Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

VIDAS ETERNAS por lyra

[Reviews - 22]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Abre los ojos de golpe cuando siente que una mano le acaricia la mejilla. Se encuentra tumbado en el suelo y rodeado de una fría oscuridad. Hay alguien muy cerca de él que se inclina hasta que sus caras quedan a escasos centímetros.

-¿Me extrañaste?-le pregunta la chic con una sonrisa.

-¿Sigo en el callejón?-pregunta sin entender.

La chica ríe y niega con la cabeza. Se aparta un poco y le tiende una mano que él acepta para levantarse. Cuando esta de pies le suelta y acciona el interruptor que hay a su derecha, lo que le hace cerrar los ojos con fuerza al herirle la intensa luz que de repente estalla.

-Mira donde estás-le ordena la chica.

Abre los ojos lentamente, ahogando un grito de sorpresa al verse en el baño de su propia habitación.

-Estamos en el sueño de tu hermano, cuando se hirió la mano en la cocina. De un momento a otro aparecerá por la puerta para que se la vendes-le explica por encima.

-¿Cómo sabes lo que ocurrió?

-Yo lo sé todo acerca de vosotros dos. Que os amáis como nadie antes se ha amado, que no podéis estar el uno sin el otro sin sentir como se os para el corazón de dolor.

En esos momentos llaman a la puerta y Tom se separa de ella corriendo. Sabe que es su hermano y no quiere que la vea con ella para no hacerle más daño.

-Escóndete-le suplica en voz baja.

-Sólo me puedes ver tú-le explica sonriendo.

-¿Tom?-oye la voz de su hermano.

Descorre el cerrojo y abre la puerta, encontrándose con su hermano con unas vendas bajo el brazo mientras se sujeta una mano con la otra.

-¿Me ayudas?-le pide sonriendo.

Asiente y tomándole del brazo le hace entrar en el dormitorio, donde le sienta en su cama y se arrodilla en el suelo para vendarle la herida con cuidado, sintiendo como el deseo de probar su sangre vuelve a hacerse muy fuerte.

Termina de vendarle y se queda mirándole desde el suelo, con su manos en las suyas, acariciando su muñeca, sintiendo como la sangre pasa por sus venas con fuerza.

-¿Estás bien?-le pregunta Bill tras unos minutos.

-Estoy un poco mareado-le confiesa cerrando los ojos

Siente como su hermano le ayuda a levantarse y le hace echarse a su lado en la cama, tumbándose él a su lado, abrazándole con fuerza y besándole en la frente.

-¿Mejor?-le pregunta al oírle suspirar.

-Me pasaría el resto de la vida entre tus brazos-susurra con los ojos cerrados.

-Y yo en los tuyos-le contesta sonriendo.

Levanta la cabeza al oír sus palabras. ¿Esa era la respuesta que buscaba? No lo había dicho claramente, pero algo es algo.

-¿Te gustaría vivir eternamente?-le pregunta casi sin voz.

-¿Y eso a qué viene?-le contesta riendo.

-Contéstame, por favor. ¿Te gustaría vivir eternamente a mi lado?-insiste muy serio.

Bill se tumba de espalda en la cama meditando sus palabras. Era una pregunta absurda, pero igualmente piensa con cuidado su respuesta.

-Me encantaría-contesta al cabo de unos minutos-Te amo con todo mi corazón, pero ¿qué pasaría con los demás? Nuestros amigos, mamá, papá, Gordon…ellos morirían y yo no sé si podría soportarlo. Vivir una larga vida viendo como tus seres queridos se van muriendo ante mis ojos, dejando un gran vacío en mi corazón…

Tom se levanta corriendo de la cama. Esa era la respuesta de su hermano. Por mucho que lo amara, había más gente en su vida a la que quería y echaría mucho de menos.

Había pensado mejor su respuesta, no como él. Solo pensó en sí mismo, en su felicidad y creyendo que su hermano haría lo mismo.

Su hermano pensó su respuesta usando la cabeza, mientras que él lo hizo con el corazón.

-¿Es tarde para dar marcha atrás?-pregunta al aire.

O eso es lo que cree su hermano, porque no ve que chica está a la derecha de su hermano, negando con la cabeza.

-Tomaste tu elección-le dice con pesar.

-Pero mi hermano….

-Ha dicho que te ama y vivirá contigo eternamente-le corta molesta.

-No ha dicho eso y tú lo sabes. Sin él a mi lado no quiero seguir viviendo-dice enfadado.

-Tom, me estás asustando-dice Bill incorporándose en la cama.

-Lo siento, lo he estropeado todo-dice rompiendo a llorar.

-¡Tom!

Trata de levantarse, pero su hermano le detiene levantando una mano. No quiere su consuelo, ya era tarde.

-Lo…siento…-repite entre sollozos.

-Si no has hecho nada. Te sientes mal, ve a la cama y déjame cuidarte-le suplica él también llorando.

Ve como le abre los brazos y corre a refugiarse en ellos, apoyando la cabeza en su hombro y sollozando contra su cuello con los ojos cerrados mientras su hermano le frota la espalda susurrándole al oído que todo iba a salir bien.

-Te está ofreciendo su cuello, no pierdas el tiempo-le apremia la chica.

