Los días pasaban felices cuando estaba acompañado de su bello pelirrojo. Simplemente todo se le olvidaba con cada beso que le daba, pero últimamente había algo que no podía sacar de su cabeza. La tarea que le había dejado Tomoe. Sinceramente el no entendía el por qué de dejarle investigar el pasado sexual de alguien. Era simplemente inaceptable. Gaara, sin embargo parecía creer que el sistema de terapia de su amiga era el mejor y le dijo que confiaba plenamente en el método que quería implantar para el.
Los días pasaban rápidamente, y mientras se acercaba el sábado tan temido por el moreno, la presión por hacer la “tarea” de Tomoe fue incrementando. Se sentía en la obligación de hacerlo, pero simplemente no sabía como. Se sentía cohibido con el simple hecho de pensarlo.
-Oye, Sas...ultimamente has estado muy callado…¿pasa algo?- preguntó Gaara mientras conducía después de clases para llevar a su novio a casa.
-Humpff…-gruñó Sasuke, pero no contestó nada mas. Gaara sabía que había algo que lo inquietaba, y creía tener una idea bastante clara de lo que podría ser, pero sabía también que Sasuke le iba a decir cual era el problema cuando sintiera la necesidad de hacerlo. Presionarlo simplemente iba a causar una conducta aún mas hermetica en el niño.
Sasuke se incorporó un poco de su asiento y prendió la radio. De verdad no quería hablar con Gaara en ese momento. No quería que se enterara de que no era capaz de hacer un simple ejercicio... pusó la música a un volumen razonable y se volvió a sumergir en sus pensamientos… “tengo que hacer el ejercicio a más tardar el viernes y hoy estamos a…”
-¡¡¡JUEVES!!!- gritó Sasuke con sorpresa. Esto sobresaltó a Gaara, quien ante el grito del azabache pisó el freno inconscientemente, parando el auto en forma intempestiva.
-¿Jueves? – volteó a verlo- ¿Se puede saber en que estás pensando?- luego lo miró con curiosidad. Evidentemente sabía que era lo que tenía tan inusual y hermeticamente callado a ese moreno no particularmente parlanchín.
-Mmmmm-dijo Sasuke desviando la mirada. Sentía como el tono de su cara iba subiendo de blanco a rojo-…es por el ejercicio- dijo casi en un murmullo.
Le dedicó una media sonrisa y le revolvió el cabello. –No te preocupes cariño. Lo vas a lograr…
Se estaba preparando para retomar la marcha en el auto cuando escucho en forma casi milagrosa por el volumen que estaba utilizando el adolescente.
-No se como empezar. No se a quien preguntarle esas cosas…
Incluso tuvo que esforzarse para poder entender lo que su niño decía. Finalmente sonrio y acerco la cabeza del joven a su pecho. Lo acarició un momento y le dijo – Sas, sabes que yo siempre voy a estar ahí para cualquier pregunta que tengas. Ante todo ten presente que soy tu tutor, tu psicólogo… y sobretodo soy tu novio.
-Gracias amor…- dijo y le besó suavemente la mejilla.
Al llegar a casa de Sasuke el silencio vergonzoso que había mantenido el azabache después de la conversación que había tenido con su pelirrojo amado, se volvió menos incomodo. Sasuke no quería estar solo en ese momento, pero tampoco quería que mantuvieran ESA platica.
Estaba a punto de pedirle que se quedara un rato para tener una sesión de besos y caricias que había aprendido a gozar mucho, pero Gaara le comentó que tenía cosas que hacer y le sugirió que fuera a su oficina la mañana siguiente para hablar más tranquilamente sobre el tema.
Sasuke entró a su casa, después de ver como el auto rojo se alejaba a toda prisa. Gaara no sabía manejar a menos de 90 por hora...
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En el auto, el pelirrojo pensaba en su pequeño y en como esas cosas tan sencillas para el lo afectaban tanto. No se le olvidaba que Sasuke tenía un problema debido al abuso al cual había sido sometido, y que ese tema en particular debía ser muy pesado para él. Simplemente adoraba la timidez casi infantil con la que le había contado su problema. Era muy inocente y muy tierno. Era el niño más encantador del planeta. Se sorprendió a si mismo sonriendo embobado…
Salió de su ensoñación debido a que el claxon de un auto que estaba detrás le pitaba como si no hubiera un mañana. Aceleró e intentó con todas sus fuerzas llegar a tiempo al lugar al que se dirigía.
Llegó al centro en un abrir y cerrar de ojos. Se bajó rápidamente. Tenía que hablar con Tomoe lo más pronto posible. Desde el desayuno se veía extraña, pero no sabía exactamente por que. Al principio había intentado obviarlo, pero con los días se había vuelto más que evidente.
-Hola, buenas tardes, puedo atenderlo?- preguntó con voz melosa una secretaria en la recepción del lugar.
