Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Embarazo por accidente por Arteemisse

[Reviews - 192]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

¡¡Hola a todos!!

Los extrañe demasiado...

En verdad que quieria públicar esto antes, pero lamentablemente tuve muchas cosas que me estorbaban para subir este capítulo.

Los extrañe mucho mis pastelillos, enserio.

Ahora si, viene lo más triste...

Este es el final de la historia...

En verdad que les agradezco cada uno de sus comentarios, yo siempre los leo y a veces me sacan más de una sonrisa, puede que no los conteste, pero enserio si los leo.

Espero "verlos" pronto, ya volvere con muchos próximos proyectos, pero por mientras, aqui esta el fin.

Los amo, pastelillos, y lo hare siempre...

¡¡¡SALUDOS, BESOS, DULCES, CHOCOLATES Y MUCHA FELICIDAD PARA TODOS!!!

¡¡Hasta la próxima!!

P.D: Las personalidades de los bebes son idénticas a las de los mios, y todo es cierto...

Me acomode de manera que mis hijos recostaran su cabecita sobre mí, sintiendo sus suaves respiraciones.

--Ya nacieron nuestros bebes…--Sasuke me dio un beso en los labios, y se recostó suavemente a mi lado, con cuidado de no dañar a los bebes.

--Ya somos una familia…--

---***---***---***---***---***---***---***---***---***---***---

--Y bien, viendo que ya todo está en perfectas condiciones, ya podemos darte de alta—dijo Gaara, quitándose los guantes de lates mientras Naruto se arreglaba la bata.

--¡Genial!, hace mucho que ya quería salir de este infierno—

--¡Oye!, yo construí este hospital…--me sentía ofendido, bueno, no tanto.

--Sí, pero tú no te pasaste una semana aquí recostado en una cama imposible de acomodar…--¿enserio?, si él me había dicho que era más cómoda que su antigua cama—Y no dejaban entrar a Kurama—a, ya entendí.

--Entiende que ya no lo dejamos entrar por el hecho de que ataco a tres enfermeras que intentaron acercarse a nuestros hijos, ahora estaríamos peleando por pautas legales si ALGUIEN no hubiera testificado a favor de él—

--Mi Kuu-chan, mis reglas—y siempre se ponía muy recio cuando hablábamos de ese maldito zorro del demonio—Además, Kuu-chan es la mejor y más adorable mascota que puede existir—

--Sí, sí, como digas…--

--Bueno, bueno, ya dejen de pelear—dijo Gaara, parando la pelea que estábamos a punto de armar—Pueden preparar las maletas y las cosas para salir de aquí, yo iré a ver a Sai; está un poco consternado por el hecho de que no saldrá de aquí hasta la próxima semana—el pelirrojo se veía algo molesto, pero a la vez resignado.

Y es que papá, mamá, Deidara y yo le dimos una golpiza por la bromita que había hecho la semana pasada.
Le rompimos dos costillas y le sacamos una muela, además de todos los moretones y cardenales que le dejarían una marca eterna.

O por lo menos psicológica.

--Perdona por dejarlo así, pero te juro que él se lo merecía—

--Lo sé, lo sé; yo también lo hubiera golpeado—y no lo dudo, sus hormonas aún siguen algo alborotadas por los 4 meses de embarazo.

No quiero ni imaginar cuando cumpla los 9.

--Deja te ayudo con el equipaje, Naruto…--dije, al ver como Naru intentaba cargar dos maletas y la bolsa pañalera.

--Yo puedo Sasuke, ya no estoy embarazado…--

--Puede que sea cierto, pero Gaara dijo que no debes cargar nada pesado, recuerda que aun estas sanando de la cesárea…--

--Tienes un buen punto…--dijo, resoplando y dándome las valijas—Pero yo llevare a Dai y Yato en mis brazos…--

--¿Por qué demonios quieres llevar dos?, Para algo compramos esa cosa de bebes ¿No? —

--Se llama carriola y quiero cargar a mis hijos por mas rato…--sentí que no debía discutir más con él, y pues seguí mi propio consejo.

--Está bien, pero después llevaras a Menma, sabes que te quiere más a ti que a mi…--

--¡Si! —

En mayor parte tenía razón, mis hermosos tres hijos tenían más apego con Naruto que conmigo.
No se despegaban de él ni para dormir, y tampoco me dejaban tocarlo.

