Me sostuve fuertemente de la barra, tratando de llegar a una de las sillas del comedor.
--Creo que estos niños ya quieren nacer…--
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--Ahh… ¡Por fin!, un poco de tiempo para mí—me recosté en la silla de mi escritorio, cerrando los ojos ante la inminente tranquilidad de mi oficina.
--¡¡SASUKE!!—exclamo Sai, entrando bruscamente a mi oficina seguido de Gaara.
Adiós tranquilidad.
--Ahora que quieren—
--¿Podrías decirle a Gaara que beber gaseosa con chocolate y malvaviscos dañara al bebe? –era notorio que Sai era padre primerizo. Bueno, yo tambien, pero no por eso me pondré como loco.
--¿Y tú podrías decirle a este inútil que es normal?, ¡¡Son los malditos antojos, por Dios!!—Gaara se veía alterado, y un poco subido de peso.
--Sai, tu esposo tiene tres meses de embarazo, es normal que quiera comer chucherías y asquerosidades—
--¡Oye! —
--Pero esa comida no le hace muy bien al bebe, necesita una alimentación balanceada y llena de nutrientes para nuestro hijito—
--Sai, no me mate estudiando maternidad y ginecología para que tú me digas que es lo que tengo que hacer; sé que esta comida no es muy nutritiva, pero entiende que solo es algo momentáneo, solo hasta que nazca él bebe—
--Pero…--
--Ya dejalo Sai, tu sabes que Gaara nunca ha tenido una mala alimentación, puedo asegurar que tu hijo nacerá sano y salvo—
--Bien, pero sigo pensando que es una mala idea…--dijo, dándole un besito al poco prominente vientre del pelirrojo—Una cosa, ¿Hasta cuándo se quitan los antojos? —
--Si tienes suerte, en el sexto mes de embarazo, si no, puede que hasta que termine la gestación—
--¿Lo dices por experiencia? —
--Si, anoche Naruto se comió dos paquetes de galletas con un tazón de ramen instantáneo y crema batida, y eso no es lo más raro que ha comido—recordé todo el tiempo y dinero que gasté buscando cosas imposibles por toda la ciudad.
Y yo que pensaba que en Japón había de todo.
--Bueno, espero que Naruto esté bien; ya va en el octavo mes, ¿eh? —
--Sí, no falta mucho para que nazcan los bebes—y estaba impaciente para que llegara el día.
--Me parece extraño que no hayan nacido aún, digo, son trillizos, tienen un espacio reducido dentro del vientre—exclamo Gaara, sobándose el estómago lentamente.
--Pues no tengo idea, lo único que puedo decir es que…--mis palabras quedaron interrumpidas por el timbre de mi celular, cosa que era rara—Discúlpenme un momento, es mi padre…--
--Dale mis saludos al tío—
--Sí, sí; ¿Hola? —dije, colocando el aparato al lado de mi oído.
--Necesito hablar contigo, AHORA—se escuchaba algo molesto, no sé qué habrá pasado.
--Amm… ¿Ahora?, lo siento papá, estoy un poco atareado con el trabajo; ¿No quieres esperar hasta la noche? —
--Es urgente, Sasuke Uchiha, tienes mucho que explicarme—
--¿Qué hice ahora?, Yo que sepa todo está correcto, no he hecho nada malo—
--Quiero que me expliques porque tienes un acuerdo de conveniencia con mi querido Nuero—
--¿Qué?, no entiendo --¿¡¡Como se dio cuenta!!?
--No quieras pasarte de listo conmigo, ya tu hermano me lo explico todo—maldito Itachi.
--Te juro que no es nada malo, solo fue algo que paso y ya…--mentiría si dijera que no estaba nervioso, me estaba muriendo de los nervios que tenía.
--¡No quiero tus estúpidas explicaciones!, ¡Quiero la verdad y la quiero AHORA! –
--¿Mamá también lo sabe? —no quiero saber que hará mi madre si lo averigua.
--En este momento está teniendo una “charla” con Deidara y tu hermano—
--Creo que eso va a doler—
--Sufrirán como nunca lo habían hecho…--no quería ni imaginármelo.
--Ahh… mejor hablemos más tarde, ¿sí?; te juro que te explicare todo…--espero que Naruto no se exalte, tantas cosas podrían hacerle daño a él y a los bebes.
--Está bien, pero no pienses que te libraras de esta… Nos vemos en la casa—y me colgó.
--Moriré esta noche…--
--Y virgen…--
--¡¡Ya callate Sai!!—había olvidado que ese par estaban aquí, y yo que pensé que nada más podría salir mal en este día.
--Ya deja de gritar, Sasuke-san—Gaara se veía enfadado, era notorio que el embarazo no ayudaba mucho en estos momentos--¿Qué fue lo que lo altero tanto? —
--Ahh… mi padre descubrió lo del trato con Naruto—
--¿¡¡QUE!!?—
--Sí, eso mismo dije yo…--dije, tirándome literalmente sobre la silla de mi escritorio.
