Cuando despertaron, se encontraban aferrados el uno al otro. Sasuke dedicó una sonrisa tierna a Gaara, como el pelirrojo se las había dedicado a él en su momento. Sabía que en esos momentos su novio necesitaba calor humano y un apoyo para poderse sobreponer un poco a todos esos recuerdos que le atormentaban… jugó con su cabello unos momentos, mientras Gaara lo miraba con ojos suplicantes… por primera vez en mucho tiempo se sentía asi de indefenso.
-Gracias Sasu…-dijo mientras le daba un tierno beso en agradecimiento.- ¿Qué hora es?- preguntó volteando, pero sin conseguir ver el reloj
-Son las cuatro- dijo el otro desperezándose todavía. Lentamente Gaara se incorporó de la cama.
-¿Sabes? Creo que sería bueno salir de la casa antes de decirles… acompañame.- dijo tomandolo de la mano.
Ambos salieron a la calle, que en contraste con el interior de la casa, se encontraba arenosa y daba un aspecto de imponencia bastante extraño.
-Es una ciudad muy bella… aunque parece como si se la hubiera tragado el desierto- Sasuke no sabía como dar a entender lo que sentía al ver la ciudad.
Gaara le pasó un brazo por los hombros y lo acercó a él. –Así es… sin embargo a mi solamente me llena de sentimientos desagradables…
Sasuke creía entenderlo, así que no dijo nada. Se limitó a asentir y a apreciar la vista. El comprendía mejor que nadie por lo que estaba pasando el pelirrojo. Sabía lo horrible que se sentía que todos esos recuerdos te fueran consumiendo poco a poco, aun cuando crees que todo lo has controlado.
Caminaron un rato por la plaza principal charlando de cosas triviales. Gaara ocasionalmente besaba a Sasuke y el moreno se aferraba más al abrazo que le proporcionaba el psicólogo… era simplemente demasiado bello estar con él. Entre besos, abrazos y caricias llegó la tarde.
Caminaban de regreso a casa, a paso lento y reluctante cuando de pronto el pelirrojo paró en seco.
-Sas… necesito pasar a hacer algo primero. Ven.
El moreno fue obedientemente. Sabía perfectamente que lo que su novio quería era simplemente postergar el mayor tiempo posible la hora de ir a casa. Lo siguió.
Caminaron unas cuantas calles de lado contrario a la casa del padre de Gaara y en menos de lo que se esperaba el azabache, se encontraron frente a una casa igualmente imponente. Gaara tocó el timbre un poco dubitativo. Realmente necesitaba un abrazo en ese momento pero no estaba tan seguro de que fuera el mejor momento.
Se abrió rápidamente dejando ver a una mujer de unos cuarenta o cincuenta años con una falda negra y un mandil. –Buenas tardes joven Gaara.
-Buenas tardes Nell.- luego señalo a su novio- el es Sasuke.
-Mucho gusto. Estabamos esperándolos dentro de unas horas. ¿Su padre viene con ustedes?
-No- dijo parco- Solamente vengo a hacer una visita rápida antes de la cena. Avisele a Tomoe por favor.
“Así que era eso” pensaba Sasuke ligeramente celoso. “Esa era la casa de los Saru.” Poco después descartó esos sentimientos extraños y poco propios de él. Si lo pensaba detenidamente, era más que obvio que Gaara quisiera hablar con la única persona que había estado en los peores momentos de su vida apoyándolo.
-Pero mira que trajo el gato- dijo una voz divertida desde las escaleras. Sasuke volteó rápidamente para ver a Gaara sonreir con suficiencia y un poco de nostalgia.
-Kaori…tanto tiempo sin vernos- dijo finalmente Gaara besándola tiernamente en la mejilla. Ella sonrió y dirigió su mirada a Sasuke. Gaara intercedió – El es Sasuke.
