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Siempre es de noche... por Darkneko

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Notas del capitulo:

Konichiwa ^u^... quiero confesarles algo... :P... el capitulo anterior era el ultimo... pero me di cuenta de que deje cosas pendientes... como porque pein conoce a jiraiya... aque se referia con vigilarlo desde hace tiempo... porque se perfora el rostro... o mejor dicho... cuales son las vidas que no pudo salvar... ese tipo de cosas...

Naruto no me pertenece... es de Kishimoto-sensei a quien admiro mucho... ^u^ disfruten del capitulo...

     Esa noche hubo una fiesta en honor a que el pequeño regresara con sus amigos, Akamaru estaba sumamente contento por ver al pequeño, ese día Shikamaru tuvo muchos problemas para controlar sus emociones y no caer de nueva cuenta en cama, pero era casi imposible contener las lágrimas de alegría por ver a un amigo perdido por cerca de medio año. 

     Shukaku había pasado a segundo plano, en los brazos del pelirrojo solo se encontraba la mano o el cuerpo del rubio que a su vez, era abrazado por la espalda por un moreno que no dejaba de darle besos en la frente por lo contento que se encontraba. 

     Las risas no se hicieron esperar, anécdotas graciosas de todo lo que había pasado cuando no estaba, las veces que le confundieron con otras personas y las bofetadas por partes de las madres al ver que sus hijos eran tomados por extraños, el rastreo fallido por parte del can de Kiba, las cosas que hicieron, los carteles que llamaron, los farsantes que desenmascararon, todas y cada una de las cosas que había pasado en su ausencia, del mismo modo que la desesperación al no encontrarlo y la perdida de las esperanzas que en ocasiones les provocaba. Naruto por su parte solo escuchaba, ya que no podía decir cuanto tiempo estuvo encerrado o cuantas veces le habían violado, esas cosas eran algo que simplemente quería olvidar, sin embargo, el encuentro con Pein, las cosas que le decía, los mimos que le hacía, aquellas palabras alentadoras y esperanzas siempre sorprendían, a muchos se les hizo extraño que el de las perforaciones hiciera todo como los cuidadores, desde comprarle un perro del mismo color que el del Inuzuka hasta cantarle las melodías que ellos en tiempos pasados le habían entonado, inclusive los compañeros que le  había presentado tenían una similitud a su familia en el instituto. 

     Pein había marchado a casa, Naruto le había pedido que se quedara con él un rato más, el joven después de ver unos segundos la expresión del rubio accedió, aun así se despidió por unos minutos mientras iba a casa por el resto de la “familia” que el mismo había formado, minutos después, Pein regresaba cargado de regalos y respuestas a aquellas cuestiones que los demás no comprendían del todo, Akai no se separó del lado del rubio y aquel cachorro revoltoso marchó a jugar por el parque junto con Akamaru. 

     - Tobi es un buen niño… - se presento el más pequeño, dejando de lado a Naruto, de la familia de Pein, estirando la mano hacía Gaara, que le miró con desconcierto, después de unos momentos le saludo estrechando sus manos. 

     - Gaara… amigo… Naruto… también… tuyo… - mantenía esa expresión seria, sin soltar con una mano al rubio quien sonreía por ver que estaba haciendo nuevos amigos. 

     - Parece que ya hizo otro amigo… - murmuro Sai con una sonrisa al ver a los pequeños socializando con otras personas. 

     - Eso parece… - susurraron a su oído el mayor de los Uchiha, logrando que el pelinegro la piel se le crispara, aún no se acostumbraba a esa clase de atenciones e Itachi le encantaba ver las reacciones ante sus estímulos. 

     - Itachi-san… no haga eso… ahora sé que sentía Naruto cuando yo lo hacía… - susurro lo último sobando su cuello intentando que la sensación extraña desapareciera, el mayor no le tomo importancia y con un abrazo a la cintura lo halo hacía si y con un beso en la mejilla, dejó la discusión con una sonrisa, gesto devuelto por el contrario, definitivamente no podía enojarse con esa persona. 

     - Pein-san… no se como preguntarle esto… pero… ¿cómo encontró a Naruto?... – cuestionaba con vergüenza Iruka, a su lado Kakashi comía un poco de los bocadillos que Ino, Hinata, Sakura y la cocinera habían preparado especialmente para esta ocasión con muchos ánimos además de mucho cariño. 