--Uy, ahora sí que el tío te mata…--Sai siempre dándome sus sabios consejos--¿Puedo quedarme con tu laptop si mueres?, te juro que no le diré a Naru sobre tus películas AV—
--Controla a tu esposo, Gaara, si no quedaras viudo antes de tiempo—una bromita más de esas y Gaara será padre soltero, ¿O será madre soltera?
--Cierra la boca, Sai—el pelirrojo hizo un puchero, y mi estúpido primo asintió como cachorro. A veces no puedo decir quién es el que controla la relación--¿Le dirás a Naru-chan de esto? —
--N-no lo sé…--sé que debo decirle, pero no estoy muy seguro de ello; ahora mismo está solo en casa, y con el embarazo está un poco delicado—No quiero causarle más problemas, y tú mismo sabes que puede afectarle mucho con lo del embarazo…--
--Si piensas que es una buena idea no te detendré—
--Gracias—era todo lo que podía decir, no creo que hubiera palabras más correctas que decir—Apagare mi celular, no quiero decirle algo por accidente—no permitiría que se altere por una estupidez mía.
--Haz lo que quieras, mantendré el mío encendido por si acaso, nunca se sabe de una emergencia—
--Yo también, aunque no contestare si es el tío el que me llama—no había pensado en eso, si papá se da cuenta de que Sai también lo sabía seguro y le hará algo.
Creo que es cruel, pero me dan ganas de decirle.
--Bueno, yo me voy; tengo una cirugía que hacer… Avísenme si pasa algo nuevo…--
--Bien, bien; yo probare la resistencia de tu sofá, ¿Me ayudarías, Gaara-san? --
--Pienso que esto es malo, Sai-sensei—creo que eso no significa que avanzaran en su trabajo.
--¡Escúchenme lo dos!, no quiero ningún desorden en mi oficina, ¿les queda claro? —no dejaría que profanaran mi oficina con sus sandeces.
--Sí, sí; lo que digas…--
--Cuidaremos de su oficina… o lo intentaremos…--cerré la puerta rápidamente, escuchando como era bloqueada por dentro.
--Ahh… debo construir una sala de empleados, una muy alejada de mi oficina y con aislante de sonido…--revise mis bolsillos, buscando mi teléfono, pero lo había dejado en la oficina sin apagarlo—Bueno, no importa…--
De todos modos, ¿Qué podría salir mal?
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--¿Entonces me estas diciendo que cuando les pregunte que quienes eran ustedes, este idiota dijo que eran sus parejas para que yo no dijera nada? —decía una mujer de cabello negro, con un noto de molestia en la voz, sosteniendo de la oreja a su hijo mayor.
--Amm… técnicamente si…--se notaba el temor en la voz del rubio, que estaba arrodillado frente a la furiosa pareja.
--Entonces “mi nuero” no está embarazado de mi hijo—exclamaba un hombre de aura amenazante, y su rostro no retenía nada de su enojo.
--Bueno… en eso si estas equivocado, papá, si son los hijos de Sasuke, aunque no fueron concebidos por la manera tradicional—decía el pelinegro menor, susurrando en voz baja lo último.
--¿Qué?, ¿Qué es lo que acabas de decir, Itachi? —
--¿Yo?, Nada, nada, absolutamente nada—
--Dime todo lo que tengas que decir, Itachi, o ya verás cómo te ira…--las amenazas del hombre penetraban en los acusados, cosa que no era nada lindo de sentir.
--Pero papá…--
--Sin peros, dilo AHORA—
--D-dije que los hijos de Sasuke y Naruto no fueron concebidos por la forma tradicional, es por eso que hicimos el contrato, porque todo lo que ocurrió fue gracias a un error en su hospital en la zona de maternidad—Itachi se veía muy asustado, había dicho todo lo que no debía decir.
--Y-yo estaba ahí cuando paso todo, la muestra que implantaron en Naru iba a ser mía, pero los doctores se confundieron por el parecido que tenemos—ahora Deidara era el que estaba asustado, se notaba por los temblores que tenía.
--¿Entonces si son mis nietos? —
--S-si—
--¿Y Sasuke se casará con Naruto porque se aman mutuamente? —
--S-si—
--Y nuestro Naru sigue siendo puro como vino al mundo…--el brillo de los ojos de la mujer podían alumbrar toda la habitación, algo que asustaba a varios de ahí.
--S-sí, eso lo prometo, me he asegurado que eso sea así—los ojos del rubio brillaban con malicia, asegurando nada bueno.
--Bien…--suspiraba cansado el pelinegro, sentándose frustradamente en un sillón—Aún sigo sin entender todo, y no puedo creer que su enamoramiento sea de verdad…--
--Le juro señor, que yo amo a su hijo con todo mi corazón—decía el rubio, casi con lágrimas en los ojos, mirando al suelo—Puede que al principio fuera cruel con él, tratando de que se hiciera daño o cuando dañé los frenos de su auto para que le ocurriera algo--la pareja se miraba sin entender, mirando de reojo a su hijo mayor que tenía brillo en los ojos—Pero aun así no pude evitar enamorarme de este idiota—dijo, soltándose a llorar.
