A Gaara le había costado desprenderse del morenito. Simplemente creía que todo era un sueño y no quería que acabara. No podía creer que SU Sasuke lo hubiera perdonado… que hubiera vuelto a su lado.
Sasuke por su lado, no podía creer que hubiera regresado con Gaara. Lo amaba pero seguía sintiendo comprometidos sus principios… aunque Gaara le había explicado que Tomoe se quedaría con los niños y el se iría a vivir allá los primeros meses para ayudarla y después estaría con ellos por las tardes y los fines de semana. Es decir, eso le parecía muy bien, pero seguía sintiéndose un extraño irruptor de familias. “Bueno… me ocuparé de eso cuando llegue el momento” pensó para despejar un poco su mente. Finalmente, no podía hacer nada en ese momento ni quería hacerlo.
Solamente fueron capaces de separarse ya entrada la noche, pero se alejaron con pesar.
Al día siguiente todo el mundo seguía conservando el extraño matiz rosa de la tarde anterior. Sasuke se sorprendió tarareando una canción muy melosa mientras se arreglaba para ir a la escuela. Solamente se detuvo mientras observaba su cuerpo desnudo frente al espejo de su habitación… cada espacio de su cuerpo era analizado con minuciosidad. Por primera vez se consideró a sí mismo un ser hermoso… se sentía digno de ser amado. Amado únicamente por el pelirrojo que esperaba no se volviera a separar nunca de él.
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En el colegio, todo mundo pudo notar el extraño sentido de felicidad que tenía el Uchiha menor. Sobre todo dos personas pusieron tanto curiosidad como atención en preguntarle el motivo del extraño cambio de aura de un día para otro. Haku, su amigo al que le tendría que contar todo lo ocurrido y…para su pesar, cierta pelirrosa que lo sacaba de sus casilla.
-Hola Sasuke-kun- dijo con su molesta voz chillona. El moreno solo suspiró. Quiza, solamente quizá, podía hacer un esfuerzo por ser amable…o menos cortante y malvibroso con ella.
-Hola…Sakura- dijo con pesar. A cada segundo que pasaba sentía la sangre hervirle. Estar junto con ella le causaba alergia. “Resiste Uchiha…” se dijo a si mismo y comenzó a pensar en el pelirrojo que sin duda se encontraría dos pisos más arriba. De esa manera aminoraría la pesadez de estar con la mujer con pelo de chicle.
-¿Por qué tan feliz?- preguntó entre coqueta y curiosa.
-¿Feliz?... no lo había notado- dijo el moreno haciéndose el loco.
-Ayyy no te hagas el que la virgen te habla…- contestó enfadada, luego, como sin ada hubiera ocurrido continuó con su monologo. – Te ves diferente. Me agradas más con esa sonrisita que tienes…
- ¿Qué sonrisa?- preguntó alterado. Estaba tan embobado que ni siquiera había notado que sonreía como idiota. Intentó volver a su expresión facial acostumbrada, pero era como si los musculos de su cara no quisieran cooperar. “Diablos…no puedo dejar de sonreir” se reprochó.
-Ahhh- dijo Sakura cansada- Esa que tienes… esa sonrisa de amor que te cargas…- sonrió con malicia. Quería saber quien era su “rival” para conseguir el corazón del moreno, y estaba decidida a sacarle la sopa. - ¿Quién es la niña que te hace sonreir?
Sasuke se sonrojó un poco, luego recobró el control de sus ideas y dijo parco – No me acuerdo como se llama…pero el sexo es excelente- sonrió con suficiencia. La pelirrosada sintió que el mundo se le caía. No podía creer que Sasuke fuera de esos patanes que se tiraban a cualquiera que les quisiera abrir las piernas… ni siquiera podía creer que Sasuke no fuera virgen. Se alejó son decir nada más.
El moreno no sabía porque había emitido ese comentario tan lascivo, pero tenía que admitir que se sentía bastante bien poner a Sakura en su lugar. No podía decirle a nadie que estaba enamorado… y menos de QUIEN estaba enamorado. Solamente podía hablar libremente de eso con una persona.
Escuchó una risilla tras de él. Se volteó rápidamente y ahí estaba, como invocado el chico- chica. Sasuke relajó sus tensos musculos mientras su amigo se acercaba.
-Hubiera grabado la cara de Sakura…no tiene precio- dijo mofándose todavía. – Así que tu sonrisa se debe a ¿qué?- intentó contener la risa- predón, ¿me lo puedes repetir?
-A que tuve sexo excelente con una chica cuyo nombre olvidé jaja.- Sasuke continuó la broma del morocho. Eso era inusual en el.
-Apuesto que la chica empieza con una G…¿me equivoco?- dijo enseriándose. Sasuke asintió. – Me contarás luego ¿verdad?- preguntó curioso. El moreno volvió a asentir y sonrió. El chico-chica prosiguió- Hoy te ves demasiado feliz para ser miércoles… así que todo debe estar perfecto entre “ella” y tu ahora.