     - Ah, eso… pues Pein conocía a Orochimaru y desde hace mucho que esta observando, esperando a que cometa un error, cosa que ya vimos, sucedió… - contesto Jiraiya comiendo algo que se presentaba a la mesa. 

     - Viejo lobo… eso no se dice… - regaño el contrario golpeando con suavidad el costado del peliblanco. 

     - ¿Se conocen?... – pregunto algo confundido el peliplateado teniendo en su boca un palillo con el cual se había llevado a la boca un embutido asado. 

     - ¿No se los dije?... es mi socio… - contesto como si nada el abogado tomando un poco de saque. 

     - Pein… ¿Por qué mantuviste a Naruto en un entorno tan similar al suyo?... siempre me lo pregunte cuando te visitaba, pero no pregunte hasta ahora… - preguntaba Tsunade, quien era parte del grupo de investigaciones con abogacía que prestaba las empresas del Fuego. 

      - Eso es simple… desde el principio pensaba traerlo de vuelta, pero… en las condiciones en las que lo encontré no era posible hacerlo, sería desastroso no sólo para él, sino para todos… además… cuando por fin tuvimos progresos y pensamos en traerlo de regreso… había perdido todos sus recuerdos… simplemente estábamos estimulando su cerebro con antiguos recuerdos, para que el impacto cuando los recordara a ustedes no fuera tan grande, pero no contábamos con que recordaría de una manera tan… poco ortodoxa… - observó al menor de los Uchiha que en ese momento estornudo, sin saber que se encontraban hablando de él en ese momento. 

     La risa entre los adultos se hizo general, los niños habían ido como siempre al parque cercano para poder, como acostumbraban, pasar un rato dejando que los adultos descansaran, además de que tenían muchas cosas que preguntarle al pequeño, mientras éste permanecía en los brazos del moreno que aun no podía creer que realmente tenía a Naruto en brazos otra vez, sentía que si lo soltaba se desvanecería en el aire, pero allí estaba, sonriendo y recordando o tratando de recordar algunas cosas del pasado mezcladas con el presente. 

     - ¿Tuviste miedo?... – preguntaba Chouji mientras pasaba las patatas que tenía en las manos. 

     - No recuerdo mucho, pero me asuste cuando no los encontré aquella vez… - respondió con sinceridad y algo apenado el rubio. 

      - ¿Por qué tardaste tanto en llegar hasta nosotros?... – pregunto nuevamente, al parecer era el único que tenía ganas de preguntar o tenía el suficiente valor para hacerlo sin incomodar al ojiazul. 

     - Esto da un poco de pena, pero no recordaba nada sobre ustedes… perdón… - bajo el rostro pensando que creerían que era una persona horrible. 

      - Niños… ¿Qué sucede?... porque esas caras de abatidos… - pregunto Ino llegando a donde los pequeños se encontraban sentados. 

      - Ino-san… Naruto se olvido de nosotros… - contesto en un puchero Chouji terminando la bolsa de patatas de la bolsa. - No creo que haya sido su intensión Chouji… Naruto pasó por algo muy feo antes, así que es normal que esas cosas pasen… - comentó con cariño acariciando el rostro del menor, quien se sonrojo por el tacto de la persona a la que mas quería, después de ese roce, hizo lo mismo pero en la cabeza de Naruto revolviendo un poco sus cabellos. 

     - ¿Ne?... Naruto… - sonrió a pesar de que ya era conciente de que de nueva cuenta el pequeño no podía ver, su llegada con los pequeños se debía a que traía un nuevo platillo para los pequeños, ahora era tiempo de unas galletas con algo de leche o café para Sasuke. 

     - A Tobi le gustan las galletas… - musito felizmente Tobi, siendo seguido por su parte por Chouji, que al momento comenzaron a comer. 

     - Todo fue muy problemático desde que te fuiste, ¿Sabes?... – se rasco la cabeza un poco más tranquilo, hace unas horas cuando llegaron los morenos con el rubio junto a ellos, la emoción que invadió su cuerpo casi le hace caer nuevamente en cama, pero gracias al entrenamiento de Akamaru que le llevo a un lugar a que se relajara un poco, pudo seguir con la celebración siempre y cuando se controlara un poco en sus impulsos, cosa que por el momento le estaba costando un poco. 

     - Ya me lo han contado… gomen ne… - se sonrojo sintiendo más vergüenza por haber causado tantos problemas mientras que él mismo lo pasaba muy bien al lado de Pein y compañía. 

