Gil de la selva por minima

XXIX

Son este tipo de cosas que pasan cuando no las planeas.

Estaban en el cuarto de Gil, compartiendo besos y caricias.

Dukey estaba en el jardín junto a Arnold y Simón platicando, compartiendo anécdotas y pensando en darles algo de tiempo solos a los jóvenes novios. Ajenos a que tan lejos las pasiones juveniles llegarían ese día.

Aun cuando Gil ya es casi un adulto y Johnny es un joven entrando en la adolescencia, por sus caracteres y comportamientos infantiles la mayoría de las veces era fácil para la gente que los conocía tomarlos aun como niños, a veces se les pasaba u olvidaba tomar en cuenta que eran jóvenes con unas hormonas muy activas y que su amor no siempre se limitaría a simples besos o caricias.

La cama de Gil era grande y cómoda, un buen lecho para descansar, pero en ese momento no precisamente la estaban usando para ello él y su pequeño novio. Las cobijas y sabanas estaban desordenadas bajo ellos, que poca importancia les daban, ambos estaban más que concentrados en el otro que en mundo que les rodeaba.

Los besos que compartían eran más apasionados, con más hambre de la acostumbrada, el hormigueo que les atacaba cuando estaban juntos y que solo parecía tranquilizar cuando estaban en contacto era mucho más grande, no parecían tener suficiente del otro, de sus bocas, de sus caricias, besos, era la primera vez que Johnny se sentía así y se dejaba guiar por su instinto, Gil, por otra parte, no era ajeno a estas sensaciones pero era la primera que las experimentaba con tal intensidad.

Las manos de Gil ya se encontraban bajo la camisa de Johnny acariciando esa piel suave y tibia, podía sentir el corazón del de cabellos de llamas bajo su tacto, era como sentir el aleteo de un pájaro frágil pero fuerte.

Estaban tan excitados que ya podían sentir la erección del otro aun atrapadas dentro de sus ropas pero igualmente friccionándose contra el otro. Y en lugar del nerviosismo o el miedo a las nuevas sensaciones, Johnny lo sentía tan natural que deseaba sentir más de esto.

Era como el hambre, no se sentirían satisfechos hasta devorar al otro por completo.

Sintiendo la ropa estorbar Gil fue en librarse de esta primero, por un momento ambos cuerpos se separan sintiendo frio por la falta de la cercanía del otro, el mayor se libró de la camisa mostrando ese torso bronceado de músculos marcados, y bajo la expectante mirada del menor empezó a librarse de los pantalones también.

No era la primera vez que estaba tan cerca de aquel cuerpo tan bien formado o de que este estuviera semi desnudo, pero era la primera vez que estaba en este tipo de intimidad y Johnny cayo en cuenta que lo que esto si no se paraba iría a algo más serio, ya no habría vuelta atrás, y lo ansiaba.

Imitando al mayor el chico cabeza de llama comenzó a desnudarse igualmente, en un par de segundos ahora eran dos chicos desnudos los que se besaban y acariciaban sin ningún tipo de ropa.

Algunos dirán que eran chicos apasionados e imprudentes, otros que estaban demasiado enamorados, quizás era un poco de eso y más.

Piel contra piel friccionaban guiados por el instinto más básico de todos, entre sus cuerpos calientes sus mientras se rozaban entre si enviando descargas eléctricas por todo su cuerpo.

*+*+*

Después de levantarse con un dolor de cabeza y confusas las gemelas salieron de su casa buscando a alguien que les aclarara su reciente duda y confusión, pero encontraron la casa sola a excepción de ellas. Encontraron una pequeña nota en el refrigerador con letra de su madre y padre aclarando que habían salido a un encargo, no especificaban nada claro así que ambas supusieron que quizás iban al mandado o algo por el estilo.

No tardaron mucho en concluir que probablemente Johnny y Duke se encontrarían con sus vecinos si no estaban en la casa. Saliendo al jardín y dando un vistazo sobre la cerca en efecto encontraron al can junto al tutor privado y guardaespaldas de su rubia admiración.

