el juicio de Itachi y como no se de abogados, juicios y tribunales pues u_u... creo que confundi las cosas... desde ahora me disculpo... tambien el retraso se debe al estreno del original en fanfic.es nada importante... solo un proyecto que tenia ganas de escribir n_n... pero bueno...

espero que todos aquellos que aun sigan estudiando le echen ganas que ya casi se sale de vacaciones y es hora de festejar con globos y serpentinas... estén preparados los lectores porque en vacaciones se actualiza más XD... excepto por mi parte... u_u... que tiene que trabajar... pero n_n... de todas maneras estare actualizando...

bien para todos aquellos curiosos que tenían ganas de saber la razón exacta por la que Orochimaru le hizo esas cosas tanto a Naruto como a Sasuke... aquí se dice ^u^...

Y como bono especial.... para algun@s les tengo una sorpresa... n_n... sip... quieren saber cual es?... pues a leer ^o^....

Naruto no me pertenece es propiedad de Mashimi Kishimoto-sensei a quien respeto y admiro... ^u^

Disfruten el capitulo... ^u^...

    - Su señoría, estás son algunas cosas que fueron encontradas por los pequeños aquí presentes, Hyuuga Neji y Aburame Shino, ambos con capacidades diferentes, sus cuidadores, aquí presentes, Hinata y Lee serán los que hagan las interpretaciones para podernos comunicar con ellos… si me lo permite… - comentaba Jiraiya mostrando a los presentes una botella de color oscuro con una etiqueta blanca cuyo nombre había sido borrado posiblemente por el contenido del recipiente, de la misma manera el pañuelo negro con las iniciales “O. P.” inscritas con bordados rojos en la esquina inferior derecha. 

     - Prosiga… - incitó aquel hombre anciano, sus manos colocadas en el estrado donde escuchaba con atención cada parte, demandante y defensora por igual, intentando encontrar algún falló o mínimo error por alguna de las partes, descubriendo de está manera al culpable y definiendo al inocente. 

    - ¿Dónde encontraron estos objetos?... – pregunto mirando a los niños sentados al lado del taburete donde se encontraba el Juez Sarutobi, la peliazul y el pelinegro comenzaron a hacer los signos correspondientes para cada niño, que sin esperar o cruzar miradas con los presentes y el acusado, comenzaron la contestación para el abogado de cabellos blancos. 

     - Estaban… tirados en el… bosque… cerca del río… cuando buscábamos… a Naruto… - dijeron unísono la chica y el joven que vestía una verde camisa y unos pantalones más oscuros. 

    - ¿Por qué los recogieron?... – pregunto de nueva cuenta el abogado, observaba de reojo al peligris acusador, Kabuto, fruncía el entrecejo con coraje, si esto seguía así, pronto podrían encontrar la conexión de la misteriosa desaparición del pequeño con él. 

     - Porque era basura… pero los insectos estaban… muertos alrededor del pañuelo… ese olor mareaba… intentamos preguntar a nuestros hermanos mayores… pero estaban demasiado preocupados en ese… momento… - los cuidadores intercambiaron miradas al momento de terminar la traducción de las manos de los pequeños. 

     Abrieron los ojos en sorpresa sintiendo vergüenza por sus acciones, haciendo memoria tenían bastante tiempo que los niños intentaban mostrarles algo, pero ellos no se encontraban bastante atentos a sus comentarios, tomándolos por un juego de los pequeños, bajaron la mirada arrepentidos. 

     - Perdón… - susurraron a los niños que les devolvieron una sonrisa, no era culpa de los cuidadores, sabían que estaban más preocupados por su compañero y amigo que por un pañuelo sucio y una botella maloliente. 

     - Protesto… esas pruebas no indican nada, su señoría… - alzaba la voz el fiscal, chocando con brusquedad las manos en el escritorio frente de él, Kabuto a su lado se mostraba bastante molesto, girando su rostro hacía atrás para divisar una cara familiar, la mirada asesina y furiosa del pelilargo de cabellos negros le hizo temblar un poco, desviando su mirada nuevamente hacia el frente, esto no era nada bueno. 

