Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

El Sendero de la vida por Fullbuster

[Reviews - 569]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Sasuke Uchiha


 


El despertador no sonó, hoy tenía el día libre y me habría gustado quedarme en la cama un poco más con Naruto por aquí, pero no estaba, debía haber madrugado para ir a trabajar. Me estaba enamorando de ese chico y no entendía cómo me había podido pasar algo así.


Me quedé unos segundos en la cama pensando en todo esto, pensando en Naruto y en su forma de ser tan natural, tan opuesta a mí, con tanta vitalidad y energía, tan sonriente… él había cambiado mi percepción de la vida, ahora la veía de una manera muy diferente, ya no era el trabajo lo más importante, claro que era importante… pero veía otras cosas que también lo eran. Veía a mi familia, empezaba a echar un poco de menos aquellas largas conversaciones que tenía con mi hermano antes de mudarse a Alemania, comprendía a mis primos y la ausencia que vivían con su padre… yo no quería ser como mi tío Rasa, quería ser más como Naruto, un chico familiar, alguien alegre y querido, a él le adoraban. Supongo que era muy fácil cogerle cariño a ese chico, se ganaba a todo el mundo con su alegría y su maldita sinceridad.


Cogí el teléfono de mi mesilla y miré de nuevo el listado de llamadas y de mensajes, no me había llegado nada y esperaba la llamada o algo… de mi novia. Yo le había dicho mi opinión sobre lo que estaba ocurriendo, había decidido terminar nuestra relación porque quería empezar algo nuevo con Naruto, algo real, quería dejar de fingir y convertirlo en realidad siempre que él me dejase hacerlo… pero nada llegaba y empezaba a preocuparme de que hubiera ocurrido algo. Llamé de nuevo pero el teléfono seguía apagado o fuera de cobertura, esta situación me desesperaba y me volvía loco. Yo siempre había tenido todo bajo control y ahora… esta situación no la controlaba en absoluto.


Volví a dejarle otro mensaje, esta vez más preocupado al no obtener respuesta al primer mensaje que le dejé hace un par de días. Empezaba a pensar si podía haberle ocurrido algo. Supongo que poco podía hacer excepto esperar a que se pusiera en contacto conmigo.


Decidí desayunar y mientras lo hacía, coloqué la televisión para enterarme de las noticias. Yo era bastante propenso a desayunar escuchando algo, ya fuera la radio, la televisión o lo que fuera, cuando no tenía tiempo, leía el periódico. Me gustaba estar informado del mundo aunque el noventa y nueve por cierto de las noticias solían ser tragedias. Naruto por otro lado… era diferente a mí en su totalidad, él ni siquiera sabía que la televisión existía… por decir algo un poco exagerado. Sí sabía lo que era una televisión, eso era obvio, pero pasaba de ella, no era fanático de verla y de radio… yo escuchaba noticias… él canales de música. Hasta en esas pequeñas cosas éramos completamente diferentes.


En cuanto acabé aproveché la oportunidad ya que Naruto no estaba por casa y llamé al restaurante de la Avenida cercana a la casa de mis padres. Me gustaba ese sitio y aunque a mi novia aún no había podido llevarla debido al intenso trabajo de ambos… era mi restaurante favorito y quería compartirlo con Naruto. Sé que él no estaba acostumbrado a ir a restaurantes de esta categoría y que quizá pudiera sentirse incómodo, pero quería por lo menos darle la oportunidad de ver algo nuevo, de tener otras experiencias en su vida. Reservé para esta noche y miré en mi armario lo que me pondría para ir con él. Creo que casi me lo estaba tomando como una cita… nuestra primera cita, porque yo ya no estaba fingiendo, quería estar con él, quería conquistar su corazón aunque no sabía si él estaría por la labor. Esperaba que sí y que pudiera darme una oportunidad pese a haber hecho las cosas mal desde el inicio. Quería enmendar mi error y proponerle salir juntos de verdad, pero claro… aún no me había respondido mi novia al mensaje aunque yo ya le había dicho de dejar nuestra relación.