-Oh ya veo- dijo ella feliz mientras le estrechaba la mano, luego en un susurro para ambos- No se preocupen. Tommy ya me lo contó todo…felicidades a ambos- dijo sin malicia, y luego con un poco de sarcasmo –Suerte con “ellos”.
Por ellos Gaara comprendió que se trataba de Goro,su padre y de Daisuke y Chiyoko, los padres de Tomoe. Bajó un poco incomodl la cabeza. Kaori prosiguió como si nada – Mi hermana está en su habitación. Mi madre sigue buscándole bronca y si a eso le sumamos a Daichi…-suspiró derrotada.- Digamos que está un poco indispuesta, pero suban a verla.- tomó a Gaara y a Sasuke de la mano y los guió por la planta alta de la casa hasta una de las habitaciones.
“Dios mio… es Tomoe 2 “ pensaba Sasuke haciendo alusión al carácter tan impulsivo e impetuoso de ambas. Gaara le sonrió mientras iba recordando cada minuto que había pasado en esa casa.
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-Y bien…- dijo una morena de dieciséis años a su novio. Se notaba emocionada pero el chico no entendía porque.
-Y bien ¿Qué?- preguntó. Ella le lanzó una rápida mirada mortal y luego desvió la mirada.
-Y bien…¿no me vas a contar que ocurrió anoche después de la cena con tu padre? ¿Le caí bien? ¿Me odia? ¿Qué piensa de mi?
-Ohh eso…-dijo desganado. Todavía no comprendía porque a las mujeres les importaban tanto esas cosas. –Supongo que le caíste bien.
-¿Cómo que “supones”?- le preguntó todavía mas ansiosa, pero con un ligero tinte de depresión
-Pues… no dijo nada malo de ti.- se encogió de brazos. Consideraba esa conversación bastante estúpida
-Pero tampoco dijo nada bueno- estaba un poco frustrada ante esa situación.
-Vamos… sabes que no es a lo que me refiero. ¿Qué te parece si vamos a comer algo?- refutó Gaara intentando terminar con esa conversación.
-No tengo hambre- dijo ella enfurruñada mientras se lanzaba a la cama.
Gaara se sentó en el borde, acariciándole el cabello. –La verdad sabes que no entiendo porque te interesa tanto, perosi es tan importante para ti saberlo le preguntaré.
Ella se incorporó y le dio un casto beso. –Si… preguntale.
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No entendía porque ese preciso recuerdo había venido a su mente mientras volvía a ver esa casa. Todo se veía igual, pero absolutamente todo había cambiado en esos casi tres años que no iba a esa ciudad. Pensó en Kaori… ella era solamente un año menor que Tomoe y siempre la había visto como una niña, sin embargo ahora estaba por cumplir 21 años. Ya no era la niña alta y desgarbada que veía en su adolescencia. Sintió una punzada de recapacitar sobre todo ese tiempo.
Entraron al cuarto, que permanecía igual a como Gaara lo recordaba. Posters por todos lados, libros, revistas, fotografías con sus amigas… incluso una de las fotos que tenían juntos estaba en el lugar de siempre.
-Hola Gaa. Hola Sasu- dijo Tomoe desde un mar de ropa que salía disparado de una maleta.
-Hola…- dijeron ambos al mismo tiempo. Ella se lanzó sobre la cama.
-No tengo nada que ponerme…
Haciendo caso omiso al comentario, los tres que estaban en la puerta pasaron.
-Tommy… - dijo Gaara aferrándose a ella. –No estoy seguro de querer hacerlo…
-Ven, dejémoslos solos un momento… se van a poner a pelear.- susurró Kaori a Sasuke. El asintió
-¿Cómo que no quieres hacerlo?- preguntó histérica.- Me trajiste hasta Sunna, lugar que odio, para decirles y ahora no estas seguro…
Cerraron la puerta después de salir. Lo ultimo para lo que se sentía preparado el moreno era para escucharlos pelearse de nuevo.
