La semana siguiente al beso fue un derrame de miel a escondidas. Cada vez que encontraban la oportunidad, Sasuke y Gaara se encontraban furtivamente para darse esos besos bandidos que tanto les gustaban. Gaara era un amante apasionado, y la inocencia de Sasuke a ciertas cosas lo volvía loco. Era simplemente una irresistible mezcla de rebeldía, sensualidad e inocencia a la cual no podía resistirse. Por su parte, el pelinegro estaba embebido con el pelirrojo. Era simplemente hermoso estar con el. No tenía idea si era buen amante comparado con otros, pero sus besos lo llenaban de una sensación de querer más todo el tiempo.
Sasuke ya casi no salía de la oficina de Gaara. Algunas veces no se besaban, solamente se quedaban abrazados mientras platicaban o simplemente guardaban el bello silencio de aquellos que no tienen palabras para expresar su felicidad. Por primera vez en mucho tiempo, Sasuke se sentía feliz, acompañado de alguna forma…querido. Gaara no podía ni quería separarse de ese joven azabache ni un minuto del dia. Sencillamente lo adoraba con todo su ser.
Cada día era una rutina igual para ellos. Llena de besos y caricias puras, de abrazos y silencios hasta que llegaba la hora de separarse.
Para no levantar sospechas, no se podían ver todo el tiempo. Sasuke tenia que asistir a sus clases y Gaara tenía que trabajar con los demás chicos también. Sin embargo, los dos amantes pensaban el uno en el otro todo el tiempo. Pero el tiempo que no podían pasar juntos en la escuela lo pasaban platicando o besándose e incluso riendo en casa de alguno de ellos.
A Gaara le encantaba abrazar a Sasuke. Su cuerpo, a sus ojos, era una oda a la vida… era un hombre simplemente hermoso. Además, su aroma semejante a los duraznos era simplemente la mejor. Le encantaba verlo sonreir, hablar, comer, beber, caminar... lo adoraba.
Finalmente, el jueves, en la oficina de Gaara, mientras estaban sumergidos en un profundo y calido abrazo, Sasuke habló. –Gaara… quiero comenzar con la terapia…- miraba fijamente a su pelirrojo, con unos ojos que no ocultaban la sorpresa por la decisión que acababa de comunicarle.
-Perfecto…-dijo asimilando la información- Esto es maravilloso Sas. ¿Puedo saber porque tomaste esta decisión?- dijo mientras se acercaba al chico besaba su cuello suavemente.
-fueron muchas cosas…pero sobre todo algo que me dijo Tomoe cuando peleamos…
-¿pelearon? ¿Cuándo? Ella no me comentó nada al respecto…- dijo Gaara confundido.
-Si, cuando estabas desaparecido- dijo Sasuke restándole importancia, luego prosiguió- Ella me dijo que yo tenía un problema. Que la sensación de no sentirme digno de amar ni ser amado podía arreglarse con la terapia. Después cuando me besaste… me di cuenta que no quería perderme esa sensación jamás…que esas ideas paranoides te podían causar daño y alejarte de mi…como quedó comprobado.
Gaara asomaba un leve color rojo en sus mejillas. Era vergüenza. Se sentía patético por haber escapado a Sunna para embriagarse y desprenderse de esa tristeza que le embargaba. Ahora que lo veía en retrospectiva se daba cuenta que había actuado de manera infantil y estúpida poniendo en riesgo su salud e incluso su vida.
-Bueno- dijo el pelirrojo todavía sosteniendo entre sus brazos al moreno- ¿Te parece si hablo con Tomoe para el asunto de la terapía?- Gaara sabía que sería mejor pedir la autorización del chico antes de hablar con su amiga, ya que no sabía como podía reaccionar.
-Si…- dijo en voz baja-..pero …Gaara…quiero que estes conmigo durante la sesión.- dijo viendo al psicólogo implorante.
-Te lo prometo mi niño…- dijo Gaara y le dio un leve beso en la mejilla.
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El edificio donde vivía Tomoe se erguía sobre los locales de la zona. Sasuke lo veía recordando la tarde que conoció al esa chica…cuando descubrió que era una chica y no un chico.
-Gaara…¿Por qué nos vamos a ver en su casa y no en el centro?- pregunto con una discreta nota de curiosidad en la voz.