Una vez hecho todo estuve revisando el caso de Naruto. En principio no debería tener muchos problemas para ganarlo, aunque necesitaría pruebas y para ello me puse a buscar más testigos en aquel restaurante en el que trabajaba. Me pasé la mañana buscando testigos y encontré a Sasori dispuesto a testificar contra su jefe. Al menos ya había alguien más dispuesto a contar lo que pasó allí realmente aunque necesitaba que Naruto se metiera en el papel, cosa que no conseguía. Era el señor “Santa Verdad”, nunca mentía ni fingía, así que no conseguía que llorase frente al jurado y no sé si lo conseguiría en los días que nos quedaban hasta el juicio.


Decidí al terminar irme a la casa de mis padres, quería ver a Naruto y saber si estaba bien después de lo de anoche. Me sentía un poco culpable por no haber podido ir a cenar con él, lo había preparado todo y yo estuve hasta tarde enfrascado con el trabajo. Quería compensarle con el restaurante de hoy y lo haría, aún así… después de tener la mañana ocupada decidí tomarme la tarde libre le pesase a quien le pesase. Era la primera vez que iba a escabullirme del trabajo sin tener miedo a las repercusiones y todo era gracias a ese chico rubio.


Supongo que empezaba a ver lo que era realmente importante en la vida y no era el trabajo, era estar con la gente a quien quería, uno de ellos era sin duda Naruto. Contento como estaba me fui a casa de mis padres y aparqué frente a la puerta preguntando al servicio donde se encontraba Naruto. No pudieron responderme ya que lo habían visto hace mucho y ya no sabían dónde podía estar. Fui hacia la cocina para salir por la puerta trasera al jardín cuando sonó mi teléfono. Era Neji.


Parecía que seguía dándole vueltas al tema de Naruto y ahora más que nunca desde que no había ido al trabajo, imaginaba que era por ese chico rubio por lo que yo no había ido y tenía razón, pero fue mi decisión, preferí estar al lado de él aunque me costase mi trabajo. Neji no entendía cómo había podido tomar una decisión de esa magnitud tan a la ligera, pero no era a la ligera, era cuestión de sentimientos y lo que sentía por ese chico era muy real.


Cuando colgué el teléfono seguí buscando a Naruto y lo encontré en cuanto bajaba las escaleras de la terraza de la cocina hacia el jardín. Él venía a paso rápido de la pasarela que llevaba hacia el garaje o más bien… hacia la casa del chófer. Sabía que le estarían montando una fiesta a Kiba así que en cuanto acabásemos de cenar volveríamos aquí para celebrar con Kiba su cumpleaños. No creo que hicieran mucho, más bien le darían las sorpresas y mañana por la tarde harían la auténtica fiesta con sus amigos, o eso imaginé yo ya que era aún muy pequeño como para estar levantado muy tarde.


- Ey Naruto – le llamé y se sorprendió asustándose, eso sí que no me lo esperé - ¿Estás bien?


- Sí – me dijo forzando una sonrisa – estoy perfectamente ¿Te parezco mal?


- Mal no… extraño más bien. ¿Seguro que estás bien?


- Ya te he dicho que sí.


- De acuerdo… sólo venía a invitarte a cenar ¿Te acuerdas? Te comenté que te llevaría.


- ¿Hoy? Pero mira mis pintas – me dijo señalándose la ropa poco formal comparada con la mía.


- No importa, así estás perfecto.


- No mientas, no es cierto.


- Estás guapo de todas las formas, da igual lo que te pongas. Si quieres te llevo a casa y te cambias.


Al final decidimos que iba bien tal cual, tampoco es que él tuviera ropa elegante así que daba lo mismo cómo fuera, a mí no me importaba su forma de vestir mientras estuviera conmigo. Sé que la gente esperaría en ese restaurante que fuéramos elegantes, por mí… podían mirar hacia otro lado si lo preferían.


