Jin Ki: ¿Ya lo encontraste? – El alfa, masajeaba su frente mientras estaba arriba del avión, y en el asiento de al lado de su padre.
Yong Hwan: Aun no.
-Jin Ki voltea a ver al hombre con cierta frialdad.- Comienzo a sospechar que no lo están buscando.
Y no lo estaban. Yong Hwan había hablado con su nieto cuando este estaba en el avión rumbo a Japón. El joven alfa le conto todo lo que había pasado.
Tal vez Yong Hwan no fue un buen padre con Jin Ki, por eso que quiso remendar sus errores con este acercándolo a Taemin y entablando una relación más cercana con Minho, tomando la decisión de ayudarlo dándole dinero para su estadía en Japón por unos días.
Cuando recibió la llamada de Luna, le comento que ya sabía todo. Le pidió que dejara un tiempo a solas a Minho, que él se comunicaría con ella cuando estuviera más tranquilo. Sin embargo, la situación con Jin Ki era muy diferente. El padre del joven, desde que este entro a su etapa adulta a temprana edad, se empezó alejar de él. Se volvieron completamente extraños. Casi igual que ellos.
Jin Ki: ¿No lo están buscando, no es así?- Los ojos fríos y prepotentes de Jin Ki eran iguales a los de él cuando tenía su edad.-
Yong Hwan: Lo están haciendo. Ya encontraron donde se hospeda, así que deja de frustrarte. Lo más probable es que lo veamos antes de volver a Corea.
-Jin Ki bufó volviendo su vista hacia enfrente.- Espero que esta reunión acabe pronto.
-La verdad era que no era necesario que Jin Ki lo acompañara. Pero si lo dejaba, estaba seguro que este iría a buscar a Minho y arruinaría la poca cercanía que tenían.- Lo será, lo será.- Un terrible miedo estaba creciendo en el viejo hombre, y era, que su hijo acabara igual de amargado y solo que él.- Verás que cuando regresemos Taemin te esperara con los brazos abiertos.
-Sin embargo, aquel nombre hizo que su cuerpo se tensara, sacando su celular para mandar un mensaje a su amante.- Estaré fuera de Seúl por unos días. Espero verte cuando regrese. Te extraño, Taemin.- El hombre cerro los ojos cuando apago el celular.- Espero que lo haga.
-Yong Hwan se le quedo viendo a su hijo que parecía estar sufriendo por algo.- ¿Todo está bien con Taemin?
Jin Ki: Si, todo está bien. –La conversación acabo secamente cuando Jin Ki se volteó dándole la espalda a su padre.-
(…)
Taemin veía su celular, mientras tenía recargada su cabeza en el kotatsu. Un suspiro largo escapo de su boca, alertando a la chica que comía mandarinas.
Koharu: ¿Es él?
-Taemin asintió, dejando el aparato de lado.- Dice que estará fuera de Corea. Que espera verme cuando regrese.
Koharu: ¿Y tú que piensas?
-Taemin niega.- Aun me aterra enfrentarme a él.
Koharu: No alargues esto, Taemin.
Taemin: Lo sé.- El chico se dejó caer al piso, viendo el techo blanco.- Lo extraño.
-Koharu se quedó callada admirando a un Taemin ido, prácticamente perdido. Muy diferente al chico de la tarde que actuó sin pensar.- Por cierto. Invite a Minho a nuestra salida de mañana en la noche.
-Taemin se reincorporo de golpe, viendo sorprendido a su amiga.- ¡Que hiciste qué!
Koharu: Parecía estar solo. No le caería mal una buena compañía que le enseñe los mejores lugares para divertirse en Japón.
Taemin: ¿Si te das cuenta que es un niño?
Koharu: Probablemente esté en sus 20… o a lo mucho 21.
Taemin: Y volvemos a lo mismo… ¡Es un niño!
Koharu: Taemin… nos estás haciendo ver viejos. – La chica permaneció sería mientras Taemin no sabía que contestar.- Y aunque así lo fuera. Es bueno que a su edad salga a divertirse con buena compañía. Y tú y yo mi querido Taemin, seremos esa compañía… claro esta si acepta ir.
Taemin: ¿Por qué, no te dijo que iría?- La chica sonrío al ver cierto interés en Taemin sobre la respuesta del joven.-
Koharu: Puede que lo haga… o puede que no. Todo depende de su interés.
Taemin: ¿interés?
Koharu: Lo sabremos mañana.
Aquella noche el omega fue el primero en levantarse nuevamente. El mismo sueño, las mismas sensaciones… el mismo Taemin.
Camino hacia la cocina por un poco de café a la cinco de la mañana. Desde la ventana aun podía ver la oscuridad del día. Hacía frío y los dedos de sus manos dolían por ello. Corrió hacia el kotatsu y dejo que su cuerpo entrara un poco en calor.
Miro de reojo su celular encontrándose mensajes de Jimin preguntando como estaba, si estaba comiendo bien, si no estaba triste, que si necesitaba a alguien con él no dudaría en tomar un vuelo e ir a su lado.
Una sonrisa se apodero de su rostro. Sin embargo, no contesto ningún mensaje. Por muy cruel que le pareciera, también necesitaba dejar ser tan autodependiente de sus dos amigos. Además, no se sentía solo ya que tenía a Koharu.
Cuando la tarde llego, su amiga fue con el médico a que vieran su lesión, esperando la alta. Él en cambio, fue a un parque cercano a caminar.
Aunque el día pareciera frío, necesitaba estar solo por un tiempo. Se sentía tan libre y a gusto consigo mismo.