     - Promete que no te volverás a ir otra vez… - pedía el castaño comiendo junto con el pelinegro de Tobi. 

     - Pensar que solucionamos el problema por algunos insectos muertos y un frasco extraño… - comentó Shikamaru, tendido en el suelo para no cansase demasiado. 

     - ¿Eh?... – pregunto Naruto sin comprender, era cierto, no sabía como había terminado todo y a que se referían, los que comprendieron las palabras del Nara, comenzaron a reír, tanto recordando la pista del secuestro del rubio como por la pregunta silenciosa del moreno. 

     - Pein hizo muy buen trabajo dando todo lo que faltaba a ese sujeto llamado Jiraiya… - comentó Sasori, un poco más alejado de los demás, a su lado Deidara observaba el panorama con una sonrisa, esperando que los malos recuerdos que atormentaban en ocasiones a su jefe, desaparecieran con la sonrisa que presentaba el ojiazul en esos momentos, no sabía que hacer por ver una vez más la sonrisa llena de felicidad que un tiempo atrás Orochimaru le arrebato. 

      - Todo saldrá bien, poco a poco las pesadillas desaparecerán… - murmuro a su lado Kisame sonriendo al ver como Pein, reía con los cuidadores y los investigadores que fueron sus colegas en tiempos pasados. 

     - Naruto… ven… - pidió Sasuke en un susurro mientras se levantaban dejando a los demás comiendo o platicando de las cosas pasadas, Sasuke quería decirle algo de suma importancia a Naruto antes de que algo malo volviera a parecer a arrebatarlo de su lado. 

     - Volvemos en un segundo… - anunció el moreno a los demás mientras tomaba la mano del rubio para guiarlo al lugar donde quería llevarle, lejos de la mirada de todos, donde pudieran estar, un tiempo, solos. 

     - Yo también quiero ir… - comentó enseguida Chouji. 

     - Tobi también quiere ir… - se quejo enseguida Tobi. 

     - Gaara… también va… - pero fueron detenidos en el momento en que quisieron ponerse de pie, los responsables de hacerles sentar nuevamente fueron los más maduros psicológicamente, en otras palabras, Shikamaru, Neji y Shino. 

     - Es un momento en que quieren estar a solas… hay que esperar a que regresen… - fueron las palabras del castaño, los otros dos del mismo modo asintieron a sus palabras, Sasuke sonrió por su apoyo y marcharon para alejarse de la vista de los demás por unos minutos. 

     - Parece que Sasuke ya se decidió… ¿debería hacerlo yo también?... – musito en el oído de Sai el mayor de los hermanos con una sonrisa conforme en su rostro. 

     - ¿Decidirse?... ¿a que?... – pregunto sin saber de que va la cosa Sai, observando como el moreno marchaba junto con el rubio a un lugar apartado del bullicio de la fiesta. 

     - Pronto lo sabrás… ¿vendrías a mi casa mañana?... – pregunto besando el cuello del moreno, la piel del contrario se erizo por completo, sabía el punto débil del cuidador y sabía que haciendo eso no le negaría nada. 

     Sasuke llevo a aquel columpio que tiempo atrás compartieron, pasaron por él, y marcharon a aquel frondoso cerezo que siempre les protegía con su sombra, nadie a los alrededores, la tarde había terminado hacía tiempo y las estrellas se encontraban en el alto firmamento, los grillos cantaban en esa tarde, entonando la melodía de finales de temporada, la refrescante brisa rozaba sus mejillas tiñéndolas de un hermoso carmesí, del mismo modo que les enfriaba la nariz, Sasuke se sacó la chaqueta y con ella acobijo al rubio, le envolvió en sus brazos para que no pasará fríos, él no necesitaba de nada, ahora que Naruto estaba a su lado, todo en su mundo estaba completo. 

      El rubio se acurruco en el pecho del mayor, sintiendo la tibieza que le entregaba el cuerpo contrario, teniendo en mente todo lo que había pasado, aun estando en un lugar tranquilo y feliz con Pein, siempre le hizo falta algo y ese algo lo tenía solamente el moreno que apoyaba su barbilla en la comisura que hacía su cuello y su hombro, completamente extasiado por las manos del moreno que le acariciaban con dulzura sin igual su cabello, escuchando el latir de su pecho, sintiendo la respiración compasada, sintiéndose completamente lleno por aquella calida presencia, suspiro  contento acomodándose entre esos brazos que tanto tiempo le hicieron falta. 