Enserio, cuando intentaba darle un beso o un abrazo uno de ellos empezaba a gimotear o le jalaba de la camisa para que les diera de comer; y Naruto como buena madre les hacía más caso a ellos que a mí.

A este paso no me dejaran tocarlo nunca, y moriremos más vírgenes que el aceite de oliva.

--¡¡¡BIENVENIDO A CASA, NARUTO!!!—exclamaron mi familia cuando entramos en la casa de mis padres.

--¡Bienvenido mi Naru-chan! —dijo mamá, besando repetidamente su cara.

--Gracias por la sorpresa, Okaa-chan…--

--Todo sea por mi hermoso nuero y mis preciosos nietecitos…--ella se veía extra contenta mirando a mis hijos, en verdad que le había caído bien eso de ser abuela.

--Espero que también veas a mi bebe igual, mamá—y ahí estaba Itachi, sobreprotegiendo a Deidara y celoso como siempre.

--¡Obviamente que lo voy a querer! –dijo, jalándole del cabello—Y pobre de ti si dices algo más, ¿entendiste? —

--Fuerte y claro…--siempre tan cobarde…

--Felicidades mi Naru-chan, ahora ya tienes a mis pequeños sobrinitos en brazos—y ahí estaba Deidara, acomodándose su ya “perfecto” cabello detrás de la oreja—Hubiera sido ms conveniente que yo te diera de mi sangre, pero si lo hacía le podía hacer daño a mini-Itachi, así que Itachi fue tu donador…--tal vez tenía razón, quien sabe que es lo que comerá Itachi fuera de la casa.

--No te preocupes, Dei-nii, yo sé que tu bebe es muy importante e Ita-nii también fue de gran ayuda—

--Tu sabes que haría cualquier cosa del mundo por ti, Naru-chan, así sea convencer a Itachi a donarte sangre aun si tiene miedo a las agujas…--eso se escuchó cruel y conmovedor a la vez.

Para la tristeza de muchos (Si, de muchos), Deidara tenía un mes y medio de embarazo recién cumplidos; lo que causo muchas emociones encontradas.

Mamá, Naruto, Itachi y Deidara estaban muy felices por la noticia (Bueno, Deidara mas o menos), papá estaba algo inseguro sobre eso (digo, ya había conocido por fin quien era Deidara Namikaze) y yo… yo llore…

Lo único bueno de todo esto, es que al parecer Deidara era una mejor persona; digo, ya han pasado cinco días que no me insulta o trata de matarme, y eso es realmente bueno para mí.

No amanecer con una cuerda en tu cuello es algo bueno, demasiado bueno.

--Nunca he visto a un bebe más bonito, ¿Verdad Fugaku? —dijo mi madre, elevando a Shiro al cielo y haciendo gestos graciosos.

--No digas eso Mikoto, ya sabes cómo son de celosos…-- Y ahí es donde mi padre tenía razón.

Mis hijos son los seres más celosos del planeta, y tambien supongo que los más extraños.

 No dejaban que me acercara demasiado a Naru, y cuando este cargaba a uno de los tres los otros dos se ponían celosos y gimoteaban, haciendo que el blando corazón de Naru se doblegara ante esos tres.

Y eso no es todo, aprendieron a gatear una semana después de nacidos, ¡¡UNA SEMANA DESPUES!!

Recorrían toda la casa en cuatro, persiguiendo a Kurama y molestándome en mis intentos de doblegar a Naruto para hacerlo mío.

A Naru no le importaba, sino más bien lo tomaba como prácticas para su carrera, por lo que era perfecto para él.

Por el día me ignoraba para darles de desayunar y cumplir con sus necesidades básicas, por la tarde yo ya estaba en el trabajo y solo me hablaba para decirme las “maravillas” que habían hecho mis hermosos hijos, y por la noche esos tres no me dejaban ni tocarle un pelo; y menos porque aun dormían juntos en la misma cama.

Menma a la derecha, Yato a la izquierda y Shiro sobre él pecho de Naruto.

Gracias al cielo que la cama era grande, porque creo que Naru me haría dormir en el sofá solo para complacer a esos mocosos.

En fin, es una lata eso de tener hijos, en especial si no lloran y se te quedan viendo a media noche como si fueran a comerte.

Pero también son lo más hermoso que me han pasado en la vida.

Sin ellos yo no estaría junto a Naru, y solo por ese simple hecho los amaba con todo mi corazón.

