--¿¡NARUTO!?—zorro y yo nos pusimos en alerta, y salí corriendo con él en brazos; dirigiéndome rápidamente a la habitación donde estaba mi rubio.
¿Qué tiene Naruto?
Corrí por todos los pasillos del hospital, saltando obstáculos y tirando cosas en el proceso; nada era más importante que mi Naru.
--¡¡NARUTO!! ¿¡ESTAS BIEN!?—abrí la puerta, azotándola contra la pared… viendo como mi pequeño se sobresaltaba del susto.
--¿S-Sasuke? ¿K-Kurama? –el zorrito paso de mis brazos a la cama del rubio, apoyando su patita sobre la mano de Naruto.
--Tranquilízate, mi amor; ¿qué es lo que paso? –tome la otra mano de Naru, tratando de que se relajara un poco; cosa que parecía no funcionar.
--N-no se... Gaa-chan solo salió y me dejo… no s-sé que pasa—parecía estar a punto de llorar, mirando fijamente su abultado vientre.
--Te prometo que no será nada malo, zorrito; solo tranquilízate y esperemos a que Gaara explique qué es lo que pasa…--
Naru solo asintió, se notaba algo nervioso; era obvio que pensaba lo peor.
Esperamos a que el pelirrojo apareciera por la puerta; cosa que tardo un poco, aunque tuvimos que esperar a que Gaara recuperara el aire por haber corrido demasiado.
--Naru-chan, Sasuke-san; guarden la calma, les prometo que esto no es malo…--Gaara se veía algo nervioso, lo que no me ayudaba para clamarme.
--Dime, Gaara querido…--uy, Naruto está enojado.
--¿S-sí, N-Naru-chan…? —
--Si lo que pasa no es nada malo… ¡¡¡¡¿POR QUÉ DEMONIOS SALISTE ALTERADO DE LA HABITACIÓN?!!!!—y por eso nunca debes molestar a un embarazado.
--P-perdón, Naru-chan, es que quedé un poco impactado con lo que vi… y tenía que avisarle a Sasuke-san—
--¿Y qué es lo que viste? —tenía que interrumpir de una manera, si no me quedaba sin medico en el área de maternidad.
--Bueno, la primera parte es que sus bebes son varones…--
--¿Varones? ¿Dos varones? —bueno, así tendré alguien que vigile a Naruto cuando yo no este.
--Bueno… si y no… eso es de lo que quería hablarles…--
--¿Eh? ¿Qué quieres decir con eso? —joder, esto me asusta…
--Felicitaciones, Naru-chan, Sasuke-san; serán los honorables padres de tres hermosos varones—¿Qué?
--¿T-tres? —
--Si tres, tendrás trillizos, Naru… ¿Naru? —vi a Naruto en shock, supongo que la noticia le fue inesperada.
Igual que a mí.
--¿Estás diciendo que serán tres y no dos? –tenía que comprobarlo, una o doscientas veces.
--Amm… si… son tres niños—
Ay… no puede ser…
No sé qué paso, solo sentí el frio piso contra mi cabeza…
¿Qué la noche siempre fue tan oscura?
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--No puedo creer que te hayas desmayado en frente de mi cuñado, hermanito; disté un tan mal ejemplo…--Itachi estaba ahí cuando desperté, lamentablemente.
No sé ni cómo llegue aquí, pero me estaba en una habitación del hospital con una bolsa de hielo sobre la frente; y rodeado por parte de mi hermosa familia… Viva…
--Eso no importa… mira peor que en vez de apoyar a tu novio te desmayas… ¿Qué fue lo que te enseñe, Sasuke? —a correr cuando mamá se enoja, papá.
--¿D-donde esta Naruto? –
--Tu madre se lo llevo a casa a descansar; parecía algo agotado, pero feliz…--Ahh… no pude verlo…
--Ahhh… ¿Qué hare ahora? —
--Cásate—gracias papá.
--¡Tengo que tomar video de esto! ¡El gran Sasuke Uchiha pidiendo consejos! —
--Cierra la boca, Itachi…--
--Mímalo mucho, ya quisiera estar yo en tu lugar—Sai se veía algo triste, pero cada quien tiene sus problemas.