Llegamos al restaurante y sé que la gente miraba extrañada a Naruto por la forma de vestir con que venía, yo pasé y me fijé únicamente en su radiante sonrisa y en cómo miraba todo con entusiasmo. Sonreí al verle a él, la emoción de ver todo por primera vez. Me alegré por ello, de ser el primero en traerle a un lugar así.


El camarero nos indicó la mesa y nos sentamos. De la carta que nos dieron, Naruto sólo hacía que preguntarme qué era cada cosa y es que tenían unos nombres y algunos ingredientes que él no había escuchado jamás. Tuve que explicarle todos los platos y sonreía al verle susurrarme mirándome por encima de la carta intentando disimular que no me preguntaba. Cuando nos sirvieron la comida, me fijé en los ojos de Naruto, creo que no era su estilo en absoluto.


- ¿Se supone que esto me tiene que llenar? – me preguntó mirando lo poco que habían puesto y me reí.


- No es para llenarte, son platos de diseño.


- Pero tengo hambre y se supone que la comida tiene que quitarme esa sensación. Con esto ni empiezo – me dijo sonrojado y yo sonreí.


- Pruébalo y te prometo que luego dejaré que me lleves donde quieras.


Conseguí que dijera que estaba bueno aunque seguía insistiendo en que no le llenaba así que tras pagar y ver los ojos desorbitados que ponía Naruto por la cantidad que era ese plato tan “Pequeño” como él le llamaba… salimos del restaurante.


- Oye Naruto… ¿Seguro que estás bien? Has estado un poco distante y menos hablador que de costumbre.


- Sí, estoy perfectamente – me dijo sonriendo.


- Conmigo no finjas.


- Es que… tú chófer o el de vuestra familia… me ha besado – me dijo de golpe y me sorprendí.


- ¿Qué?


- Sabe lo del trato y no sé cómo, yo no le he dicho nada. Me comentó que acabarías haciéndome daño y que quería… no sé… supongo que quería conocerme mejor.


- ¿Y qué quieres tú? – le pregunté aunque quería que dijera que estaba bien conmigo… pese al trato.


- No lo sé. Todo es confuso. Está este trato y luego… mi juicio y Yahiko que me besa de repente, ya no sé qué pensar.


- ¿Qué te parece si me llevas a un buen lugar de comida y así te puedo demostrar lo que es una primera cita? – le pregunté.


- ¿Es una cita? ¿Te han pillado el trato y hay que fingir o qué? – preguntó extrañado.


- No, nada de eso. Me gustas y quiero dejar este trato… quiero estar contigo – le dije sin rodeos.


Naruto se quedó sorprendido con la boca abierta de par en par y lo único que me pudo articular fue un “¿Estás seguro de eso?”. No pude hacer otra cosa que sonreír y decirle que sí, estaba al cien por cien seguro de que le quería, estos sentimientos no los había tenido por nadie más, no tan intensos como los tenía por él.


- Quiero salir contigo, enserio, sin mentiras y sin tratos de por medio. ¿Me harías el honor de ser mi novio? Al menos formal.


- Sí – me dijo – acepto.


- Venga… veamos dónde quieres llevarme.


- A un lugar donde nunca has ido – me dijo sonriendo y salimos caminando hacia la parte sur de la ciudad.


Llegamos hasta un pequeño restaurante japonés aunque tenía bastante mala pinta por fuera, pese a ello entré siguiendo a Naruto que saludó con efusividad al dueño del lugar. Pidió dos cuencos de Ramen y aunque yo no sabía lo que era, acabé comiéndolo. Estaba bueno y era un cuenco hasta arriba, cómo lo que le gustaba a él. No pude evitar sonreír… creo que éramos muy diferentes… pero también había algo bueno en ello, nos complementábamos, nos atrevíamos a probar la vida del otro y eso me gustaba. Yo le enseñaba cosas nuevas y él me enseñaba cosas a mí. Nunca estuve tan seguro como hoy que Naruto era mi chico perfecto y al salir del restaurante, no pude evitar besarle con pasión, nuestro primer beso auténtico en todas estas semanas y fue el que más disfruté.


 


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).