     - ¿El abogado defensor puede mostrarnos a que vienen las pruebas presentes?... – el juez Sarutobi, debido al comportamiento sumamente molesto, por aquellas pruebas, por parte de la fiscalía y la sonrisa triunfante del abogado de blancos cabellos, la petición del abogado de Kabuto, fue simplemente ignorada, una sonrisa complaciente se formo en los labios del defensor. 

     - Será un placer, su señoría… pero antes… quisiera mostrar algunas pruebas más antes de poder llegar al punto que trato de precisar, si me lo permite… - pidió amablemente teniendo en su mano algunos papeles de los testigos y pruebas que aun faltaba por mostrar. 

     - Prosiga… - habló recargándose en su silla para escuchar las palabras del abogado, Itachi se mantenía mirando hacía al frente, increíblemente tranquilo a pesar de estar siendo observado por los demás de una manera extraña, sabía que él era inocente, por tanto, no había motivo para estar nervioso. 

      - Mi cliente llevó a los niños más allegados al desaparecido de vacaciones por una semana, incluidos a sus guardianes, con la idea de que el aire libre les relajaría un poco… el establecimiento a donde llegaron era propiedad de mi cliente, lugar que nadie conocía… excepto el señor Kabuto, que pidió la ubicación del lugar para acceder al permiso… - hizo una pausa a sus palabras para observar al aludido, que en ese momento comenzó a sudar frío, ese hombre estaba al tanto de todo. 

     - Teniendo en cuenta que es la única persona, aparte de mi cliente, que tenía acceso a la dirección en la que marcharon… es ilógico que mi cliente haya secuestrado al niño desaparecido… no hay motivo, su hermano menor, ahora en la escuela, le tiene un aprecio singular… ¿para que quitarle la felicidad a un miembro de su familia?... – pregunto a la corte en general, todos los presentes comenzaron a murmurar cosas de rencor contra alguien, pero todas y cada una de ellas parecía sacada de fantasías reprimidas. 

      - Su señoría, el defensor está acusando falsamente a mi cliente, exijo que estas acusaciones terminen de una vez… - era obvio que todas aquellas palabras iban encaminadas a perder el juicio y eso era algo que no se permitiría, era bien conocida la reputación de Jiraiya, pero como abogado de elite, no se permitiría perder el juicio. 

     - Denegado… - espeto el juez al fiscal que tomo nuevamente asiento de mal humor. 

     - Como decía su señoría… tengo entendido que al instituto llega cada mes una bonificación por parte de un hombre llamado Orochimaru Paalen, que se encuentra presente en esta sala… señoría… ¿podría subir al estrado el nombrado Orochimaru para declarar?... – preguntó el peliblando observando al aludido, que mantenía el ceño fruncido, esperando que el juez dimitiera esa orden, pero no fue así. 

     - Adelante… - pidió, con el rostro implacable como lo tenía desde hace momentos. 

     - Orochimaru suba al estrado… - ordeno uno de los oficiales, temeroso, el pelinegro subió a donde le indicaban, mirando de manera severa a Kabuto que solo agachaba la mirada ante aquel hombre. 

      - Usted desde los pasados 10 años ha estado visitando el instituto para niños con capacidades especiales Konoha, ¿no es así?... – comenzó el interrogatorio el peliblanco, sin más remedio que contestar se vio forzado a responder todas y cada una de las preguntas que le nombraban. 

     - Hai… desde hace diez años, cada mes he estado aportando donaciones al instituto… -  sabía que tenía que decir la verdad y sabía las preguntas que tendría como consecuencia hacer esa declaración. 