--Buen consejo… gracias…--
--Solo amalo con todo tu ser, no importa todo lo demás—Tsunade diciendo palabras sabias entre risas.
Que grandes consejos… ¿Necesitare ir a un psicólogo?
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--¡¡¡KYAAAA!!! ¡¡¡ES TAN HERMOSO!!! ¡¡¡SERE ABUELA DE TRILLIZOS!!! ¡¡¡KYAAAA!!!—escuchaba los gritos de Mikoto-san desde la sala hasta mi cuarto; creo que estaba emocionada.
--Ahhh… Mikoto-san está hablando con varias de sus amigas, no te preocupes; ellas están igual de locas…--Dei-nii tan apoyador…
--Bien… ¡¡¡Ahhh!!! ¡¡¿COMO PASO ESTO?!!—no podía creer esto, no es que fuera malo ni nada de eso; pero siempre pensé que solo serían gemelos… no estoy preparado mentalmente para esto…
--Ya, ya, Naru; tu sabes que todos te ayudaremos a salir de esta; no te preocupes… Además, será lindo tener varios Narutines corriendo por toda la casa—
--Si… me gustaría que mamá y papá estuvieran aquí; hasta a Menma le hubiera gustado ser tío… aunque fuera por accidente…--me sentí un poco triste, pero los extrañaba demasiado.
--No llores, Naru; te traeré algo para contentarte… ¿Quieres un dulce o algo así? –
--Quiero ramen—
--Bien… vuelvo en…--
--Con tomates…--
--Amm… si… yo…--
--Tambien una malteada de chocolate y menta—
--¿Bien…? ¿Algo más? —
--Mmm… una bolsa de dulces de chile y un plato de comida para Kurama… ¿Por favor? —Kuu-chan me veía hambriento, mientras se recostaba suavemente sobre mi vientre.
--Bien, bien; iré a traerte tu banquete, su majestad...—Dei-nii hizo una reverencia, y salió corriendo de mi cuarto.
--Ahhh… Dei-nii es todo un caso, ¿eh? —acaricie suavemente su lomo, mientras mi pequeño hacia soniditos y ronroneos tiernos—Tendrás tres hermanitos, Kuu-chan… tres pequeños niños a quienes podrás querer tanto como a mí—
Mi bebito solo ronroneo un poco, y levanto con su hociquito mi camisa; acurrucándose y olfateando levemente la piel de mi vientre.
--Serás un grandioso hermano mayor... Kuu-chan, lo aseguro—
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--¿Por qué tenemos que ir a comprar cosas para los bebes? ¡Aún falta mucho para que nazcan! —dijo Naruto con un puchero, mientras su suegra le ataba el cinturón de seguridad.
--Iremos porque yo lo digo, mi lindo nuero…--expreso, dándole un beso en la frente—Ahora sí, calladito te vez más bonito; no quiero que te desabroches el cinturón, ¿Oíste? —Naruto solo asintió repetidas veces, con un ligero toque de terror—Bien dicho—
--Ahhh… ¡Que día más bonito! ¿Verdad, Mikoto-san? —exclamo Deidara, sentándose en asiento del copiloto, acomodando su bolso y el de Naruto.
--La verdad que sí, cariño; un bello día para ir de compras—
--Odio las compras…--murmuro Naruto, siendo inmediatamente intimidado por las miradas asesinas de su suegra y primo favoritos.
--¿Dijiste algo, Naruto? —
--¿Y-yo? Y-yo no d-dije nada…--
--Buen niño…--
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--¡¡¡LLEGAMOS!!!—vi un extenuante brillo en los ojos de Mikoto-san y Dei-nii al llegar al centro comercial, nunca los había visto así, y en verdad me asustan.
Juro que nunca había visto un centro comercial de estos en mi vida…
¡¡¡ERA ENORME!!!
