Ford se deslizaba deliciosamente entre las carnes del demonio en su forma humana. Al inicio, cuando se encontro al triangulo parlante, creyo que había encontrado por fin a alguien de su mismo nivel, alguien al cual poder ser considerado como su igual. Su compañero de Universidad era bastante listo y habil con las computadores, pero jamas se podría comparar con la brillantez de Bill.
Escuchaba los gemidos del otro que, apesar de su apariencia, eran bastante agudos.
La primera vez que se vio con el demonio este le había dado la solución a todos sus problemas, le otorgo la idea para realizar el portal, y cada vez que se encontraba con alguna dificultad, él le ayudaba.
Por ello Pines había empezado a meditar, a plasmar su imagen en cada rincón de su laboratorio, empezó a adorarlo, por quería verlo a cada minuto del día para así poder compartir sus descubrimientos, y hablar sobre sus inquietudes del universo.
En esos momentos, Bill se le entojaba un ser casi divino. Aquella idea quizas chocara un poco con el hecho de considerarlo su igual, pero la reañidad era que él se consideraba un ser celestial asi mismo.
En una de sus tantas clarlas, Ford le había preguntado que ¿por que había adoptado la forma de un triangulo de dos dimenciones? Después de todo, el se kactaba de ser un ser poderoso.
–¡Sencillo mi querido amigo!– espeto el amarillo–Esta forma es perfecta, el numero tres siempre lo sera, también lo es el siete, pero es menos agraciado y yo simpre tengo que lucir fabuloso– guiño su único ojo– pero si quisiera yo podría convertirme en lo que se me antojara–
Eso había sido todo, hasta ahí habia acabado la conversación y no se permitio pensar mas en el tema, hasta aquella noche.
StanFord estaba soñando tranquilamente, cuando el demonio llego de impreviisto a suh sueño y le realizo una pregunta bastante vergonsoza.
–Oye seis dedos, ¿Quieres tener sexo?– asi había soltado, como si hubiera preguntado por el clima.
Evidentemente, lo único que pudo hacer Ford fue tensarse ante el shock de la pregunta.
–Solo sería algo casual, ya sabes...–el de tres lados no dejaba de usar su voz cantarina–algo entre amigos–
Entonces el humano explotó–¡Estas loco Bill!–era la primera vez que le gritaba–No pienso ahcerlo con una figura–a parte de que era imposible.
–Hay que exagerado–rodo su único ojo–¿Solo es eso lo que te preocupa?–en un chasquido de dedos, literalmente, ya se había transformado en un joven rubio de piel ligeramente tostada y de unos hermosos ojos felinos que se acercab lentamente hacia él moviendo suavemente sus caderas–¿Ahora si podemos hacerlo?– y por si fuera el colmo, también realizo un tierno y sexy puchero.
Ford alejo deseperado al chico con sus manos–¡No soy gay!–
El rubio volvió a rodar los ojos–!Oh vamos!– el solo quería algo de placer–Se que llevas tiempo sin actividades de ese tipo–él lo sabia todo, o al menos lo pasado–¿Que mejor que un tracerito apretado y joven para meterla y desahogarse un rato?–imtento que su voz saliera lo más sensual posible.
–¡Que no soy gay!!!!!!!–grito mas fuerte, quizas no lo había escuchado la primera vez.
Bill se desesperó–¿Es en cerio?–otro chasquido de deos, otro cambio de apariencia–¿Que tal así?–
Ford quedo en shock, frente a él, estaba su querido gemelo, al cual todavía no podía olvidar. Acaricio suavemente clas mejillas contrarias, se veía hermoso, con ese pelo smi largo y esa quijada que siempre le había encantado. Solo faltaba algo para que ya todo fuera perfecto reemplazar aquellos asquerosos ojos gatunos por los suves caje de su amado Stan.
–¿Ya me puedes manosear?–Apesar de la gran habilidad de Bill en imitar las apariencias, la voz no era la de su gemelo, seguía siendo aguda.
–Callate y cierra los ojos– El demonio cumplió, Ford se rindió.
Comenzo a acariciar por debajo de la camiseta, procurando sentirse en la totalidad de sus doce dedos la piel ajena, y comenzando un beso por demas ardiente, dando a entender que quería deborar por completo a su hermanito.
...
