En ese mismo instante, en otra zona del territorio...
Los gitanos del príncipe se están acercando en el carruaje en medio de la ventisca.
Por lo tanto, Sen presiente la llegada de su amor porque ve una imagen de él, y se sorprende.
Sen, estás muy cerca- le habla Zangetsu desde la caja, con aspecto de anciano, de nuevo
Amor mío- dice el chico antes de correr a una zona más despejada para ver mejor el camino por donde viene el vampiro
Corren en contra de la puesta de sol, puede que sea tarde, que Dios nos ayude- comenta el doctor
De inmediato el pelinegro usa unos binoculares para ver el carruaje, pero a su vez también ve a los atacantes del Nosferatu, y al retirarse el objeto de los ojos nota que les están disparando a los gitanos.
El Conde al sentirse atacado, dice: Sen
El muchacho se molesta y mira cómo el sol se va escondiendo entre las nubes, para más tarde darle paso a la noche.
Mientras tanto, el ataque sigue continuo de parte de los que van a caballo contra el carruaje, el pelinegro sube a una base más alta y desde ahí comienza a gritar alzando los brazos:
Ven a mí viento poderoso, dame tu fuerza-
Acto seguido, el viento empieza a correr con más intensidad, Zangetsu al sentir el poder de su esposo sonríe complacido. Sin embargo, aquellos que no salen muy bien librados son los atacantes del Conde quienes se desorientan en medio de la fuerte ventisca.
Ven a mí viento poderoso, dame tu fuerza- repite el chico sin dejar de mover los brazos para comandar la acción del viento
El príncipe sigue sintiendo el ataque después de unos minutos y la incomodidad se refleja en la expresión de su rostro. Aun así, con algunos de sus fieles trabajadores logra llegar a la entrada de su castillo, donde se desarrolla una pelea entre los gitanos y los perseguidores del Conde.
Starrk es herido por la espalda por uno de los gitanos, por lo que cae medianamente de lado, al tiempo que los demás logran ir asesinando a los romanies faltantes.
En eso Sen llega corriendo a la reja del castillo y exclama: No
Adentro de la caja, el ahora anciano se remueve exhibiendo los colmillos bastante molesto
El pelinegro busca otra alternativa para entrar, mientras Shunsui le grita desde atrás:
Sen-
El muchacho entra con un rifle en sus manos, y ve como al haberse ocultado el sol, Grimmjow se acerca a la caja de dónde sale el vampiro haciendo volar la tapa, y de inmediato el peliazul le hace un gran y profundo corte en el cuello, el Nosferatu lo tira del carruaje, y sale de este.
Starrk- lo llama Grimmjow
El texano ataca al príncipe enterrándole la espada insigne de el mismo Nosferatu, en el pecho
No-grita Sen preocupado
Sin embargo, el Conde logra lanzarlo lejos también.
Entonces Grimmjow se acerca, pero Sen al estar junto al Nosferatu, le apunta a su verdadero esposo
No- dice Van Hellsing
Zangetsu cae al suelo removiéndose entre la nieve y el pelinegro le pregunta al peliazul sin dejar de apuntarle:
¿Cuando llegue el momento, me harás lo mismo a mí?-
Grimmjow no contesta pero sí se le queda viendo
¿Lo harás?- insiste Sen preparando el arma
No- responde al fin su marido
En ese momento Sen levanta del suelo a Zangetsu , al tiempo que los demás se acercan para atacar
No, esperen, dejen que se vayan- los detiene Shunsui
Nuestra labor ha terminado, la de él acaba de comenzar- les habla el peliazul con seguridad en sus palabras refiriéndose a su pareja.
De inmediato el pelinegro y el príncipe empiezan a caminar hacia el castillo
Los demás se quedan quietos y voltean a ver a Starrk que está muy malherido
Starrk- le habla Van Hellsing
El nombrado se remueve un poco para luego quedar inerte
Nos hemos convertido en locos de Dios- comenta luego el experto
Grimmjow voltea a mirar hacia el castillo y el doctor agrega:
Todos nosotros-
Adentro del castillo...
Frente al mismo altar en el que varios siglos antes el Conde había enterrado su espada en la cruz, ahora yace él tumbado sobre las escalinatas mientras Sen solloza a su lado
¿Dónde está mi Dios?- dice el mayor con la boca ensangrentada y mirando para todos lados
Él me ha abandonado- sigue hablando moribundo
De pronto mira al pelinegro y tomándolo de la mano le comenta:
Esto es el fin-
El chico lo mira sin dejar de llorar quedamente
Acto seguido lo besa, y al alejarse el vampiro lo mira con atención, entonces el muchacho dice:
Amor mío-
Y de inmediato mira la cruz, dándose cuenta ahí en presencia de Dios que su amor puede liberar a todos de las tinieblas, porque es más fuerte que cualquier maldad. En eso el príncipe rejuvenece de nuevo, pero ahora posee una barba castaña más poblada, tal como la tenía en vida, para finalmente volver a poseer sólo la de varios días y el bigote, para este instante ya la sangre ha desaparecido de su rostro.
En cuanto la mirada de ambos se encuentra, Zangetsu le pide:
Dame paz-
Sen mira la espada, y aún temblando la toma y la adentra más en el cuerpo del castaño atravesándolo y causando que la sangre brote por su espalda. El Conde se remueve y el rastro del sello que Shunsui había impuesto en la frente del pelinegro desaparece completamente.
El muchacho se toca la frente y ve como su acompañante respira suavemente mirando al techo, hasta que de pronto abre más los ojos, y volteándolos un poco hacia atrás finalmente muere.
El pelinegro lo mira sollozando aún un tanto, y luego se le aproxima para volver a besarlo, cuando se aleja mira la espada, y la saca del cuerpo del príncipe, para con ella rebanarle la cabeza de inmediato.
Posteriormente mira al techo y ve que hay una pintura en la que están Zangetsu y Eamon pintados, de pronto la obra de arte se ilumina, lo cual significa que los dos auténticos enamorados se han encontrado por fin en la otra vida.
Fin