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Chang Ai por N3K0-Ch4N

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Era una noche tranquila en el Templo Aire del Oeste, el grupo estaba sentado en un circulo alrededor de una pequeña fogata en el pasillo de la fuente y Zuko estaba sirviendo un té recién preparado a sus nuevos amigos.

-Nadie puede hacer un té como mi tío, pero aprendí una cosa o dos-dijo Zuko mientras le servía el té al grupo-¿les gustaría escuchar el chiste favorito de mi tío?-

-Claro-accedió Katara.

-Me gustan los chistes-dijo Aang apoyando a su amiga.

-¡Adelante!-dijo Toph de manera insistente.

-Bueno, no sé muy bien como empieza, pero termina con algo así como "bebe un té y relaja-te"-el grupo lo miró por un momento en silencio, nadie encontraba divertido el chiste porque Zuko solo recordaba el final-es más divertido cuando mi tío lo cuenta-

-Quizás se deba a que él recuerda todo el chiste-dijo Katara haciendo que los demás miembros del grupo se rieran a carcajadas.

-Es agradable tener la oportunidad de relajarse un poco-comentó Toph.

-Casi nunca sucede-dijo Zuko mientras le entregaba una taza de té a Teo y a la maestra tierra, se acercó a Sokka quien estaba dibujando en el polvo del suelo con una mirada triste en su rostro.

-Oye, ¿puedo hablar contigo un segundo?-preguntó el chico de la Tribu Agua del Sur. Zuko asintió y dejó la bandeja mientras caminaban hacia donde estaba acostado Appa.

-Así que ¿qué sucede ahora?-preguntó Zuko severamente-¿quién fue capturado?-

-Cuando el plan de invasión fracasó, algunas de nuestras tropas fueron tomadas. Solo quiero saber dónde podrían estar.

-No te lo puedo decir.

-¡¿Eh?! ¿por qué no?

-Confía en mí, saberlo solo te haría sentir peor-dijo el maestro fuego mientras se volteaba.

-De acuerdo, se trata de mi papá-dijo Sokka, tomando el hombro de Zuko-él también fue capturado, necesito saber por lo que lo hice pasar-

-No es bueno para ti, Sokka.

-Por favor.

-Supongo que fueron llevados a la roca hirviente.

-¿Qué es eso?-preguntó el chico de la Tribu Agua del Sur con un semblante frío en su rostro.

-Es la prisión de máxima seguridad más grande de la Nación del Fuego. Se encuentra en una isla en medio de un lago hirviendo, es imposible escapar.

-Entonces ¿dónde queda ese lugar?

-¿Por qué necesitas saber? ¿qué estás tramando?

-Nada… eres tan paranoico.

-Está en medio de un volcán entre aquí y la Nación del Fuego. Pasaron volando cuando venían aquí.

-Gracias, Zuko-le agradeció Sokka y bostezó con cansancio-con solo saberlo ya me siento mejor-

-Sí, estoy seguro de que sí-dijo Zuko sospechando el porque Sokka le preguntaría algo como eso así sin más, pero cómo este último le insistió que no estaba tramando nada, le restó importancia y regresaron a dónde estaban los demás.

Asumiendo que todos los demás estaban dormidos, Sokka trató de escabullirse hacia Appa en medio de la noche, despejó su área de dormir y cuando se dio la vuelta... su pie por poco piso a Momo, se dirigió a Appa, haciendo callar cuando se movió y subió hasta la silla de montar.

-No estabas tramando nada, ¿eh?-dijo Zuko sentado en la silla de montar, Sokka se cayó de Appa al suelo de piedra y su bolsa se vació.

-De acuerdo, me atrapaste-dijo mientras recogía sus cosas-voy a rescatar a mi papá ¿ya estás feliz?-

-Nunca estoy feliz-dijo Zuko fríamente, acto seguido saltó de la silla.