-Si, muchas gracias- contestó Gaara en voz apurada. Intentó tranquilizarse. –De casualidad se encuentra aquí la doctora Tomoe Saru?
-Si…-dijo dubitativa-..pero no estoy segura si pueda atenderlo.
-¿Y eso a que se debe?- preguntó Gaara haciendo uso de sus cualidades de seducción. Le interesaba mucho saber porque no podía ver a su amiga.
La secretaria se ruborizó ante el escultural hombre que tenía enfrente. Le costó trabajo encontrar las palabras debido al impacto que ese pelirrojo con pinta de modelo le producía. –Ultimamente no se ha sentido muy bien…-dijo en tono serio. Luego agregó con tono de confidente- además tiene un humor insoportable estos días, a veces feliz y a veces irritada al extremo…
-Muchas gracias por decirme señorita- dijo intentando ser cortés, pero no le gustó que la mujer hablara mal de su mejor amiga. –Bueno...iré a ver a mi novia en este momento…si no es molestia.- dijo Gaara con malicia, haciendo enfasis innesesacio en la palabra novia. Quería ver que cara ponía su interlocutora. La secretaría inmediatamente volteó la cabeza al notar el petulante tono del pelirrojo.
-Pues, para el único que puede ser una molestia es para usted. Ni ella misma se soporta estos días… si entra no diga que no le advertí- dijo tajante mientras regresaba a sus ocupaciones.
Gaara subió rápidamente a la que sabía era la oficina de la morena. No había nadie. La secretaria había hecho un buen trabajo ahuyentando a los pacientes.
Tocó la puerta. No se escuchó respuesta. Volvió a tocar…
-Pase por favor.- se escuchó una voz melodiosa que indicaba que la psicóloga estaba en el mismo humor radiante de siempre. Gaara se preguntó si había tenido algún roce con la secretaría y ahora ésta la estaba difamando…
Entró.
-Gaara- dijo suavemente la psicóloga, cambiando el tono de su voz. Ahora se escuchaba fría. Definitivamente estaba molesta.
-Hola chaparrita- dijo Gaara mientras se acercaba a darle un beso en la mejilla a su amiga. Ella desvió la cabeza y dio unos pasos hacia atrás. Gaara se quedó de piedra, Tomoe nunca lo había tratado así.- ¿Qué pasa?- preguntó fríamente.
-Dimelo tú, tú eres el que vino- dijo sarcástica. De verdad estaba insoportable en ese momento.
-Sabes a lo que me refiero, asi que no te hagas la tonta. ¿A qué se debe el cambio en tu actitud? Desde el desayuno lo noté. Tus ojos se veian diferentes y to tono de voz estaba ligeramente más rigido, pero ahora ya veo que tienes un problema conmigo ¿porque?- preguntó haciendo uso casi completo de su autocontrol. Hablar con Tomoe era particularmente dificil cuando se ponía así.
-Mmmm, no lo sé...-dijo poniéndose un dedo en el borde de los labios.- Dejame pensarlo…posiblemente porque nos acostamos juntos y fue pésimo…
-¿En serio fue pésimo?- dijo Gaara sarcástico- Eso no fue lo que dijiste antes. Recuerdo claramente que lo único que decias era- imitando la voz de su amiga -“más, más”.
Ella estaba simplemente furiosa. –Patán… sabes a lo que me refiero.
-Maldita sea, porque asumes que yo se lo que te pasa si no me lo dices…te recuerdo que no soy adivino mujer.
-Me preocupé como nadie la semana que te fuiste. Apareces. Te acuestas conmigo. Luego, actuas como si nada y ese mismo dia te vas con un niño de quince años… vaya, me preguntó porqué estaré enojada...-dijo con sarcasmo.
Gaara explotó.
-Maldita sea Tomoe, te portas como una maldita niña!!!- gritó – Tu fuiste la que me dijo que le dijera a Sasuke lo que sentía.
-Si, maldición, si lo sé- gritó ella – tu lo amas, pero me sentí herida porque sabía que pensabas en el cuando estabas conmigo. Fui tu maldito sexo de consolación!!!- y comenzó a llorar.
- No estés diciendo estupideces mujer…-Gaara estaba más que furioso.-Sabes que lo que estás diciendo no es verdad. Tu no fuiste sexo de consolación y no pensaba en el cuando nos acostamos… ahora de una maldita vez deja de actuar como una niña caprichosa. Dijo bajando el tono.
Se quedaron en silencio un rato, mirándose ambos retadoramente. Entonces, Tomoe se dio por vencida y desvió la mirada.
-En serio?- dijocon lagrimas en los ojos. Ahora se sentía terrible por lo que acababa de pasar.