-…Sasuke…te voy a decir un secreto.- dijo acercándose a la oreja del chico con aire de complice- Nunca intentes comprender los motivos de Tomoe…o de cualquier mujer. Simplemente es imposible. Comienzo a dudar que ellas mismas estén completamente conscientes de lo que quieren.
Sasuke rió con sorna. Gaara era encantador incluso cuando era frio y hostil…que increíble era ese hombre.
Subieron al apartamento de la chica, que ya los esperaba con la puerta abierta. Se veía sonriente, como de costumbre…pero había algo diferente en sus ojos.
-Hola- dijo efusivamente al saludar al par.
-Hola- saludaron los dos al mismo tiempo. Sasuke se sonrojó un poco. Era extraño contestar al mismo tiempo que alguien…
-Pasen por favor, el desayuno está servido- dijo mientras le daba un beso en la mejilla a cada uno.
-¡¿Desayuno?!...estás loca- dijo Gaara con una media sonrisa.
-Por supuesto- dijo Tomoe como si fuera lo más obvio del mundo – por eso los cité a las diez de la mañana… duhhh.
Se acercaron a la mesa del comedor, donde se encontraba un esplendido desayuno consistente en panqueques, jugo de naranja, huevos y fruta.
-Vaya… te esmeraste con el desayuno- dijo Gaara estupefacto.- Espero que todo esto sea comestible…finalmente lo preparaste tu- dijo en burla.
-Evidentemente es comestible tonto- dijo sentándose junto a sus invitados.- La mandé pedir al restaurant de enfrente.- dijo con normalidad.
“Típico de ella…pero me lo gané yo por preguntarle” pensó Gaara feliz ante la imagen de su mejor amiga y su…bueno, todavía no definía bien lo que era, pero estaba feliz de verlos juntos. Sonrio para sus adentros.
-¿Qué tal ha estado tu semana desde que Gaar-gamel regresó?- preguntó interesada a Sasuke guiñándole el ojo, era una típica platica casual.
-Bien, gracias… ha sido una semana interesante.- Dijo con una sonrisa complice viendo a Gaara.
-Que bien!...ya escuchaste Gaasy? – dijo entretenida. Disfrutaba ver como el par inconscientemente se ponía más y más rojo.
- ¿Tu que hiciste esta semana ehh Tom?- dijo Gaara desviando el tema total y completamente.
-Lo de siempre…tu sabes, ir a mi consultorio, al centro, a comprar cosas… lo que me trae de vuelta al punto inicial…- volteo a ver a Sasuke- Sasu-chan, te voy a explicar como voy a llevar a cabo tu terapia.
Sasuke tenía los ojos saliéndose de las orbitas. La naturalidad con la que Tomoe le decía las cosas era simplemente abrumadora. Esa mujer era la antítesis del tacto…
-¿Cómo piensas trabajar con el Tommy?- preguntó Gaara mientras se servía un panqueque. Realmente no parecía tener mucho interés pero escuchaba atentamente.
-Muy bien Sasu-chan, tu terapia va a ser ligeramente diferente al resto…- dijo mientras tomaba un poco de jugo.
-¿Cómo vamos a trabajar?- preguntó Sasuke poniendo su atención total y completa en las palabras que pronunciara la morena, mientras se preparaba para asimilar la información.
-Tu terapia no va a ser en un diván mientras yo te escucho atentamente. Tendremos una especie de terapia dinámica. Digamos que cada semana tu tendrás una tarea. Luego, en cada sesión comentaremos lo que aprendiste y me vas a contar cosas sobre ti…¿Qué te parece?- dijo feliz.
-Me parece bien.- dijo Sasuke. Lo que menos quería era estar en un sillón platicándole a la psicóloga cosas tan intimas…pero sabía que debía.
-¿Por qué le darás una terapia asi?- preguntó Gaara suspicaz.
-¿Qué no te parece bien mi idea Gaasy- Pookie?- dijo la chica mirando ansiosa a Gaara.
-Si me parece bien, pero me interesa saber los motivos…- dijo Gaara sin interés metiéndose el tenedor a la boca.
-Bueno… son 2. – Dijo con la mirada puesta en Sasuke - El primero es que considero que no eres un chico que guste de quedarse recostado y quieto durante una hora viendo al techo y platicando cosas. Se nota que eres del tipo inquieto, además que siento que puedes aprender más de esta manera. Y el es que realmente me aburre mucho estar en un consultorio escuchando atentamente.- Dijo con media sonrisa.