-Mira, tengo que hacer esto. El plan de la invasión fue idea mía, fue mi decisión quedarme cuando las cosas estaban mal-le explicó Sokka sintiéndose mal porque gracias a esta "grandiosa" idea de la invasión su padre y muchos otros miembros de las fuerzas invasoras terminaron siendo capturados y tomados prisioneros por la Nación del Fuego-es mi trabajo arreglar las cosas, tengo que recuperar mi honor y no puedes detenerme, Zuko-

-¿Necesitas recuperar tu honor? créeme, lo entiendo, iré contigo.

-No, tengo que hacer esto solo.

-¿Cómo vas a llegar hasta allí? ¿en Appa? la última vez que revisé, las prisiones no tenían guarderías para bisontes-le dijo Zuko. Sokka suspiró y miró por encima de su hombro-iremos en mi globo de guerra-

Sokka saltó de Appa y siguió a Zuko al bosque donde mantenía su globo oculto.


A la mañana siguiente, the Duke se acercó a Appa con una pila de heno, lo colocó en el suelo y el bisonte volador lo devoró con avidez. El grupo se acercó a Momo, viendo que tenía una nota bajo el brazo, Katara la recogió.

-¿Qué dice?-le preguntó Toph a la maestra agua.

-Necesitamos comida-leyó girando el papel de un lado a otro, intentando leer la escritura de Sokka-fuimos a pescar, volveremos en unos días, Sokka y Zuko. Una cosa más: Aang, practica tu fuego-control mientras no estoy, haz veinte sets de puños de fuego y diez sentadillas cada vez que escuches a un sapo-tejón croar, Zuko-

Para molestia del Avatar, la sala hizo eco con un fuerte 'ribbit' que indicaba que tenía que comenzar con su tarea asignada. Aang suspiró y se levantó de su bolsa de dormir.

-¡Nadie más tiene cosas que hacer!-se quejó el joven Avatar por su mala suerte, caminó de dos en dos a un tapete pequeño-¡una sentadilla! ¡dos sentadillas! ¡tres sentadillas! cuatro...-

Luego de que Aang terminara de hacer sus ejercicios de fuego-control, decidió recostarse a dormir una siesta. Pasó una hora y Katara entro en la sala, se acercó a Aang y lo sacudió ligeramente para despertarlo.

-Aang, despierta. Necesitamos hablar.

-¿Eh?-se despertó lentamente al escuchar la voz de la maestra agua-sí, está bien-

-Vayamos a la fuente, hace calor y necesito refrescarme-sugirió Katara, ambos caminaron hacia la fuente, la maestra agua se quitó su vestido junto con sus pantalones azules y sus botas, cambiándolos por su traje de baño blanco. Aang se quitó la túnica y las botas dejándose solo en sus pantalones.

-Aún se ve deslumbrante…-pensó el joven Avatar mientras observaba la silueta de su amiga y tenía razón, incluso en su traje de baño blanco, Katara se veía más bonita que de costumbre-así que ¿de qué quieres hablar?-preguntó una vez que se sumergieron en el agua fría.

-De ti y de Zuko. Aang, me di cuenta de que han estado pasando demasiado tiempo juntos y eso me preocupa ¿qué está pasando entre ustedes dos?

Aang se congeló ante la pregunta de su amiga, no sabía que decirle, por un segundo la idea de haber sido descubierto pasó por su mente, pero la descartó rápidamente, porque era imposible que Katara descubriera su… bueno, lo que sea que él y Zuko tuviesen, ella no podía notarlo ¿o sí?

-Bueno, es difícil para mi decir esto pero, estamos pasando tiempo juntos debido a las lecciones de fuego-control y también porque es mi maestro fuego-control, además quiero llevarme bien con él, ya sabes ¿para conocernos mejor?-respondió Aang esperando a que la maestra agua creyera su respuesta.

-Oh, está bien. Estoy de acuerdo con eso, es solo que me he dado cuenta de que has pasado mucho tiempo con Zuko recientemente-dijo Katara-y es algo que me inquieta porque no quiero que termines herido-

-No tienes de qué preocuparte, Katara. Es amable de tu parte preocuparte por mí, pero debes creerme que Zuko ha cambiado y que no tiene ninguna intención de lastimarme-respondió Aang-al menos, no por ahora...-

-¿Uh? ¿a qué te refieres?

