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Fisura por minima

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Notas del capitulo: Cosas que pasan en la isla.
Cosas que les pasan a los chicos.
4

Malefica había sido derrotada.

Malefica había sido derrotada por su propia hija y otros hijos de grandes villanos de antaño.

Esa era una noticia que recorrió todo el reino de Auradon y más allá de este, como en la isla de los perdidos y algunos reinos más lejanos fuera de los reinos unidos de Auradon.

En la isla se vivió la sorpresa y la emoción, pues por un momento la barrera se rompió, Malefica se liberó y un aire fresco desconocido para los jóvenes y lleno de recuerdos para los más viejos inundo la isla. El aroma de la libertad dirían algunos, el de la oportunidad dirían otros, pero jamás dirían en voz alta “esperanza”, porque ese concepto era demasiado benévolo para que unos villanos lo usaran.

Pero la barrera nuevamente estaba cerrada y la isla vivía con la nueva noticia de que Malefica había sido derrotada, nuevamente, pero no por un príncipe a caballo ayudado por tres entrometidas haditas, sino por su hija y los hijos de los más resaltantes villanos en la isla, los primeros en salir de la isla en 20 años.

Malefica ya no los gobernaba, y en la isla no se hicieron esperar las reacciones.

Los esbirros que habían estado al servicio de Malefica cuando ella era libre y maldecía a diestra y siniestra hasta a un pobre bebé, los cuales habían terminado en la isla al seguir el bando equivocado, hicieron una gran fiesta.

Ellos ya estaban hartos de Malefica y su tiranía, si no la hubieran seguido y obedecido no hubieran terminado en esta isla, pero le seguían teniendo suficiente miedo con o sin magia como hacer una rebelión en la isla o renunciar a ella como su ama, estaban en una isla confinados, ¿A dónde irían para escapar de su furia si renunciaban a ser sus subordinados?

Enterarse que Mal, la no tan malvada hija de Malefica la había derrotado y convertido en lagartija fue motivo de risa y diversión entre ellos. Dejaron sus trabajos por varios días y festejaron en uno de los rincones más apartados de la isla, los que no supieron de ellos pensaron que como fieles sirvientes del hada oscura estaban de luto por la pérdida de su ama y señora, o algo así.

Los rumores empezaron a cruzar la isla, algunos decían que si Malefica había sido derrotada era porque ya era una vieja mujer y había pasado décadas sin practicar su magia; otros decían que había sido derrotada porque Mal al final había resultado ser mucho más fuerte que su madre, una de las hadas más poderosas del mundo, por lo que era más poderosa que eso. Los que decían eso estaban divididos en pensar de que quizás al enterarse más fuerte que su propia madre decidió seguir su propio plan malvado el cual terminaría siendo mucho peor que el de Malefica, y otra parte decía que al final había sido contaminado por las políticas de bondad y rectitud al pasar tanto tiempo en Auradon y se había vuelto “buena”.

Mientras muchos se preguntaban qué era lo que pasaba o pasaría ahora en adelante afuera de la isla, otros estaban más preocupados por lo que pasaba adentro.

Malefica había gobernado la isla todos esos años con puño de hierro, con temor y crueldad, con el escape de ella, había un puesto vacante para nueva reina o rey de la isla.

Muchos en su juventud se pelearon por el puesto del más malo, el más cruel, la persona que hacía temblar a los demás con solo su presencia, pero solo Malefica había llenado todas las características y más para decir con orgullo que era la más malvada y temida.

Era algo que se sabía en Auradon, era algo que aún se vivío en la isla por 20 largos años.

Muchos aún tenían la duda de que es lo que pasaría de ahora en adelante mientras que otros ya estaban planificando y encontrando sus propias oportunidades en esta clase de momentos.

Tres de los cuatro villanos progenitores de los jóvenes que salieron por primera vez en años de la isla aún se estaban tragando la rabia y el sabor de la nueva derrota al ver que al permitir ir a sus vástagos fuera de la isla habían perdido mucho en lugar de tener una gran victoria.