     - ¿Y cuál es el motivo para que tan digno señor este dando aportaciones a un instituto?... – pregunto con algo burla en la voz, realmente eso era que había de apreciar una y otra vez, aquel hombre al que muchas personas les tenían miedo, sudando ante lo que tenía que contestar, simplemente algo digno de ver. 

     - Conteste a la pregunta… - ordeno el juez cansado del silencio que reinó al pelilargo que no dejaba de mirar al mayor de los Uchiha, si confesaba lo comenzarían a asociar con lo pasado en esa familia hacía diez años atrás, motivo por el cual se veía en la necesidad de dar un monto para librar culpas con la sociedad. 

      - Por un crimen que cometí un poco más de 10 años y por el cual ya estoy pagando… - murmuro el hombre con la voz quebradiza. Itachi estaba analizando las palabras, muchas cosas llegaba a su cabeza, pero ninguna lo suficientemente convincente como para dar con un punto en específico. 

      Todos los presentes esperaban el final del juicio que se había prolongado por varios meses, el tiempo que el pequeño rubio estaba desaparecido.

     - Y ¿cuál fue ese cargo?... – indago un poco más, con las cosas que había descubierto por parte de Tsunade y Shizune, había un cargo por el cual se le culpo y uno más que nadie sabía, solo una persona a la cual Shizune no fue capaz de identificar. 

     - Asesinato premeditado… - realmente eso no estaba bien, solo una cosa le estaba salvando por el momento, Naruto no estaba en su casa, pero aun tenía la amenaza de Pein presente, aquella maldita cinta de video y audio que Kisame ayudó a conseguir. 

      - ¿Se puede saber a que va todo este interrogatorio?... – pregunto molesto el abogado defensor, a simple vista solo estaba sacando a relucir las fechorías de una persona que ya había estado en prisión en el pasado, ¿Qué sentido tenía volver a sacar aquellas cosas por las que ya estaba castigado? 

     - Sólo una última pregunta más… hace tiempo… algunos meses quizás… este hombre no ha ido a visitar, como hasta la fecha lo hacía, cada mes que tenía que dar la aportación impuesta por el jurado anterior… ¿se puede saber el por qué?... – pregunto colocando su rostro cerca del hombre, haciendo ademanes para dar más énfasis a sus palabras, los murmullos se hicieron presentes de nueva cuenta, el pelinegro no tenía manera de contestar esa pregunta, la única razón por la que iba al instituto personalmente era por las horas que Kabuto le dejaba pasar con el niño para hacer lo que le paciera. 

    - ¿Hace cuanto que no va al instituto?... – volvió a preguntar, las miradas se posaron en el hombre de piel pálida, Itachi comenzaba a hilar las cosas, Jiraiya estaba tratando de decir que Orochimaru tenía que ver con la desaparición de Naruto, bastante habían tenido con que terminara con la vida de su padre, como para que se volviera a meter con la familia Uchiha, sus ojos se tornaron más serios de los demás, mirando con desprecio a ese hombre. 

     - Cerca de 6 o 7 meses… - contesto haciendo memoria iba a excusarse por su ausencia pero se alzó la voz del peliblanco. - Exactamente los meses que lleva el niño perdido y es el tiempo que lleva mi cliente buscando su paradero… pudiera ser que este hombre sabía la ubicación donde estarían fuera los niños por una semana… y de esa manera capturar a la única razón lógica para este hombre de visitar personalmente el instituto… ¿pero como sabría el paradero de la propiedad privada de mi cliente?... – pregunto a la corte completa, todos miraron a Itachi quien mantenía ese semblante serio pensando en el siguiente movimiento y viendo terminado el juicio en su contra. 

     - A menos de que la única persona a parte de mi cliente que sabía la ubicación exacta donde se encontrarían la vendiera a un módico precio… ¿no es así, señor Kabuto?... – no podían refutar nada, era cierto todo lo que estaban diciendo y eso solo podría ser el trabajo de un buen detective o de formar hipótesis acertadas gracias a un cerebro muy desarrollado. 