-No es nada importante.

-Entonces, Aang... ¿quieres tener una batalla amistosa de agua-control conmigo?-le preguntó Katara una vez que terminaron de hablar de él y Zuko.

-¡Seguro!

Ambos se levantaron del agua, adoptaron posiciones ofensivas y se miraron para ver quien daba el primer paso. Aang vio a Katara comenzar a moverse, creó una gran corriente de agua que lanzó directamente hacia él, pero se apartó, sujetándola con sus manos y contraatacó con ella. Pensando rápidamente, la maestra agua vaporizó el agua, invadiendo de vapor todo el pasillo.

-Estás pensando como un verdadero maestro agua, Aang-comentó arrojando chorros y látigos de agua contra él, cada uno de sus ataques fue desviado o detenido por el joven Avatar. Katara hizo una pausa y Aang tomo esta oportunidad para hacer su movimiento, creó una pequeña corriente de agua, dio un paso hacia la maestra agua y envolvió la corriente alrededor de su pierna, la levantó con ayuda de su agua-control en el aire quedando boca abajo frente a él-

-Te dije que podía…-su voz se cortó apenas Katara reaccionó rápidamente, congeló sus pies en su lugar, se volteó detrás de Aang, tomó sus muñecas y uso hielo para unir sus manos inmovilizándolo.

-¿Qué fue lo que dijiste?-le preguntó la maestra agua mientras se paraba detrás de él y sonreía triunfante, Aang sonrió.

-Bien, tu ganas-dijo Aang reconociendo su derrota, Katara deshizo el hielo de sus manos y pies y se miraron el uno al otro.

-¡Así se hace, pies ligeros!-comentó Toph echándose a reír al escuchar la forma en que terminó aquella pelea-¡tan solo una chica de catorce años le pateó el trasero al Avatar! ahora ¿quieres saber lo que se siente que sea pateado por una niña ciega de doce años?-


Tres días pasaron desde aquella batalla amistosa y no había señales de Sokka o Zuko, al resto del grupo parecía no importarle pero Aang, bueno, él era un caso aparte, estaba comenzando a preocuparse. Ya era entrada la noche y caminaba de un lado a otro por su habitación.

-¡Han pasado tres días enteros!-exclamó-¡no creo que tome tres días atrapar algunos peces! ¡Zuko necesita estar aquí para que pueda enseñarme fuego-control! El cometa de Sozin está a solo un par de semanas y necesito saber todo lo que pueda antes de enfrentar al Señor del Fuego, y lo peor es... ¡QUE AQUÍ A NADIE PARECE IMPORTARLE!-Momo observó a Aang y ladeó la cabeza hacia un lado, dobló las orejas hacia atrás y se acurrucó para dormir-tienes razón, Momo. Quizás solo estoy estresado porque no he dormido casi nada desde que Zuko se fue-se recostó de espalda en la cama y miró al techo-me siento tan perdido e inútil sin él, solo espero que vuelva pronto...-

-¡Aang! ¡Aang!-gritó Katara sacando al joven Avatar de sus pensamientos, éste se levantó de la cama para ver a su amiga-tenemos un problema-

Ambos corrieron hacia el borde de la pagoda donde estaba la fuente, frente a ellos una enorme aeronave de la Nación del Fuego se dirigía hacia el templo, Aang tomó su planeador y se preparó para despegar.

-Katara, quédate aquí en caso de que no pueda detenerlo. Puedes detener cualquiera de sus ataques-le dijo Aang, Katara asintió y se puso en posición ofensiva, el maestro aire desvió la mirada hacia Toph-¡Toph! tú también prepárate para atacar-despegó y observó la masiva aeronave, se sorprendió un poco al encontrarla sin tripulación por fuera, luego voló hacia la cabina de control y asomado a la ventana pudo ver a…-¡Zuko!-

-¡Aang, no ataques! ¡somos nosotros!-gritó el maestro fuego queriendo hacerse escuchar por encima del viento, Aang voló de regreso a la pagoda donde lo esperaban Katara y Toph listas para pelear.