     - Naruto no sabes como me hiciste falta este tiempo… no había día en que no te quisiera a mi lado… me sentía vacío, sólo… pero ahora… - suspiro complacido aferrándose más si es que era posible al cuerpo atrapado entre sus manos, el rubio sonrió, estaba pensando en algo parecido en esos momentos. 

     - Realmente la pasaste mal Sasuke… gomen… - se disculpo tocando con las manos calidas las mejillas frías del moreno quien cerró los ojos dejándose llevar por las manos tibias del rubio. 

     - No tienes idea… pero un día… estaba buscándote… y me quede dormido en este mismo lugar… fue cuando me diste fuerzas para seguir esperándote… - murmuro aspirando el perfume natural que despedía la persona más querida para él, como pudo vivir todo ese tiempo sin tener al rubio presente en cada segundo de su vida, no lo sabía, pero ahora estaba completo y esperaba que siempre siguiera de esa manera. 

     - ¿Te di fuerzas?... – pregunto sin entender el comentario del moreno. 

     - Así es… en ese sueño me pediste esperarte porque no querías que te viera como estabas… Pein también apareció en ese sueño… de no haberlo tenido yo… - sus manos temblaron, era cierto, cuando las esperanzas de encontrar al rubio comenzaban a desaparecer y la posibilidad de que se encontraba sin vida se hacía cada vez más latente, aquella voz en su cabeza que le decía que la única manera de volver a ver al rubio era desapareciendo del plano terrestre se escuchaba más fuerte, de no haber sido por ese sueño, en estos momentos el moreno estaría muerto. 

    - Sasuke… mírame… estoy aquí… - acarició las mejillas contrarias, alzando el cuello para poder besar el rostro contrario, su calido roce quedo en la comisura de los labios del pelinegro, quien se entregó al calor de ese gesto, cerró los ojos para poder disfrutarlo, pero necesitaba más contacto, tomo la barbilla de Naruto para acomodarlo con gentileza y con esa misma suavidad unió sus labios en un beso, ese contacto que tanto necesitaban ambos. Naruto giro su cuerpo para poder quedar de frente al moreno, cruzó sus manos por el cuello hasta la espalda de Sasuke, entregándose en el beso que aun seguía siendo proporcionado, sin volverse salvaje o lujurioso, simplemente una muestra de cariño que significaba todo lo que representaba el contrario para cada cual. 

    Al despegarse de aquel contacto tan calido, el ojiazul se acurrucó nuevamente en el pecho del moreno mientras era abrazado por los brazos contrarios de nueva cuenta, simplemente aquel toque sublime les llevaba a lo más lejos del universo y los traía de regreso, en ese lugar que por el momento era únicamente para ellos dos. 

    - Naruto… ¿te gustaría conocer a mi mamá?... – pregunto después de un rato de silencio en el que solo disfrutaron de la presencia contraria. 

     - ¿Conocer a tu mamá?... – repitió sin comprender, la suerte que tenía Sasuke, que Naruto no pudiera ver en esos momentos su rostro que comenzaba a presentar un notable sonrojo en sus mejillas y no precisamente por el frío de la noche reinante. 

     - Si… quiero… que conozca a la persona de la que me he enamorado… - murmuro un tanto avergonzado, pero aliviado completamente al ser sincero con el rubio, las mejillas de Naruto del mismo modo que las de Sasuke se encendieron con un adorable sonrojo. 

     - Me verá mal tu mamá porque soy… - entristeció la mirada, pero le fue vuelta arriba por la gentil mano calida del moreno. 

     - ¿Por qué eres la persona que me hace feliz?... no lo creo… - beso nuevamente su mejilla, la razón que fuera, él azabache sabía que lo que más quería su madre en esos momentos y durante toda su vida, es que encontrará la felicidad y no solo él, sino también Itachi, su madre siempre anteponía el hecho de que ellos se encontraran en las mejores condiciones que los prejuicios mundanos de la gente, ella les amaba tal y como eran, del mismo modo que hace mucho tiempo amo con desesperación a su esposo, ahora muerto. 

     - Sasuke… - unió de nueva cuenta sus labios en un corto besó. 

     - Gracias… siempre dices lo que quiero escuchar… - susurro acomodándose en el regazo del moreno.