Pero no veían en ninguna parte al par de rubios de ambas casas.

Haciendo un par de señas llamaron la atención del trio en el jardín y le indicaron a Duke que se acercara a ellas.

-Chicas, veo que ya se desertaron. Por un momento temí que tuvieran una conmoción cerebral por la forma que me contaron en que terminaron dormidas anoche-

-No tenemos ninguna conmoción, aunque si nos levantamos con un ligero dolor de cabeza-

-Hey… ¿Y dónde está Johnny?-

-Adentro con Gil-

-Oh, mmm ¿entonces no fue un sueño?-

-¿O una alucinación auditiva?-

-¿Hablan de que Gil y Johnny son novios? No, no fue un sueño o alucinación, por eso mismo terminaron azotando el suelo en la noche-

-…-

-Chicas, ¿están bien? Sé que la noticia les cayó de sorpresa, pero no es tan malo, ahora tienen un cuñado guapo- trato de bromear el can al ver a las chicas con esa expresión entre de sorpresa y shock.

-Al menos sabemos que tanta “investigación” no nos volvió locas- comento más para sí Mary que para Duke.

-Aja… es un hecho sorprendente-

-Demasiado-

-¿Chicas?-

-Solo estamos tardando un poco en procesarlo-

-Es como… nos sorprende, simplemente nos sorprende demasiado-

-Sí, demasiado- y con ese último comentario ambas chicas regresaron a la casa.

En opinión de Duke habían reaccionado mejor de lo que se imaginaba.

No había explosiones, rayos laser o un ataque de histeria, sip, esto había salido muy bien.

*+*+*

-Ugh, ¡Gil!- Había sido demasiado para Johnny, tanta fricción, tantos besos y excitación, se había corrido antes que su novio, no lo pudo evitar, ahora su semilla manchaba ambos abdómenes.

Observando a su pareja tras su orgasmo mira una de las escenas más memorables de su vida, sonrojado, sudoroso, era tan pero tan bello.

Su mano fue a su vientre tomando el esperma derramado, aun tibio y viscoso.

-Yo… lo siento, yo, fue demasiado- algo avergonzado por su reciente orgasmo y reciente desastre miro a su novio, él quería, no estaba seguro de que era lo que quería, quizás terminar juntos en el orgasmo y no terminar prematuramente antes que Gil.

Gil le beso y empezó a masajear ambos miembros, con lo sensible que estaba después del asiente orgasmo no falto mucho para que su flácido miembro volviera a endurecer. No hacía falta palabras para el mensaje de Gil, esto aún no acababa.

Algo que noto extraño fue que después de un rato la mano de Gil fue al sur, mucho más al sur. De su joven falo masajeo sus testículos y luego fue más abajo donde sus dedos se empezaron a perder entre sus glúteos. Era inusual, pero no desagradable, tenía una idea de lo que se podía esperar, y sabía que Gil no le haría daño nunca así que dejo que continuara.

Los largos dedos de Gil se aventuraban a los lugares secretos de Johnny, con los residuos del semen derramado empezó a hacer presión contra aquella entrada escondida entre los glúteos de su novio.

Johnny dio un pequeño brinco pero no retrocedió, se sentía extraño sentir algo tratar entrar en ese lugar y hasta sentía la cara arder por aquel intento atrevido de Gil, cuando el dedo empezó a retorcerse contra sus paredes empezó a jadear, de nuevo debatiéndose cuál era la sensación que más predominaba, había un poco de dolor, pero el placer era aún más papable con las caricias y besos constantes de Gil, sabiendo sin decirle que necesitaba esas constantes muestras de afecto para evitar cualquier incomodidad.