-¡Son Zuko y Sokka! ¡están volando esa cosa!-les dijo Aang, la aeronave atracó en una de las plataformas del templo, una gran puerta se abrió y Sokka y Zuko salieron por ésta, Sokka usaba un uniforme de guardia de la Nación del Fuego (no sería la primera vez) y Zuko llevaba una camisa amarrada con una soga roja alrededor de su cintura holgándola un poco, al igual que unos pantalones rojo oscuro sueltos.

-¿Qué hacen en esa cosa?-preguntó Katara-¿qué pasó con el globo de guerra?-

-Se destruyó-respondió Zuko.

-¡Eso se oye como un viaje de pesca loco y frenético!-dijo Aang con los ojos fijos en la ropa que el maestro fuego estaba usando.

- ¿Al menos consiguieron buena carne?-preguntó Toph.

-Lo hice-respondió Sokka-la mejor carne de todas, la carne de la amistad y la paternidad-

El grupo dirigió su vista hacia el enorme dirigible, Hakoda, Suki y Chit Sang salieron de la nave y caminaron por el piso de piedra del pasillo.

-Soy nuevo aquí ¿cómo están todos?-preguntó Chit Sang.

-Hola, Katara.

-¡Papá!-exclamó Katara con lágrimas de felicidad en los ojos y lo abrazó-¿qué está pasando? ¿a-a dónde fueron?-

-Fuimos a una prisión de la Nación del Fuego-dijo Sokka. Zuko se quedó allí sonriendo detrás de él, Hakoda tomó a Sokka y Katara y abrazó a sus hijos.

-En serio chicos, ¿no consiguieron carne?-preguntó Toph.


Luego de esa pequeña reunión, el grupo se separó para ir a sus respectivas habitaciones, algunos acomodaron sacos de dormir frente a la fogata y se prepararon para dormir. Mientras tanto, Aang se acercó a Zuko y tomó su mano.

-Zuko ¿podemos hablar?-le preguntó el joven Avatar.

-Claro-respondió Zuko mientras miraba a Aang con una sonrisa. Caminaron hacia la habitación del menor, y una vez allí, cerró la puerta tras ellos-así que ¿de qué quieres hablar?-

-Estuve pensando en lo que hablamos cuando fuimos a la civilización de los Guerreros del Sol-le dijo Aang con un tono serio en su voz, algo que hizo que la sonrisa Zuko se desvaneciera en cuestión de segundos.

-Mira Aang, sé que me equivoqué, no una vez sino muchas veces, pero siento que ahora necesito estar aquí para ti, quiero estar a tu lado, no importa qué pase-se disculpó Zuko, pero Aang lo interrumpió nuevamente.

-Zuko, detente-lo interrumpió el joven Avatar respirando profundo-no quiero escuchar otra disculpa tuya, solo te traje aquí porque pensé en lo que hablamos cuando estuvimos en la civilización de los Guerreros del Sol, en Ba Sing Se creí que realmente querías unirte a nosotros, formar parte de nuestro equipo y ayudarnos a detener la guerra, pero estaba equivocado, me lastimaste y ahora, después de lo que has hecho, solo podía verte como mi maestro de fuego-control, tal vez como un amigo pero como...-se detuvo porque aún no tenía idea de lo que eran ellos-lo que sea que tuviéramos, no creo que pueda hacerlo-

-Espera, Aang. Por favor, sé que te he lastimado, pero he cambiado y realmente quiero estar contigo-dijo Zuko arrodillándose y envolviendo sus brazos alrededor de las piernas del maestro aire-por favor, déjame mostrarte que quiero estar a tu lado ¿qué puedo hacer?-

Aang guardó silencio, su mente se sumió en sus pensamientos, pensando en que podría hacer Zuko para demostrarle que realmente quería estar con él y que el maestro fuego se asegurara de que nunca más lo lastimaría.

