XIX
Susan y Mary se sentía como unas verdaderas campeonas, tan bien como ganar un concurso de ciencias o ganar un premio nobel, ya que esa Jenny se había ido y parecía que no se asomaría de nuevo a la vida de Gil por un buen rato.
Oh si, era como evitar una amenaza mundial con solo mover una mano.
-Seguramente se sintió intimidada por nosotras- trato de vanagloriarse Susan.
-Más bien fue que Gil la ignoro todo el rato- Pero el raciocinio de Mary no ayudaba mucho a la causa.
-Como sea, esa chica ya se fue-
-Y pueden llegar otras-
-No dejas disfrutar el momento Mary, eres una aguafiestas ¿lo sabias?-
-Solo trato de ser racional, Jenny se fue de momento, pero eso nos da una idea de que tan alta puede ser la competencia-
-Tienes razón-
-¿Se te ocurre una idea?-
-¿No tienes ya una? Por ese todo ese sermón-
-No es sermón, solo estoy diciendo lo obvio-
-¿Podemos dispararles con rayos laser?-
-Una idea que si funcione y no nos meta a la cárcel o peor, nos terminen expulsando de la universidad de genios por crear cosas en contra de la política de la escuela como a Bling-bling-
-O que nuestro papá nos castigue de nuevo-
-Eso también-
-…investigar-
-¿Qué?-
-¿Qué otra cosa se nos da bien aparte de inventar? Pues investigar, tomemos a Gil como nuestro nuevo objeto de estudio-
-Muy buena idea Susan-
-Lo se, soy una genio-
-Igual yo-
-Pero a mí se me ocurrió primero-
-Entonces genio, ¿Dónde se te ocurre empezar a investigar y estudiar? Hemos estado observándolo pero eso no nos ha ayudado mucho… al contrario terminamos distrayéndolo mucho, así que un estudio por observación está descartado-
-Este… ¿revistas?-
-¿En serio Susan?-
-Oye, sabes tan bien como yo que algunos artículos de ellos ayudan a comprender la psique masculina de varones contemporáneos a nuestra edad-
-Y el otro 70% es puro chisme, y chisme que no se sabe al 100% si es verídico o mentira-
-También podemos usar el internet-
-Otro lugar donde no se puede saber si es 100% seguro si la información es fiable-
-Oye deja de quejarte, es lo que tenemos por el momento, prende tu computadora y empieza a investigar qué es lo que le gustan a los chicos lindos-
-Okey, ¿no podríamos preguntarle a Johnny? Es un chico después de todo, y pasa tiempo con Gil después de todo-
-¿Ah Johnny? Susan es prácticamente aun un niño, seguramente aun ni le gustan las niñas. ¡Que vergonzoso pedirle consejos románticos a tu propio hermano menor!-
-Solo decía, él podría saber algo, cabe la posibilidad-
-Gil seguramente solo lo ve como un hermanito, dudo que le comparte algo de información que nos sea útil para seducir a Gil-
-Sí, quizás tengas razón-
Que tan equivocadas podían estar las gemelas a pesar de ser unas supuestas genios. Oh bueno, hasta el más precavido puede cometer errores alguna vez.
En este caso las gemelas si hubieran dado con su hermanito quizás sabrían más cosas de Gil y deducirían otras cosas, pero ellas lo descartaron. Ahora se encontrarían con su información en el internet tratando de saber qué forma se verían atractivas para su amor platónico, además de otras cosas.
El internet es muy basto, lleno de información útil y otra basura. Eso sí, por descuido algunas veces se puede encontrar cosas MUY interesantes así como inesperadas.
+*+*+*+
Arnold sentía que escuchaba un reloj imaginario en cuenta regresiva, como en un temporizador de una bomba en algunas ocasiones.
Eso le paso mucho en el ejército cuando estaba en misión, también le paso mucho cuando se encontraba trabajando como guarda espaldas. Estaba consiente que en cualquier momento algo pasaría, normalmente algo peligroso por la clase de trabajo que había elegido poniendo en riesgo su vida.
En estos días trabajaba como guardaespaldas pero ese reloj que escuchaba en el fondo de su mente no era especialmente dedicado por algún peligro.
Arnold no se considera un genio, pero le parecía increíble que aun nadie notara la mirada de Gil cuando estaba junto a Johnny. Quizás era porque ambos eran chicos, o porque Johnny era años menor que Gil, sería más fácil relacionar la idea que vería al chico cabeza de flama como un hermanito a otra cosa más romántica.
A él también se le pudo haber pasado desapercibida sino fuera que ya estaba familiarizado al verla todas las mañanas en el espejo al arreglarse porque había estado soñando con cierto tutor de acento ingles.
