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One Way Ticket por N3K0-Ch4N

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El brillante sol de la mañana hizo calmar un poco a Trunks apenas se despertó e hizo las paces consigo mismo, con lo que debía aceptar. Se vistió con su traje de entrenamiento después de tomar una ducha fría y se sentó frente a la mesa de la cocina con una jarra de jugo en la mano. Parecía que Chi-chi aún estaba molesta con Gokū, en su opinión, estaba en lo correcto pero también era algo habitual en esa casa, desde que Gokū se había despertado, rara vez se paseaba alrededor de su esposa o sus sentimientos. Aquel sería otro día en el que obtendría una ración más pequeña de carne, así como otro día en donde Chi-chi estaría sola en esa tranquila casa y se quedaría observando el camino de grava como si estuvieran en casa más temprano que nunca.

Él también jugo ese papel, aunque recientemente se estaba dando cuenta de ello. Solamente Gohan comenzaba a manifestar esto… una falsa voz de la razón, no era más que un pequeño niño que trataba de crear coraje frente a los monstruos; sin embargo, él no era mejor que ninguno de ellos. Sus oscuros pensamientos fueron cortados por mejillas sonrojadas y ojos cálidos, sus propias mejillas se sintieron inflamadas, su respiración se aceleró ¿alguna vez se había sentido de esa manera? Sería un crimen apagar su alegría.

Sus ojos azules se volvieron para ver a Gokū sonriéndole a su hijo, en el exterior parecía inocente pero para Trunks, ocultaba un lado siniestro.

-¡Buenos días!-dijo Gohan sentándose a su lado mientras correspondía su sonrisa.

-Oh, Gohan ¡deberías estar en tu cama!-dijo Chi-chi frunciendo el ceño-ve a recostarte y te llevaré el desayuno-

-Mamá ¡estoy bien! ¿lo ves? ¡cómo nuevo!

-Eso es genial-dijo Gokū masticando una salchicha-¡porque vamos a incrementar tu entrenamiento! ¡las cosas se van a poner muy difíciles!-

Su bondad por naturaleza se apagó al instante, así que su paranoia había tenido la razón, Gohan no tendría objeción para estos asuntos, estaría a merced de su demasiado entusiasta padre y su deseo anti natural de entrenamiento. El semi-saiyajin desvió la mirada decepcionado hacia Trunks y pudo detectar la culpa entrelazada en el vacilante azul de sus ojos, Gohan no calmaría su dolor, en su lugar se convertiría en su propia defensa con la esperanza de poder romper aquel trato con su alegre padre.

-¿No sería mejor si tuviera algo que decir sobre lo que hacemos? Es mi cuerpo, conozco mis límites…

-¿Lo haces?-preguntó Gokū, el aire pareció tensarse después de aquel interrogatorio. Gohan no era un buen corredor de su propio destino, todos en la sala parecían reconocer aquello con miradas tristes, carecía de confianza para defenderse a sí mismo y también lo hicieron su madre y Trunks. Son Gokū era un hombre de voluntad inquebrantable, como otras veces en su vida, él se doblaría en ese preciso instante y doblar alguien a voluntad no era lo suyo. Típica debilidad. Gokū sonrió alegremente ante el silencioso triunfo de su espíritu y habló entre bocados de comida-puedes elegir algunos de nuestros métodos cuando me derrotas. Hasta entonces, te presionare, ambos lo haremos ¿no es así, Trunks?-

-Cierto-respondió Trunks tragando el nudo en su garganta, su vacilación era amarga.

-Como todos sabemos-continuó Gokū-cuanto más dolor soporta el cuerpo de un saiyajin, más poderoso se vuelve. Aumentaremos el ritmo de entrenamiento y la dificultad para asegurarnos de que estamos preparados para enfrentar a la amenaza cuando llegue el momento-

Chi-chi dejó escapar un suspiro frustrado, Trunks era el peor negociador de la tierra. Gohan se quedó mirando los hotcakes frente a él, estaba decepcionado y emocionado, la decepción se debía principalmente al hecho de que a nadie le importo preguntarle que pensaba de su propio entrenamiento y progreso.

-¿No tengo nada que decir sobre esto?-dijo Gohan gruñendo su disgusto.