-Hay algo que puedes hacer-dijo Aang, Zuko elevó la mirada para observar mejor al joven Avatar al tiempo que se incorporaba del suelo de la habitación hasta que su rostro quedó frente al de Aang, solo unos centímetros de distancia los separaban-bésame-

Sin dudarlo, besó los labios del niño. Oh, eso sintió tan bien, comenzaba a extrañar los labios del menor luego de pasar tres días enteros sin él, Aang cerró los ojos y correspondió el beso con igual pasión, el maestro aire aferró sus manos a la camisa roja del maestro fuego mientras las manos de Zuko atraían a Aang más cerca de él, para sorpresa del ex príncipe de la Nación del Fuego, fue Aang quien profundizó el beso, sintió la lengua del menor rozar su labio inferior y le abrió paso, sus lenguas se entrelazaron y ambos gimieron de placer. Zuko sintió que la temperatura de su cuerpo se elevaba y Aang pudo sentir sus tatuajes brillar debido a su creciente estado emocional.

Cuando su beso finalmente se rompió, ambos chicos jadearon mirándose el uno al otro, sus corazones latían con rapidez y sus cuerpos estaban calientes, ese beso se sintió realmente bien y con ello, las preocupaciones de Zuko se desvanecieron y las dudas de Aang se disiparon.

-Wow...

-Sí, wow...-respondió Aang-así que ¿ahora estamos a mano?-

-Si eso quieres. Créeme, Aang, haré lo que sea para emendar las cosas-dijo Zuko sin apartar su mirada de la de Aang.

-¿Lo que sea?

-Lo que sea.

Tras decir estas palabras, Zuko acorraló a Aang contra una pared haciendo que el menor gimiera, pero su gemido se cortó cuando sintió que el maestro fuego lo besaba nuevamente, Aang se sorprendió al principio, no esperaba algo así de él, pero correspondió su beso.

-Zuko, te extrañé mucho. Estaba tan preocupado por ti-dijo Aang con su voz temblorosa, el maestro fuego cayó en cuenta de lo que el niño le estaba diciendo.

-¿Por qué estabas tan preocupado? Pensé que habías creído eso de que iríamos a pescar-le preguntó Zuko, mirándolo con una expresión confundida en su rostro.

-Sabía que no habían ido a pescar cuando vi que ni siquiera llevaron ninguna de las herramientas de pesca-dijo Aang-y además, Sokka se habría llevado a Appa-

-Veo que has estado sospechando ¡no puedo creer que hayamos olvidado las cosas de pesca!-dijo Zuko mientras se separaba del maestro aire y comenzaba a regañarse, Aang caminó hacia él, tomó las manos de Zuko y lo atrajo hacia sí para otro beso.

-Si hay algo que extrañé más que verte, fueron tus besos-dijo Aang.

Katara caminaba por el pasillo donde estaban las habitaciones siendo alumbrada con la luz de una vela, verificando que todos ya todos estuvieran descansando, ella iría a su respectiva habitación luego de terminar con su tarea; sin embargo, el destino le hizo cambiar sus planes cuando, a mitad de trayecto, siendo más específicos, se detuvo ante la puerta de la habitación de Aang y pudo escuchar ruidos provenir del interior. Una voz profunda y ronca murmuró algo que era amortiguado por la puerta para que Katara no pudiera oírlo, pero sabía perfectamente quién era el dueño de esa voz: Zuko. Pero... ¿qué estaba haciendo en la habitación de Aang? no era inusual para ella ver cuánto tiempo pasaban juntos y lo cercanos que se habían vuelto, pero, por otro lado, la maestra agua no quería aceptar o creer que el maestro fuego había cambiado, sin embargo, por alguna extraña razón, Aang le creía y hasta confiaba en él, eso no le sorprendía, Aang confiaba en todos. Katara pudo escuchar a Zuko susurrarle algo a Aang y el joven maestro aire soltó una risita, pero su risa se vio interrumpida una vez que ella escuchó el ruido de algo chocando contra la pared más cercana seguido de un grito ahogado.