Stan se sentía fatigado, todas sus extremidades estaban rigidas mientras sentía la inestabilodad de donde estaba y los movimientos continuos que provocanba el choque de su cuerpo contra los objetos del maletero.
Por que si, ¡Señores y señoras, StanLee la había cagado una vez más!..
Había estado en un casino de las vegas haciendo su puto trabajo cuando estafo a un pobre niñato que se veía demasiado verde en un lugar así, por lo que considero facil estafarle... Que mierda de error.
Resulto que el puto niño era hijo de quien sabe mafioso famoso.
El punto es que lo descubrieron, y ahora, a sus recién cumplidos siete meses de embarazo, Stan se encontraba en el maletero de un Ford 1931, a pesar de la situación, por fin podría presumir el haberse subido a un coche tan fino.
Tenía que encontrar una manera de salir de ahí. No podía esperar a que el auto se detuviera y entonces lo único y último que vería sería la magnum 48 apuntando contra su jodida cara. Sus pies estaban inchados, su vejiga le dolia y su bebés no pareaban de pater, como si le reclamaran por su idiotez. No estaba en las condiciones como para realizar un gran escape.
Puta madre, debio quedarse todo el día en cama comiendo helado como su instinto se lo pedía, pero ahí va el a meterse a lo pendejo en problemas.
Stan estaba considerando como carajos salir de ahí sin ser lastimado, cuando escucho una patrulla, bendita providencia y mala memoria del mafioso que había olvidado la verificación del auto. No paso mucho para que un policia de transito cualquiera habriera el maletero y lo viera.
Pknes sabía perfectamente lo que pasaría a continuación, por lo que con toda la velocidad que su voluuptuuoso cuerpo le permitia, empujo al policia y salio corriendo. Los balazos se escuchaban detrás suyo. En ningún momento se dio la vuelta, perro era conciente de que el policia ya estuvid,era con los sesos reventados. Corrió hasta quedar detras de esa gasolinera, visualizo a un idniota resagado e hizo lo que mejor sab ía hacer, le robo el auto. Acelero hasta que pudo salir a la carretera y se aseguro que nadie lo siguiera.
Llego hasta s u humilde posilga, apago el auto mientras que en su mente solo pensaba en si mismo sobandose el vientre por los calambres que le estaban dando.
Al entrar, intento evitar las cosas que rodeaban el suelo, entre las cuales se encontraban: trozos de pizza y comida a medias. Ya había limpiado la primera noche que paso en ese lugar, eliminando todas las porquerías de los ante riores dueños, pero él simpre había sido flojo en la limpieza, asi que con una vez al año bastaba.
Se acostó con plenitud en la cama suspirando.
Definitivamemte sus días de grandes estafas se habían ido. Ya no podía arriesgase tanto.
Por lo que, el último pensamiento que cruzo su mente antes de caer dormido fue el de "¿Qué hare ahora?"
...
Ford había terminado dulcemente en el inyerior de aquella copia barata de su hermano. Aquello le hizo reempleantearse una pregunta que llevaba demasiado tiempo sin querer realizar.
–Oye Bill– el demonio había regresado a su forma de joven rubio, de cierta manera se sentía mas cómodo que con el triangulo–¿Tú lo sabes todo?–
–Hay ya quisiera– solto un suspiro, aún podía sentir la escencia ajena escurrirse en su interior, que rico– Mmm, solo se el pasado y el presente de todo, nada más– por eso necesitaba más poder, aunque por ahora su miembro semierecto necesitara más atención.
–¿Me puedes reponder algo?– el rubio se guardo su sarcasmo al ver como el otro ocultaba sus manos tras su espalda en señal de su nerviosismo y se limito a asentir–¿StanLee si esta embarazado–.
–¿De verdad quieres saberlo?–el conocia la respuesta, pero dudaba que su compañero estuviera listo para algo así.
–No–no estaba listo, no quería afrontarse a la cruel realidad, quería seguir investigando sus anomalias creyendose capaz de resolverlo todo, quería seguir en su palacio mental.
Bill suspiró, odiaba esos momentos de sentimentalismo, asi que rapido cambió de tema–¿Quieres otra ronda?–
Al día siguiente Ford se despertaria de su sueño con Bill para encontrarse con una cama humeda y la incertidumbre de no saber si realizo lo correcto o no al evadir la respuesta.