Fue entonces que recordó la primera cena que tuvo con Jin Ki cuando empezaron a salir. Él alfa lo había llevado a un restaurante de comida italiana. Era pequeño y cálido. Desde que entro al lugar lo amo. Pero lo que más le gusto, fue el apetito voraz de su acompañante, que seguía comiendo y comiendo.
Sus pensamientos se llenaron de ese día, haciendo que abrazara su cuerpo con cierto miedo. Ambos habían salido a caminar, viendo las estrellas, tomados de la mano. Jin Ki también lo había besado, lo había acariciado con tanta delicadeza que termino haciendo el amor con él por primera vez. Sin embargo, sus pesadillas habían aparecido y termino por salir de la cama dejando dormir solo al alfa.
Su celular sonó sacándolo de sus pensamientos.
Koharu: ¡Tu mejor amiga acaba de ser liberada de sus cadenas!
-Taemin sonrió, dirigiéndose rumbo al hospital nuevamente.- Eso es bueno.
Koharu: ¡Bueno, nada de eso! ¡Es maravilloso!- La chica fue silenciada por las enfermeras, haciendo que se disculpara con pena.- ¿En dónde estás?
Taemin: Estoy a punto de llegar al hospital.
Koharu: Te espero en la entrada.
Taemin no demoro ni cinco minutos cuando estaba siendo atacado por Koharu.
Koharu: ¡Soy libre! –Al parecer la condición de Koharu había durado bastante tiempo, haciendo que su alta le devolviera su energía.- ¡Estoy lista para bailar de nuevo! Y tú, serás mi pareja… eso claro si somos nosotros dos.
-Taemin le sonrió, dándole un leve golpecito en el hombro a la chica.- Hay que ir a comer. Me muero de hambre.
(…)
Taemin se encontraba en el baño arreglando su cabello. Si bien, llevaba pantalones ajustados un una camisa vino de seda. Su fragancia a malvaviscos solo lo hacía más antojable. Eso pensaba Koharu cuando lo veía desde la puerta del baño.
-Taemin le lanzo una sonrisa juguetona a la chica, haciéndola tragar saliva y cerrara su boca.- ¿Qué sucede, Koharu?
Koharu: Fue un desperdicio para los omegas que tu fueras uno. Tu aroma y cuerpo son tentación infinita.
-Taemin arrugo su entrecejo cuando escucho la palabra aroma.- Eso me recuerda que falta poco para mi celo.- Taemin fue hacia su maleta sacando uno de sus supresores.
Koharu: ¡Ni en sueños! –Dijo la chica, quitándole la inyección de las manos.- Si te pones esa cosa ahorita, en media hora estarás adormilado y cansando.
Taemin: Koharu, es necesario prevenirlo. A donde iremos no es precisamente un área en donde estarán puros omegas.
-Taemin empezó a seguirla en busca de sus supresores. La joven, los dejó con llave en su gabinete y tomo uno poniéndolo en su bolsa.- Yo lo llevare en caso de emergencia.
-Taemin suspiro, rindiéndose.- Estas demente.
Koharu: Me lo agradecerás cuando este disfrutando la noche.
(…)
Minho seguía en la cama de su hotel, estaba mordiéndose las uñas, pensando en si ir o no a aquel lugar.
Vio la hora en su celular frustrándose ante su indecisión mental. Cerró los ojos dejando el teléfono al lado. Cuando lo hizo, se encontró en su mente con ciertos ojos avellana que eran dulces y cálidos; un cabello castaño claro semi ondulado y posiblemente suave. Unos labios semi tupidos, bellos; deseables y besables. Abrió los ojos de golpe sintiéndose ansioso. No lo pensó dos veces en salir de la habitación en busca del dueño de su leve fantasía.
Lo primero que hizo al llegar, fue buscar a la chica con la que se había comunicado.
Koharu: ¡Por aquí, Minho! –Dijo la pelinegra que estaba bailando en la pista con Taemin.
Los ojos de Minho oscurecieron cuando se encontraron con aquel chico que se movía calientemente al son de la música. Era provocador, exquisito. No lo pensó dos veces en ir hacia ellos y saludarlos.
-Taemin le dio una leve sonrisa al joven mientras terminaba su segundo trago de la noche.- Minho. ¿Pensé que no vendrías? –La sonrisa de Minho se ensancho cuando vio aquellos ojos avellana jugando a casar.- Ya que estas aquí deberías divertirte.
Koharu, empezó a reír al ver la tensión que había en el aire. Era una pelea entre malvavisco y chocolate. La pelinegra no dijo nada, dejando a los dos en la pista mientras iba por otra bebida.
Minho se fue acercando a Taemin, empezando a bailar muy cerca de él. El joven omega no dijo nada, dejándose llevar por la música y el alcohol… O eso era lo que pensaba.
-Minho se acercó a su oreja para poder hablar.- ¿Cuántos tragos llevas?
-Taemin sonrío de forma ladina.- ¿Eso importa? –Una joven se puso en medio de los dos empezándose a restregarse en Minho, haciendo que Taemin se sorprendiera.
Porque no te diviertes mejor conmigo.- Al parecer la chica se había excitado por el aroma que estaba dejando salir el alfa.- Te prometo que seré mejor compañía que él.
Taemin: ¿Eso crees? –Dijo el castaño, con algo de poder en sus palabras, empezando a moverse de forma exótica, atrayendo fuertemente la atención de Minho.- Aquello hizo feliz al omega de Taemin, riendo por la poca atención que recibía la chica.-
-Un gruñido fuerte salió de la garganta de Minho, haciendo que la omega se hiciera aún lado, caminando hacia Taemin, que al parecer no solo había llamado la atención de su alfa, sino de varios.- Maldita sea Taemin, estas en celo.