     - Después de la desaparición del niño, cargo por el cual es acusado mi cliente, el instituto tuvo una ampliación… cosa que en años pasados no se pudo hacer por los gastos que ya estaban generados… ¿de dónde sacó el dinero para la remodelación?... ese dinero era dinero que se ganó vendiendo a uno de los niños por los cuales se hacían cargo… su señoría, estas pruebas que encontraron los niños, junto con los análisis psicológicos del pequeño Gaara, aquí presente y por el momento dormido a manos de un cuidador… apuntan a una sola persona… el señor Orochimaru pagó dinero para quedarse con el niño, usando este pañuelo humedecido en la sustancia que contenía este pomo, que al llevarlo al laboratorio se pudo saber que era cloroformo, fueron los objetos empleados para que el joven Naruto Uzumaki no opusiera resistencia, su zapatilla deportiva, dejada premeditadamente cerca del río, fue una pista falsa, para dar por sentado que el pequeño que sufre de invidencia había muerto ahogado en el río, cuerpo que hasta la fecha no ha sido encontrado… ¿Por qué?... porque el niño no esta muerto… - Jiraiya termino su discurso con una sonrisa complacida en su rostro. 

     - Su señoría… - intervino la fiscalía dejando al peliblanco un tanto desconcertado. 

    - El abogado no tiene pruebas de que ese hombre haya estado involucrado… solo esta usando evidencias sin precedente para inculpar a un hombre inocente, le recuerdo que la casa ya ha sido inspeccionada por la policía sin encontrar pista alguna… - espetaba en defensa del pelilargo el abogado de Kabuto. 

    - Solo buscaron en la casa… ¿preguntaron a los vecinos?... – volvió su sonrisa más ancha. 

    - Quiero llamar a testificar a uno de los vecinos del señor aquí presente… Izumo… - el aludido se levanto de entre los presentes y dirigió sus pasos al estrado donde anteriormente se encontraba el pelinegro, jurando decir la verdad por orden del estado. 

    - ¿Puede decirme lo que recuerda de aquella noche?... – pregunto al llegar con el hombre y posar una de sus manos en el barandal que le protegía. 

    - Desapareció por dos días de su casa… cuando por fin llegó, traía algo entre las manos de un tamaño considerable, estaba cubierto por una manta blanca y algo cayó… - articuló recordando lo más que podía. 

     - ¿Qué era?... – pregunto secamente Jiraiya mirando a su alrededor. 

    - Una zapatilla deportiva con un zorro pintado, de un tamaño algo pequeño para se de un adulto… - hablo el testigo mirando con miedo profundo los ojos de su vecino. 

     - Etto… podría darme ayuda para cuando termine… ese hombre me querrá matar… - habló aterrado conocía a su vecino muy bien y solo había una regla para no estar en su lista de victimas, los asuntos en que esté involucrado no te metas sino quieres morir. 

     - Claro, estará bajo protección a testigos… - recalcó al peliblanco considerando el historial que precedía a aquel hombre de mirada serpentina de aquel pálido hombre. 

    - Su señoría, esas zapatillas deportivas habían sido un regalo anónimo para el pequeño Uzumaki Naruto, echas especialmente para él y con un diseño pensado en el niño, es imposible que haya otro par de zapatillas iguales por el lugar… - puntualizó el peliblanco mientras el magistrado alzaba la ceja de manera de comprender a que venía todo esto. 

    - Mi cliente, su señoría, fue injustamente acusado por el señor Kabuto, quien mantenía una estrecha amistad con el antes mencionado señor Orochimaru… esto fue un complot en su contra, para poder obtener dinero y parte de las ganancias de la empresa en la que mi cliente actualmente ejerce el mando al tener difunto a su fundador… - el juez observó al peliblanco de gafas que temblaba un poco, evitando la mirada de cualquiera observando únicamente el suelo, desvió su mirada al abogado que no sabía como responder. 