--Yo también te amo Deidara—exclamo el pelinegro, abrazándose al rubio y dándole un tierno beso en la frente.
--“Está consciente de todo lo que hizo, ¿Cierto?” –pensaban los padres del chico, mirándose con una gotita en la sien.
La escena rara no parecía acabar, hasta que empezó a sonar el timbre de un celular.
--¿Quién te llama, querida? –
--En el identificador dice que es Naru, ¿Contesto? —
--Eso depende de ti, ¿Te sientes lo suficientemente tranquila como para hablar tranquilamente con él? —
--No mucho, siento que si le contesto le gritare hasta de va a morir…--la mujer se veía algo apenada, aunque lo dicho no tenía nada que ver con su imagen.
--¿No se supone que ya estaban mejor con nosotros? —decía Itachi, aun abrazado de su pareja.
--Un poco, aún seguimos molestos porque no fueron honestos con nosotros—exclamo Mikoto con un puchero, mirando la pantalla de su teléfono de última tecnología.
--¿Contestaras? —
--No, mejor lo dejo a un lado… No sería bueno gritarle a una persona embarazada—
--Amm…--ambos chicos, rubio y pelinegro, se miraron con duda y con un poco de nerviosismo.
--Suelten la sopa, AHORA—
--Bueno… Mamá… ¿No piensas que lo que acabas de decir es irónico por lo que hiciste hace un momento? —
--¿Qué?, explicate un poco más hijo, no te entiendo…--
--Pues…--
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--¡¡MALDITA SEA!! ¡¡PORQUE NADIE SE DIGNA A RESPONDER EL TELEFONO!!—ya era la décima vez que repasaba mi lista de contactos, y ninguno de ellos me había respondido—Respira Naruto, respira; los mataras luego…--
Las contracciones eran pocas, pero a cada una se volvía mas fuerte el dolor.
--Llamare a Dei-nii, él tiene que contestarme—para este momento ya me había recostado en el sillón de la entrada, para que fuera más sencillo salir de ahí—Vamos, vamos… esto duele, contesta por favor…--mi vientre dolía demasiado, tanto que las lágrimas comenzaron a botar de mis ojos.
--¿Hola?, ¿Naru? –
--¡Deidara! —no sé porque, pero su voz causo que me alegrara demasiado.
--¿Naru?, ¿Todo está bien?, te noto algo lloroso, ¿Te duele algo? –
--Sí, me duele, me duele mucho… Ven rápido, por favor…--ya no podía soportarlo, dolía demasiado, aunque Kurama me estaba ayudando a soportar un poco.
--Tranquilo, vamos para allá, pondré el altavoz—dijo algo preocupado.
--¿Cariño?, ¿Qué te pasa Naru? —esa era la voz de Mikoto-san. ¿Entonces estaban juntos?
--¿Todo bien, cuñadito? —
--¿Qué sucede hijo? —
--Okaa-chan, Otto-chan, Ita-nii…--
--¿Qué ocurre, mi amor? —
--Los bebes, l-los bebes…--comencé a ver todo nubloso, el cansancio se comenzaba a notar profundamente.
--¿Qué sucede con los bebes, Naru-chan? —
--¡¡LOS BEBES YA VIENEN!!—
--¿¡¡¡¡QUE!!!!?—gritaron todos, causando algo de dolor en mis oídos y en las orejas de Kurama.
--¡OH POR DIOS! --
--¡Tranquilizate bebe!, ¡Tranquilizate!, respira profundamente y no te alteres—si, como si ella estuviera en mi situación—Del uno al diez, ¿Cuánto es el dolor que te causa cada contracción? —
--¿Once? Mgh… uh, ah, uh—
--¡Cierto!, son tres, debe doler más…--¿No, enserio? --¡PISA EL ACELERADOR FUGAKU! —
--¡A la orden! —
--¿Cuántas contracciones por minuto? --¿Qué soy, reloj?
--¡No sé!, ¡SOLO SE QUE DUELE Y QUE NO RESPONDIAN, MALDITA SEA! —perdónenme, suegros, primo, cuñado, pero gritar causa que no duela tanto--¡LLEVO MAS DE VEINTE MINUTOS ASI, Y LES JURO QUE NO SOPORTARE MUCHO! —
--Tranquilizate cariño, vamos para allá—
--Duele, duele; dense prisa…--mis ojos comenzaban a parpadear más lentamente y de manera pesada; no soportaría mucho más.
--¿Naru?, Contesta, ¡¡NARUTO!!, ¡¡CONTESTA!!, ¡¡NARUTO!!—
--D-duele…--
Mis manos cedieron dejando caer mi teléfono en el duro suelo, mis ojos dejaron de parpadear para cerrarse completamente.
Dejándome como último recuerdo los gritos de angustia y la mirada de preocupación de Kuu-chan.
--D-duele…--