Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

El Sendero de la vida por Fullbuster

[Reviews - 569]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Naruto Uzumaki


 


Me quedé toda la tarde en la sala de estudios ayudando a Gaara con su problema, indicándole cómo podía tratar de llamar la atención de esa chica rubia que habíamos visto. Todo lo que yo le decía, él lo descartaba puesto que decía que él no era nada en el instituto y ella solía ir con chicos populares, de hecho se rumoreaba por el centro que podría estar saliendo con otro chico, un tal Sai.


El primer amor de ese chico me hacía sonreír, me recordaba a mí mismo a su edad cuando empecé a salir con el primer chico, creíamos que eso duraría siempre, que equivocados estábamos los dos. Ahora tenía a Sasuke y aunque nuestra relación era muy extraña, yo creo que le amaba, esta sensación pocas veces la había tenido en la vida.


- ¿Por qué sonríes? – me preguntó Gaara – es un tema importante.


- Lo sé, el primer amor siempre lo es – le dije sonriendo.


- ¿Sasuke fue tu primer amor? – me preguntó.


- No, fue otro chico del orfanato. Supongo que no salió nada bien la cosa.


- ¿Por qué no?


- Porque… no puede dar siempre una persona solamente, ambas deben estar unidas pero no lo estábamos. Creía que me quería por lo menos tanto como yo a él, pero no era cierto.


- ¿Te engañó? – me preguntó.


- Sí – le dije – yo no era el único en su vida, jugaba conmigo pero estaba con otro chico a la vez. Aún así lo que sientes ahora en el primer amor… es algo único, esos sentimientos siempre son únicos.


- ¿Y qué haré si es cierto y sale con Sai?


- Pues sólo hay dos opciones… abandonar o luchar por lo que quieres – le dije – es una decisión tuya personal. Nadie puede decirte u obligarte a hacer algo que no quieras. Eres ya mayor para tomar tus decisiones.


- ¿Y si me equivoco?


- Todos tomamos decisiones equivocadas en esta vida, lo importante es no arrepentirse de lo que decidimos. Si creemos que es lo correcto hay que arriesgar aunque salga mal.


- ¿Te arriesgaste con Sasuke? – me preguntó y me quedé en blanco unos segundos.


- Sí, me arriesgué demasiado con él – le dije algo entristecido.


Supongo que jamás me había arriesgado tanto por alguien como lo estaba haciendo por Sasuke. Sabiendo que todo era una gran mentira seguía aquí tratando de que se fijase en mí, pese a saber que era un imposible… estaba en esta casa tratando de conquistar al frío Sasuke Uchiha. Me estaba jugando todo por él, estaba arriesgando mi propia felicidad, arriesgaba entrar en el dolor más grande que jamás sentiría si esto salía mal pero tenía que intentarlo, yo no quería quedarme con la duda de qué habría podido ocurrir si me hubiera jugado por él. Estaba jugándome todo con tal de tener a Sasuke Uchiha. De esa decisión jamás me arrepentiría porque sabía que esto es lo que quería hacer, quería estar precisamente aquí y tratar de conquistarle. Era mucho lo que podía perder si todo salía mal, pero era mucho lo que podía ganar si salía bien, hablaba de Sasuke Uchiha, el chico más interesante que había conocido y el chico del que me había enamorado.


Pensé en alguna forma en que Gaara pudiera lucirse frente a esa chica rubia y al final, le dije que le enseñaría a conducir la moto. Su padre seguramente le compraría cualquier capricho que pidiera con tal de que le dejase en paz y no le molestase. Gaara sonrió y por primera vez le vi ilusionado. Le enseñé un par de trucos para aparentar ser un chico interesante en clase y me dijo que los pondría en práctica en cuanto pudiera. Yo estaba seguro que conseguiría una cita con esa chica con todo lo que le había enseñado.


Me volví a casa en cuanto acabé el trabajo y pensé mucho en Kankuro, apenas pasaba tiempo conmigo y no entendía el motivo. Gaara y él solían estar siempre juntos pero apenas me hablaba. No sabía cómo acercarme a él pero lo descubriría en algún momento.


Preparé la cena para cuando Sasuke llegase. Por la tarde tras haberle estado evitando yo por la casa Uchiha a la hora de comer, se volvió a marchar al trabajo. Cuando vino a casa cenamos y por supuesto… me preguntó dónde me había metido todo el día porque me había buscado y no me había conseguido encontrar. Mi respuesta fue un simple “Por ahí”.


Sasuke se empeñó en recoger los platos y fregar pero yo no le dejé. Decía que aún le faltaba acabar algunas cosas así que acabé haciéndolo yo mientras él terminaba con el trabajo. Siempre se traía trabajo a casa y eso me molestaba en cierta parte ya que me gustaría que se relajase y disfrutase. Al acabar de recoger todo le dije de irme a dormir pero él me retuvo.


- Naruto ven aquí y siéntate un rato. Preparemos un momento tu defensa.


- ¿A estas horas? – le pregunté – bueno está bien. ¿Qué hay que preparar?


- Tus preguntas y tus respuestas.


- Ya te he contado un millón de veces lo que ocurrió.


- Y sigo sin creérmelo. Enserio Naruto… tienes que poner algo más de emoción o verte más afectado.


- Ya te dije que no sé mentir y no quiero.


- No es mentir, es llorar un poco, que caiga alguna lágrima.


- No pienso hacer eso, como te dije no me hizo nada.


- Perderemos si no lo haces. Ya te lo dije… él mentirá todo lo que pueda para echarte la culpa a ti.