     - ¿La fiscalía tiene algo que agregar?... – pregunto sin separar la vista de ese hombre. 

     - Su señoría, no hay pruebas de ello… - espetó un tanto molesto el abogado de Kabuto a lo cual Jiraiya sonrió de manera burlona, regresó a su escritorio, abriendo su portafolio y sacando de él, dos cintas, una de audio y otra más de video. 

     - Aquí están las pruebas, su señoría, estás fueron sacadas de la mansión en donde Orochimaru dejó al pequeño cautivo por algunos meses… ¿puedo mostrarlas?... advierto que son imágenes fuertes, por favor… podrían retirar a los pequeños… - pidió, todos los menores de edad salieron de la sala por unos minutos mientras que las cintas eran puestas en los respectivos aparatos. 

     La primera muestra era el video, en el cual se podía apreciar al pequeño rubio atado en una cama, llorando, una mordaza en su boca le impedía hablar palabra alguna, la puerta se abría, de ella, un hombre de cabellos largos entraba, tocaba al niño con descaró, mientras éste intentaba en vano huir a sus caricias, un golpe en su mejilla, unas manos tocando sitios que le provocaban incomodidad al pequeño, frases hirientes dichas por el mayor, una cremallera descendiendo y un miembro erecto siendo mostrado con orgullo, las piernas alzados y una fuerte estocada, seguida de otra más, de la garganta del pequeño gemidos, jadeos y dolor se apreciaba, lágrimas en sus ojos y el sonido de sollozos, la escena terminaba cuando salía del frágil cuerpo dejando manchado, tanto la cama como al pequeño con el producto de sus excitación. 

     La cinta se cortaba en ese pedazo y comenzaba de nuevo después de unos momentos, el pequeño no respondía, parecía estar haber perdido todo sentido de esperanza, el hombre de largos cabellos de oscuro color, volvía abrir la puerta, esta vez, no había gritos, esta vez no había huidas, solo una violación sin tapujos, donde el cuerpo del infante era maltratado de una forma brutal, buscando hacer de sus labios una gemido o un grito salir, la cinta se cortaba en ese momento, la expectación general no se hizo esperar, los murmullos y el entrecejo fruncido en forma desaprobatoria de algunas mujeres y hombre tampoco. 

    - Esa cinta no demuestra nada, su señoría, pudo haber sido trucada… - espeto perdiendo los estribos ante tal declaración, el abogado denunciante. 

     - Señor… sólo observe la fecha, es el tiempo en el que el Naruto desapareció… además… tenemos la grabación en la otra cinta… - detuvo la cinta donde el pequeño era mordido en el cuello con fuerza mientras era penetrado con rudeza, con el único fin de escucharle gemir.  Colocó la otra cinta en el aparato correspondiente donde una conversación claramente de Orochimaru. 

    - Orochimaru-sama… ¿para que necesita a este niño?... – se escuchaba una voz extraña por el aparato. 

     - Es el heredero de una gran compañía donde soy vicepresidente…hace 10 años los dueños de la compañía murieron “en un trágico accidente de carro”… mi único impedimento para apoderarme completamente del liderazgo es el niño… que sobrevivió… pero me encargue de él desde hace mucho tiempo… mientras que permanezca aquí… las empresas Uzumaki son mías y ahora, con la noticia de su muerte, no hay reclamo alguno por tomarlas… en el pasado fui descubierto, todo porque no sabía que ese mocoso Sasuke, estaba cerca o siquiera pensar que el heredero no sería el vicepresidente, sino el primogenito a pesar de que era menor de edad... está vez todo es perfecto... - reía la voz siniestra de Orochimaru quien se había descubierto no solo de su crimen pasado, sino se estaba proclamando como el asesino de los señores Uzumaki y el secuestrador del niño en unas solas palabras, no había duda alguna, realmente le habían descubierto. 

    - ¿Puedes estar seguro de que esas pruebas son verídicas?... – nuevamente alzaron la voz, intentando dar como fallo o trucadas aquellas pruebas tan significativas. 

