Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

FELICIDAD ARTIFICIAL por lyra

[Reviews - 12]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

-¿No es poco tiempo para preparar una fiesta?-le pregunta Gustav al día siguiente mientras desayunan.

-Hay tiempo de sobra. Necesitamos divertirnos un poco- le contesta Tom muy animado- Además, Andreas vendrá pronto y nos echará una mano.

-Da gusto verte así otra vez. Llevabas días sin levantar cabeza. Ahora solo falta que Bill vuelva a ser el de antes y todo irá de maravillas.

-Siento mucho que nuestra discusión os haya afectado a los dos. No volverá a ocurrir.

-Sabíamos que era pasajera y que pronto haríais las paces-le dice Georg dándole una palmada en la espalda.

-¿Bill no va a bajar a desayunar? No le hemos visto desde ayer al mediodía-le pregunta Gustav preocupado.

-No se encontraba bien. Tenía el estómago revuelto. Pero ahora le subiré algo para que desayune.

Se levanta y cogiendo una bandeja pone sobre ella una taza de café y unas tostadas. No coge más porque sabe que no va a comer más.

Sube a su habitación y entra sin llamar. La cama está vacía y deshecha, con las sábanas por el suelo.

“Seguro que ha pasado una mala noche dando vueltas en la cama sin poder dormir”- piensa dejando la bandeja en la mesilla.

No quiso ir a consolarle por la noche. Era mejor dejarle a solas.

Va al baño y llama a la puerta.

-¿Bill? ¿Te encuentras bien?- pregunta con miedo en la voz.

-Ahora salgo, dame un minuto-le contesta casi sin voz.

Sabe lo que está haciendo. Seguro que se había levantado con náuseas otra vez. Tardarían en pasárselas. Cuando abre la puerta sus sospechas se confirman. Tenía la cara llena de sudor y la camiseta manchada.

-Perdona mi estado. Nunca había estado tan mal-le dice tratando de sonreír mientras se apoya en el marco de la puerta frotándose los ojos.

-Lo que necesitas es una buena ducha. Eso te espabilará del todo y pronto te encontrarás mejor. Venga, que te ayudo.

Le coge del brazo y le hace entrar en el baño de nuevo. Una vez dentro abre el grifo de la ducha. Luego se gira y no le queda más remedio que ayudarle a desnudarse, pues parecía que se estaba peleando con la ropa para quitársela y no lo conseguía.

Le ayuda a meterse en la bañera, donde se queda sentado encogido. Coge la ducha y comienza a lavarle el cuerpo. Luego continúa con el pelo. Primero se lo enjabona mientras le da un ligero masaje de paso y luego se lo aclara.

Bill se deja hacer. Cierra los ojos mientras le lava el pelo y sonríe por las sensaciones que le suben por el cuerpo. Hacía mucho que su hermano no le trataba con tanto cuidado.

Cuando acaba de lavarle coge una toalla y ayudándole a levantarse se la pone alrededor de la cintura. Luego le ayuda a salir de la bañera y le hace sentarse en el borde para colocarle una toalla sobre los hombros para que no pasara frío, pues estaba comenzando a temblar. También le empieza a secar el pelo con otra.

Cuando acaba sale a por ropa limpia que también tiene que ayudarle a poner. Su hermano temblaba de tal manera que ni siquiera podía andar. Le ayuda a salir del baño y le acompaña hasta la cama, donde le tapa bien hasta la barbilla.

Se sienta a su lado mientras que con una mano le retira el pelo mojado de la cara.

-Esto es por la abstinencia. Enseguida te pondrás bien. Tienes que aguantar un poco más-le dice intentando tranquilizarle.

-No creo que pueda-contesta con los dientes tiritando- Tal vez si tomara una pastilla por última vez…

-¡No, ni hablar!-le corta Tom furioso-Las he tirado y espero que no te haya quedado ninguna por ahí escondida.

-No, te lo prometo. Te di todas. Pero es que me encuentro muy mal-gime muy bajito mientras empieza a llorar.

-Sé que te encuentras mal, pero también sé que eres muy fuerte y que te pondrás bien enseguida. Y yo te ayudaré. Ahora lo mejor es que tomes algo caliente para que entres en calor. Te haré un té, de esos que tanto te gustan. Enseguida vuelvo, no te preocupes.




-¿No se encuentra bien todavía?- pregunta Gustav cuando Tom baja a la cocina.

