Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

ESE CHICO ES MIO por lyra

[Reviews - 25]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Bill no puede hacer nada para impedirlo. Se apodera de sus labios y su lengua entra en él ahogando cualquier protesta suya. Cierra los ojos al sentirle dentro de él, como frota su lengua con la suya, como le hace gemir de placer.

Sus manos se cierran en dos puños apretados fuertemente, las uñas se le clavan en las palmas, su cuerpo se relaja debajo del de su hermano.

Tom siente como deja de luchar contra él y le suelta las manos para cogerle la cara con las suyas. Le acaricia las mejillas mientras continúa rozando su lengua. Gime contra su boca, eso era mejor de que lo había pensado. Siempre soñó con probar sus labios algún día, y ese día ya había llegado.

Bill levanta sus libres manos y las pone contra su pecho, empujándole débilmente para que se pare, pero tampoco es que se esfuerce mucho en lograrlo. Su mente está inmersa en un mar de emociones. El odio que sentía por él se está calmando a base del amor que le está entregando.

Pero hay una vocecilla que grita en su cabeza, que le dice que eso está mal entre hermanos, que le pide que no olvide la noche tan maravillosa que pasó con su amado.

Abre los ojos con fuerza y le empuja más hasta que consigue separarle de él.

Tom separa sus labios lamiéndole el inferior de paso. Se le queda mirando desde arriba con las manos todavía en su cara, pero las baja lentamente al ver la expresión de sus ojos.

-¿Qué?-logra preguntar en un susurro.

La reacción de Bill no se hace esperar. Le abofetea con todas sus fuerzas sin importarle su labio herido, de la misma manera que a él no le importó destrozarle su corazón.

Tom se levanta de encima de él cuando sus manos le rasgan la piel. Se toca la mejilla en donde un arañazo ha aparecido y le mira de pies sin lograr entender.

Le respondió al beso muy pasionalmente, le permitió que le besara, ¿¿por qué ha reaccionado de esa manera?

-¿Cómo te has atrevido? ¡Soy tu propio hermano!-le dice con furia.

Se levanta de la cama y huye de su lado.

Tom no hace nada para pararle, ni siquiera se atreve a tocarle.

-Pero yo te amo-le dice como excusa.

-No sigas eso, es asqueroso. Somos hermanos, no puedes amarme como si fueras mi novio.

-Pues lo hago, y no puedo evitarlo. Te quiero demasiado.

-Si de verdad me quisieras tanto no me habrías traicionado de esa cruel manera, contando al mundo entero mi secreto.

Se miran jadeando sin saber que más decirse, cómo hacerse más daño del que ya se han hecho.

-¿Por qué lo hiciste?-le pregunta Bill más calmado.

-Porque estaba celoso. De que des tus besos a otra persona cuando me pertenecen solo a mí, de que entregues ese cuerpo con el que yo sueño estar dentro.

-¡Basta! Deja de decir esas horribles cosas, me estás asustando, estas haciendo que me aleje de tu lado para siempre.

Intenta salir de la habitación, pero su hermano le retiene con fuerza.

-Soy tu hermano, no puedes dejarme de lado. Me perteneces, todo lo tuyo es mío. Tus besos, tu cariño.

Se miran fijamente con dureza en los ojos. En la habitación solo se oye la respiración entrecortada de Tom y los débiles sollozos de su hermano ante tal confesión.

Llaman a la puerta y el miedo se marca más profundamente en los ojos de Bill. Se suelta de su hermano y corre a sujetar la puerta por si se abre de repente y les pillan.

-Es Gustav-dice en un susurro-Escóndete en le baño.

-¿Qué dices? ¿Por qué?-pregunta sorprendido.

-Haz lo que te pido, no quiero que te vea aquí conmigo-le suplica.

Tom no quiere hacerlo, todavía no han terminado de hablar, pero los ojos de su hermano se lo están rogando y decide obedecerle. Entra en el baño y se queda allí a oscuras.

Bill respira hondo y se prepara para abrir la puerta. Lo último que quería en esos momentos es que entrara Gustav y les viera juntos, que viera en sus labios algún resto de ese beso. Piensa con miedo que hubiera pasado si llegar a entrar unos minutos antes, le vería echado en la cama con su hermano enciam de él, con sus labios unidos en un apasionado beso.

Desecha esa imagen de su mente y abre la puerta con una forzada sonrisa.

-¿Ya estás listo?-pregunta entrando.

-Sí, vámonos ya por favor-suplica tratando de no mirarle a la cara.

Gustav se da cuenta de su estado y tras cerrar la puerta tras cerrar la puerta le coge por la muñeca y le hace girar despacio mientras le levanta la cara con una mano. Le roza la barbilla con suavidad al ver sus húmedas mejillas.

-Me parte el corazón verte así.

Bill levanta una mano y la pone en sus labios. No quiere que diga nada más estando su hermano ten cerca, con la oreja puesta en la puerta del baño escuchando.

-Por favor, vámonos-le repite tirando de su mano.

Gustav asiente y coge su maleta. Salen de la habitación y una vez a solas en el ascensor Bill da rienda suelta a sus emociones contenidas. Le abraza fuertemente y rompe a llorar contra su cuello.


-¡Hey!-le consuela besándole la mejilla.

-No me dejes solo nunca más-solloza fuertemente.

Sabe que con él a su lado su hermano no tratará de volver a besarle, no tendrá que escuchar sus desvaríos.