    - Las recibí de una persona que trabajaba a orden del señor Paalen… Hosigaki Kisame… que al momento de sacar las evidencias correspondientes inculpando al señor, dejó su labor con él, ya que solo estaba descubriendo información… - Jiraiya tenía todas las cartas puestas sobre la mesa y el demandante no podía dar como falsas ninguna de las pruebas ya que todas y cada una tenían fundamentos y ninguna de ellas era dada sin su previa investigación. 

    - Falló a favor del joven acusado Uchiha Itachi, se le encuentra inocente por el cargo de negar la libertad a un menor de edad… - anunció golpeando con su mazo el estrado donde se encontraba sentado. 

     - Su señoría, mi cliente ha decidido demandar por difamación al señor Yakushi Kabuto y también espetar una denuncia formal contra el señor Orochimaru por la captura y atraco del joven Naruto… - pidió Jiraiya, tanto Kabuto como el pelilargo se mordieron el labio inferior con impotencia, ahora estaban en problemas. 

    Después de unas cuantas horas arreglando el papeleo correspondiente para la contra demanda y la nueva impuesta para el pelinegro de mirada de serpiente, la corte se disolvió, logrando llegar al acuerdo de que el nuevo juicio se llevaría a cabo en un lapso de dos meses a partir de esa fecha, para poder recopilar información y testigos para declarar. 

    Todos salían felices por el triunfo del moreno, pero al mismo tiempo, todos los adultos sentían como las entrañas se les revolvían al recordar las imágenes de aquel video y la escalofriante declaración grabada de la cara de serpiente. Intentaban descansar su mente por algunos momentos, realmente eso era algo muy frustrante, saber que la casa de Orochimaru había sido registrada y no encontrar pista alguna en aquella morada que designara el paradero del rubio les estaba dando demasiados problemas. 

     Kakashi, que acompañaba al grupo como todos los días libres, desde la desaparición del rubio, no podía sacar de su cabeza aquel joven rubio de ojos azules que había visto hacía poco, tan parecido físicamente a Naruto y a la vez tan diferente, comparando al Naruto apagado con el chico de cabellos rubios que comía animadamente helado de chocolate en el parque la vez pasada, tan imposible, tan improbable pero aun así, su única alegría momentánea. Nuevamente a aquel parque, pero esta vez, todos juntos intentando relajarse, las cosas del magistrado siempre cansaban, tanto la mente como el cuerpo, no solo a los adultos, sino también a los pequeños, ahora que el juicio en contra de los Uchiha había terminado y que faltaban dos meses para la siguiente vez que tendrían que presentarse en ese juzgado, sólo quedaba una cosa por hacer, encontrar a Naruto. 

     - Ven acá Akai… - llamo una voz muy familiar para los presentes, Akamaru, que se encontraba presente al lado de Shikamaru para cuidarle ahora que había despertado, meneo la cola con entusiasmo, aún podía reconocer la voz suave del pequeño rubio desaparecido. 

    Giraron el rostro, un perro de color blanco con algunas manchas en el cuerpo corría a donde le llamaban, pudieron verlo, en una de las bancas sentado con esa gran sonrisa, un rubio de cabellos rubios, vistiendo una camisa de color azul marina con un pantalón negro, unas zapatillas deportivas color blanco con algunos adornos en color grises y negros, los presentes pasaron el dorso de su mano intentando poder aclarar su visión, sus piernas caminaron por inercia a donde el joven se encontraban, podían verle de espaldas.  Ese cabello alborotado, esa postura, ese cuerpo tan frágil y pequeño, el joven volteo el rostro, su cabello caía con gracia por su rostro. 