Cruella había perdido a su sirviente personal, Carlos, su hijo, no confiaba lo suficiente en ese par de torpes que tenía como subordinados que eran Gaspar y Horacio, ni tampoco en sus igualmente torpes hijos para encargarse de muchas de las labores de su mansión Hell Hall, y mucho menos en el cuidado de sus preciados abrigos de piel. Carlos era el mejor sirviente después de años invertidos enseñándole a base de temor y castigos como tratar con ella y sus necesidades, para ella no era más valioso que eso.

Jafar había perdido a su principal proveedor tanto para su tienda de artículos robados, como el que llenaba las despensas de alimento, o desperdicios de alimentos que llegaban a la isa de barcos basura, su hijo Jay. El muchacho era el mejor ladrón de la isla, podía robarle bajo sus ojos a casi cualquiera, claro, esa cualidad se había perfeccionado bajo la exigencia de su progenitor que siempre le pedía lo mejor (o lo mejor que podías conseguir en una isla llena de desperdicios), si eso significaba que tenía que enfrentarse a enfadados incautos con armas o con más musculo que cerebro, pues era un riesgo que tenía que enfrentar su hijo.

La reina malvada sentía que había perdido su principal inversión, Evie no sería tan hermosa como ella (aun en su loca mente pensaba que era la más hermosa de todas) pero había puesto esfuerzo y horas de entrenamiento para que fuera atractiva ante los ojos de cualquiera, ella pudo haber sido su boleto a una mejor vida si se encontraba a un príncipe rico que no le importara tener una parte del palacio apartada para su suegra hermosa (tal vez su mente no tan cuerda le hacía olvidar que si el plan de Malefica realmente hubiera tenido éxito esa idea no serviría ya que todos los nobles y gobernantes del mundo libre habrían sido oprimidos y encerrados en algún calabozo o hechizados para que los villanos gobernaran).

Luego de un par de días peleándose entre ellos con quejas, insultos, alguna que otra vez lanzándose cosas (la furia de un villano derrotado era una de las peores rabietas a las que podías enfrentar), se habían calmado en lo que podían y se pusieron a hablar un poco sin tanto grito pero sin olvidar los insulto, eran villanos y era de etiqueta al parecer insultarse cada vez que podían.

-Esto es culpa de tu hijo, su debilidad seguro contagio a los demás-

-Tu hijo es un cabeza hueca incapaz de pensar por sí solo, si hubiera seguido el plan junto a la mía ya estaríamos libre-

-¡Estúpidos e incompetentes todos! ¿Ahora quien cepillara mis pieles?-

Entre insultos se culpaban entre ellos y a su descendencia, maldecían a Malefica sin miedo, ya que esta ya no estaba frente a ellos para intimidarlos.

Ya cuando la rabia se enfrió lo suficiente como para pensar en algo más de insultos y formas de castigo hacia sus hijos si los tuvieran nuevamente en frente de ellos, algunos más suaves que otros, como por ejemplo en un extremo la reina malvada pensaba en quitarle todo el maquillaje a su hija y por otro, en un extremo más cruel y desquiciado, Cruella pensaba en utilizar algunas de las trampas para oso que ella utilizaba para mantener seguros a sus abrigos de posibles ladrones para darle una dolorosa lección a su hijo de realizar un plan malvado hasta el final.

Fue Jafar el primero en ver el mejor lado que le convenía en esta situación como el oportunista que era.

-Oh pero que gran hueco nos ha dejado la ausencia de Malefica- dijo el ex visir de Agrabha mirando a su alrededor, aún seguían en el palacio que le servía de hogar a la villana, el más grande castillo en ese pequeño pueblo de villanos.

Dato curioso, el castillo como tal no había sido utilizado como hogar de alguna familia de sangre azul antes de que la hada oscura lo tomara como suyo, y distaba mucho en opinión de la malvada de su fortaleza maligna la cual tenía antes de ser exiliada y confinada en la isla de los perdidos, esta construcción en forma de pequeño castillo había sido nada más ni menos que una tienda de ofertas de artículos de magia para brujas y hechiceros, literalmente “El palacio de las ofertas” donde se vendían sombreros de pico a mitad de precio y escobas voladoras de alta calidad, pero ahora que la magia era prácticamente imposible de practicar en la isla cortesía de la barrera que los rodeaba, el castillo lo tomo maléfica al ser la mejor edificación en la isla para ser su hogar.

Ciertamente era la mejor casa en este pedazo de tierra flotante.