-¿Qué le hizo ese torpe maestro fuego a Aang?-pensó Katara frunciendo el ceño ligeramente y poniendo un semblante sospechoso-¡lo sabía! ¡sabía que no debía confiar en él!-

Rápidamente y sin pensarlo dos veces siquiera, la maestra agua abrió ligeramente la puerta de la habitación, asomando apenas su rostro y se sorprendió con lo que vio: Aang estaba acorralado entre una de las paredes de la habitación y Zuko, quien tenía un brazo al costado de su cabeza y su pecho se presionaba contra el del joven maestro aire. Susurró algo tan bajo que Katara no pudo siquiera escucharlo, Aang sonrió y colocó un brazo sobre la cadera de Zuko y el otro alrededor de su cuello, acercó su rostro para que sus brillantes ojos grises miraran directamente a los orbes dorados. Entonces el maestro fuego hizo algo que realmente sorprendió a Katara, se inclinó lentamente y rozó ligeramente sus labios contra los de Aang.

-Hey, no me provoques-se quejó Aang, sus ojos estaban entrecerrados y enredó sus manos en el cabello de Zuko. El maestro fuego sonrió levemente antes de inclinarse y nuevamente unió a sus labios con los de Aang en un beso.

Katara se apartó y cubrió la boca con su mano libre al tiempo que las lágrimas humedecían sus ojos azules, sintió un torbellino de emociones formarse dentro de ella, quería llorar, quería gritar, quería jalarse el cabello con fuerza, pero no podía hacerlo. Solo... no podía… era incapaz de procesar lo que había visto, Aang y Zuko... ¿juntos? ¿por qué?... ¿cómo pudo pasar esto? Aang le había dicho que amaba a alguien pero nunca le dijo que se alguien era Zuko, era algo de no creer.

Luego de ver lo que acababa de ver, la maestra agua se dio cuenta de que no podía permanecer allí ni un minuto más. Se alejó de la habitación sin ser vista, algo ilógico porque todos estaban durmiendo, bueno, todos excepto Aang y Zuko, quienes (desde su punto de vista) parecían estar demasiado "cómodos" uno con el otro, y caminó a su habitación en un estado de trance.

De regreso en su habitación, Katara se recostó en su cama mirando al techo, no había dormido en toda la noche. Simplemente permaneció recostada tratando de conciliar el sueño, pero no estaba dando resultado, así que se levantó de su cama y comenzó a caminar alrededor de la habitación, no podía dejar de pensar en otra cosa que no fuera lo que había visto hace unas horas, aún le costaba asimilar el hecho de que Aang y Zuko eran… eran, bueno, una pareja. Intentó conciliar el sueño recostada en su cama mirando hacia la ventana, sentada en ella pero nada sucedía.

-Por alguna razón, me duele saber que Aang eligió a Zuko en vez de a mi-pensó Katara aún sentada en su cama, su mente rememoró la escena de cuando los descubrió besándose hace unas horas-es decir, ya sabía que Aang estaba enamorado de alguien más, pero él nunca me dijo que esa persona era Zuko. Aunque… por otro lado, era lógico que algo así iba a pasar, quiero decir, Aang y Zuko han estado pasando mucho tiempo juntos y los veo muy cercanos, casi como si fueran amigos de toda la vida, pero… si eso fuera cierto, Aang no me hubiera besado el día de la invasión. Tendré que hablar con él y aclarar mis dudas-

Luego de pensar en esta decisión por un tiempo y prepararse para preguntarle a Aang lo que planeaba preguntarle, Katara finalmente se sintió cansada y sus ojos comenzaban a cerrarse, así que volvió a su cama e intentó dormir un poco. La maestra agua se despertó poco antes de que se asomara el sol, nadie más se había despertado aún, fue a la sala donde estaba la fuente y comenzó a preparar el desayuno para todos, lo hizo de la forma más tranquila posible para que el resto del equipo Avatar no despertara. Comenzó a cocinar robóticamente, automáticamente, sin ningún esfuerzo de su parte como si estuviera haciendo todo de manera estructurada.