     - ¿Por qué agradeces?... sólo soy honesto… - deposito un beso en la frente, cualquiera que les viera en esos momentos, necesitaba tener a una persona especial a su lado, realmente era una escena que cualquiera quería vivir y que algunos como los Uchiha estaban viviendo en esos momentos, Sasuke con Naruto e Itachi con Sai. 

     - Muy buena celebración, sin invitar al dueño del lugar… - llegó a ese momento Kabuto, logrando que el silencio se propagara rápidamente. 

     - Veo que aun no entienden que si quiero en este instante… a todos ustedes los puedo meter a la cárcel… - dijo con autoridad y con una sonrisa autosuficiente en su rostro el hombre de los lentes, algunos intimidados detuvieron el sonido de la música que en un nivel en el que sólo ellos pudieran escucharlo era el único que desde hace momentos interrumpía una velada tranquila llena de recuerdos. 

     - Ah, pero miren nada más a quien tenemos aquí… - se escucho recia la voz del Pein, todos permanecieron sin mover siquiera un dedo, sin saber que las consecuencias de sus actos tendrían un aspecto amenazante al de cabellos grises. 

     Tanto Deidara, como Kisame y Sasori, se pusieron cerca de su jefe, con las manos dentro de sus respectivas gabardinas, por su aquel de lentes, intentaba hacer cosas extrañas, sabían que los subordinados de Orochimaru, como lo era el joven que tenían enfrente, no eran de fiar y ahora que Pein le dio frente, nada bueno podría pasar. 

     Tobi se ocultaba detrás de Hinata que hacia de escudo para no ver a aquel hombre, no era que le conociera, simplemente que esa sonrisa que enmarcaba su rostro y el brillo que la luz de las lámparas de fuera producían en sus lentes le causaba escalofríos. 

     - Ese hombre a Tobi no agrada… - se quejo tomado de la sudadera azul marino que la peliazul traía en esos momentos. 

     - ¿Quién es usted y por qué me habla de esa manera tan imprudente?... – pregunto molesto y algo temeroso el director de aquel instituto. 

     - Que mal que se haya olvidado de mi… yo que soy el dueño legal de esta propiedad… - comentaba con fingido lamento, no era en realidad que se sintiera mal por no ser reconocido por esa persona, sino que era una forma para infundir su propio temor. 

     - ¿De que esta hablando?... todo lo que ve aquí es mío… yo mismo lo erguí con mis propias manos… - espetaba un tanto molesto y sin saber a que se refería el hombre que estaba enfrente de él. 

     - ¿Acaso se olvida del convenio con la asociación de niños especiales?... – pregunto alzando una ceja a modo de amenaza, sus manos fueron llevadas a los bolsillos de su chaqueta y en ella se quedaron, la sonrisa en su rostro se ampliaba a cada paso que daba, ese hombre frente suyo, no era nada con el poderío que él gobernaba. 

     - ¿U… usted… es… el presidente de la asociación?... – pregunto temiendo lo peor, sus pasos titubeantes marcharon de regreso al interior del lugar donde seguramente podría protegerse. 

     - Vaya… al parecer ya me recuerda… antes no tenía tantas marcas en el rostro, lo sé… cada una de estos adornos que se encuentran en mi rostro, son cada una de las vidas que no pude salvar… incluyendo a Elisa, ¿la recuerda?... la hermana menor de Deidara… - sacó una de sus manos para mostrar a su compañero, el rubio desde el fondo le miraba con desprecio. 

     - Lo de Elisa fue un error… no fue mi culpa… le dije que no saliera pero me ignoro… no fue culpa mía… - espetaba intentando entrar de nueva cuenta al edificio, más sus pasos fueron interrumpidos por los mismos que el había contratado. 

    - Elisa fue vendida a un hombre por tu propio consentimiento… ¿Cuántos niños van ya?... dudo que lo recuerdes… porque no cuentas los adornos… yo no los olvido… uno más fue añadido a la lista de los que has vendido… solo que ahora no murió… ¿es eso lo que te preocupa?... – sus ojos estaban mas que molestos al ver que de nueva cuenta ese estúpido había jurado en vano proteger a los niños y salvarlos, muchas veces, señores retorcidos llegaban para pedir un niño y ese engreído los proporcionaba como si fuese un prostíbulo. 

