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Reemplazando a mi hermana por Fullbuster

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Pain entró cabreado por su dormitorio dando un portazo tras él. Sabía perfectamente que no podía enfrentarse a Itachi y pese a que le habían apartado a Deidara de su lado momentáneamente por los acontecimientos sucedidos, también tenía en mente que ese chico siempre sería suyo. Itachi no podía negarle el derecho a ver a su criado y ambos lo sabían. Lo único que le había impedido era volver a tocarle en público, algo que arruinaba sus planes para molestar a Naruto, pero no impedía en absoluto que disfrutase todas las noches de él hasta conseguir dejarle embarazado.


Si su tío tenía razón, pronto obtendría resultados. Llevaba unas semanas acostándose con él, en dos o tres semanas más debería tener resultados, un mes a mucho tardar debería de empezar a ver si realmente ese chico era tan fértil como decían los rumores. Ante aquella idea sonrió. Tendría al heredero que tanto buscaba para su trono en el Reino de la lluvia y además, tendría un legítimo heredero para el trono del Reino del viento. No se conformaría simplemente con su territorio, acabaría arrebatando también el de su tío. Sólo tendría que encontrar la forma de deshacerse de Konan y de conseguir que la gente reconociera a Deidara como Rey y como hijo de los Namikaze. No sería complicado que la gente supiera que Deidara era un Namikaze, el problema vendría cuando Deidara se enterase y quisiera oponerse a ese matrimonio forzado con él. Aún no sabía cómo controlaría a ese chico cuando se diera cuenta, pero le necesitaba si quería gobernar su reino. En algún momento tendría que contarle la verdad y era un gran riesgo.


Alguien tocó a la puerta de su dormitorio y al dejarle pasar, vio a Hidan, su consejero más fiable que entraba.


- ¿Me había mandado llamar, majestad? - preguntó.


- Sí, pasa. Tengo algo importante que consultar. ¿Cómo crees que reaccionaría Deidara si supiera la verdad?


- Yo no se lo aconsejo - comentó Hidan - Ese chico le odia. A menos que tenga algo con lo que tenerle bajo control, preferiría mil veces suicidarse a darle a usted su reino. Ahora mismo no sabe todo lo que tiene que perder si se queda embarazado de usted pero... si supiera que su hijo puede gobernar, rehusaría de inmediato casarse con usted con tal de no darle el dominio de su reino. Es muy mala idea.


- ¿Crees que Itachi podría arrebatármelo?


- Por el momento no tiene opción. Si la tuviera, ya lo habría hecho. Ese chico no recuerda nada y mientras siga así, no podrá elegir. Cree que es un campesino y los campesinos no toman decisiones, sólo obedecen y lo que Deidara sabe es que usted es su dueño. A menos que recordase que es Rey y decidiera entonces quedarse aquí, Itachi no puede hacer nada. Quizá la mejor opción de Itachi es intentar hacerle recordar para que pueda decidir.


- El mayor obstáculo es Naruto. Es el heredero y reconociendo a su hermano es posible que me lo arrebatase.


- Es un chiquillo, no sabe la diplomacia entre naciones. Le falta mucho por aprender. Tampoco puede demostrar que es su hermano, está claro que todos sabemos que Deidara es un Namikaze, pero mientras haya alguien que desmienta eso, no se puede comprobar, siempre quedará la duda en el pueblo, no puede Naruto arriesgarse a decir que es su hermano sin poner a varias naciones en su contra. Además, si le quitasen a Deidara, sería como declarar la guerra contra usted y contra su tío, serían dos reinos contra uno y no les convendría en absoluto.


- Intentarán hacer que recuerde por sí mismo para desacreditarme a mí.


- Es lo más lógico. Itachi es un duro contrincante, no le gusta la guerra y trata de arreglar todo con su ingenio. No arriesgará a todo un reino sin más, pensará todas las maneras posibles antes de llegar a un conflicto armado.


- Gracias por tus consejos, puedes retirarte.


Hidan hizo una reverencia antes de salir y se marchó cerrando la puerta tras él. Estaba a punto de marcharse por el pasillo cuando un chasquido le llamó la atención y se giró para ver quién le llamaba. Al fondo escondida tras una esquina se encontraba Konan y tras mirar a ambos lados que nadie le miraba, caminó hasta ella entrando en su habitación y cerrando tras ellos antes de abalanzarse a besarla.


- ¿Estás bien? - le preguntó Hidan preocupado.


- Sí. Desde que está Deidara por aquí apenas veo a Pain. ¿Cómo ha ido?


- Está preocupado por la situación. No le ha gustado nada que Itachi le llamase la atención pese a que no pueda hacer nada aún para arrebatarle a Deidara.


- Sí, eso me lo imaginaba. ¿Qué quería saber?


- Me ha preguntado si sería buena idea que Deidara recordase todo. Le he dicho que no. Si recordase todo Deidara seguramente querría quedarse y no estaría Pain dispuesto a permitir algo así, antes lo mataría a dejarle quedarse con Itachi.


- Es muy posible. ¿Qué haremos, Hidan?


- Por el momento, sería conveniente que Deidara no recordase nada para no meter a Itachi en problemas pero... aún así, esto acabará en una guerra tarde o temprano.


- ¿Cómo podemos ayudar a Itachi?


- Habría que conseguir que Orochimaru y Pain se enfrentasen o al menos, que no se aliasen. Eso es lo más complicado ya que son familia.


- De eso puedo ocuparme yo - comentó Konan - Si mantengo a Deidara bajo el dominio de Pain, es posible que consiga enfrentarlos. Orochimaru está obsesionado con Deidara, querrá recuperarle y es capaz de crear una guerra contra su propio sobrino tan sólo por sus caprichos y obsesiones.


