Tras ese abrazo que tantas fuerzas le ha infundido, se separa de su padrastro limpiando las lágrimas que han bañado su rostro.
-Gracias-le dice en voz baja.
Gordon solo sonríe y tras comprobar que ya se ha repuesto del todo, vuelve a la tarea en la que estaba antes de que su hijastro pequeño tuviera ese “ataque”, pensando si debería llamar a Peter y comentárselo.
-¿Quieres subirle la sopa a tu hermano?-le pregunta cuando termina de prepararla.
Bill se muerde los labios antes de contestar. ¿De verdad estaba en condiciones de hablar con su hermano? tras su pelea, y el consuelo recibido en brazos ajenos…
-Así haréis las paces-le dice Gordon con una sonrisa.
Asiente, sabiendo que tiene razón, tenía que reconciliarse con su hermano, y decirle la verdad. Pero, ¿Cuál era? ¿Qué ya le había logrado olvidar? ¿Acaso alguna vez lo intentó?
Coge la bandeja que su padrastrote tiende y sube despacio las escaleras. De la misma manera que supo al salir de casa de Alex que no le iba a volver a ver, un nuevo presentimiento le atravesaba el cerebro. Ese día su vida iba a cambiar para siempre, ya fuera para mal o para bien.
Llega a la habitación de su hermano y cogiendo aire la abre con una temblorosa mano. Entra en ella y se acerca a la cama, dejando la bandeja en la mesilla y sentándose en ella, observando como descansaba su hermano con los ojos cerrados.
Suspira y mira su cara, bajando la vista a sus labios, pensando que nunca los había probado, y que jamás lo haría. Aprendió a base de crueldad que eso estaba mal que no debería enamorarse de su propio hermano, que él jamás lo comprendería.
Está absorto en sus pensamientos que no ve que su hermano ha abierto los ojos y llevaba unos minutos mirándole fijamente, extendiendo una mano y cogiéndole por la muñeca con fuerza.
-¡Tom!-gime con dolor.
Pero no le suelta, todo lo contrario. Tira más de él, haciéndole reposar sobre su pecho, poner sus manos a ambos lados de su cuerpo y acercar la cara a la suya.
-¿Qué te ha dado?-le pregunta asustado.
-Tú-le responde sin más.
Antes de que pueda reaccionar, o adivinar lo que va a suceder, le toma por la nuca y le acerca a sus labios, apoderándose de los suyos que se abren por la sorpresa, ahogando cualquier protesta, dejando escapar un gemido cuando sus lenguas se frotan la una con la otra.
Pillado por la sorpresa, solo puede dejar que su hermano le bese con pasión, resistiéndose al principio hasta que su lengua le acaricia el labio inferior y le pide permiso para entrar, haciendo que la suya saliera a su encuentro y se frotara con ella como si tuviera vida propia.
Cierra los ojos y se sumerge en ese beso, en las emociones que le estaban transmitiendo, dejando atrás los dolorosos recuerdos….
Pero no todo se olvida tan fácilmente, un solo beso trae a su memoria un nuevo recuerdo…
Solo tenía 14 años, llevaba casi un año de duros castigos, como así los llamaba su querido padre. No le gustaba quedarse a sola en casa con él, y esa tarde su madre había salido con unas amigas, según les dijo a sus hijos, aunque él sabía que era mentira. La había oído hablar por teléfono, como quedaba con Gordon en la esquina de la manzana siguiente para que no la viera su marido.
Se encontraba bajo la cama de sus padres, escondiéndose del dolor, tratando de pedir ayuda en silencio pero no le salían las palabras.
Entonces su madre salía, su hermano estaba a saber donde con una chica,…y él se quedaría solo en casa, con él…
Niega con la cabeza, no quiere que ocurra otra vez. Ve por debajo de la cama los tobillos de su madre, solo tendría que extender una mano y cogerse fuertemente a ellos, suplicarle que no se fuera, que no dejara que volviera a hacerle daño.
Pero es débil y deja que su madre se escape, ha podio pararlo todo pero el miedo le ha impedido moverse o simplemente hablar.
Oye que su madre sale de casa sin despedirse de su padre, quien estaría echado en el sofá del salón, reposando la botella de whisky que él solo se había terminado.
Decide salir de debajo de la cama y tratar de salir de la casa antes de que su padre despertara y decidiera pagar con él la falta de amor de su madre. Baja las escaleras despacio, con miedo, sin poder evitar llevarse una mano a ala boza y ahogar así los posibles sollozos.
Llega hasta la puerta de la calle y la abre, saliendo al jardín y echando a correr por el, sintiendo que es libre, que el dolor no le alcanzará fácilmente. Se para al llegar a la acera, sin saber a donde ir. Sin su hermano se siente muy solo, sin amigos, sin nadie a quien recurrir, a quien contar su dolor…
Se gira y mira la casa en al que ha crecido con su hermano, tratando de recordar los buenos tiempos en los que eran una familia feliz, no tan dividida como se encontraba en esos momentos. La madre saliendo con su amante, el hijo mayor con su nueva conquista, y el pequeño… con mucho miedo de que su padre le quisiera demostrar cuanto le quería.