    No era Naruto, el parecido era increíble, pero Naruto no tenía el cabello tan largo, además de que las mejillas del joven no presentaban cicatriz alguna, con la mirada gacha y el animo por los suelos regresaron sobre sus pasos al instituto, donde seguramente recibirían un escarmiento por parte del director del instituto, por haber testificado en su contra, pero a los cuidadores eso era lo de menos, sólo querían hacer que las cosas malas terminaran de una vez, ahora no importaba sus empleos o donde pudieran vivir después de ser echados por el joven de cabellos blancos, ya que las vidas de los pequeños estaba en juego.  Cuando se encontraban a una distancia considerable de aquella persona a la que confundieron, la suave brisa movió el cabello del joven, tres profundas cicatrices se hicieron visibles, tres de cada mejilla, sus manos comenzaron a vagar por el aire buscando a su mascota perdida.

    - Akai… no te escondas… - comentaba el rubio, sonriendo por las travesuras del can. 

    - Naruto… perdona el retraso, debía de asegurarme que el juicio de mi amigo saliera bien… - explicó el ahora cuidador del ojiazul, mientras el pequeño giraba su rostro para encararlo. 

    - ¿Y como le fue a tu amigo?... – pregunto sin entender muy bien de que estaba hablando, pero parecía animado por el tono de su voz. 

    - Era inocente desde el principio… esta anocheciendo… vamos a casa… - extendió su manos al pequeño que quedo unos minutos en silenció con el rostro fijo a su dirección. 

    Sin decir palabra alguna se acercó hasta el hombre delante de él, alzando sus pequeñas manos por el aire que aterrizaron con gentileza en el rostro del mayor, quien se dejaba hacer por la suavidad del aquel roce, las inspeccionaba con los ojos abiertos intentando figurar en su mente lo que sentía con sus manos en ese momento. 

    Llevó sus manos a su cabeza, se estaba mareando un poco de la misma manera que sentía dolor en su cabeza, sin poderlo evitar sus piernas tambalearon, no soportando el peso del pequeño cayó al suelo siendo detenida su caía por los fuertes brazos del mayor que le acompañaba, le cargo en brazos, había perdido la conciencia. 

     No hacía mas de una semana que Naruto había dicho sus primeras palabras en mucho tiempo, ahora cada que tenía la oportunidad no dudaba en platicar con alguna persona que se le pusiera enfrente.  Pein cargando al rubio en brazos, se dirigió a su automóvil seguidos por Akai, el perro.  No tardaron en llegar a casa de Pein, quien recostó al pequeño para que descansara en la mullida cama, le revisaron para ver si no era nada, efectivamente no había sido nada par que preocuparse, se recostó a su lado y con Akai en los pies de la cama, descansaron después de mucho tiempo. 

    La mañana llegó anunciada entre trinos y cantos de aves que migraban por la época de invierno a un lugar más calido, entre las sabanas se revolvía un rubio de ojos azules intentando buscar  el calor de su acompañante para dormir unas cuantas horas más, sin lograrlo, abrió los ojos como solía hacerlo, cuando los abrió por completo un grito de dolor salió de sus labios y sus pequeñas manos cubrieron sus ojos para evitarle el dolor. 

     Aquel grito se escuchó por toda la instancia, Pein, que en ese momento estaba tomando un café en la sala acompañado de Tobi, Deidara, Kisame y Sasori, se alertó, dejando a un lado la taza para correr hacía donde el pequeño dormía. Abrió con estrépito la puerta asustado por el bienestar del rubio, le encontró sentado sobre la cama con sus manos en el resto cubriendo sus ojos, se acercó pausadamente, hasta sentarse a su lado y tocarle la cabeza de manera reconfortante. 

    - ¿Estás bien?... – preguntó para descubrir el motivo de tal grito, Naruto apartó con cuidado sus manos de sus ojos, los abrió nuevamente para ver a su cuidador y al hacerlo el escozor regresó a ellos, lágrimas comenzaron a descender por sus mejillas, alarmando más al mayor, mientras que el ojiazul cubría nuevamente sus ojos. 