-Ha debido comer algo que le ha sentado mal. Sigue un poco revuelto-le miente dándole la espalda.

-Lo mejor es suspender la fiesta si no se encuentra bien-dice Georg con tristeza.

-No, la fiesta se hará. Necesitamos ser felices-repite Tom, aunque más para sí mismo.

Cuando el té está hecho lo coge y regresa a la habitación de su hermano. Cuando entra en ella parecía que se ha dormido, pero le despierta para que se tome el té. Le ayuda a recostarse y ve como se lo toma con pequeños sorbos.

-¿Quieres algo más para comer?-le pregunta cuando termina.

-No, el té me ha sentado bien, pero no puedo comer nada más-le contesta volviéndose a tumbar.

Le tapa y se le queda mirando sonriendo.

-Te tienes que poner bien para mañana. Me llamó Andreas y le dije que haríamos una fiesta aquí.

-No creo que tenga fuerzas para una fiesta, ni para nada.

-Claro que tienes fuerzas. Eres la persona más fuerte que conozco. Ahora vas a descansar y mañana ya verás como te encuentras con ganas de divertirte, de ser feliz.

Se agacha y le da un beso en la mejilla. Sale y le deja descansar.

Bill cierra los ojos sonriendo.

“Todo va a volver a ser como antes”-piensa muy feliz.




Se asoma a la habitación de su hermano. Es ya le hora de cenar y subía cada hora para ver que estaba bien y que no necesitaba nada, pero siempre se lo encontraba dormido profundamente. Menos en esa ocasión. Se estaba levantando para ir al baño y corre a ayudarle.

-Ya me encuentro mejor- le dice sonriéndole.

Entra en el baño y cierra la puerta. Tom se queda fuera y mientras le esperaba comienza a hacerle la cama.

Sale y le pila acabando de hacerla y sonríe.

-No hacía falta que te molestaras, me pienso volver a acostar.

-De eso nada-le dice Tom agarrándole por la cintura para que no se volviera a tumbar-Tienes mejor cara y vas a bajar a cenar con nosotros en la cocina.

-¿Y qué les has dicho a los demás?-le pregunta con miedo.

-Nada, no te preocupes. Les he dicho que algo que has comido te ha sentado mal y que por eso estabas revuelto. Ahora vístete y bajemos a la cocina con ellos.

Le da un beso en la mejilla y eso hace que se ilumine la cara. Se viste deprisa y baja a cenar con Georg y Gustav.

Todo eran risas en la cocina, como en los viejos tiempos. Cuando nota que no puede mantener los ojos abiertos por más tiempo se disculpa y sube a acostarse. Tom le acompaña y mientras se pone el pijama le abre la cama para que se acueste.

Se echa en ella y da unos golpecitos en el colchón para que se siente a su lado. Lo hace y le coge una mano para llevársela a los labios y besarla con ternura.

-He pensado que esta noche te podrías quedar conmigo. Sólo para dormir, nada más-le suplica con los ojos.

-Bill, esto va muy deprisa. Te estoy ayudando a ponerte bien, pero para lo otro necesito más tiempo. Entiéndelo, por favor-le contesta Tom retirando su mano.

-Pero en la cocina nos llevábamos tan bien, bromeando como en los viejos tiempos. Pensé que ya me habías perdonado-le dice Bill comenzando a llorar sin evitarlo.

Se levanta de la cama. Si se quedaba un rato más sabía que acabaría cediendo, que era lo que más quería hacer en esos momentos. Pero necesitaba que su hermano comprendiera que era mejor esperar un poco más.

-Trata de descansar bien para la fiesta de mañana-le dice dándose la vuelta ya saliendo de la habitación.

Entonces lo vuelve a sentir. Siente como su corazón se para por la tristeza. Su hermano ya no iba a querer estar con él nunca más. Comienza a llorar más pensando que nadie le podía ayudar.

Entonces lo recuerda. Zach le dijo que le llamara si necesitaba su ayuda, y eso era lo que iba a hacer.





Los invitados comienzan a llegar a las seis. Andreas había ido por la mañana para ayudarlos con los preparativos. Durante la rápida comida que hicieron estuvo todo el rato bromeando con Bill para ver si conseguía animarle un poco, pues desde que llegó le notó raro. Sabía que se encontraba mal del estómago, pero él le veía triste y como si estuviera ausente.

-¿Seguro que estás bien para la fiesta?-le pregunta por cuarta vez-La podemos cancelar si no te encuentras bien.