-No me vengas con que extrañas a esa bruja- escupió la reina malvada, no era secreto para nadie que ella y Malefica habían tenido una rivalidad desde que ambas terminaron en la isla.

Tanto llego esa rivalidad que a pesar que todo el mundo reconocía ya a Malefica como la figura de más autoridad en la isla, se atrevió a realizar una grandiosa fiesta de cumpleaños (tan grandiosa como puede ser cuando solo tienes a la mano desperdicios de Auradon para proveerte) para su hijita cuando cumplió cinco años invitando prácticamente a todo el mundo a esta, a excepción de Malefica y a su hija Mal, y era bien sabido que Malefica odiaba las fiestas, especialmente porque le recordaban a cierta bebita que maldijo años atrás, hacerlas juntas esas dos cosas, una fiesta y no invitarla, fue un insulto que desato su ira la cual se tradujo en expulsar en el rincón más remoto del pueblo a la reina malvada y a su hija que a pesar que le había insistido invitar a Mal su madre no había escuchado.

Malefica ya no tenía su magia, pero seguía siendo la más intimidante e influyente figura malvada de la isla.

Ambas, madre e hija, vivieron apartadas de los demás por decreto de Malefica por varios años, no fue sino hace poco que se atrevieron a regresar a convivir con los demás y salir de su hogar pensando que la ira de la hada oscura contra ellas había sido olvidada o mínimo apaciguada.

-Extrañar no es la palabra que utilizaría, pero veo su pérdida alrededor-

-Deja de dar vueltas. Este quiere quedarse con la casa de Malefica- dijo Cruella a la Reina que aún no entendía que tanto decía el viejo barrigón de Jafar.

-¿Quién te crees que eres para tal privilegio? Solo alguien de la realeza debería vivir aquí- dijo plantándose frente a Jafar, no se le había ocurrido esa genial idea pero no la desaprovecharía.

Y de nuevo se embarcaron en una discusión de quien era más digno para este castillo.

Mientras esto ocurría otros se dedicaban a sus propias cavilaciones y planes sobre la isla, bajo esta no era tan diferente la situación.

A pesar de haber sido habitada por 20 años nadie conocía por completo este pedazo de tierra y sus alrededores, no solo sus riscos y el bosque en el otro extremo de la isla, las zonas que se creían más peligrosas sobre ese pedazo de tierra, sino también ese cachito de mar que la rodeaba eran zonas pocas exploradas.

La mayoría trataba de evitar esas aguas, por un lado ya que la mayoría no sabía nadar y por otro por los peligros que estas albergaban.

Cuando los primeros años corrieron en la isla y la gente empezó a desesperarse algunos decidieron aventurarse y tratar de atravesar la barrera nadando o con improvisadas embarcaciones, no todos lograron regresar a la orilla con vida.

La barrera mágica era imposible de traspasar, pero si sumabas eso el problema de algunas creaturas marinas/acuáticas peligrosas y con hambre como un par de tiburones, calamares de gran tamaño, algunas barracudas de dientes filosos, entre otras creaturas peligrosas que quedaron atrapadas dentro de la barrera atacando a las descuidadas personas que se aventuraban al agua nadie quería estar cerca de estas después de aquello.

Solo había alguien que se atrevía aventurarse en ellas sin temor a estas creaturas, ya que en si ella era el depredador alfa en este habitad, Úrsula la malvada bruja del mar.

Después de perder contra la patética niña mimada del rey Tritón y su enamorado humano aún más patético, había despertado hace veinte años atrás, como muchos villanos y sus compinches, en ese patético pedazo de tierra en medio del mar, rodeado de poco espacio para nadar y sellado por una barrera mágica.

Úrsula como en la mayoría de la isla se había enterado de las nuevas noticias sobre como el plan de Malefica había fracasado.

Se burló a carcajada fuerte de la hadita oscura, su riza atronadora fue confundida en la noche con el sonido de las olas chocar contra los riscos que rodeaban la mayoría de la isla.

Por un momento cuando había llegado a la isla también pensó luchar por el mandato de esa isla pero rápidamente desecho la idea, una isla llena de humanos y duendecillos (o lo que sea que eran los secuaces de Malefica) no le interesaba, aún conservaba su gran ambición y venganza de hacerse con el trono de Tritón, quien controla los mares y océanos prácticamente podía conquistar a todo el mundo bajo sus aguas y sobre ellas, con inundaciones y maremotos fácilmente provocados por el poder del tridente, hubiera doblegado cualquier vida en la superficie y controlar a cualquier creatura con aletas.