Sabía que era gay pero imaginar sentir algo por el tipo de persona que era Simón era algo que jamás se hubiera esperado, en otro momento se concentraría en tratar con el asunto, normalmente no le gustaba relacionarse de esa manera con compañeros de trabajo, se preguntaba hasta qué punto podría llegar a aguantar.
Después de todo no creía que el profesor del hijo de los Perrish llegaría a sentir lo mismo que él, eran amigos y colegas, pero algo más no creía.
El reloj seguía sonando, pensó en que llegaría a explotar esta situación, y quien sería el primero en enterarse, primero Johnny o los padres de Gil, quien sabe, esperaba que ninguno de ellos reaccionara mal. Le agradaba el muchacho lo suficiente como para esperar que no recibiera rechazo cuando se llegara a saber lo que sentía y por quien, o mejor dicho, el género de persona por la cual sentía afecto.
No todos puedes tomar bien aquella noticia.
+*+*+*+
Habían pasado un par de días desde que Jenny se había a California en busca de mejor compañía según ella. Gil agradecía a los cielos de que lo hubieran librado de esa presencia desagradable y regresar a la rutina junto a Johnny y su familia, aunque también deseaba que algunas cosas cambiaran, y para eso no debía esperar la ayuda de los cielos si no hacerlo por sí mismo.
Miro a Johnny a su lado, estaban sentado en una hamaca que habían colgado en los arboles del jardín. Antes de que apareciera Jenny planeaba hablar con Johnny de lo que sentía y luego no había tenido oportunidad de hacerlo de nuevo. Ahora un par de días después por fin estaban solos, y continuaría donde lo había dejado.
Se las habían pasado nadando en la alberca gran parte del día. Estaban tan pegados el uno al lado del otro, la hamaca era grande pero al final el peso de ambos descansaba en el centro por efecto de la gravedad. Aun se encontraban húmedos de pies a cabeza, sus pieles estaban frías pero sus cuerpos estaban tibios, estar uno junto al otro lejos de ser algo incómodo en la hamaca era muy cómodo.
Ambos habían tomado un par de botellas de refresco de cereza y hablado un poco de una salida de nuevo al parque de patinetas para que Gil estrenara correctamente su nueva patineta.
-Estoy seguro que te moverás mejor con ella-
-Sera divertido, junto a ti-
-Claro que estaré ahí, siempre es muy divertido pasar el rato juntos-
-¿Siempre?-
-Si-
Gil se encontraba un poco nervioso, no sabía con exactitud como expresarse con palabras lo que quería comunicar, ¿realmente existían palabras que pudieran hacerlo? Si las había en este idioma aún no se las sabía.
-Me agrada mucho estar a tú lado-
-A mí también Gil-
Desde que había conocido a Gil habían pasado muchas cosas, había pasado relativamente poco desde ese primer encuentro en la selva lluviosa, pero se sentía que había sido hace mucho y que ya conocía a Gil desde hace años, se sentía feliz simplemente compartiendo esta clase de momentos los dos, se sentía simplemente bien.
Gil pasó su brazo sobre los hombros del menor, Johnny ya no se extraña por estas muestras de afecto que invaden su espacio personal, con Gil no hay tal cosa como demasiado cerca. Pero esta vez es diferente.
Johnny se recarga en el pecho más grande, es cálido y puede sentir el palpitar del corazón del contrario.
Para ambos rubios ya es algo natural estar uno tan cerca del otro, más que con cualquier otra persona.
Ambos tenían aroma a agua con ozono*, aun así Gil podía percibir los aromas típicos que acompañaban siempre al menor, dulce por las golosinas, un poco de picante, y el aroma que era Johnny, simplemente Johnny.
-Soy… muy feliz junto a Johnny-
-¿Gil?-
Esas últimas palabras extrañaron un poco al menor, sentía que Gil quería comunicar tanto con tan pocas palabras, alzo la vista y ambas miradas chocaron, algo en esa mirada de la cual se daba cuenta que tan profunda podía llegar a ser le puso la piel de gallina.
Había algo en esa mirada que lo hipnotizo hasta tal punto de no ser capaz de mover un solo musculo a pesar de estar consiente que el rostro del contrario se acercaba centímetro a centímetro al suyo.
El primer beso de Johnny supo a soda de cereza.
Los labios de Johnny eran suaves y cálidos como la más amable de las caricias, había besado a pocas personas en su vida, la mayoría de las mujeres de las aldeas de la selva solo estaban interesadas en procrear** para presumir su fertilidad o que se habían acercado a él de esa manera, cariños como ese no les interesaban mucho, hacerlo con Johnny se sentía muy bien.