-Tendrás tu opinión una vez que me derrotes-dijo Gokū-hasta entonces será "sabio es papá"-


Antes de que terminara el desayuno, se reunieron en las frías laderas de la montaña. El frío del lugar se filtró en los huesos del joven guerrero, el viento y la nieve azotaban sus mejillas. Entre la bruma alcanzó a ver unas luces parpadeantes, un ki quemándose, se deslizó en el charco helado que había formado con su poder y sus dedos enterrados en las profundidades invernales, podía distinguir su enfoque, casi podía ver el acero en los ojos de su padre. El viento les había robado sus voces pero las explosiones de ki eran inconfundibles, le dispararon tres veces en el pecho y jadeó cuando lo mandaron a volar, unos fuertes brazos lo atraparon por el cuello y su propio padre comenzó a golpearlo sin perder un centímetro de su vida. La sesión de entrenamiento era todo lo que Gohan había esperado y más, ni siquiera se molestaba en ofender a Trunks o a Gokū, todo lo que podía hacer era intentar defenderse, funcionó durante los primeros cinco minutos, más tarde, asumió el papel de saco de boxeo. Probablemente hubiera tenido más éxito en eso ya que los otros dos lo atacaron como si no hubiera un mañana. Trunks hizo una mueca mientras intentaba seguir abrazándolo, tuvo que alejarse de la oscuridad en los ojos de Gokū, ese horrible fuego de batalla o la sonrisa que tenía mientras golpeaba al niño contra él, se sentía aliviado cuando Gohan comenzó a defenderse e hizo una mueca cuando lo mordió. El semi-saiyajin más joven le dio un codazo a Gokū en la barbilla pero éste fue golpeado contra el suelo.

-¡No es suficiente!

Gohan jadeó de dolor, estaban tratando de matarlo. Sin previo aviso, alguien tomó su cabello con fuerza y lo levantó de la nieve, una rodilla aterrizo contra su estómago y escupió sangre en el prístino paisaje, se liberó de ese agarre y luchó contra el viento para acumular ki en sus manos pero un puño chocó contra sus costillas. Levantó la vista hacia la nieve y sollozó. Gohan estaba demasiado cansado para moverse, en todo su cuerpo había grandes moretones pero apenas sentía el dolor, el agotamiento había tentado a su cuerpo y su mente a entrar en una peculiar etapa de apatía en la que casi ni le importaba lo que pasara. Sin embargo, la aparente apatía había sido irónicamente causada por su ira.

No le importaba el entrenamiento vigoroso, ni le importaba perder el tiempo, con lo que no estaba bien era que no veía ningún punto en el entrenamiento en sí, ni siquiera se le dio la oportunidad de defenderse, pensó que por la forma en que se estaba desarrollando el entrenamiento hasta ahora, no iba a aprender nada. Debieron haberle arrojado piedras hasta que estuviera a punto de morir o deberían haberlo enterrado bajo una pila de rocas, el resultado hubiera sido el mismo: ya estaba medio muerto y no podía moverse ni un centímetro.

Aunque Gokū y Trunks no tuvieran eso, el letargo de Gohan era un insulto al espíritu de un guerrero. Gokū pronto supuso que una avalancha sería la manera perfecta de liberarse de su apatía. Inmediatamente fue enterrado, congelado en aquel lugar. Luchó mientras se desenterraba a sí mismo a la vez que escuchaba voces apagadas, se preguntó si estaban tomando fotos para capturar el momento. Cuando sus dedos entumecidos tocaron la superficie, se quedó sin aliento ante el aire fresco aún de montaña, derrotado por segunda vez, se sostuvo en su pérdida, golpeado física y mentalmente.

Trunks se detuvo al lado del inconsciente niño y lo cargó en sus brazos.

-¡Ya se ha vuelto mucho más fuerte!-exclamó Gokū sonriendo-¡no puedo creer que te mordiera!-

Le tomó tiempo a Gohan salir de la nieve. Agotado, yacía sobre el montón de nieve, congelándose, todo lo que deseaba era estar en su cama caliente. Ni siquiera tenía la fuerza suficiente para abrir los ojos; sin embargo, podía apostar que los dos sádicos tenían otros planes para él. Por un momento, Gohan se sintió conmovido. No llegaron más golpes pero no estaba siendo manipulado con mucha suavidad. Gohan se enfado ante la sola idea de pensar que su padre y Trunks probablemente se estaban tomando selfies con su cuerpo apático. Los dos estaban, sin duda, orgullosos de su vicioso entrenamiento, que suertudos eran ellos.