-¿Qué tal te pareció Sunna?- preguntó Kaori mientras caminaban por el corredor -¿Quieres algo de tomar?
-Me pareció… interesante. Es como sacada de un cuento. No gracias, no tengo sed.
-jaja “sacada de un cuento” es un termino en el que no habría pensado jamás. ¿Conociste a Goro?
-Si…- dijo Sasuke con tranquilidad, pero ligeramente incomodo.
-Es un tipo raro.
-Ligeramente- acordó- Oye…¿Por qué tienen tanto miedo?
-¿Quiénes? ¿Gaa y Tom? Digamos que Goro y mi madre son personas de ideas muy firmes. Ambos tenían la ilusión de que ese par se casara… siempre han dicho que quieren un heredero “digno” para la compañía.
-¿Tu padre es el otro socio de Goro?- preguntó sobresaltado.
-Si… pero con todo y eso realmente mi padre no se mete en esas cosas. Está siempre ocupado con el trabajo o con Goro que si Tomoe o yo nos vamos de la casa el se enteraría un año después. Si cuando Tomoe dijo que se iba a estudiar a Konoha mi madre armó un lio y casi se suicida para que no se fuera…mi padre solo le dijo “dejala que haga lo que quiera de su vida. Si quiere irse a estudiar a Konoha o al fin del mundo que se vaya”
-Aparentemente tu padre es bastante comprensivo- señaló el moreno mientras se iba metiendo poco a poco en la platica.
-Eso crees ahora. Realmente es un enfermo del trabajo… si dijo eso fue porque Tomoe le reclamó que parecía que su trabajo era mas importante que sus hijas y que su familia. Pelearon mucho por eso. Luego ella le comentó que no quería seguir aquí en Sunna y el le dijo que hiciera lo que quisiera. Que era una malagradecida y sería mejor que lo hiciera. Finalmente, apuntó con toda la elocuencia de su ser que tenía a Daishi para hacerse cargo de la empresa, así que nosotras dos podíamos hacer “de nuestro culo un papalote”. Literalmente dijo eso… esa misma tarde Tommy se fue con Gaara.
-Vaya… - estaba sorprendido por todo lo que la chica le contaba.- Se me hace difícil de creer que todo eso ocurriera. ¿Quién es Daishi?
-Es nuestro hermano mayor. Es el perrito de mi madre. El tipo de hombre que hace lo que ella quiere y “el orgullo familiar”. A mi hermana siempre le ha pesado eso… es realmente doloroso para ambas, pero yo siempre he contado con ella para solucionarme la vida… ella básicamente tuvo que hacerlo sola.
-No pensé que una persona como ella pudiera tener una historia así…
-Si. Realmente creo que para mi madre ella fue un dolor de cabeza. Cuando llegó con el tatuaje a la mujer por poco le da un ataque… una de las muchas razones por las cuales su relación es tan de perros.
-Creo que entiendo porque se negó tanto a venir… a Gaara tampoco le hacía mucha ilusión pero con “el asunto” igual tenían que decirles. Luego me dijeron que viniera para conocer a su familia…
-Realmente no se si eres muy noble o muy tonto por hacer eso, pero me agradas bastante- la chica le dedicó una sonrisa.
-Sasu…- Gaara estaba en la puerta, con una sonrisa en la cara.- Tenemos que cambiarnos para llegar a tiempo. Mi padre odia los retrasos.
Sasuke le dedicó una sonrisa a Kaori antes de salir del cuarto. Sabía que sería una noche bastante complicada para todos…
-_-*-_-*
-Gaara- lo apresuraba su hermana- quedamos de llegar alla a las 8… date prisa.
-Si Tem…- le contestó el otro desganado sin siquiera hacer un esfuerzo por apresurarse
-Vamos… Shika, Sasuke y Kank ya están listos y esperando… además que sabes que mi padre se sulfura si llegamos tarde.