Le gustaría echar a correr y no volver nunca más a esa maldita casa, pero algo tira de él…su madre y su hermano, no los puede abandonar. Sobre todo a su hermano, por mucho que su padre se esforzara en hacer que le olvidara, su corazón era muy fuerte y se rebelaba con cada paliza recibida, con cada violación consumada.
Oye risas a su derecha y corre a esconderse asustado tras unos arbustos. Desde allí puede ver como su hermano regresa a casa, cogido de la mano de una preciosa chica que no le quita los ojos de encima. Suspira deseando ser él esa chica, poder coger de la mano a la persona que más ama en el mundo…
Ahoga una exclamación al ver lo que estaba pasando ante sus ojos. Su hermano había cogido por la cintura a la chica y elevándola un palmo del suelo la besaba con mucha pasión. Se levanta un poco para ver mejor, hasta le llegan los sonidos de los besos que e intercambian, no pudiendo evitar soltar un sollozo ahogado del dolor que esa imagen le causaba.
Decide que lo mejor era dejar de mirar. Camina de espaldas para que no le vean, llegando hasta la puerta de casa y entrando de nuevo en ella. Nada más poner un pie en el primer escalón, una mano le coge con fuerza del brazo y le gira con violencia, encontrándose cara a cara con el borracho de su padre.
-Te…he vist-to-le dice arrastrando las palabras.
-No he hecho nada-contesta con miedo.
Pero su padre asiente con la cabeza y tira de él con fuerza, arrastrándole a la cocina, llevándole escaleras abajo, violándole sin remordimiento, todo por querer ver ese beso…por desear que le besaran de la misma manera…
Tal y como estaba ocurriendo en esos momentos. Su hermano tiró de él, le hizo apoyarse en su pecho, se apoderó de sus labios y metió dentro la lengua.
“Si te vuelvo a ver espiando a tu hermano, llegar a desear un beso suyo, te trataré como a la zorra que eres”-le dijo su padre tras una fuerte embestida.
Las palabras resuenan en su cerebro como si las hubieran dicho en voz alta. Logrando apoyarse con ambas manos en el colchón de la cama de su hermano, hace fuerza y logra separarse de sus labios, levantándose corriendo y escapando de su alcance.
-No sabes lo que has hecho-le dice llorando.
-Lo sé perfectamente. Te he besado, porque te amo-le contesta con firmeza levantándose de la cama.
-No te acerques…esto no puede ser-le detiene levantando una mano.
-Sé lo de Álex, y no me importa, te perdono por eso…porque te quiero mucho-le dice avanzando un paso.
-No puede ser-le repite con voz temblorosa.
-¿Por que no puede ser? Yo te quiero, y sé que tu también-le dice Tom desesperado.
¿Lo sabía? ¿Cuándo se había enterado? ¿Lo supo desde siempre y no hizo nada para ayudarlo?
Eso no podía ser, eran muy pequeños, su padre le hubiera castigado a él también ya bastaba con que hubiera uno de ellos que sufriera por los dos, y había legado el momento de que lo supiera. Que conociera que clase de padre era el que habían tenido.
-Mi amor por ti murió, papá me lo sacó del cuerpo a base de torturas-le dice agachando la cabeza.
-¿Qué quieres decir con eso? No te entiendo-pregunta parándose.
Coge aire y pidiendo perdón mentalmente libera su alma de tantas torturas recibidas.
-Todo el amor que una vez creí sentir por ti papa lo descubrió. Por eso me castigaba y torturaba, para expulsar de mí ser esos sentimientos prohibidos. La primera bofetada la recibí por atreverme a mirarte, imagínate que me hizo cuando solo me rozaste.
-No, no puede ser. Estaba enfermo, lo hizo por su placer-se le escapa.
Le mira con los ojos muy abiertos, así que él también sabía su secreto, u padrastro le engañó…pero eso ya no importaba, había decidido confesar sus pecados y nada le iba a detener.
-No, lo hizo para que dejara d pensar en ti. Como la última vez, vio nuestras fotos, lo felices que aparecíamos en ellas abrazados y bien juntos. Me castigó por eso una vez más.
-¿Qué? ¿Cuando paso eso?-pregunta asustado.
-El año pasado… y tú…no lo sabias-tartamudea dándose cuenta del error que había cometido.
Tom se da cuenta de lo que le quiere decir con esas palabras.
“Tú no lo sabias”
Entonces su padrastro lo había descubierto y no le dijo nada para no hacerle mas daño del que ya le había hecho su padre.
Niega con la cabeza, eso no podía estar pasando. No puede creer que su padre lo volviera a hacer. Dañar a su hermano por unas fotos que solo mostraban al mundo lo mucho que se querían, pero como hermanos.
Sale a tientas de la habitación, cierra los ojos para no ver nada más. Se tapa los oídos porque ya ha escuchado demasiado.
No ve como su hermano cae de rodillas al suelo, no oye sus sollozos desgarrados. Porque ha hecho lo que más temía en la vida. Destrozar la vida de su hermano tal y como su padre hizo con la suya.
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