Sasuke no podía creer a sus oídos. Sin duda esa mujer no conocía del tacto. Era imposiblemente honesta…
-Me parece muy bien. ¿Cuándo comenzaremos las terapias?- preguntó el moreno. Le gustaba la idea de la terapia dinámica. Le parecía que de esa forma no dependería tanto de lo que ella pudiera decirle, sino de la practica.
-El siguiente sábado ¿te parece bien?
-Me parece perfecto.- dijo sincero, pero intentando ser indiferente.
-Sasu-Chan…solo hay un par de reglas a cumplir- dijo Tomoe un poco más seria.
-Hai…-Sasuke no entendía bien de que hablaba la psicóloga.
Levantó la mano y levantó un dedo. –Uno, tienes que cumplir con las tareas que te dejo. De verdad son importantes. Dos –levantó el segundo dedo- tienes que decirme la verdad en todo momento. De otra forma no podré ayudarte. Y tres- dijo esto con más seriedad que antes- Gaara no puede asistir a las sesiones a menos de que yo te lo diga antes. Te puede ayudar en las tareas y esas cosas, pero a las sesiones tienes que venir solo.
Eso le dolió a Sasuke. El no quería hacer esto sin Gaara. No creía ser capaz de hacerlo. Volteo a ver a su…¿Novio?¿Amante?¿Psicologo?...bueno, tenía que definir la relación que tendría con el. Intercambiaron miradas un momento finalmente Gaara le sonrio y le hizo un gesto con la cabeza diciéndole que todo estaría bien.
-Ahh…hay algo más- dijo recordando Tomoe. – Te dejaré la primer tarea desde hoy, y me la darás el sábado entrante. Solamente quiero que hables con alguien acerca de sexo.- Sasuke de verdad no creía que fuera una gran idea. Había tenido clases de educación sexual…- No quiero que me des una catedra de las funciones del sistema reproductor y esas cosas. Quiero que hables con alguien acerca de su primera vez, numero de parejas, como se pone un condón, posiciones preferidas y esas cosas.
La cara de Sasuke no tenía precio cuando escuchó todo eso. Estaba estupefacto por lo que la psicóloga le estaba pidiendo.- Lo que quiero que me hagas es ver cómo se vive el sexo. –añadio ella- Quiero que entiendas que el sexo puede llegar a ser la sensacion mas placentera en el mundo y no lo asocies tanto con la violación.
-Bueno- dijo Gaara al ver que Sasuke estaba total y completamente ido y avergonzado en ese momento- mmm ¿Alguien quiere café? “maldita sea…no se me ocurrió nada mejor” pensó al momento que lo dijo.
Los tres estallaron en carcajadas.
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Hacía tiempo que Sasuke no tenía un desayuno así. Desde que su madre muriera no habían existido risas en la mesa ni nada parecido. Era reconfortante tener esa sensación de familiaridad. De pronto fue interrumpido por Gaara, justo después de subir al coche.
-Sas…lo he estado pensando casi todo el desayuno- dijo mientras abordaba el lado del conductor- ¿Quieres que seamos novios formales o que seamos una cosa indefinida? Es solamente porque no sé cómo te gustaría que me refiera a ti…- dijo Gaara mirándolo fijamente, con dulzura.
-Me gustaría que utilizaramos el termino novio, Gaara…- dijo Sasuke apenado. Le costaba decir esas palabras –Aunque la relación siga igual me gustaría ser tu novio.
-No te emociones Uchiha, todavía no te lo he pedido.- dijo Gaara sonriendo de medio lado. Sasuke no sabía que pensar o como tomar la situación. Se fueron casi en silencio todo el camino.
Gaara se estacionó afuera de casa de Sasuke.
-Baja del auto, cierra los ojos y no te muevas.- indicó, frio.
Sasuke hizo lo que le ordenó. No tenía idea de porque, hasta que la voz aterciopelada que adoraba le indico que abriera los ojos.
No podía creer lo que veian sus ojos. Gaara estaba a menos de 30 centímetros de el tomandolo de las manos
-Sasuke, aceptarías ser mi novio?- preguntó serio, con unos ojos tan sinceros que Sasuke perdió la capacidad del habla durante unos instantes.
-Si Gaara, acepto.- Dijo del moreno, al tiempo que ambas bocas se acercaban una a la otra y se fundían en el primer beso como pareja que se daban