-De verdad, estoy bien-le contesta Bill sonriéndole a medias-No te preocupes por mí, pronto volveré a estar muy bien.


A las nueve la fiesta ya está muy concurrida. Andreas había invitado a más de veinte personas. No quería abusar de la confianza del grupo llenando la casa de fans histéricas. Todos los que allí estaban eran parte de sus mejores amigos. También había muchas chicas, no podían faltar. Georg y Gustav estaban encantados de estar rodeados de ellas. Con eso consiguieron relajarse un poco, pues habían notado que los hermanos volvían a estar distanciados y que apenas se dirigieron la palabra en toda la mañana.

Sentado en el sofá hablando con Andreas no para de mirar nervioso el reloj a cada minuto.

-¿Esperas a alguien?-le pregunta Andreas con curiosidad.

-Si, he invitado a un buen amigo-le contesta Bill sonriendo.

Tom no le quita la vista de encima. Esa mañana apenas habían hablado, seguro que estaba enfadado por su reacción de la noche anterior. …l no pudo dormir pensando que a lo mejor se había pasado un poco. Quería que su hermano aprendiera la lección, que supiera que podría perderlo todo en un abrir y cerrar de ojos si no se esforzaba en retenerlo a su lado. Creía que ya lo había aprendido, y sonreía pensando en el momento en que acabara la fiesta. Iría a su habitación y le haría muy feliz.



A las 9:30 llaman a la puerta y Bill corre a abrirla dejando a Andreas hablando solo.

-¡Por fin has venido!-dice dejándole entrar.

-¿No hay un beso de bienvenida?-bromea Zach sonriendo.

-Aquí no, mejor arriba.

Y tirando de él se lo lleva corriendo escaleras arriba a su habitación.

Tom ya se había alejado del grupo con el que estaba hablando en cuanto vio a Zach, pero llega tarde y ve como se van escaleras arriba. Va a hablar con Andreas, tal vez su hermano le había comentado algo.

-¿Le has invitado tú?-le pregunta demasiado enfadado.

-No, creo que ha sido Bill. Me dijo que esperaba a un buen amigo-le contesta preocupado-¿Ocurre algo malo?

-De momento creo que no.

Se queda al pie de las escaleras sin quitar la vista del piso superior. No sabía si quedarse abajo esperando a que bajara o subir a partirle la cara delante de su hermano.




En cuanto se cierra la puerta de la habitación, Zach le atrae y comienza a besarle con furia. Le obliga a abrir la boca y su lengua se apodera de él sin darle tiempo a pensar. Mientras le va empujando por la habitación hasta que llegan a la cama y le tira sobre ella, quedando encima de él.

-Te he echado mucho de menos-le miente cuando termina el beso.

-Y yo también a ti-también le miente Bill-Necesito ayuda.

-¿Ya te las has tomado todas? Te dejé para más de una semana.

-No, me las ha tirado mi hermano.

-¿Le has contado lo nuestro? Bill, era nuestro secreto-le riñe enfadado levantándose de encima de él y sentándose de espaldas.

Bill se levanta y le abraza desde atrás la espalda mientras le besa el cuello. Haría todo lo necesario para conseguir más de esa felicidad artificial.

-Me obligó. Me encontraba mal y se creyó en el deber de hacer el papel de hermano mayor preocupado por mí. Me pilló en baja forma, y me derrumbé y se lo conté todo, solo lo de las pastillas. Por favor no te enfades. No ahora que te necesito tanto-le suplica muy bajito al oído.

No puede ver la cara de Zach, que en esos momentos esboza una gran sonrisa de triunfo. Había llegado el momento. Bill estaba ahora bajo su control y le pensaba devolver todo el daño que le había causado, todo el dolor que le había provocado. Le daría lo que tanto tiempo llevaba esperando. Su felicidad mortal.

Se gira y le abraza muy fuerte.

-Claro que te perdono. Ha sido un momento de debilidad que ya ha pasado.

Le suelta y mete la mano en el bolsillo. Saca una de sus pastillas más especiales y en cuanto Bill la ve alarga la mano para cogerla, pero Zach la deja fuera de su alcance sonriendo. Se la pone entre los dientes y se va acercando a sus labios, quien sonríe viendo sus intenciones y los separa listo para recibir las dos cosas: un beso suyo y más felicidad.