Controlar una simple isla le parecía tan poco a lo que había sido su principal ambición.

Pero ahora con los eventos ocurridos recientemente su venganza parecía que por fin tenia posibilidad de lograrse.

Solo era cuestión de abrir bien los ojos a las nuevas posibilidades que se presentaban, y ella que era la más cercana a la barrera casi siempre se había dado cuenta que la dichosa barrera no era tan perfecta. Si así lo fuera Malefica no hubiera podido salir, si así lo fuera el año pasado no hubiera presentado esa extraña anomalía que a pesar mucho más pequeña que con el escape de Maléfica, se había sentido por unos segundos o quizás menos que esta hubiera sido abierta.

El primer incidente pensó que había sido su imaginación, un terremoto, o alguna otra anomalía natural, hasta que en la isla el rumor de que Malefica había obtenido de nuevo su cetro, el que se supone como muchos otros artefactos se había perdido en el proceso de la derrota de los villanos y el día en que todos despertaron en la isla. Ella misma se tardó un par de años en encontrar su collar tirado entre las aguas que se encontraban alrededor de la isla, fue más bien una cuestión de suerte, por un momento no pensó que fuera diferente a lo que paso a Malefica, hasta que también dijeron que Diablo había regresado.

Un verdadero villano no tiene algo que se le puede llamar realmente amigo, todos son secuaces y herramientas que sirven para obtener sus objetivos, pero hay veces que había ciertas excepciones, un secuas lo suficientemente eficiente, ciegamente leal, pero también con el suficiente intelecto para tomar decisiones beneficiosas para los planes pero no para traicionar a su jefe, y siendo sinceros los humanos no siempre encajan en estas características, por lo que muchas veces son los animales lo más cercano al secuas perfecto, lo más cercano a un amigo que se puede desear.

Ella misma se incluía en esa descripción, no tenía secuaces tritones o sirenas, en primer lugar porque estos le temían demasiado para acercarse a menos que estuvieran desesperados para pedirle, rogarle en realidad que hiciera sus propios deseos realidad, y en segundo ella pensaba que eran un estorbo y se veían más bonitos sufriendo cuando los transformaba después de que sus contratos jugaran en su contra. Por lo que sus amadas anguilas eran lo único que necesitaba como compañía y secuaces, fieles, voraces y peligrosas creaturas como ella, obedientes y maliciosas.

Y así como ella tenía a sus anguilas, Jafar tenía a su perico grosero Iago; la madrastra de Cenicienta tenía a su malvado gato Lucifer; la reina malvada que trato de matar a Blancanieves por un tiempo tubo un cuervo pero al final se quedó con buitres en la isla, por lo que se dijo eran los mismos que alguna vez la vieron caer por el barranco cuando se enfrentó con los 7 enanos; Shan Yu, el despiadado líder de los Hunos tenía a su fiel halcón Hayabusa. Y así seguían los ejemplos.

Era uno de los pocos beneficios que tenían los grandes villanos en la isla, aparte de que algunos lograron librarse de las garras de la muerte para cambiarlos por esta pobre y triste prisión de parodia de civilización, sus leales secuaces habían terminado con ellos. Ursula amaba a sus amadas mascotas, y cuando por error las hizo puff en el agua se volvió loca, soportar el cautiverio en esta pecera se volvía más tolerable junto a ellas.

Malefica tenía a Diablo, un cuervo que fue único receptor en toda su vida de lo que ella llamaba afecto, ni siquiera su hija recibió los elogios o caricias que le propicio a Diablo, y de acuerdo a la historia de Malefica este había terminado hecho roca por una de las hadas que ayudaron al príncipe que la derroto, uno pensaría que como muchos otros villanos que terminaron en la isla junto a sus colegas animales la hada oscura terminaría igual con su querido compañero a su lado, pero no fue así, y por casi 20 largos años ama y sirviente estuvieron separados, por lo que se deduzco que Diablo seguía siendo piedra sólida en algún lugar quizás afuera de la isla.