Era como sentir miles de hormigas recorrer todo tu cuerpo, lejos de ser desagradable, como le llego pasar algunas veces en la selva en la vida real, esta sensación era placentera.
Cuando se separaron grandes ojos azules lo observaban fijamente. Era como ver la mirada de la creatura más indefensa del mundo mirando directamente a su depredador. Gil por un momento pensó que quizás sus acciones al final habían asustado al menor, quizás lo que hiso era mal visto en esta parte del mundo, quizás Johnny lo o…
Unas manos más pequeñas que las suyas tomaron su rostro y eliminaron la distancia nuevamente juntando de nuevo sus labios, podría pasar días enteros saboreando y sintiendo el calor de esos labios con los suyos.
Johnny no lo miro espantado, simplemente totalmente asombrado, el beso lo había tomado por sorpresa, especialmente de saber de quién era, Gil, su amigo, el chico que había encontrado en la selva y que gracias a él había sobrevivido a los peligros de ella, Gil, quien a veces parecía ingenuo con tantas cosas del mundo, Gil, con quien había pasado prácticamente cada día hasta el punto que no recordaba algún día de esas semanas en que no lo pasaran aunque sea un par de horas juntos.
-Yo también soy muy feliz junto a ti, Gil-
Johnny realmente era muy feliz junto al mayor, cada pequeño momento, cada anécdota compartida, cada nueva emoción vivida, esos recuerdos que se iban juntando poco a poco en su memoria junto a Gil desde la selva hasta ese día, todos eran muy felices.
Brillaban en su memoria y deseaba experimentar más junto al mayor. Esto se sentía tan bien que por ningún momento le paso por la cabeza que este beso era algo malo, no era empalagoso como en los hacían parecer las totas películas y series románticas a las cuales eran aficionadas sus hermanas y madre, era cálido, era suave, se sentía bien.
Era un nuevo sentimiento de felicidad que no podía describir con palabras y le daban ganas de sonreír de oreja a oreja todo el día.
Cielos, se había enamorado y apenas se daba cuenta.
+*++*+
-Que…-
-Esto-
Fue un descubrimiento meramente accidental, accedieron a un linck en el ciberespacio y les apareció un mundo completamente nuevo de conocimiento. Pudieron cerrar la pestaña inmediatamente después de notar que algo raro andaba con la página, pero no lo hicieron, pudieron ignorar lo que encontraron en ella como demás información basura que llegaban a encontrar en sus investigaciones pero tampoco lo hicieron, en su lugar leyeron, vieron e incluso escucharon lo que esta nueva información les estaba brindando.
-Esto… ¿realmente lo hacen los hombres?-
-Aja-
-Es físicamente ¿posible?-
-… seee-
Siendo unas genios normalmente solo se interesaban en investigaciones, invenciones, descubrimientos y estudios, como adolecentes hormonales en crecimiento aun también tenían los gustos de cualquier chica de ver chicos lindos y guapos, las cosas lindas, ver historias de romance, pero por lo otro de ser unas científicas muchas veces olvidaban lo segundo, eran adolescentes, aun no sabían todo lo que había en este mundo.
-Pero, pero…-
-Tú lo acabas de ver-
En serio aún les faltaba mucho que ver y aprender. Y como científicos cuando algo despertaba su curiosidad era difícil apaciguar esa pequeña comezón irritante que les exigía saber más.
-…-
-Tal vez, debamos investigarlo-
-Tal vez-
*+*+*
*la madre de Gil había decidido utilizar ozono en vez de cloro ya que había escuchado que era menos irritante y más natural para mantener el agua limpia de la alberca (el ozono huele? Ni idea pero imaginemos que sí),
**me baso en una vieja leyenda mexicana prehispánica que a una mujer por no poder tener bebes aun con su marido las demás mujeres se burlaban de ella diciendo que era infértil, hasta el punto de aprediarla porque estar cerca de ella pensaban que contagiaría su infertilidad o algo asi, justo cuando por fin había quedado embarazada, si a alguien le parece triste esta parte no se preocupen, ella se vengo ya que su padre o abuelo era una especie de chaman y le enseño las artes espirituales y en las noches se quitaba la piel para arrancarle el corazón a las mujeres que le agredieron, su esposo se entero y ps tubo que hacer algo… no se si las mujeres de la selva sean asi de hacer bulling a las demás mujeres que no queden embarazada o practiquen magia negra, pero supongamos que lo primero si en esta historia, da cierto prestigio poder criar muchos bebes en la selva o algo asi
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