-Pero el se fue a tomar un trago con Daisuke… dijo que nos alcanzaría alla. Aunque si quieren váyanse adelantando- repelaba el pelirrojo intentando desesperadamente anudarse una corbata. Temari se acercó y lo ayudó
-Gaara…no soy idiota. ¿Planeas decirme porque viniste a Sunna? Yo se que no es simplemente por la bella vista que vinieron.-susurró complice.
-Tem… -comenzó Gaara pero se quedó en blanco. Ni siquiera sabía como se sentía en ese momento. Tenía el estomago revuelto y por vez primera quería ponerse a llorar por la impotencia que sentía.
-Vale…no me digas si no quieres pero tengo la impresión de que tiene algo que ver con tu visita sorpresa.- Gaara no soportaba. No podía esconderle las cosas a su hermana, que era también como una madre y una tierna amiga para el.
-Si te lo cuento no me creerías.
-Intentalo…-dijo ella sentándolo en la cama y abrazandolo como a un niño pequeño. No era una conducta que Gaara se permitiera normalmente pero sentía que todo su mundo se veía cayendo en pedazos.
-Tem… Tomoe está embarazada…
La rubia se sorprendió un poco ante la noticia pero sonrió aliviada- Cielo… esa es una noticia estupenda.
-La noticia no tan estupenda es otra… nosotros no somos pareja. Sasuke…el y yo…
Su hermana se quedó fría ante la noticia. Se sentía con unas increíbles ganas de llorar pero no entendía porque. Podía ser emoción, o impotencia o solo comprensión o alguna mezcla rara entre todas. No sabía que su hermano estuviera con hombres y…eso no era bien visto, pero al mismo tiempo la llenaba de dicha que le hubiera contado todo eso. Lo abrazó y no dijo nada más.
-Todo comenzó con el viaje a Sunna. Yo tuve una pelea con el y me enoje y luego ella vino y la embarace…
-Ya pequeño… todo estará bien. Gracias por decírmelo. –dijo ella incluso sintiéndose flotar. No sabía que estaba sintiendo en ese momento realmente pero sabía que su hermanito necesitaba apoyo por su parte.
-_-*-_-*
Lo primero que Sasuke vio al entrar de nuevo en la casa de los Saru fue a una señora aproximadamente de cincuenta años y con un vestido color vino. Era muy parecida a Tomoe y a Kaori, pero había algo en su expresión y en su manera de ser que no le daba la misma familiaridad que con esas chicas.
-Gaara cielo cuanto sin vernos- abrazó a Gaara efusivamente. El otro le devolvió el abrazo aunque con un poco de desgano. La tortura apenas comenzaba.
-Hola chiyoko. Me alegra verte- sonrió con falsedad.- El es Sasuke.
-Hola mucho gusto. Pasen por favor a la sala, Nell les recogerá los abrigos.
Despues de ese breve saludo, continuó para saludar a Shikamaru y a Temari, que seguía un poco desconcertada pero sonriente, y luego a Kankurou.
Gaara estaba rígido. Hacía mucho tiempo que no estaba en una reunión como esa. Para su padre y para Daisuke Saru, la informalidad era vestir con traje y corbata. Todavía no comprendía como Tomoe y el habían salido tan diferentes del resto. Suspiró.
-Hola Gaara. Tiempo sin vernos. ¿Quieres un puro?-el que hablaba era un hombre de pelo cano y de facciones duras, aun cuando sonreía. Daisuke Saru…
-Hola, no muchas gracias… el es Sasuke.- presentó al moreno por decima vez en el día. El otro solamente saludó con la cabeza incapaz de decir nada.
Se sentaron y atendieron la charla que llevaban los tres hombres, ahora sumando a Shikamaru y a Kankurou. Aparte de Daisuke y Goro, el tercero era un sujeto joven pero con un aire petulante. Su cara era parecida a la de Chiyoko y con rasgos semejantes a los de Daisuke. Presumiblemente era el hermano mayor, Daishi.