Sasuke se sonrojó un poco y continuó sacando sus cosas. En el descanso le contaría todo lo que había pasado…
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Gaara estaba más que radiante de alegría esa mañana. Había atendido con más ahinco a los estudiantes que desfilaban por su oficina esa mañana… incluso a los chicos golpeadores los había tratado de lo más cordial, lo cual no dejaba de extrañarlos… el psicólogo era una persona mas bien seria y seca. Nadie le hizo comentarios al respecto, pero aceptaron de buena manera las atenciones que tuvo con ellos.
Ese día al pelirrojo nada podía salirle mal… estaba en la realización total de su vida.
De pronto, a la hora del almuerzo llegó Shizume, impaciente porque la directora exigía verlo en ese momento…
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Sasuke y Haku fueron a su lugar favorito para pasar los descansos. La azotea de la escuela, en la que por lo general no había nadie mas que Shikamaru, un chico callado y muy inteligente que subía a ver, según decía, las nubes.
Ambos chicos fueron a un rincón para poder platicar mas a gusto… El chico-chica no quería presionar a su amigo, pero desde hacía unas semanas se le veía raro y distante. Se lo estaba comiendo la curiosidad por saber que ocurría con los cambios de actitud de su amigo…
-Haku… -El mencionado miró al moreno a los ojos. La seriedad había regresado al azabache, pero no era esa seriedad mezclada con amargura que tenía habitualmente. Era una seriedad más curiosa. Era una seriedad de quien va a contar algo realmente importante.
Haku se sentó y su amigo comenzó su relato… tenía que liberar todo lo que tenía adentro.
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Gaara llegó a la oficina de Tsunade en un suspiro. La directora se caracterizaba por ser muy impaciente y violenta. Tenía curiosidad de saber el motivo por el cual Tsunade le había mandado llamar.
-Gaara…- dijo seria al momento en que este entró a su oficina. Lo veía a tracés de esos ojos tan penetrantes que la caracterizaban- pasa por favor.
El pelirrojo no hizo esperar a la directora y entró a paso firme a su oficina…- ¿Para que deseaba verme directora?- preguntó seriamente
-Porque necesito discutir algunas cosas contigo. Como sabrás últimamente los estudiantes que has atendido han tenido una mejoría academica notable…- dijo tranquila
-La verdad no sabía… pero me alegra mucho- confesó Gaara todavía confundido. Tsunade prosiguió.
-Eso es realmente gratificante, sobretodo tomando en cuenta que eres un joven muy prometedor… bueno, en vista de tu notable esfuerzo te recomendé ante el consejo de la escuela, que ha decidido pedir la carta de renuncia del profesor de “Ética y Relación Humana” para que tu tomes su puesto. Además claro de tu actual cargo como psicólogo…- después de esto miró atentamente al pelirrojo que estaba anonadado…
-Se que sería algo pesado, pero el consejo aceptó darte solamente un salón para que tus funciones como consejero no se vean entorpecidas…lo cual a mi me parece maravilloso. Tu salario, como es lógico se vería incrementado y considero que serás un profesor maravilloso. ¿Qué opinas? ¿Deseas el cargo?
Gaara la miraba sin entender nada. “Tenía que ser alguna broma… el no era bueno tratando con chicos y le daba pavor impartir clases con alumnos revoltosos que únicamente aumentarían su riesgo a desarrollar un ulcera. Por el otro lado… era una oportunidad maravillosa para poder ver a Sasuke más tiempo, y para poner en practica algunas cosas que quería experimentar con los estudiantes… y el aumento de sueldo le serviría con el bebé que venía en camino…”
Gaara volvió al mundo real, Tsunade lo miraba impaciente…-Mira Gaara, si quieres piénsalo unos días y el viernes me dices que es lo que opinas…
-No directora…no creo que sea necesario. Acepto tomar el control de un grupo, pero pido un periodo de prueba para ver si la docencia me gusta…- pidió tranquilamente. La rubia asintió sin esconder su felicidad.
-Muy bien…-dijo finalmente- ¿Qué le parece si a partir del lunes de la siguiente semana toma el cargo del grupo?
-Me…me parece bien, pero ¿ A que grupo tendría que impartirle la materia?- preguntó expectante…”por favor, que sea el de Sasuke…”
-Me parece que sería una buena opción que diera clase al grupo donde está el alumno que usted tutorea…Uchiha. ¿Le parece bien?
-Si directora, me parece bien…muchas gracias- dijo al tiempo que se incorporaba de su asiento para estrechar su mano.
-Ya sabes Gaara...-dijo sonriente- Cuentas conmigo para lo que sea y te deseo mucha suerte en esto que estas por emprender… si tienes alguna duda no dudes en preguntarme.
-Si directora muchas gracias…- luego mientras estaba a punto de salir de la habitación se golpeó la frente con la palma de la mano y se volteó a ver de nuevo a la exuberante rubia- Directora… una ultima pregunta- dijo un poco apenado
-Si, lo que sea- respondió ella con naturalidad
-Etto…¿me puede recomendar a algún ginecologo?