--Quédense un ratito en la cuna ¿sí?, me cambio rápido y luego juego con ustedes—Naru puso a nuestros tres diablillos (Bueno, Shiro era un poco más dulce) en la cuna (Que no usan, por cierto) para escoger algo de ropa del armario, cosa que me daba algo de risa.

--No entiendo de que te quejas, Naru, ponte un yukata y listo, no hay necesidad de quejarse tanto—

--Mira Sasuke, comprendo que quieras que vaya por el camino fácil y que me ponga una de esas cosas de tela, pero debes entender que “esto” es una emergencia mundial—

--¿Qué no te quede el pantalón que usabas antes del embarazo es una emergencia mundial? —

--¡¡¡SI!!!—dijo, mirándome como si no le comprendiera—Tú no sabes lo que es que no te quede tu ropa favorita después de dos meses de tener a tus hijos, me siento gordo y feo—y ahí empezó a gimotear, causando que los niños me miraran como si quisieran matarme.

Bueno, digamos que Naruto había ganado un poco de peso por el embarazo y todo eso tuvo consecuencias.

Muy buenas consecuencias.

O por lo menos para mí.

Sus caderas se habían vuelto más pronunciadas, haciéndole ver sexy y deseable; su cintura se veía más esbelta y ni hablar de su trasero.

Eso era de los mismos dioses.

--Amor, entiende que muchas y muchos embarazados quisieran tener tu cuerpo después del embarazo, no hay problema con estar algo más rellenito; tú sigues siendo la cosa más dulce y hermosa para mí—

--¿T-tú crees? –me veía con sus hermosos ojitos cristalinos, se veía tan hermoso.

--¡Por supuesto que sí!, eres el ser más hermoso de esta tierra y nunca nadie tiene derecho a decirte lo contrario—

--Te amo Sasuke…--exclamo, rodeándome con sus brazos y dándome un beso en la mejilla.

--Yo también Naruto…--

--Ahora me cambiare rápido para darle de comer a los bebes, y de paso decirle a Okaa-san que me lleve al centro comercial a comprar un pantalón o dos—se alejó completamente de mí, ignorando el hecho de que quería arrancarle la toalla que tenía en la cintura.

Les aseguro a todos, que el mejor anticonceptivo del mundo se llama: TENER HIJOS.

De ahí en adelante todo fue tranquilidad, más o menos.

Itachi le pidió matrimonio a Deidara, y este obvio le dijo que sí; aunque ellos tardarían un poco más en organizarla, ya que mi cuñado tardaría unos cuantos meses en organizar algunas cosas de su trabajo.

Sai salió del hospital dos semanas después, aunque tuvo que usar silla de ruedas por dos meses, pero el muy idiota se lo merecía.

Gaara tuvo la noticia más esperada de su vida, iba a tener un hijo doncel, haciéndole a él muy feliz y a Sai dos veces más sobreprotector; hasta lo obligo a tomar su licencia de maternidad, y eso que aún le faltaban como cuatro meses para que naciera su hijo.

La boda siguió su curso, mis padres vieron que las intenciones de Naruto no eran malas y más cuando se puso de rodillas implorándoles perdón, haciendo que me castigaran a mí y a Itachi por nuestra “grandiosa” idea.

Mamá termino de organizar la boda como a ella le parecía, solo dejándonos a nosotros los trajes, las flores, a comida, el pastel y la luna de miel.

La tan esperada y hermosa luna de miel.

Nunca espere que mi vida diera un giro de 360º, y mucho menos había pensado que me encontraría de pie frente a un altar decorado con girasoles y detalles naranjas.

Nunca me imaginé que terminaría casado, y mucho menos que sería con la persona que más amo en la vida.

Naruto se veía hermoso con ese hermoso kimono blanco decorado en dorado y naranja, con un velo de seda cubriendo su bello rostro y un hermoso ramo de girasoles entre sus delicadas manos.

Se veía nervioso, y nunca he conocido a alguien que este calmado el día de su boda.

Del lado izquierdo estaban mis padres y toda mi familia, mis hijos se veían adorables con sus ternos pequeños y las corbatas anaranjadas, aunque claro, solo eran adorables en público.

En el otro lado estaba la pequeña familia de Naruto (Solo ocupaban la primera fila y sus miradas me causaban escalofríos), Kurama (Que increíblemente no estaba tratando de matar a nadie) y todos nuestros amigos.

Honestamente quería mandar a Sai a sentarse en la última fila, pero Naruto eligió a Gaara como su padrino de bodas, por lo que me fue imposible.