Estuvieron un rato hablando de cosas referentes a la compañía. Gaara estaba serio pero notablemente aburrido, mientras que Sasuke pensaba como reaccionarían ante el estando con Gaara.
-La cena está servida… -dijo una chica.
-_-*-_-*
Las chicas estaban platicando en el jardín. Simplemente fingían estar ocupadas poniéndose al día o arreglando algunas cosas para alejarse de la tediosa conversación de la sala.
-Tomoe… ya se cual es la situación- dijo Temari seria antes de abrazarla. Ella le devolvió el abrazo.
-Gracias… tengo miedo por como lo tomen.
-no te preocupes por eso… sabes que lo tomarán mal- dijo Temari sonriendo. Era esa descarada sinceridad que las reconfortaba a ambas en ese mundo de plástico.
-Señoritas… la cena.
-_-*-_-*
Estaban sentados todos a la mesa, platicando amenamente sin enterarse de la cara prácticamente blanca que tenían tres personas en la mesa. Temari los miraba fijamente sin atreverse a decir nada para llamar la atención de los otros hacia ellos. Sentía un poco de pena por la situación tan incomoda en la que se verían envueltos los tres al cabo de unos minutos.
-Muy bien…- dijo Chiyoko intentando iniciar una conversación de la que todos participaran.- Chicos ¿Qué los trae por Sunna?- y luego cambiando el tono por uno decididamente mas hiriente, se dirigió a su hija- Sabemos que no sienten apego hacia este lugar.
-Así es madre… no lo sentimos- le contestó Tomoe con el mismo tono de lascivia. Gaara le dio una discreta patada. No era el momento para esa clase de comentarios.
-Bueno… no nos tengan en la duda más tiempo- dijo Goro feliz. Su semblante había cambiado a uno ansioso.
-Este…pues…-comenzó Gaara. Las palabras estaban atoradas en su garganta.
-Estoy embarazada.- intervino la morena de golpe, sin perder la sonrisa.
-Vaya…-exclamó su madre mientras se llevaba el tenedor a la boca- No me lo esperaba de esta forma, pero un bebé tuyo y de Gaara… vaya. Me alegra que hayan decidido sentar cabeza. ¿Cuándo planean casarse?- dijo entusiasmada, dirigiendo una mirada de felicidad a Goro, quien se la devolvió.
-Así que tendremos finalmente un heredero.- por primera vez se escuchaba feliz realmente.- Felicidades Tommy, hijo. Solamente fijen la fecha y listo. Seré abuelo- dijo ilusionado.
Gaara se revolvió en su asiento, mientras Sasuke miraba incomodo y expectante todo lo que ocurría.
-Esto… pues- comenzó la chica de nuevo- la otra cosa es que…no es uno.
-¿Cómo?- preguntó su padre, casi atragantándose con un pedazo de carne.
-Pues…-ahora sonreía feliz.- Son gemelos.
-Aww que maravilla- gimió Kaori, aunque ella estaba enterada de eso desde el principio.
-Con más motivos… debemos preparar la boda lo antes posible. Y todas las cosas que nuestros nietos necesitarán- su madre planificaba feliz.
-En cuanto a lo de la boda, no nos casaremos- Tomoe miraba inquieta a Gaara. El otro por fin encontró la manera de coordinar los latidos de su corazón con la fluidez de so voz o su capacidad para emitir sonidos. Era ahora o nunca.
- ¿Por qué no se casarán?- preguntaba Daishi con un evidente tono de desaprobación. Sus palabras básicamente venían cargadas con “golfa” o con “libertina”.
-Porque Tomoe y yo no somos pareja.- dijo Gaara de golpe. Ahora aparentemente todas sus palabras se atropellaban por salir. –Yo estoy saliendo con Sasuke.
Un cuchillo cayó pesadamente sobre la vajilla. Silencio absoluto. Era la calma que precedía a la tormenta.