     - El consejo dijo… cuida a los niños de todo mal, dales la posibilitad de poder tener una vida normal, si se ve que solo uno esta sufriendo, además de ir a prisión, todos los derechos se te quitarán… en el pasado no se pudo probar… ya que Orochimaru siempre tendía a matar… Naruto no a muerto y las escrituras, además… ya no están en tu poder… - una sonrisa triunfante surco su rostro, tantos años esperando a que ese momento llegara y ahora gracias al pequeño lo había conseguido. 

     ¿Quién iba a pensar que lo que empezó por el antiguo deseo de ver a Elisa nuevamente le llevaría a ese punto donde el malo no gana por esta vez?... cierto fue que desde hace mucho tiempo, un año apenas, de la muerte de la rubia, Naruto había entrado en el instituto, Pein pasaba como todos los días, esperando encontrar aquello que mandara al maldito a pudrirse, nada, en ese día pudo ver como el rubio jugaba animado, aquella sonrisa, los ojos azules, su cuerpo pequeño le trajo a la mente imágenes antiguas de Elisa, día a día el hombre de cabellos naranjas, pasaba cerca a la misma hora, para poder mirar, a Elisa a través de Naruto, hasta que encontró que nuevamente el pelilargo su jugada hacía, su sangre hervía, más no podía hacer nada, solo esperar y buscar información, cosa que esta vez consiguió, los informes de Kisame de mucha ayuda sirvieron, mientras que las investigaciones de su viejo camarada se llevaban a cabo. 

    - Le pido que se marche en este momento de mi propiedad o me veré obligado a llamar a la policía… - concluyó el de las perforaciones, Kabuto con el miedo recorriendo en su cuerpo, apartó con violencia a quienes le obstruían el paso, no iba a dejar que todo lo que le costó crear ese centro, se lo quitaran en tan solo unos minutos, se internó en el edificio y se encerró en la oficina, cerrando la puerta con llave. 

    - Hiciste que se meara en los pantalones… - comentó con gracia para suavizar el ambiente que se había formado Jiraiya. 

    - Suban la música y traigan el sake… que hasta que amanezca no sacaremos a ese cobarde… - pidió en grito la rubia mientras su morena compañera de investigación se movía preocupada de un lado a otro, Tsunade borracha era muy peligrosa, pero más lo era cuando se encontraba sobria. 

    La fiesta continúo dejando de lado lo que dentro del edificio se estaba preparando, las cosas que Kabuto no quería perder se encontraban en ese mismo lugar, su prestigió, sus investigaciones sobre el cuerpo humano y las maneras de cómo contrarrestar enfermedades eran las cosas en las que tenía puestas todas sus miradas futuras y ahora, por una promesa pasada por la cual nunca le habían detenido, estaba a punto de perderlo todo, no lo permitiría, eso nunca lo permitiría, si lo metían a la cárcel, todo su trabajo, todo su dinero, todo lo que había hecho, se echaría a perder, antes de que eso ocurriera, él mismo pondría fin a las cosas. 

    - Sasuke… ¿siempre estaremos juntos?... – pregunto de la nada el rubio siendo protegido por los brazos del moreno. 

    - Siempre lo estaremos… no importa que sea lo que pase, siempre estaré aquí para ti… siempre… - murmuro cuando las ultimas horas de la noche pasaban lentas, todos se divertían con los suyos y ellos dos, permanecían en su mundo, felices sintiendo el calor contrario, pidiendo a las estrellas titilantes en esos momentos, palabras susurradas al viento, pidiendo que en ese instante el tiempo se congelara, sólo para ambos.

Notas finales:

espero que les haya aclarado algunas dudas... ^u^... bien... el final se acerca... dos capitulos mas y se termina... vayan pensando en quien sera el que tome el lugar de este fic en las actualizaciones continuas... ademas... tengo dos preguntas para el descenlace de este fic... si bien no los tomare al pie de la letra... ya que no creo cambiar la opinión que tengo de como terminarlo... pues me gustaria saber...

1.- ¿que quieren que le h aga a Kabuto para que pague sus crimenes?

2.- ¿quieren que naruto vea?...

muchas gracias a todos por leer... nos vemos en el siguiente capitulo, cuidense mucho... felices fiestas... >o<

saludos especiales a mi familia de msn... Clau, Lion, Alden, Gladys, Anne, Sarah, Jez, Gil, y la lista sigue y sigue XD... quien es de mi familia ya lo sabe ^u^... los extraño mucho... espero se la hayan pasado bien en navidad y pronto pueda verlos de nuevo... ^u^... matta ne...


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