Aun así, me sentí contento.

--Y yo los declaro una pareja unida en matrimonio, puede besar a su esposo…--y esas fueron las mejores palabras que escuche en todo el día.

Nos besamos ante las miradas asesinas, las de felicidad y la ovación de todos.

Ya por fin éramos uno frente al altar.

--Te amo demasiado, Sasuke…--

--Y yo el doble que tú, Naruto…--dije, abrazándole de la cintura y pegándolo más a mí—Ahora viene la luna de miel, ya no puedo esperar para hacerte mío…--

--¡Eres un pervertido! —

--Sí, pero soy tu pervertido—y para toda la eternidad.

Celebramos toda una enorme recepción.

Comida y bebida para morirse, el lugar completamente al aire libre y decorado con millones de estrellas brillantes.

Mamá atrapando el ramo bajo la fea mirada de muchos donceles y mujeres solteras, el esposo de Tsunade corriendo por su vida por haber atrapado la liga frente a su esposa, y había un montón de borrachos y cosas que avergonzaran a mi familia por el resto de su vida.

Nos fuimos de la fiesta a eso de las diez de la noche, dejando a mis bebes encargados con mis padres, y tomando rumbo a la casa donde viviría una nueva etapa de mi vida.

--Sabes que no tienes que cargarme por el portal, ¿cierto? —

--Es una tradición, Naruto, aunque solo hago esto para llegar más rápido a la cama…--

--Eres un pervertido…--dijo haciendo un puchero, mientras yo cerraba con llave la puerta principal de nuestro hogar.

--A ver si dices eso mañana, cuando no puedas ni levantarte…--

--¡SASUKE! –

Calle sus palabras con un beso suave, que poco a poco se fue convirtiendo en una masa de emociones y en un beso más que francés.

Ya en la habitación le quite todo lo que traía puesto, dándome una hermosa vista de su cuerpo.

--N-no me mires así…

--¿Así como, Naruto? —

--C-como si me fueras a comer…--sus ojos brillantes, su respiración entrecortada, su cabello revuelto sobre las sábanas de la cama y su descubierto cuerpo sin dejar nada a la imaginación…

¿Quién no quisiera comérselo?

--No es como si te fuera a comer… te voy a saborear entero…--diciendo esto, volví a mis andanzas de lo que iba a hacer.

--¿Q-qué… h-haces… Sasuke…? —

--Estoy haciéndote mío, NA-RU-TO…--y comencé a besar su cuello.

--¿Q-qué?, ¡Ah! —

--Shh…--selle sus labios con mi dedo—Solo disfruta…--

Repartí besos por su cuello, bajando lentamente hacia su pecho, lamiendo y dejando marcas para que todos vean que es mío.

--¿Qué tenemos aquí? —acaricie con mi mano uno de sus abultados pezones, estimulándolo un poco—No pensaba que aun tenías leche, Naruto…--

--E-es por los bebes, a e-ellos les gusta… Ah, ah, ah…--

--Y yo que pensaba que ya habías dejado de amamantarlos, bueno, esto debe ser algo bueno—comencé a lamer sus lindos botones, sacándole algunos gemidos y suspiros.

--D-deja d-de h-hacer e-eso… ¡AH! —

--Aun no sale nada, ¿Sera que debo succionar más fuerte? –

--¿¡QUE!?, ¡NO! —obvio que no le iba a hacer caso--¡MGH, AH! —

--Eres delicioso Naruto—su leche fluía a borbotones de sus pezones, dejándome saborear cada gota de ella—Ya se la razón por la que nuestros hijos no te dejan en paz—

--S-solo callate… ¡Ah! –

--Mmm… no…--acaricie suavemente su torso, hasta llegar a una parte muy interesante—Voy a hacerte sentir muy bien…--

En un vaivén hice despertar su miembro, mientras solo se retorcía del placer que obviamente estaba sintiendo.

--Y-ya, Sasu… Ah, ah, ah, p-por favor—

--¿Más rápido dijiste? Como digas, amor—

--¡No, no! ¡Ah, ah, ah, ah! ¡M-me corro, me corro! —pare con mis movimientos, mientras él se corría en mi mano y arqueaba su espalda de placer.

--Eres tan hermoso, mi Naru—dije, lamiendo un poco de su esencia—Ahora viene lo bueno…-- cambié rápidamente de posiciones, colocando sus piernas sobre mis hombros, dejándome ver su muy mojada entrada—Ya es momento de terminar con esto, Naruto…--

Mire un poco su gesto de miedo, que rápidamente cambio a uno de placer.