Decidido a no comentar menos, hablo en serio, el príncipe simplemente se dirigió a la casa Son.


Cuando llegó allí, la mirada decepcionada de Chi-chi aumentó el nivel de su conciencia culpable. Acostó al niño en su cama y curó sus heridas.

Cuando terminó, miró por la ventana los árboles que parecían interminables y se preguntó esto valía la pena, él no era lo suficientemente fuerte como para derrotar a los androides en su línea de tiempo; Gohan tampoco. Si hubiera ido a la universidad tendría algunas asignaturas para validar el concepto de manipulación del tiempo pero no había tenido la oportunidad.

¿Acaso era inevitable que los androides destruyeran todo lo que amaba, o estaba destinado a vigilar la vida de Gohan aunque en realidad nunca fue parte de ella?

Las hebras de color lila se pelearon entre ellas mientras Trunks se deslizaba por la pared para contemplar fijamente el dormido rostro del menor. Era egoísta pero todo lo que quería era que Gohan lo abrazara, lo besara y le dijera que las cosas no eran tan difíciles como lo pensaba. Un sollozo ahogado, casi silencioso, salió de los bronceados labios antes de que se incorporara y saliera de la habitación. No había tiempo para llorar.

Trunks y su padre se llevaban bien, pudo observarlos viendo un libro. Era algo divertido, irritado por su falta de reconocimiento, gruñó.

-Así que ¿tomaron buenas fotos?-preguntó Gohan con amargura. Se incorporó y se dio cuenta de que le dolía todo el cuerpo.

Trunks y Gokū le dieron miradas confundidas y luego intercambiaron una entre ellos.

-¿Qué fotos?-preguntó Trunks confundido.

-No importa-murmuró Gohan.


Gokū y Trunks estaban sentados en un sofá estudiando un libro sobre artes marciales. Era uno de esos de los que se había desecho el Maestro Roshi, uno de estudios de artes marciales antiguas de maestros antiguos, posturas increíbles y representaciones de una fuerza inimaginable, estaban destinados a ser un regalo para él, ya que el viejo maestro sabía que le gustaba leer pero en su mayoría eran dibujos hechos a mano. En su mayoría, eran cosas que les parecían completamente naturales al ser los últimos vestigios de una raza guerrera, Gohan observó la risa de Trunks y se burló, tal vez Trunks había olvidado lo que se sentía sentirse impotente, humano. Un día el Maestro Roshi se presentó misteriosamente en su casa con su caja de madera llena de libros, eran libros que ya no usaba, había escuchado de alguien que a Gohan le gustaba leer y había decidido regalárselos.

Gohan se volteó hacia el sofá donde Gokū y Trunks se reían como niños, apuntando con sus dedos algunas de las ilustraciones más interesantes. Obviamente se estaban divirtiendo mucho, continuaron riendo y riendo a sus expensas, cuanto más seguía, más se cuestionaba.

"Soy un idiota… me lancé hacia él esperando que las cosas mejoraran con Trunks alrededor, teniendo falsas esperanzas después de todo"

Se suponía que Trunks era su (lo que sea que fueren) ¿amigo? ¿novio? Nada de eso parecía apropiado, se sonrojó mientras pensaba en las pijamadas que quería tener con Trunks, algo que hasta ahora parecía muy infantil.

Los días que siguieron fueron muy parecidos, era extraño que estuvieran tomando un descanso de su ser pero no lo cuestiono. Sus heridas se recuperaron ahora, por lo que pasó su tiempo libre pensando en los árboles, lejos de Trunks, su comportamiento confuso y sus ojos brillantes. Su corazón estaba agradecido por la paz que le brindaba su soledad pero a medida que pasaban los días, se inquietaba.


Una mañana salió a desayunar y los encontró a ambos en la mesa comiendo, con un gruñido de buenos días, se sentó y revolvió los huevos. Gokū le dio a Trunks una mirada cómplice antes de proponer un brindis.