Gil trato de recordar lo mejor posible la plática que tuvo el otro día con Arnold, cuando lo encontró con su Simón en una situación un poco comprometedora, según las palabras del ex militar, le entro cierta curiosidad al saber que era exactamente que estaban haciendo, bueno, eso ya lo sabía, pero quería saber cómo lo hacían. Quería experimentar hacerlo con Johnny, unirse de una forma tan íntima que no sabrían donde empezaba uno y terminada el otro, con suficiente cuidado como para que cualquier incomodidad fuera mínima.

Introdujo sus dedos con cuidado, tomando su tiempo para preparar aquella abertura para un intruso mucho más grande, tubo cuidado masajeando aquellas paredes suaves y calientes, separando sus dedos lo más que podía y juntándolos de nuevo una y otra vez.

Johnny se abrazaba a Gil dejándose hacer, ahora era el mayor que le enseñaba cosas nuevas, una gama de sensaciones que apenas se daba cuenta que existían.

Cuando pensó que aquel ejercicio de estiramiento había avanzado suficiente decidió avanzar un paso más, saco sus dedos y tomo su miembro en ese momento las miradas de ambos jóvenes se conectaron y ambos supieron que era lo que seguía.

Era apretado, demasiado hasta asfixiar, dolía un poco la presión pero esto se compensaba con la suavidad y el calor que le recibía al estar dentro, y eso que solo había metido la punta, no sabía si se podría meter algo mes.

Esto era muy diferente a los dedos, presionaba todo al mismo tiempo y lo estiraba tanto. Observó a Gil, se había detenido, y no quería eso, quería que continuara, lo necesitaba.

Sin decir nada Johnny abraso con sus piernas al mayor, y con todas las fuerzas que pudo reunir lo acerco hacia él, no era su más brillante idea, no era un genio, eso se lo dejaba a sus hermanas, pero ya su necesidad y su instinto le decían que necesitaba a Gil ahora.

Dolía, pero no le importó, quería a Gil tanto, quería esto, que continuara hasta el final.

-¿Johnny bien?- pregunto preocupado Gil, algo que le había repetido mucho Arnold fue que debía ser cuidadoso y lento en este paso, sino podía hacerle daño a su pareja.

-Sí, yo uff solo déjame que me acostumbre por un minuto-

Pudieran esperar un minuto o quizás menos, volvieron a besarse y el movimiento volvió a comenzar, era tan caliente, una tormenta de fuego y electricidad.

Primero fue un ritmo lento, pero no duro mucho, siendo que ambos estaban tan excitados que el suave vaivén se volvió frenético.

Se abrazaban con todo su cuerpo, Gil no podía suficiente de ese cuerpo bajo él, ese calor, ese sabor, los jadeos y su voz repitiendo su nombre una y otra vez, y Johnny, había descubierto que dentro de su cuerpo había un botón que le hacía ver estrellas, y Gil lo había descubierto.

Y sacarían provechó de ello.

Eran prueba viviente que los humanos seguían siendo animales aun por lo avanzada que podía ser cultura, en esta danza frenética en busca de un placer que solo se encuentra al buscarla junto a otro cuerpo, pero se diferenciaban de muchos de estos animales ya que los sentimientos que ambos se profesaban se combinaba con cada movimiento.

Podría gritar, pero se contenía, aun esta bruma de placer estaba consiente que no estaban solos en la casa, y sería una de las cosas más vergonzosas para él que los encontraran en medio de su acto sexual.

Beso sus labios como su vida dependiera de ello, quizás era eso un poco.

Y el clímax, como el momento cúspide de la tormenta de fuego y electricidad, los deja destrozados, pero de la forma en que cada pieza parece haber sido las piezas de un solo ser y n de dos como en un principio de ese encuentro.

Exhaustos pero con un sentimiento de plenitud, se miraron una vez más y se besaron.

Por un breve segundo Johnny pensó que ser enviado a buscar una flor por parte de sus hermanas fue lo mejor que le pudo haber ocurrido a Johnny en su vida, ya que gracias había conocido a Gil.