Había cientos de tiendas de ropa, zapatos, videojuegos y muchas otras cosas; videojuegos, autos, celulares… tenían hasta una pista para patinaje sobre hielo…
Creo que… este día será demasiado largo.
--¿Qué esperamos? ¡VAMOS AHORA! –
Fuimos a todas las tiendas de ropa de bebe que había, y casi me da un infarto al ver los ceros de más en la etiqueta… ¿De qué es la ropa, de seda?
Compramos, o más bien Dei-nii y Mikoto-san, compraron todo lo que se les ponía enfrente; ropa, disfraces, chupetes, biberones, frazadas, zapatos y no sé qué más…
Incluso teníamos chaperones que nos seguían cargando las cosas… no sé cómo Dei-nii pudo convencerlos para hacerlo…
--¡Ahhh! ¡Siento como si hubiera renacido! --¿A sí? Pues yo siento como si no hubiera podido dormir en semanas.
--Lo sé, salir de compras es muy divertido; siempre había querido venir con las parejas de mis hijos, y mi sueño por fin se hizo realidad—voy a llorar… bueno no, el cansancio me gana…
--¡M-Mikoto-san! –ella y mi primo se abrazaron como si no hubiera un mañana, sollozando y haciéndose cumplidos el uno al otro.
--¡VIVA! ¡VIVA! –vitoreaban los hombres con nuestras cosas, levantando los brazos y lanzando piropos… ¿Qué les pasa a estos sujetos?
--Ahora que ya terminamos con las compras para nuestros bebes, podemos comprarnos un detallito para nosotros—dijo Mikoto-san, mostrando una tarjeta de crédito dorada.
--¿Está segura de esto, Mikoto-san? —yo sé que Deidara lo decía por compromiso, pude ver el brillo de emoción en sus ojos cuando vio la tarjeta.
--No te preocupes, querido; he ahorrado desde que mi pequeño Itachi nació, así que podemos gastarlo todo este mismo día…--
--¿Entonces que esperamos? —Oh no…
--¡¡VAMOS DE COMPRAS!!—dijeron al unísono, arrastrándome a mí y a los otros en su búsqueda del tesoro…
¡¡¡¡¿Y YO DE QUE TENGO LA CULPA?!!!!
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--¿Estás seguro de que no quieres un macarone? ¡Están deliciosos! —Itachi tenía en la boca como veinte de esos dulces franceses, enserio que daba asco.
--¿Ya olvidaste lo que veníamos a hacer aquí? —quería ahorcarlo, pero no puedo; no quería manchar mi ropa.
--¡Claro que lo recuerdo! Solo que repítelo para ver si estamos en los mismos términos—y no, no lo recordaba.
--Ahhh… Gaara nos llamó diciendo que Naruto, Deidara y mamá estaban siendo seguidos por un grupo de fisiculturistas que cargaban sus bolsas; corrimos hasta aquí y los estamos vigilando desde hace media hora…--
--¿Cómo si fuéramos acosadores? —
--No somos acosadores, solo estamos vigilando que no les pase nada… ¿Entiendes? –
--¿Seguro de que no quieres uno? —tranquilízate, Sasuke; tranquilízate…
--¡Ay, ya cállate y sígueme! —
Los perseguimos por todo el centro comercial, viendo como entraban y desfalcaban tiendas de ropa y zapatos; mientras mi rubia adoración se sentaba en la zona de maridos… quienes no desaprovechaban para coquetear con él… Malditos…
De vez en cuando veía a Deidara hablando con los chicos que traía de chaperones, quienes lo seguían como un perro a su amo… que miedo…
--Ahhh… ya me quiero ir…--mi dulce ángel murmuro, mientras se sentaba pesadamente en una banca.
--Anda Naruto, acompáñame a comprar algo para Itachi—el rubio demonio lo jalo hacia una tienda extraña, con un cartel enorme y amarillo con letras extrañas.
--Amm… Itachi… ¿Tu sabes de que es esa tienda? –
--No, pero iré a ver… quiero ver que es lo que Dei-chan comprara para mí—mi hermano salió corriendo detrás del bote de basura donde nos escondíamos, y entro directamente a esa extraña tienda.