Pero Diablo había regresado y con él el cetro de su ama, mientras que las hadas usaban varitas para canalizar su magia Malefica tenía su cetro, lo cual no servía en una isla en la que no se podía usar magia.

Lo cual confirmaba que la barrera no era perfecta, y que muy probablemente muchos de los artefactos valiosos para los villanos podían estar en la isla.

Ursula aún no sabía con exactitud qué era lo que había causado la primera vez que la barrera se había debilitado, no lo suficiente débil o con el suficiente tiempo como para que alguien escapara, pero si para que un poco de magia entrara. Lo mismo paso con el segundo evento, Malefica logró escapar, fue derrotada, pero eso no le importaba a la gran bruja del mar, ya que una pizca de magia logro entrar.

Seres como ella seguramente lo sintieron en la isla, y siendo sincera eso no le preocupaba, aunque era obvio que no era de villanos hacer trabajo en equipo o corrías el riesgo de ser traicionado más pronto de lo que sellas un pacto, sabía que salir de la isla no era un trabajo que podía hacer sola.

Había tanto de donde escoger en la isla, Malefica no era la única que sabía usar un poco de magia o que tenía algún objeto mágico como su cetro cerca de ella. Planes, había tantos planes que debían ser trazados.

*+*+*

A veces hay momentos que dejan mal sabor de boca como la comida podrida, de esos ya estaban más que acostumbrados aquellos que crecieron en esa isla prisión de los olvidados villanos.

Estos niños conocían el mal no solo porque lo practicaban, sino también porque crecieron junto a él. No solo en lecciones de parte de sus padres y profesores de que tan malos podían ser, porque alguna vez también llegaron a sufrir algún mal.



Y como podían trataban que evitar esto. Por orgullo, porque se supone que eran los hijos de los más malos villanos, porque no dejarían que nadie les viera la cara o se aprovechara de ellos.

Por eso estaban furiosos ahora, habían atacado a uno de los suyos, y esto no se dejaría así.

Pero parte de ser un buen villano era no actuar en el calor de la ofensa inmediatamente, por eso mucho de sus antecesores fracasaron, y porque a veces un plato frio de venganza dejaba un buen sabor de boca.

-Ugg ese Chad es un ideota- se quejaba Jay en su cuarto.

Después de que todos se cambiaron regresaron a los dormitorios del colegio, en realidad todos estaban en el cuarto que compartían los chicos, al menos todos los BK, los hijos de los héroes supieron que debían de darles su tiempo para que se les pasara el enojo.

-Dime algo que no sepa- comento Carlos acostado en su cama con Dude en su pecho, el perro sabía que su humano estaba de mal humor y necesitaba algo de cariño.

Mientras que Jay expresaba su descontento en voz alta por lo sucedido aquella tarde, Mal permanecía callada y tranquila en una de las sillas. Eso no quería decir que no estaba menos molesta que sus amigos, pero años de enseñanza de su madre le dijeron que si hacías algo, esto debía ser bien pensado y planeado.

-No puedo creer que se sigan comportando de esa manera con nosotros después de todo- Evie se encontraba igual de descontenta que sus amigos, ¡ya habían demostrado que podían ser buenos enfrentándose a la misma Malefica! ¡No cada cosa que hicieran significaba alguna diablura o travesura!

Tristemente muchas personas aún los veían como si fueran la peste o que si en cualquier momento saltarían a hacer alguna fechoría. Eso era tan injusto por parte de los hijos de los héroes.

Para muchos aun seguirían siendo solo los Bad kids, los hijos de los villanos.

Carlos miro a su alrededor y suspiro, estudiando las expresiones de sus amigos ya sabía que cosas ya estaban pensando.

-Podríamos meternos en problemas si hacemos lo que creo que están pensando chicos- se refirió más a Mal y Jay que a Evie. Mientras que Evie y Carlos podían ser más tolerantes con ciertos comportamientos, o en caso de Carlos prefería evitar los problemas, Mal y Jay no dejarían esto así, y si hacían cualquier cosa como en la isla de los perdidos podrían meterse ellos mismos en problemas.

-¿Cómo puedes decir eso Carlos? Si estuviéramos en la isla ya le hubiera tirado todos sus perfectos dientes a ese tonto principillo- gruño Jay, Carlos debería ser el más enojado por lo que había pasado. ¡Casi se ahoga!