Zach le atrae poniendo una mano en su cuello y pone los labios sobre los suyos. Con su lengua empuja la pastilla hacia su boca y le ayuda a tomársela.

Cuando sus labios se separan Bill se deja caer en la cama con una sonrisa de satisfacción en los labios y los ojos cerrados, esperando a que le hiciera efecto, a que llegara la felicidad tan deseada y necesitada.

Zach se le queda mirando desde arriba también sonriendo. Con la pastilla que le acababa de dar podía quedarse en coma de la felicidad que iba a sentir, o algo peor. Le empieza a acariciar la cara apartándole el pelo, viendo como sonríe con cada caricia.

-¿Te sientes mejor?-le pregunta sonriendo más.

-En unos minutos te lo digo-suspira Bill.

-Voy a bajar a por algo de beber para nuestra fiesta privada, enseguida vuelvo-le dice acercándose para darle un último beso en la mejilla. Ese era su beso de despedida, no pensaba volver.

-Yo ya he bebido suficiente por hoy. Aunque creo que otra copa no vendría mal, ahora que lo pienso-dice empezando a reírse.

-Pues espérame, que ahora te la subo.

Sale de la habitación echando un último vistazo a Bill.

“Estás acabado, ya tengo el camino libre hacia Tom. ¡Vete al infierno!”-piensa mientras cierra la puerta.




Al llegar abajo Tom le coge con fuerza del brazo y le lleva a la cocina donde da un portazo.

-¿Qué le has hecho a mi hermano? Espero que no se te haya ocurrido darle más de esa mierda tuya-le grita furioso.

-¿Es eso lo que te ha contado? Pues te ha mentido.

-…l nunca me mentiría. Me ha contado como le has drogado y te aprovechaste de él. Le forzaste con un éxtasis.

-Yo no le he obligado a tomar nada. Y menos aún le forcé. Te juro que nunca le he tocado en ese aspecto.-le dice muy serio-Vino una noche a verme llorando, el día que os peleasteis. Necesitaba consuelo y como le vi tan alterado le di un sedante, no un éxtasis.

-He visto las pastillas que le diste, las tiré por el water.

-No sé de que pastillas me hablas. Yo no le di ninguna pastilla de ninguna clase. La habrá conseguido él por otro medio. Yo nunca podría hacerle nada que le hiciera daño. Le prometí a David que cuidaría muy bien de él, y eso es lo que estoy haciendo.

-¿Y qué ha pasado ahora arriba?

-Me llamó porque le dije que lo hiciera si necesitaba hablar conmigo de cualquier cosa. Y sólo hemos hecho eso, hablar. Me ha contado que se encuentra muy mal por haber vuelto a discutir contigo. Dice que no le entiendes y que os habéis distanciado más que nunca. Está destrozado, llorando mucho y yo solo le he consolado con un abrazo. He bajado a por un vaso de agua que me ha pedido. Si no me crees, sube a verle. Está en la cama, medio dormido.

-Eso haré en cuanto te haya echado de mi casa.

Le coge furiosos por el cuello de la camisa, que al abrirse deja al descubierto una cadena de plata con una estrella de cinco puntas pequeña colgando de ella. La coge y se la arranca del cuello con fuerza. La había reconocido en cuanto la vio. Era la cadena que su hermano le había regalado cuando hicieron un mes. Le da la vuelta y lee la inscripción que ya se sabe de memoria: “ERES LA ESTRELLA QUE ME GUÍA Y ME PROTEGUE”.

-¿De donde has robado esto?-le grita más furioso.

-…l me la dio. Se ha encaprichado conmigo y yo la acepté para que no se sintiera mal si la rechazaba. Solo me la puse porque si me veía sin ella se sentiría muy mal, y yo solo quería ayudarle. Pero no significa nada para mí-le dice cambiando el tono y poniéndole una mano en el brazo.

Ve que Tom está distraído mirando la estrella y decide dar el gran paso. Se acerca a sus labios y le besa.

Esto le pilla por sorpresa. Le empuja con todas sus fuerzas, por el asco que ha sentido, haciendo que Zach se golpee con la mesa de la cocina. Se le queda mirando con odio en los ojos.

-¿Quién te crees que soy? ¿ Bill? A mí no me puedes manipular con un beso como a él. Ahora te vas a ir de aquí y pienso llamar a David. Y a la policía también. Te van a arrestar por haber drogado a mi hermano y abusar de él.