    - Está muy brillante, no pudo abrir los ojos… - musito limpiando su llanto, el mayor observó las ventanas, estaban abiertas como siempre lo habían estado, podrían ser suposiciones suyas, pero ¿había dicho brillante?... ¿podría ser que él?... corrió a las ventanas y con fuerza y rapidez opacó la iluminación de los cristales con las suaves telas gruesas que eran las cortinas que adornaban el ventanal. 

    - Listo… espero que así ya no te duela… - se acercó nuevamente al pequeño para ver su estado, Naruto se restregó sus ojos de nueva cuenta con el dorso de la mano y parpadeando poco a poco se acostumbro a la iluminación del lugar. 

     - Gracias… está mucho mejor… - giró sus ojos a donde la voz del mayor se presentaba, volvió a limpiar sus ojos con el dorso de la mano, no podía creer que realmente estuviera pasando aquello, fijo nuevamente sus orbes azules en el mayor, sin poder creerlo, se paró de la cama y camino a donde el Pein se encontraba, alzó sus manos y comenzó a tocar su rostro, cerrando los ojos para poder recordar. 

    - ¿Qué sucede?... – pregunto un tanto desconcertado el mayor aun dejando que el pequeño le tocará. 

     - Ah, ¿con que era esto lo que sentía?... – decía pasando los dedos por las perforaciones, observando con detalle a la persona que tenía delante. 

    - Naruto… ¿no me digas que?... – preguntó sin saber estar alegre o eufórico por el descubrimiento tan placentero que acaba de recibir ese día, el rubio asintió con la cabeza feliz, observando la habitación en todo su esplendor. 

     - Vaya… nunca imagine que así era como se veían estas cosas… no les había tomado forma… - toco una de las figurillas que se encontraba en la repisa, observó una de las fotos que se encontraba en uno de los muros colgada. 

     En ella se apreciaba a Pein hace mucho tiempo, cuando aún no tenía tantas cosas adornando su rostro, a su lado un hombre de mirada dura y cabellos negros, tomados de la mano en un signo de unión laboral, a sus espaldas el gran edificio con el nombre Uchiha, tomado entre brazos del moreno, un pequeño niño de no más de 5 años que observaba serio en dirección a la cámara, esos ojos negros, ese cabello, aquel rostro fino, una punzada de dolor le vino de nueva cuenta a la cabeza, a su mente recuerdos de un moreno parecido al niño pero más grande, un besó y lágrimas al despertar y no poder verlo de nuevo.   Parpadeo varias veces, no comprendía esas imágenes pero le hicieron sentir una punzada en el corazón, el mayor se acercó a donde se encontraba el ojiazul, posando su mano en el hombro. 

    - ¿Te encuentras bien?... – pregunto, pues había observado el tambaleo que anteriormente presentó su cuerpo, fijo su mirada al frente y observó la fotografía que se encontraba en la pared. 

    - Ese era uno de mis socios, Uchiha Fugaku, esté de aquí es su hijo cuando tenía 5 años Sasuke y este otro que esta detrás de su padre, es Itachi… solo que allí no tenía el cabello largo, por eso no se parece… perdón no los conoces… lo siento… son amigos míos… - los ojos azules de Naruto no podían apartar la vista de ese moreno, lo había visto antes, ¿pero donde? Y ¿Por qué le dolía su corazón al verle, si no lo conocía?

Notas finales:

que les parecio?... les agrado la última sorpresa XD... perdón por lo aburrido del comienzó... en el siguiente capitulo... mmm aun no se que poner XD... broma, broma... lo tendre a más tardar la siguiente semana... creo... bien muchas gracias a todos por leer... cuidense mucho ^u^...

y aquellos que están en la escuela, mucha suerte ^u^... nos vemos en el siguiente capitulo... matta ne... ^u^

P.D: la siguiente actualización, como quedamos será... no puedo dormir sin ti... espero les agrade... ahora si... nos vemos... ^u^...


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