En cambio ahí estaba tratando de persuadirlos. Ambos no habían sido amigos o enemiamigos, como se decía en la isla cuando tenía a alguien cercano, pero desde que fueron a esa misión en busca del ojo de dragón, el cetro de Malefica perdido en la isla, los cuatro se habían vuelto más unidos, y desde que abandonaron la isla, se habían vuelto aún más. No podían dejar las cosas así, simplemente no podían.

-Por eso mismo, ya no estamos en la isla. Si le tiras los dientes, seguro la reprimenda no será repetir el curso de “como ser bueno”-

Le irritaba tanto cuando Carlos tenía razón en que usar su fuerza bruta no era la solución a todos los problemas, pero que bien se sentiría descargar este enojo y rabia que sentía en esos momentos, y no porque Carlos tuviera razón, sino por lo que le hicieron.

El moreno apretó sus puños con fuerza y apretó sus dientes, estaba en el punto culminante donde podría soltar una buena rabieta, su cuerpo hormigueaba con toda esa energía y entonces… soltó chispas, literalmente.

Las pequeñas chispas como mini fuegos artificiales salieron de sus puños arrojadas caóticamente en varias direcciones.

Algunas se extinguieron en el aire sin chocar con nada, otras chocaron contra las paredes o muebles, una de las almohadas se incendió, y un par de muebles terminaron de color rojo o negro, Evie se había agachado tan rápido cuando vio una de esas luces dirigida hacia ella, Calos junto a Dude se habían tirado al suelo cayendo al suelo por la sorpresa, y Mal había logrado repeler una de esas luces golpeándola con un libro en la mesa.

Tan rápido como aquel caos comenzó este había terminado.

-¿Qué rayos fue eso?- Mal pregunto mirando sorprendida al moreno, esto jamás había pasado antes.

-¡No lo sé!- le respondió igual de sorprendido, miro a sus manos pero estas eran igual que siempre, ya no brillaban o soltaban esas “chispas”.

-Pareció como electricidad, o fuegos artificiales. ¿Electricidad estática?- Evie se incorporaba al ver que no había más peligro, miro cuidadosamente alrededor esperando ver si salía otra de esas cosas.

-Eso definitivamente no fue electricidad estática- Carlos ya se encontraba apagando el fuego de la almohada -¿Cómo hiciste eso?-

-¡No lo sé! ¿Acaso me lanzaste un hechizo Mal?-

-¡No! ¡Yo no hice nada! Aunque en algo tienes razón Jay, eso fue definitivamente magia-

-¿Quién me lanzaría un hechizo?-

-Nadie. Jay, creo que esto lo causaste tú solo. De alguna forma lograste hacer magia-

-Eso es imposible, yo no sé hacer magia. ¡Eso lo haces tú!-

-Esperen, si Mal no se equivoca tiene algo de lógica. ¿Acaso no recuerdan la forma en que derrotaron a Jafar?- Carlos se acercó a su amigo ya analizándolo.

-Cómo olvidarlo, papá cuando toma mucha cidra picante no se cansa de despotricar su historia insultando a los sultanes de Agrabah-

-Pues debes recordar que antes de terminar en la isla y cuando fue derrotado, Jafar deseo ser un genio y termino encerrado en una lámpara magica. Un ser mágico, por lo tanto tú como su hijo, quizás heredaste algún poder-

-No bromees Carlos. No quiero terminar encerrado en una lámpara de aceite, papá siempre parecía muy furioso contando esa parte-

Si de por si vivir en un pedazo de tierra que algunos llamarían prisión y otros isla era a veces asfigciante, vivir en un lugar tan pequeño como una lata sonaba peor. ¿Le pasaría eso a él?

-Todos guarden la calma- Ordeno mal –nadie terminara en una lamparilla y Jay, tranquilízate, no queremos un nuevo juego de fuegos artificiales-

Este día se sentía demasiado largo, muy largo.
Notas finales: Pues los invito a leer mis otros fics y a ver algunos videos que he empezado (lo que quiere decir que no son muy buenos) en youtube con el nombre de iranea barrera (son los videos con dibujos), tal vez puedan sugerirme algunas cosas también.

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