-Hey, Gohan. vamos a cambiar las cosas hoy, iremos a un nuevo lugar, un nuevo comienzo. Creo que le hemos hecho bastante daño a la montaña, no queremos ayudar a Bulma con este tema del calentamiento global.

-Creo que es demasiado tarde para eso, pero… como sea-dijo Gohan poniendo los ojos en blanco.

Trunks frunció el ceño, sabía que Gohan estaba enfadado pero deseaba ser comprensivo. Cómo deseaba que el semi-saiyajin de cabellos oscuros encontrara su fuerza a través de estos desafíos.

-No te preocupes-dijo poniendo una mano sobre el muslo del niño y le sonrió-cuando hayamos terminado el entrenamiento, podemos trabajar para arreglar las cosas con las esferas del dragón-

Gohan se sonrojó y frunció el ceño, se levantó bruscamente y apretó los puños. Estúpido Trunks y sus estúpidos ojos y ¡oh! cómo tenía una respuesta para todo pero… ¿cómo podría desaparecer ese dolor en sus entrañas? Cómo deseaba darle un puñetazo a su hermoso rostro y preguntarle por qué las cosas eran así ahora ¿qué había pasado con su tiempo en el bosque? ¿qué le paso al chico que le era tan devoto?

-Esa era la respuesta para todo ¿no es así? ya he terminado de comer, estaré afuera-dijo Gohan frunciendo el ceño. Una vez que salió, Trunks le frunció el ceño a Gokū.

-Esa es una lección bastante mala, Gokū-san ¿estás seguro?

-Soy positivo-respondió Gokū sonriendo-lo aprendí de tu padre, créeme, funcionará-hubo un leve rubor en las mejillas del hombre y causó que el príncipe también se sonrojara-ok entonces, vamos a trabajar-


El entrenamiento en un terreno cubierto de hierba hizo maravillas para Gohan. Fue capaz de esquivar los ataques y devolverlos con tanta facilidad que se impresionó consigo mismo, podía decir que Trunks también estaba impresionado cuando su explosión de ki destrozó mechones lilas en su hombro.

-Está bien, Trunks. No soy débil…

El entrenamiento con ki no fue tan vigoroso ni despiadado como los anteriores o tal vez eso fue pero, al menos Gohan tenía una buena oportunidad de defenderse, para sorpresa de su padre y Trunks incluso pudo contraatacar. Para ser honesto, Gohan no estaba sorprendido, siempre había sido tan bueno con el ki pero no había pensado que fuera TAN bueno.

-Está bien, eso es todo por hoy-anunció Trunks, vio a Gohan de un pequeño cráter que acababa de surgir.

-¿Qué les parece si vamos por un poco de helado a la ciudad más cercana?-sugirió Gokū, todavía era muy temprano para la cena.

-Dame un momento-murmuró Gohan, quien se tiró al suelo sin gracia. Aún no estaba en condiciones de volar.

-Quiero uno de sabor a naranja-dijo Gokū ya elevándose en el aire.

-Prefiero de sabor chocolate-dijo Trunks siguiéndolo.

-¡Oigan! ¡oigan! ¡espérenme!-gritó Gohan detrás de ellos. Unos veinte minutos habían pasado antes de que Gohan tuviera suficiente energía para volar, su vuelo fue alimentado principalmente por la ira. La idea de lo bueno que sería tener un poco de helado estaba allí en alguna parte. Encontró a los dos imbéciles caminando por la ciudad disfrutando de su helado, los siguió pero pronto se vio obligado a limpiarse mientras transeúntes seguían dándole miradas horrorizadas debido a sus heridas-¡quiero un helado de frambuesa!-

-Claro-dijo Gokū empezando a buscar en sus bolsillos, por un momento, Gohan estaba seguro de que fingía no tener dinero para él pero para su alegría, sacó algunos billetes y se los agitó en el aire antes de dárselos-consiéntete, hoy te lo mereces-

-Creo que me lo merezco todos los días-murmuró Gohan arrebatándole el dinero.

-Sí-Gokū estuvo de acuerdo-pero especialmente hoy-

Lo vieron alejarse hacia el Stand y Trunks desvió la mirada hacia abajo.