Gustav se asusta al oírle y separándole un poco para verle la cara le limpia las mejillas con las manos.

-¿Por qué estás en ese estado?-le pregunta asustado.

-Porque te quiero demasiado-le repita las palabras de su hermano.

Se funden en un profundo beso que sólo es interrumpido cuando el timbre del ascensor les avisa de que han llegado al hall del hotel, de que su tiempo terminó.

Se separan con esfuerzo en lo que tardan las puertas en abrirse Bill se limpia la cara mirándose al espejo del ascensor, viendo a su hermano en el reflejo.

Extiende una mano y toca la fría superficie, la roza con las puntas de los dedos sintiendo una descarga eléctrica que le recorre todo el cuerpo. Eso es lo que pasaría si se volvieran a rozar una vez más. Algo malo sucedería a su cuerpo, su alma quedaría destrozada.



Están esperando a que se reúnan los demás sentados en los sofás del hall. David está con ellos para impedir que suceda algo malo, como si lo presintiera.

Bill trata de pasar desapercibido ante las miradas de los demás huéspedes del hotel. Está seguro de que el rumor ya se ha extendido y todos quieren ver si es verdad, quieren mirarle a la cara y ver la palabra gay escrita en ella.

No lo soporta más y decide esconderse en le baño hasta que bajen los demás.

-No es necesario que me acompañes-le dice a Gustav cuando se lo ofrece.

Tiene miedo de que alguien les vea juntos, de que por casualidad saquen una foto de ellos en alguna situación comprometida, o haciendo algo con normalidad que los viciosos ojos de la gente transformen en lo que no es.

Suspira aliviado una vez en el candado baño. Se queda apoyado en la puerta sin dar la luz siquiera. Solo quiere ver la oscuridad que le rodea, no ver la cruel realidad en la que su hermano le ha condenado vivir el resto de su vida.


Por fin bajan Tom y Georg. David les hace una señal para que se reúnan con ellos.

-¿Y Bill?-pregunta Tom nada más llegar.

-Está en le baño, escondido gracias a ti-le contesta Gustav sin poder reprimirse.

-¿Tienes algún problema?-se encara con él.

Está harto de sus comentarios. Sabe que la ha cagado con su hermano, y él no para de recordárselo.

-Tom, ya vale de peleas, y menos con alguien del grupo-le advierte David poniéndose en medio.

-Yo ya no me peleo con nadie, lo dejé bien claro en la rueda de prensa-dice mirando con furia a Gustav.

.-Sí, ya oímos todos, eso y lo otro.

-Gustav, por favor no le provoques-pide David.

-Si ya no te peleas, ¿quién te ha hecho ese arañazo en la mejilla?-interviene Georg.

Tom se lleva una mano al lugar en el que su hermano le dejó su señal. Se le había olvidado por completo. Le había hecho tanto daño que había olvidado el suyo.

-Esto ha sido un accidente-dice en voz baja.

Se sienta en uno de los sillones del hall y se cruza de brazos enfadado. David suspira aliviado al ver que los ánimos ya se han calmado.

-Lo mejor es ir saliendo ya. Hay poca gente reunida afuera y no llamareis mucho la atención.

Se preparan para salir cogiendo sus mochilas y cazadoras. Tom se levanta para ponerse su sudadera, con la mala fortuna que al levantar el brazo golpea a Gustav en la cara.

-Lo siento-dice asustado.

Gustav se lleva la mano a su nariz, que ha comenzado a sangrar. Georg le ofrece un pañuelo y David pone los ojos en blanco. No sabe si creer que lo hizo por accidente o fue a posta.

Una empleada del hotel que lo ha visto todo se ofrece para llevarle hasta el botiquín más cercano.

-Acompáñale Georg, por favor-pide David.

Cuando se van se queda mirando a Tom muy enfadado.

-Juro que ha sido un accidente, de verdad. Sabes que nunca me pelearía con alguien del grupo por muy mal que me lleve con él-le asegura honestamente.

“Sólo con mi hermano”

David asiente arrepentido por haberlo pensado.

-Tienes razón, perdóname. Estamos todos nerviosos y no sabemos lo que hacemos.

-Creo que lo mejor es que me vaya ya al autobús, no quiero provocar más problemas.

Se da la vuelta y se dirige a la salida del hotel arrastrando los pies. Bill se reúne con David y ve a su hermano salir cabizbajo.

-¿Qué ha pasado?-pregunta buscando con la mirada a Gustav.

-Tu hermano y Gustav han tenido un pequeño accidente-le dice David suspirando.

Pero Bill no le escucha con atención, acaba de ver acercarse a Gustav acompañado de Georg. Se aprieta contra la nariz una gasa que claramente está manchada de sangre.

La ira sube por su garganta y corre tras su hermano lanzando una maldición por el camino.

-¡Bill!-le llama Gustav echando a correr tras él.


Todo ocurre muy deprisa. Sale a la calle sin importarle que haya gente mirando, que haya periodistas y un grupo de fans reunidas. Tira con fuerza del brazo de su hermano y cuando consigue que le mire de frente su puño sale volando.

-¡Eres un cabrón!-le grita furioso mientras se sujeta su dolorida mano.

Le ve tirado en el suelo, con la herida del labio abierta de nuevo.

Sabe que le ha hecho mucho daño y no le importa, porque él ha hecho daño a su amado y no le ha importado.

Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).