Por otro lado, Zuko despertó apenas los rayos del sol se asomaron en el cielo e iluminaron levemente la habitación, miró hacia abajo y sonrió cuando al encontrarse con Aang durmiendo en su pecho, era tan adorable, se había olvidado por completo que el menor seguía con él allí. No quería despertar a Aang, por lo que el maestro fuego se quedó allí mirándolo dormir y pensando en todo lo que habían pasado para que finalmente pudieran estar juntos, podría continuar así todo el día si no fuera porque Aang estaba comenzando a despertar. Al darse cuenta de esto, miró hacia otro lado y se sonrojó al pensar que tal vez el maestro aire se dio cuenta de que lo estaba observando, ambos habían pasado muy poco tiempo durmiendo luego de su sesión de besos, habían pasado la mayor parte de la noche despiertos conversando de su pasado, ninguno de los dos estaba seguro al principio si darse por vencido o entregarse al otro, Zuko debido a su orgullo y Aang por sus responsabilidades como Avatar.

El menor comenzó a despertarse, refregó sus ojos para aclarar su visión y elevó su mirada solo para encontrarse con Zuko… rojo como una manzana.

-¡¿Z-Zuko?! ¿y ahora que te pasó? ¿tienes fiebre?-preguntó el maestro aire descaradamente recibiendo una mirada de ira por parte de Zuko ¿cómo se atrevía ese niño a recibirlo de esa manera al despertar?

-¿Tú qué piensas? ¡esperaba un "buenos días" al menos!-lo regaño Zuko desvaneciendo su sonrojo al instante.

-Buenos días, lo siento, Sifu Hotman-se disculpó con una sonrisa en su rostro.

-Buenos días a ti también, Aang-le dijo Zuko sonriendo, se estiró y se levantó de la cama-iré a ver si el desayuno ya está listo-

-Está bien.

Zuko sonrió por última vez antes de salir de la habitación y caminar hacia la sala donde estaba la fuente. Aang tardó un poco más en levantarse de la cama, pero después de unos segundos, se levantó y fue a la sala de la fuente donde el maestro fuego estaba esperándolo para desayunar y luego comenzarían con su entrenamiento de fuego-control.

Katara ya había terminado de preparar el desayuno y ahora estaba buscando los bowls para servir la comida, cuando notó que Zuko caminaba hacia el mismo lugar donde estaba ella pero no estaba solo, Aang se le unió pocos minutos después, ambos se sonrojaron con culpabilidad como si hubieran hecho una especie de travesura. Una vez más, la escena de ambos besándose invadió la mente de Katara pero ella decidió restarle importancia y comenzó a servirles la comida.

-Buenos días, chicos-los saludó Katara intentando actuar lo más normal posible-el desayuno ya está listo, coman antes de que se enfríe-

-Buenos días a ti también, Katara-la saludó Aang, pero pudo notar que algo andaba mal con ella-uh ¿estás bien?-

-Sí, por supuesto que estoy bien ¿por qué lo preguntas?-dijo la maestra agua mientras le pasaba un bowl a Zuko y luego a su amigo, el maestro aire.

-Porque te ves cansada y tienes ojeras-le dijo el menor mientras señalaba sus propios ojos.

-Oh, creo que no me di cuenta antes y quizás no dormí bien anoche, es todo.

-De acuerdo-respondió Aang, durante unos minutos ninguno de los dos se volvió a hablar y luego de que el maestro aire terminara su desayuno volvió a hablar-Katara, um, Zuko y yo vamos a tener una práctica de fuego-control-

-Oh, está bien pero ¿podrías quedarte aquí solo un momento? necesito hablar un minuto contigo a solas-le preguntó Katara lo más amable posible.

-Seguro-respondió Aang, desvió su mirada hacia Zuko-puedes ir al lugar de entrenamiento, te alcanzaré después-

-Bien, te espero allí entonces-Zuko dejó la sala y Aang miró a su amiga con preocupación.

-Katara, vi que no estás bien. Quiero saber que está pasando contigo-le dijo Aang acercándose a ella mientras colocaba una mano en su hombro intentando calmarla.