-Oye Gokū-san ¿dijiste que aprendiste eso de mi papá?

Gokū miró hacia abajo y se sonrojó. Sus dedos callosos frotaron el borde de su cono de waffle y Trunks parecía muy lejano, incluso distante en algún sueño, se sentía como el amor, pero a la vez se sentía triste.

-Vegeta me enseñó a dejarme llevar. Todo este tiempo entrenando, luchando contra los enemigos. He estado tenso, con miedo de perder. Cuando conocí a Vegeta ya no tenía miedo, sabía que si lo dejaba ir, regresaría y si aceptaba perder, podía adquirir más fuerza. Gohan podría perderte Trunks, necesita estar bien si eso sucede. Necesita hacerse más fuerte, no más débil. Distanciándose de él, permitiéndole enojarse, es la única manera que realmente se hará más fuerte, sólo mira lo que sucedió hoy ¡fue increíble!-

Trunks quedó sin aliento mientras observaba al niño que se acercaba gruñendo ¿tal vez Gokū era un genio después de todo?

-¡¿Qué?!-dijo Gohan elevando la mirada.

-N-Nada…-Trunks se sobresaltó.


El despertador había sonado hacía bastante tiempo, Gohan no mostraba ni la menor intención de levantarse. Trunks podría decir que el entusiasmo inicial del menor por el entrenamiento había sufrido un gran golpe. Por centésima vez, Trunks se preguntó si la forma en que Gokū entrenaba a su hijo era la correcta, no tenía dudas sobre su entrenamiento en sí pero tenía que haber alguna forma de hacerlo más ¿colaborativo? Había una gran barrera emocional entre Gokū y su hijo, era como si ambos estuvieran en dos longitudes de onda completamente diferentes. Gokū nunca se molestó en explicar sus decisiones o motivos, fuera consciente o no, Gokū se comportó como un alfa lo que, de hecho, en realidad era. No le importaban los compromisos, ya que él estaba seguro de que el mundo giraba en torno a él lo que, de nuevo, era cierto. Era prácticamente imposible hacer que entendiera que no todos compartían su punto de vista; sin embargo, el mayor problema fue que Gokū ni siquiera lo quería entender. Estaba tan acostumbrado a atraer a todos a la fuerza de su propio ser y espera a que siguieran su ejemplo lo que, de nuevo, solían hacer.

-Buenos días, es hora de levantarse-dijo Trunks quitándole las mantas a Gohan.

Gohan se despertó a la intemperie pero no se movió, que presuntuoso era que el adolescente interrumpiera así todas las mañanas, arruinándole el sueño.

-Estoy despierto-se quejó-ahora vete-

-Sí-las orbes azules se oscurecieron con tristeza-está bien… nos vemos en un momento-

Se movían como corrientes de agua, era arte, era hermoso. Gohan miró con completo asombro como su padre retrocedía e intentaba taclear a Trunks pero éste era más rápido. Impresionado, Gohan observaba a su padre y a Trunks entrenando, era la primera vez que veía a alguien estar a la par con su padre, bueno, no exactamente, podía decir que Gokū estaba conteniendo sus ráfagas de ki, de lo contrario, lo que se refería a fuerza física y habilidades de lucha, estaban a un nivel similar, Trunks no se quedaba atrás. Con un destello lila, ascendió sobre el saiyajin juguetón con una lluvia de ráfagas de ki, golpes, patadas, estaban a un nivel que ni siquiera había contemplado, podía verlos derribar rocas y cambiar los músculos a su voluntad, era poético, incluso magistral. Asumió que había una mera línea corta en el nivel de poder de Trunks, que equivocado estaba, Trunks era divino en toda su ejecución y estaba muy cerca de aumentar su poder, era hermoso.

Su emoción quedó capturada en el ojo de su padre, que se volteó hacia él rápidamente. Gohan mostro los dientes mientras a duras penas lograba escapar de sus explosiones de ki, incluso su amistad con Trunks le había sido arrebatada por su padre, su padre era implacable pero no tuvo tiempo para detenerse en su momento de ira cuando sintió a Trunks unirse a él en su ataque. Fue lanzado aún más lejos y se desplomó derrotado.