- Podría ser de ayuda si ambos se enfrentasen. El problema sería cómo lograrlo para debilitar sus fuerzas antes de que los Uchiha atacasen y pudieran reconquistar el reino.


- Planearé algo - dijo Konan - Por el momento sigue tratando de aconsejar a nuestro favor a Pain. Tienes su confianza, no dudará de tus palabras.


- Lástima para él que sólo sea un traidor a mi reino.


- Yo tampoco planeé enamorarme de ti - le dijo Konan sonriendo antes de besarle de nuevo - construyamos un reino mejor, podremos hacerlo si estamos juntos.


- Eso si no me acusan de alta traición y me ejecutan.


- No lo harán, yo no lo permitiría.


En el salón del trono, Itachi atendía a las súplicas y pedidos de sus súbditos o eso debería de hacer. Pese a estar allí presente en cuerpo, su mente estaba demasiado lejos de los problemas de los ciudadanos, pensaba en Deidara y en que esta vez podía haberle librado de Pain, pero no sabía por cuánto tiempo más. No podía impedirle a Pain disponer de su súbdito y si Deidara no recordaba, no podría ayudarle. Aun así, darle ayuda le ponía en una difícil situación, más cuando dos reinos se unirían en su contra, no podía combatir contra dos. Quizá sólo tenía que esperar al mejor momento para atacar, al momento de mayor debilidad entre sus enemigos.


- ¿Itachi? - preguntó Iruka consiguiendo sacarle a la realidad - están esperando la respuesta.


- Les pagaremos las reses que se escaparon. Que se rompieran las vallas por la intensa lluvia que arrastró el barro es culpa nuestra por no haber arreglado a tiempo el camino - dijo Sasuke salvando a Itachi de no haberse enterado del problema.


- Muchas gracias, majestad - comentó el aldeano saliendo alegre del salón del trono.


- Lo siento, ando un poco espeso hoy - comentó Itachi.


- Ya lo he visto. Menos mal que estaba yo aquí. Veo que aún andas preocupado con el tema de Deidara.


- Cada vez se complica más. Estoy convencido que Pain quiere terminar pronto las negociaciones para llevárselo de nuevo a su Reino y ya no sé cómo ralentizar las negociaciones. Se me agotan las ideas.


- Encontraremos una solución.


- ¿Estás movilizando al ejército?


- Sí, pero cuesta dar órdenes tratando de conseguir que no me descubran. Todos los soldados están en alerta por si Pain hiciera alguna locura.


- No creo que se precipitase estando aquí retenido en mi castillo. Es posible que para el día de su marcha o días posteriores pensase en cómo derrotarme.


- Creo que si ya no me necesitas por aquí, iré a ver a mi esposo - comentó Sasuke sonriendo levantándose del trono.


- Su esposo salió hace un rato - dijo Iruka.


- ¿A dónde?


- Dijo que ensillasen su caballo, quería dar una vuelta, iba con unos guardias.


- ¿Y Pain?


- Creo que estaba en su dormitorio, señor.


- Ordena que ensillen mi caballo, voy a salir también - ordenó Sasuke.


Sasuke salió del salón para ir a su habitación a cambiarse de ropa. Necesitaba ropa cómoda para montar a caballo. Ya que Naruto había decidido salir a dar una vuelta, tendría que ir a buscarle aunque al menos le habían quitado un peso de encima el saber que Pain no andaba cerca de él. Ninguno de los dos debería intentar matarse. Al salir del cuarto, se encontró con Konan seguida de cerca por su guardaespaldas, un joven de cabello blanco muy bien peinado, seguramente algún noble de su reino. Cuando preguntó por Pain y Konan confirmó que había salido, es cuando realmente se preocupó por Naruto, saliendo corriendo hacia las caballerizas y montando a caballo, salió corriendo en su busca.


Naruto había salido a dar una vuelta con sus guardias pero no esperó cruzarse con Pain paseando no muy lejos de la zona. Fingió no saber nada y saludó con cortesía mientras Pain saludaba también con una sonrisa pidiéndole pasear con él un rato. Aquello no le gustó a Naruto, pero tampoco podía decirle a un Rey que no quería pasear con él, así que no le quedó más remedio que asentir.


Estaban hablando tranquilamente pese a que Naruto sentía el peso de la afilada lengua de Pain, captaba sus indirectas y fingía no tener conocimiento de lo que hablaba. Ni siquiera se dio cuenta Naruto cuando su caballo se asustó y salió a galope tendido hacia el bosque. Trató de frenarlo aunque sabía que hasta que el miedo no se fuera del cuerpo de aquel animal, no cesaría su galope. Los guardias le seguían tratando de frenar al caballo pero lentamente, les perdió de vista excepto a Pain, que seguía tras él.


Cuando Naruto consiguió frenar el caballo, lo anudó a uno de los árboles y pensó en cómo pillar desprevenido a Pain. Esta vez no fallaría y menos dándose cuenta que Pain tampoco iba a contenerse con él. Miró hacia el camino y apuntó con el arco, su sorpresa vino cuando Pain le atacó desde atrás lanzándole contra la fría agua del río. Naruto supo en aquel momento que estaba acabado, tenía miedo al agua, sentía cómo Pain le hundía más y pese a tratar de salir hacia la superficie, era imposible.


Pensó que moriría allí cuando el peso de Pain sobre su cuerpo cesó. Se había levantado y al incorporarse para coger aire, se dio cuenta que estaba marchándose del lugar. Sasuke bajaba de la colina hacia él y le ayudó a ponerse en pie mientras le pasaba una capa por encima tratando que entrase en calor.


 


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