-No te hagas el tono conmigo, Aang. Porque yo ya lo sé todo.

-¿De qué estás hablando?

-¡De ti y de Zuko! ¡anoche los vi teniendo una sesión de besos!-exclamó Katara enfadada-¿cómo pudiste hacerme esto, Aang? todo este tiempo pensé que estabas enamorado de mí, pero preferiste elegir a Zuko en vez de a mi-

-¿Y por qué razón eso debería molestarte? ¿qué tiene de malo que prefiera estar con Zuko y no contigo? Además, si eso era todo lo que me querías decir, entonces será mejor que no me hables, tengo que empezar el entrenamiento de fuego-control y no quiero llegar tarde.

El joven maestro aire giró sobre sus pasos y comenzó a alejarse de la sala donde estaba la fuente para reunirse con Zuko en su lugar de entrenamiento, pero Katara lo tomó de la muñeca deteniéndolo.

-Para mí, Aang, él es la razón por la que creo que todos los que son de la Nación del Fuego son malvados y no son dignos de confianza-le dijo Katara al maestro aire frente a ella.

-Zuko no es el responsable de la muerte de tu madre, alguien más la mató y tu lo sabes.

-Por supuesto que lo sé, es solo que mi odio hacia la Nación del Fuego es tan fuerte y aún no puedo creer que Zuko se haya unido a nuestro equipo luego de la traición que le hizo a su tío y a nosotros en Ba Sing Se y tampoco puedo creer que ahora tú seas ¿cómo decirlo? su novio. En serio, no puedo aceptar que haya cambiado para bien.

-Las personas cambian, él es bueno ahora, tienes que creerme y debes creerle.

-Sí, lo he visto porque aceptó ser tu maestro fuego-control para que puedas enfrentar a su padre, pero…

-¡No, Katara, es más que eso! sé bien que es una buena persona porque… bueno, porque yo lo amo-le dijo Aang, Katara estaba a punto de decir algo pero el maestro aire la interrumpió-puedo amarlo y lo hago ¡me mostró más amor durante estos meses del que tú nunca me has dado!-Katara lo miró mientras se cubría la boca con sorpresa y las lágrimas comenzaban a formarse en sus ojos azules ¿de qué estaba hablando? eso quería decir que él y Zuko… ¿eran amantes antes de que él decidiera unirse a su equipo? Aang se dio cuenta de que había lastimado a su amiga e intentó consolarla-lo siento, Katara. No quise decirlo, es solo que yo…-

-No, está bien, Aang-respondió Katara indiferente-tenías razón todo este tiempo, mi pasado me dejó cicatrices emocionales y no creo que sea capaz de amar a alguien de la misma forma en que tú lo haces. Además, la tía Wu me predijo que algún día conoceré a un poderoso maestro y me casaré con él-

-Estoy seguro de que encontrarás a alguien que te haga feliz-le dijo Aang-¿qué me dices de Haru? Él es un gran maestro tierra, necesita mejorar sus habilidades pero podría llegar a ser un maestro muy poderoso algún día-

-Quizás tengas razón en eso-dijo la maestra agua sintiéndose mejor con las palabras de su amigo-está bien, ve a entrenar con Zuko ahora, ya no te detendré más. No querrás hacerlo esperar demasiado ¿no es así?-Aang le dio las gracias y salió corriendo hacia el lugar de entrenamiento donde Zuko lo estaba esperando para comenzar su práctica de fuego-control. Katara sonrió y sacudió la cabeza ligeramente antes de reanudar su tarea de servir el desayuno al resto del equipo, pero, de repente, se detuvo al ver algunos puntos negros aproximarse hacia donde estaba-oh no...-murmuró, el bowl cayó de su mano y se estrelló contra el suelo rompiéndose en pedazos, lo que más temía se hizo realidad: los globos de guerra de la Nación del Fuego los habían encontrado y ahora se están preparando para atacar el Templo Aire del Oeste. Desvió su mirada a las otras habitaciones en el templo y corrió para despertar a los demás y contarles lo que había visto.


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