--Mmm… ¿Qué venderán ahí? —empezaba a pensar que Itachi ya estaba tardando mucho, y estaba a punto de entrar cuando lo vi saliendo con dos bolsas en los brazos.
--Enserio que seré cliente frecuente...—vi un gran sonrojo en su cara, dándome a entender cosas raras…
--¿No querrás decir que esa tienda…? —
--Si… era esa tienda…--
¡Wow! No puedo creer que tengan una tienda de ese tipo aquí.
--Compre muchas cosas… y creo que me divertiré un rato con Dei-chan hoy en la noche—presumido.
--Bien, lo que sea; mejor dejemos esto de lado y muévete que se nos van…--
Nuestra persecución duro más de dos horas, hasta que la noche caía literalmente a nuestros pies.
--Tengo sueño, Dei-nii—mi rubio sol se frotaba los ojos con desgano, pero para mí era la cosa más tierna que había visto.
--Descansa aquí, Naru; iré a por Mikoto-san para decirle que te sientes cansado—Deidara sentó a Naruto al lado de una fuente artificial, dándole un beso en la frente--¡USTEDES! Cuiden a mi Naruto de todo lo que pase, si no se la verán conmigo—
--¡¡SI SEÑORITO!!—
--Ahhh… tan tierno…--aja, ya sabía que el amor es ciego.
--Hola, rubio…--esperen, esto va mal--¿Qué hace una belleza como tu solo en este lugar? —vi un peliblanco vestido de satín besando la mano de mi Naruto…
Tres palabras… ALEJATE DE ÉL.
--Buenas noches, no se preocupe por mí; estoy esperando a que mi primo y mi suegra vengan por mí—eres tan inocente, mi sol.
--¡Vaya! Te miras demasiado joven para ello, ¿De casualidad eres menor de edad? —ese aprovechado se sentó al lado de Naruto, insinuándosele directamente.
Respira… respira… toda la operación se ira al fiasco si sales de aquí… seguro y Deidara lo mata cuando lo vea… si…
--No, apenas tengo 22 años—
--Y yo pensé que eras un adolescente… ¿Eres modelo? —dijo, acariciando levemente una de sus mejillas.
Lo está tocando, LO ESTA TOCANDO.
--No… soy doctor…--Ahh… tiene una sonrisa tan encantadora…
--¿Qué te parecería si te olvidas un momento de tu novio, y me acompañas a tomar un café? ¿Qué dices, precioso? —
--Perdona, pero tengo novio y estoy embarazado…--
--Eso no importa, lo que importa es lo que pasa entre tú y yo—dijo, acercándose a sus labios.
Ahora si lo mato…
--¡¡¡ALEJATE DE ÉL, SABANDIJA!!!—no pude soportarlo, y me lancé sobre él; cayendo dentro de la fuente junto con ese estúpido peliblanco.
--¡¡¿QUE DEMONIOS?!!—
--¿Sasuke? —
--¡¡Haya voy, hermanito!!—dijo Itachi, lanzándose tambien dentro de la fuente.
--¿Ita-nii? —
--Vámonos, Naruto; Mikoto-san está esperándonos en el auto—escuche que a Deidara apresurado, seguramente nos había visto.
--Pero Sasu e Ita-nii están ahí… dentro de la…--
--Finge que no los conoces, Naru; finge que no los conoces…--
Ambos se alejaron del lugar, mientras yo seguía peleando con ese sujeto de cabello teñido.
Nadie se acerca a mi Naru en mi presencia…
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--No puedo creer que el único día libre de la semana que tengo y nos tenemos que topar con esos locos—exclamo Sai, colocando su mano libre en su sien.
--Déjalos, cariño; se ven muy…--
--¿Idiotas? —
--Bueno, esa es otra forma de decirlo—Itachi y Sasuke estaba peleando con un sujeto en medio de la fuente, mientras las personas los grababan con sus teléfonos.
--Mejor vayamos a comer…--
--Si, si…--
La pareja se alejó del lugar rápidamente, tomados del brazo como un par de enamorados…