- Pero mentir estará en su conciencia.


- Una que no le importará con tal de salvarse – me dijo casi gritando – prueba a llorar un poco.


Al final con resignación traté de contarle la historia de lo que había ocurrido intentando poner cara de afligido, dolido y víctima pero me hizo repetirlo una y otra vez diciéndome que no le convencía en absoluto mi forma de fingir. Sasuke me tenía harto y es que a todo decía que estaba mal y me tocaba repetir. Era muy quisquilloso cuando se trataba de trabajo.


- ¿Qué quieres que haga? – le grité al final – no me sale eso de llorar.


- Pues busca en tus recuerdos algo que te duela y llora – me dijo - ¿Sientes el dolor por tus padres? Aprovéchalo y llora, pero necesito que llores en ese tribunal.


- No puedo – le dije – no funciona tan fácil para mí.


- Claro que no… porque “Santa verdad” no puede hacer algo simple como llorar un poco.


- Pues no, no puedo, yo no soy un chico débil que se ponga a llorar en el primer problema que tiene – le grité y él se detuvo en seco - ¿Sabes cuántos problemas he tenido? Soy huérfano, casi todo en mi vida son problemas y no por ellos voy a estar llorando, estaría todo el día y prefiero sonreír a llorar – le dije cabreado.


Me levanté muy enfadado con clara intención de largarme a mi cuarto cuando sentí como Sasuke se levantaba de golpe de la silla arrastrándola y se acercaba con rapidez a mí cogiéndome del brazo para evitar que me marchase. Me besó con pasión empotrándome contra una de las paredes del salón y cerré los ojos dejándome llevar por él. Era un maldito dominante, le gustaba ser él quien llevaba la voz cantante y le dejé, no podía hacer otra cosa excepto disfrutar de su boca, de sus besos, de su demandante lengua.


- No quise hacerte daño Naruto – me dijo de golpe – he sido muy duro contigo y lo lamento, no debí haberte dicho algo así. Ha sido cruel por mi parte, sé que lo has tenido que pasar peor que otras personas y aún así siempre sonríes y tratas de ayudar a la gente, eres una gran persona y no merecías que te forzase.


- ¿Tan importante es que me vean afectado por lo que sucedió? – le pregunté.


- Es importante, pero no te preocupes, trabajaré más y haré otra estrategia, no te preocupes.


- No quiero que trabajes tanto Sasuke, no necesito que vuelvas a ser ese chico amargado que eras, me gustaba el nuevo Sasuke, ese divertido.


- Puede que sea más divertido, pero en el trabajo yo siempre soy serio Naruto, ganaré ese caso, te lo prometí y no dejaré que te lleven a ti a juicio por su culpa.


Esta vez fui yo quien se lanzó sobre él besándole y es que era tan tierno y dulce cuando de verdad se lo proponía, era el hombre perfecto si supiera disfrutar un poco más de la vida. Pese a todos los defectos que podía tener, seguía enamorado de él, seguía sintiendo algo demasiado fuerte para controlarlo y sabía en el problema que me estaba metiendo pero me dio igual.


Cogí la camiseta de Sasuke con decisión y se la quité comprobando como se dejaba. Decidí continuar puesto que no vi queja alguna en él, de hecho… él mismo empezó a desabrochar mi pantalón con rapidez y supe que hoy ninguno de los dos había bebido de más. Esto lo hacíamos ambos voluntariamente.


Entre empujones acabamos recorriendo todo el pasillo y para cuando llegamos a su habitación y nos tiramos en la cama, ya estábamos completamente desnudos. Sentí que la sangre se había ido a mis mejillas, debían estar completamente rojas y es que eso de estar desnudo frente a él aún no lo llevaba nada bien. Sasuke atrapó mis labios devorándolos y metiendo su lengua para explorar mi boca. Su mano no dejó de tocar mi miembro y gemí ahogando cada sonido en su boca. Me daba mucha vergüenza que Sasuke estuviera haciendo algo así y aún me dio más cuando metió mi miembro en su boca con lentitud, casi asegurándose que no pasaba nada y es que creo que era la primera vez que lo hacía, al menos con un chico. Él debía estar acostumbrado a las mujeres y esto quizá le costase.


Metió sus dedos en mi boca pidiéndome que los lubricase y una vez hecho, los llevó hasta mi entrada metiéndolos con mucho cuidado para dilatarme. Dolió un poco al principio pero me dediqué yo también a darle placer a él masajeando su erecto miembro.


Entró en mi con lentitud pero no se detuvo en ningún momento aunque yo aproveché para agarrarme con fuerza a sus hombros. No quería tener que decirle que parase, intenté pensar en que era Sasuke… ya no era aquel primer chico con el que estuve y al que le dije que se detuviera. Quería creer que Sasuke lo haría si se lo pidiese pero prefería aguantar el dolor y tenerle completamente dentro de mí.


Una vez empezó a moverse, el dolor poco a poco empezó a ir remitiendo dejando únicamente el placer, los gemidos y jadeos de ambos mientras Sasuke empezaba a coger más velocidad hasta correrse en mi interior. Yo no pude evitarlo más y acabé corriendome prácticamente al momento también.


Sasuke se tumbó en la cama a mi lado y aunque pasó su brazo por encima de mi cintura para cogerme y quedarse abrazado, se durmió enseguida y yo acabé pasando la sábana por encima nuestro y me dormí también sintiendo el calor del pecho de Sasuke en mi espalda y sus fuertes brazos agarrándome en un intenso abrazo que me reconfortaba.


 


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).