--S-solo ten cuidado…--

--Descuida, amor; seré muy cuidadoso—

Su entrada estaba a borbotes de su lubricante natural, por lo que fue sencillo introducir el primer dedo en su entrada.

--¡Ahhh! —

--¿Duele? —

--N-no, s-solo se siente extraño—

Moví mi dedo lentamente, escuchando los dulces gemidos que salían de mi lindo rubio.

--Y-ya... S-Sasuke…--

Introduje un segundo dedo dentro de él, moviendo mis dedos cuál tijera por su entrada.

--Ah, ah, ah, ah…--

--¿Te gusta? Si te gusta dímelo…--

--S-si… me gusta…--

--No te escuche, ¿Podrías repetirlo? —dije, metiendo mi tercer dedo dentro de él.

--¡Si! ¡ME GUSTA! —

Moví mis dedos simulando estocadas, inundando la habitación de sus gemidos.

--Lo siento Naru, ya no puedo aguantar más…-- saque mis dedos de su apretada entrada, causando un gemido de parte de mi rubio, y coloque mi miembro suavemente fuera de ella; preparándome para lo que esperado desde hace siete meses.

--Y-yo t-tampoco—me encantaba cuando su lujuria nublaba sus sentidos—S-solo hazlo lento, Sasuke…--

--Lo hare, no te preocupes, solo relajate…--

Respire hondamente dos veces, preparándome para lo más esperado en mi vida.

--Ah, ah, ah, mmhg… ¡Ah! —y entre completamente en él.

--¿Te sientes bien? —pregunte al ver caer lagrimas por sus mejillas.

--S-sí, s-solo espera un poco…--

--Bueno, pero solo un poco…--¡Oh mi Dios!, es tan lindo…

Me moví lentamente, sacándole sonoros gemidos y cegándonos con la lujuria.

--N-Naruto… ah, ah… estas tan estrecho…--

 --Ah, ah, ah, ah, ah… rápido Sasuke…--

--C-como d-digas…--cada vez más rápido, más y más rápido.

--Y-ya, Sasu… Ah, ah, ah, p-por favor—

--N-Naru, me corro…--

--Y-yo también…--

--Ah, ah, ah, ah, ah… --

--Naru… Naru… te amo Naru…--

--S-Sasuke, ah, ah… ¡SASUKE! –ambos terminamos al mismo tiempo, yo dentro suyo y el en nuestros torsos.

Ambos nos desplomamos en la cama, transpirando sudor y lujuria…

--¿Q-quieres una segunda r-ronda? —

--S-si…--

No sé cuántas veces lo hicimos en la noche, solo sé que fue épico…

--Mmm… Aghhh…--me desperté con los molestos rayos del sol en mi cara, enserio que estaba cansado…--¡Por que tiene que salir el sol por la mañana! —

¿Qué no sabe ese maldito amarillo que era mi primer mañana de casado?

--Mmhg… Sasu…--y ahí estaba Naruto, abrazado a mi pecho y ya en su quinto sueño.
Ni siquiera el sol pudo despertarlo.

--Shh… duerme, duerme… sigue durmiendo…--lo recargue de mejor manera en mi pecho, para que siguiera durmiendo.

Se veía demasiado dulce y adorable, demasiado.

Aunque tenía la ligera sensación de que se levantaría sin ánimos, con dolor de cadera y estaría muy enojado conmigo todo el viaje desde Japón hasta Inglaterra; así que mejor lo dejaría dormir unas dos horas más.

Lo mire un rato más, grabándome este hermoso momento en mi memoria.

Ahora sí que tenía todo lo que quería…

Un esposo dulce y con personalidad explosiva, tres hijos que en verdad me sacarían canas verdes mucho antes de mi vejez y una hermosa casa donde cuidar a mi hermosa familia…

Puse la alarma para dos horas más, y me acurruqué para dormirme otra vez.

Tal vez no tuvimos el mejor comienzo, pero tuvimos el mejor final…

Y eso solo es parte del principio de una nueva etapa…

¿Qué podría salir mal?

Pocos, muy pocos meses después…

--¡Felicitaciones!, ¡Son gemelos! —

¡¡¡MATENME!!!

Notas finales:

También públicado en Wattpad, el link esta en mi perfil...

¡¡Besos!!


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).