-Aaah…-su hombro fue dislocado, ya no importaba, después de todo lo ignoraban para desafíos aún mayores que su poder. Gokū y Trunks volvieron a su entrenamiento, Gohan los miro desde su lugar enfadado ¿no se suponía que este era su entrenamiento? La oscura y terrible sensación de ser rechazado y dejado de lado lo venció, en lugar de convertirse en su amigo, Trunks se había convertido en amigo de su padre. Gohan siempre había querido tener un amigo, no un amigo animal, no un amigo paternal, sino un amigo que lo amara por quien era no porque era el hijo de Gokū o porque lo alimentaba. Aparentemente, aparte de su noble misión de salvar a la tierra, Trunks no quería tener nada que ver con él. Cuando terminaron, Gohan se incorporó débilmente y acomodó su hombro en su lugar-ugh, de seguro esto se va a magullar…-lo habían dejado solo otra vez pero esta vez se tomó su tiempo para regresar solo, había dejado de perseguirlos, de perseguir una fantasia de amistad y vinculación con su padre, no quería correr más-al diablo la tierra-


Cuando Gohan regresó a casa, los dos ya se habían bañado sin siquiera haberlo esperado. Se acercó a ambos hombres que se estaban envolviendo con unas toallas, el barril de agua caliente emitía humo en el aire fresco de la tarde, los rostros de Trunks y Gokū tenían un brillo saludable y rojizo.

-No te ves muy bien-dijo Trunks algo preocupado porque su hombro y su brazo parecían estar muy afectados.

-No me molestes-murmuró Gohan caminando a su lado con molestia, se limpió antes de ir a sentarse frente a la mesa. Chi-chi se mordió el labio inferior pero no dijo nada, en cambio puso su plato frente a él con una pieza de pollo extra.

La cena prosiguió con Gokū contando sus historias de batalla, las cuales Gohan había escuchado innumerables veces pero que parecían fascinar a Trunks. Algo sobre eso hizo que el pollo tuviera un mal sabor, podía escuchar su risa, su alegría en cómo se sentaba y su sufrimiento en silencio, parecía que eso estaba mal pero se obligó a comer de todos modos, el entrenamiento de aquella tarde se aproximaba. Cuando su padre comenzó a recordar su lucha contra Freezer en Namekusei, Gohan notó de inmediato que no se avecinaba un buen augurio para él, el pollo en su boca se volvió amargo mientras Gokū seguía hablando sobre cómo esa pelea lo había llevado a sus límites y se convirtió en súper saiyajin. Aparentemente había sido una gran influencia el ambiente hostil donde se había producido la batalla, el error más pequeño podría haber sido fatal. Gohan había escuchado esa historia no menos de diez veces ya, por lo general escuchaba sin vacilar su admiración por las historias épicas de lucha en el pasado de su padre; sin embargo, esta vez solo podía sentir furia dentro de él.

No fue sorpresa que, dos horas después, los tres se encontraran en una isla deshabitada, casi dentro de un volcán activo, solo Gokū podría haber ideado un plan como ese. En el acantilado de un cráter volcánico, Gohan se sentía un poco incómodo, era un lugar muy alocado para poder sintonizarse con las altitudes y un mal movimiento resultaría fatal, aunque ya sabía de esto, no se opuso.

Mientras luchaban, el calor abrasador azotó la maltratada piel de Gohan y despertó sus sentidos, hacía demasiado calor para pensar, el aire era demasiado denso para contemplar la desaprobación de su padre o la compasión de Trunks estaban sobre la superficie del fuego abrasador, cada vez más cerca del infierno. El sudor corría por su mandíbula y sobre su pecho mientras peleaba contra ellos, peleó más duro que antes, con más poder, más persistencia, ganó ventaja y sonrió cuando ambos saiyajin comenzaron a flaquear bajo sus golpes, bajo su poder.

Gokū pudo ver la arrogancia en esos ojos oscuros, pudo probar su arrogancia debido a la forma en que se movía. Con un gesto de asentimiento al príncipe, éste se transformó en súper saiyajin y comenzó un ataque implacable contra el niño con la esperanza de golpear la humildad en él y su honor, estas fueron las lecciones que tuvo que aprender de niño y ahora era el turno de Gohan. Vio a su hijo desmoronarse bajo el peso de su propio dolor mientras era golpeado en el estómago y no hizo ningún movimiento para ayudarlo mientras lo veía caer.