-Te lo juro- dijo Gaara. Sabía que ya la había hecho entrar en razón de nuevo. No comprendía a las mujeres. De pronto simplemente dejaban volar su imaginación y la tomaban como una verdad irrefutable.
Fue a abrazar a su amiga, pero esta de nueva cuenta se apartó y se desplomó sobre un sillón.
-Lo siento, algo de lo que comí me cayó mal y tu loción es demasiado fuerte para mi débil estomago.-dijo sencillamente.
-¿Desde cuando tienes eso?- Gaara estaba preocupado. La salud de su amiga nunca había sido muy buena.
-Un par de días.
-¿Ya fuiste al doctor?-preguntó serio sentándose frente a ella.
-No es nada grave Gaasy
-¿Ya fuiste al doctor?- repitió con tono más autoritario. Tomoe desvió la mirada
-No. Ya te dije, no es grave.
-Quiero que te cuides-dijo acariciando su rodilla. Luego se levantó y se dirigió a la puerta.
-Gaara…lo siento. He estado de mal humor últimamente. No quería pelearme contigo. Solamente me sentí…desplazada.
-Tonta…nunca serás desplazada- dijo Gaara con una sonrisa y se fue.
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Ya casi era la hora del descanso y Sasuke estaba ligeramente nervioso. No quería que llegara el momento de ir a la oficina de Gaara, ya que tendría que hablar de un tema que no quería tocar.
El timbre, traicionero sonó, dejando a una manada de chicos libres por los pasillos. Sasuke estaba de un color demasiado palido incluso para ser el y com matices verduzcos. No quería ir…de verdad no quería.
-Hola Sasuke- dijo Gaara saludando con tono profesional. En la escuela siempre tenían que actuar. De lo contrario las consecuencias podrían ser graves.
-Buenos días Gaara- dijo Sasuke con un tono de indiferencia demasiado practicado.
Lo único que podía delatarlos era que ninguno de los dos cabía en los ojos del otro. Sus miradas sacaban chispas cuando se veian aunque fuera un momento.
Al cerrarse la puerta de la oficina, por supuesto era otra historia. Los besos y las caricias se expresaban al máximo entre ese par. Estuvieron un rato disfrutándose mutuamente. Sasuke estaba en el regazo de Gaara, abrazados cuando el psicólogo le dijo inesperadamente.
-Ahora, la tarea.
Sasuke estaba rojo de pronto. Se había puesto rígido.
-Por Dios Sas…no seas infantil- dijo Gaara entre divertido y serio.- El sexo es lo más normal del mundo. Eso es lo que Tomoe quiere que entiendas…por eso te dejo esta tarea. Ahora compórtate a la altura del desafío y pregunta.
Sasuke estaba perplejo. Gaara quería que sobrepasara algo que tomaba por una aversión… no lo defraudaría. Finalmente era un Uchiha.Era extremadamente sencillo hablar con Gaara de todo que se comenzó a sentir muy comodo. Se le olvidaron todos los temores que tenía antes de entrar a la oficina. Gaara era como su vacuna para no recordar. Lo besó intensamente.
-¿A qué edad perdiste la virginidad?- preguntó tan pronto sus bocas se separaron.
-17 años- dijo Gaara tomándolo como un reto. Luego el besó a Sasuke.
-Continua, cielo.- pidió Gaara
-Mmmm…¿Eres gay o bi?
-Bisexual ¿Tu?
-Todavia no estoy seguro…-confesó Sasuke. –Tú eres la primera persona por la que siento algo…- luego lo besó más apasionadamente. - ¿Con cuentas personas te has acostado?
-No pienso contestarte eso… pero te diré que ha sido más de una.- contestó Gaara un poco más serio.
-Eso no me contesta nada…-dijo Sasuke enfurruñado
-Yo lo sé, pero no tiene caso decírtelo.- explicó el psicologo comprensivo y abrazó fuertemente al niño contra su pecho.
-¿La primera persona fue mujer o fue hombre?- Sasuke tenía curiosidad por saber eso.
-Mujer
-¿Es alguien que conozco?- esa pregunta era una que se había hecho hacía poco tiempo. Sabia que ella era su mejor amiga, pero quería saber si había existido algo más entre ellos.
-Si…-dijo Gaara dudando si decirlo o no. No quería que Sasuke supiera eso tan pronto, pero no valía la pena mentirle a su novio...- Cuando teníamos 16 fuimos novios. Duramos poco más de un año, pero no funcionó y seguimos como amigos… quiero que eso te quede claro. Solamente es mi amiga, príncipe.
Sasuke estaba ido ante el comentario de Gaara, pero entendía lo que el pelirrojo le decía. No había porque preocuparse, habían sido novios a los 16 años… había pasado mucho tiempo y aparte siempre se refería a ella como su mejor amiga.
No había de que preocuparse. Además ahora estaba con el y no con ella.
-Gaa…gracias por decírmelo…te amo.