La cara de Zach cambia de felicidad a un gran dolor. No estaba saliendo como él lo había planeado. Pensaba que si Tom sabía que no había tocado a su hermano y que solo le había consolado, vería lo buena persona que era y le querría por eso.

-Tom no lo hagas, te lo ruego. Te prometo que Bill se lo ha inventado todo. Te ha mentido para hacer que volvieras con él, para poder volverte hacer daño otra vez. Yo nunca te haría daño. Porque te quiero mucho-le suplica Zach llorando.

Tom se le queda mirando como sin dar crédito a lo que acababa de escuchar. De eso se trató desde el principio. Zach se interpuso entre los dos, haciendo que una pequeña broma de su hermano se transformara en una gran pelea. Los había utilizado a los dos, sobretodo a su hermano. …l siempre iba buscando el cariño de la gente y cuando le dio la espalda apareció Zach y le dio más que cariño.

Le vuelve a coger por la camisa y abriendo la puerta de la cocina le lleva a rastras hasta la puerta de la calle sin importarle que la gente le viera, donde le echa rodando por las escaleras con todas sus fuerzas.

-No te vuelvas a acercar a nos otros nunca más. No vuelvas a tocar a mi hermano. Estás acabado.-le grita desde arriba.

Zach empieza a reír como un loco desde el suelo.

-El que ya está acabado es Bill.

Tom se agacha y le da una patada en la cara. Luego le coge por el cuello con las dos manos levantándole un poco del suelo.

-¿Qué le has hecho? ¿Qué le has dado?-le escupe en la cara

-Solo le he dado lo que me ha pedido. Quería ser feliz para siempre, y así será-le contesta riéndose más todavía.

Tom le da un puñetazo en la cara rompiéndole la nariz. Le deja tirado en la acera sangrando en abundancia y entra corriendo en casa gritando órdenes por el camino.

-¡Que alguien llame a una ambulancia, deprisa!-le grita a Andreas. Luego mira a Gustav y a Georg-Acompañadme.

Suben corriendo las escaleras. Casi no puede respirar por la rabia que siente y las lágrimas que le bajan por las mejillas. No dejaba de apretar en sus manos la cadena con el colgante con fuerza.

“Resiste, yo te protegeré, nadie te va a volver a hacer daño”-reza por el camino con los ojos llenos de lágrimas.

-Tom, ¿qué ha pasado?´-le pregunta Gustav con miedo.

-Creo que a Bill le han dado una sobredosis de éxtasis-solloza.


Llegan a la habitación y Tom la abrió con mucho miedo por lo que puede encontrarse. La cama está vacía. La rodea y dando un grito cae al suelo de rodillas.

-¡Bill!-grita desesperado.

Allí se encontraba su hermano, tirado en el suelo agarrándose el pecho con una mano y con un gesto de gran dolor recorriéndole la cara. En sus ojos había mucho miedo. Movía la boca como si intentara decir algo, pero no le salía ningún sonido.

Corre a su lado y le coge la cabeza con suavidad para ponérsela en el regazo como había hecho la última vez que le consoló.

-Estoy aquí. Nunca te voy a abandonar-le dice mientras le acaricia la cara llorando-Tienes que resistir un poco más, eres fuerte, aguanta por mi.

Bill levanta los ojos y mirándole a la cara intenta decirle algo. Acerca su cara a la suya para poder escucharle.

-Perdóname todo el daño que te he hecho-logra susurrar con mucha dificultad.

-No hables ahora, la ambulancia ya está de camino. No me puedes dejar así-solloza Tom sobre su cara.

Pero Bill niega con la cabeza. Sabe que no lo va a conseguir, que su fin estaba llegando. Lo había notado en su corazón. Estaba dejando de latir porque en él ya no quedaba amor. Nota otra punzada más dolorosa que hace que le coja con fuerza la mano y cierre los ojos.

-¿Qué te pasa? ¿Qué tienes?-pregunta Tom con mucho miedo en la voz y abrazándole con fuerza.

-Mi….corazón…-susurra abriendo un poco los ojos.

-¿Qué le pasa?

-Se está parando….por mi tristeza…-dice cerrando los ojos por última vez.

Tom nota que le suelta la mano y que la suya cae sin vida al suelo, como su cabeza, que cae suavemente en su regazo. Le pone una mano en el pecho, pero no siente nada.

El corazón se le había parado.

Había dejado de latir porque él le había abandonado.

Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).