-Tu error es subestimar a tu oponente. Los androides no mostrarán misericordia, así que sé humilde. Ser arrogante en una pelea te deja completamente abierto, reconoce las ventajas de tu oponente. No glorifiques a los tuyos.

Gohan gruñó colgando de un borde del volcán mientras observaba. Parecía injusto, su propio padre se elevaba sobre él, brillando con poder y pidiéndole que reconozca lo mejor de él.

-¡Entiendo eso!

A pesar de la aprensión de Gohan, estaba mucho mejor peleando contra Gokū y Trunks de lo que había esperado. Parecía que el calor de veras los afectaba más que a él, la ironía hizo que Gohan sonriera maliciosamente. Su arrogancia no pasó desapercibida y Gokū decidió que podría soportar una pelea contra dos súper saiyajin, pero todo se fue cuesta abajo despuésy de eso.

-No creo que lo hagas-dijo Gokū frunciendo el ceño-si lo hicieras, entonces no estaríamos aquí lidiando con tus emociones-las rocas quemaron sus dedos al tacto mientras luchaba por levantarse. Gokū lo tomó por la garganta y el entrenamiento continuó, hasta que lo aplastó contra un cráter en la pared del acantilado, los observó desde arriba, con lágrimas saladas que picaban en sus ojos. Su cuerpo se estremeció, pero era por el dolor de su corazón en conflicto, no estaba seguro, solo sabía que deseaba que su padre aún estuviera dormido por la enfermedad del corazón y deseaba que Trunks siguiera siendo el adolescente que conoció en el bosque. Su culpa era primordial en cuanto a la batalla que tendría por delante, se sentía culpable por estos pensamientos, culpable por sus debilidades-los androides no mostrarán piedad-añadió Goku, quie se encontraba sobre Gohan con la intención de pisar sus dedos. Gohan lo fulminó con la mirada, deseaba que su padre pisara su mano. Goku estaba actuando no muy diferente de esos malditos androides. Gohan miró a Trunks, que estaba flotando más lejos, observando a la distancia como siempre-si esto es lo mejor que puedes hacer morirás y, con eso, el resto del mundo también será condenado a muerte-

-Creo que ya lo capté la primera vez-gruñó Gohan enojado.

-No creo que lo hayas hecho, te habrías esforzado más si lo hubieras entendido.

El resto del entrenamiento no fue mejor. Justo como lo prometió, Goku no mostró piedad. Desde un pequeño cráter que su propio cuerpo caído había hecho, Gohan vio a su padre pelear contra Trunks. El calor abrasador de la lava se estaba filtrando, y Gohan formó un escudo de ki. La mirada en el rostro de Goku era inconfundible, mientras tuviera un oponente con un nivel similar nada más importaba.

Cuando su padre se había acostado en su cama estando enfermo, lo único que Gohan deseaba fuera que se recuperara. Trunks había cumplido ese deseo pero también se había llevado a su padre y sus afectos. Por otro lado, obviamente, eso no había sido algo difícil de lograr.

Notas finales: Lamento mucho que la actualización haya tardado en llegar pero al parecer PrismaKakerra se tomó su maldito tiempo en trabajar en este capítulo y no sé cuántos meses van a pasar hasta que publique el capítulo ocho y lo pueda traducir.
 
En fin, si estan esperando actualizaciones de otros fanfics tengo que avisarles que quedarán suspendidas hasta nuevo aviso, hace dos semanas empece con la escuela de arte y hace una semana que retomé inglés particular. Estoy muy ocupada con los trabajos, asignaturas y apuntes que tengo que pasar de la escuela de arte que apenas tengo inspiración de sobra para trabajar en un nuevo one-shot que muy pronto publicare aquí... o al menos hasta que lo termine.
 
Espero que les haya gustado este capítulo, por lo que más quieran dejen reviews y nos veremos en la próxima actualizacion que... no sé cuando será pero estoy segura de que será pronto.
 
N3k0-Ch4N.

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