Abre los ojos y ante ellos aparece la suave piel de su hermano. Aspira profundamente y siente como el aroma de su hermano le recorre el cuerpo por dentro. No puede evitar pasarse la lengua por sus labios entre abiertos que acerca hasta rozarle el cuello con su aliento.

Cierra los ojos y también los labios en torno a una porción de piel que besa con suavidad, hasta que algo dentro de él estalla y le hace comenzar a lamer y succionar.

-¡Tom….!-oye gemir a su hermano.

Abre lo ojos y se separa corriendo, empujándole sobre la cama y levantándose de ella. Ha estado a punto de perder el control y morderle para convertirle en un vampiro sin tener en cuenta sus sentimientos, sin importarle nada el dolor de su hermano al ver morir a sus seres queridos mientras que él es feliz.

-Tom-le llama entre lágrimas.

Pero no le contesta, ni siquiera le mira. Se gira y suplica en silencio a la chica, quien niega con la cabeza de nuevo.

-No puedo hacerlo…de esta manera no-dice en voz baja.

-Dime que te pasa-suplica su hermano desde la cama.

-Dile la verdad, dale otra oportunidad de elegir-ordena la chica.

Se lleva una mano al cuello y se gira despacio, caminando hacia la cama pero manteniéndose lo bastante alejado de su hermano.

-Me han mordido-le dice sin más señalando su cuello.

-¿Cómo? ¿Quién?-pregunta Bill sin entender.

-Sabes de sobra quien ha sido. Me encontrasteis sin apenas sangre, con la señal de unos dientes profundamente clavados en mi cuello…

-Los vampiros no existen-le corta su hermano.

-Si, existen. Y yo me he convertido en uno de ellos-dice en voz alta.

Bill le mira con la respiración entre cortada mientras que niega con la cabeza. Su hermano estaba muy enfermo, la fiebre le hacía delirar y decir esas cosas tan raras.

-Voy a llamar a alguien-dice levantándose de la cama.

Pero Tom es más rápido y le coge del brazo, haciéndole girar y tomándole por los hombros le impide escapar.

-Bill, compréndelo-suplica desesperado-Tuve que hacerlo, si no me convertía en un vampiro iba a morir de todos modos.

-No, estás delirando, no sabes lo que dices-niega su hermano-Déjame ayudarte, por favor.

-Ya es tare, he tomado mi decisión. Y tú la tuya-dice soltándole.

-¿La mía?-pregunta sin entender.

-Me has dejado bien claro que no quieres vivir eternamente, ni aunque sea a mi lado. Por mucho que me ames, hay más gente en tu vida a la que quieres y echarías de menos. No te culpo por pensar así, yo no me molesté en hacerlo y mira ahora las consecuencias. Fui egoísta pensando solo en mi felicidad, solo en vivir junto a ti sin importarme los demás.


-Pero tú me importas más-le confiesa en un susurro-Si es verdad lo que dices, quiero vivir a tu lado para la eternidad, no quiero dejarte solo.

-No, sé que estás muy unido a mamá, no puedo soportar la idea de vivir milenios viendo la tristeza en tus ojos cada vez que te abrace o te de un simple beso.

-También verás mi amor. Se lo podemos contar, nos despediríamos de ella y lo entenderá.

Tom le mira sin dejar de negar con la cabeza. Su madre jamás entendería lo micho que se aman. Todavía recordaba la reacción de Gustav. Escandalizado, asustado, pensando que estaba mal que se amaran cuando a él le parecía lo más hermoso que le podría haber sucedido en vida.

-¡Hazlo!-le ordena la chica al ver que titubea-Se está pasando el efecto de la pócima, se está despertando.

Sin apartar la mirada de su hermano, niega de nuevo mientras una lágrima baja por su mejilla. Dejará que su hermano despierte del sueño, que viva su vida mientras que él desaparece en las sombras.

-Lo siento, no puedo hacerte esto-le dice casi sin voz.

De repente siente como si el suelo hubiera desaparecido bajo sus pies y comenzara a caer. Cierra los ojos por instinto, para abrirlos al segundo y encontrarse tumbado de nuevo encima de su hermano.

Se levanta con cuidado y sale de la cama jadeando. Se lleva una mano a la cara y siente sus mejillas bañadas. Se da la vuelta y busca por la habitación a la chica con la mirada pero sin ver ni rastro de ella.

-Sigo esperando-oye la voz de su hermano.

Se gira corriendo y le ve de rodillas en la cama, suplicándole con una mano extendida.

-¿Qué?-pregunta sin voz.

-Todavía espero a que me des ese beso de vida eterna-susurra con voz firme.

-Era un sueño…no es posible…

-Lo recuerdo todo, y mi decisión sigue siendo la misma-dice levantándose de la cama- Quiero pasar la vida eterna a tu lado.

-¿Y qué hay de mamá? ¿Y nuestros amigos?-trata de hacerle razonar.

-Si ese es el precio que tengo que pagar por tu amor, lo haré con todo el dolor de mi corazón.

Está muy cerca de él, puede ver como la tristeza brilla en sus ojos por lo que va a perder, pero también ve como el amor que siente por él ilumina sus apagados ojos.

-No puedo vivir pensando que tú estarás solo para la eternidad, morir sabiendo lo mucho que me vas a echar de menos-susurra echándole el aliento.

Cierra los ojos y aspira profundamente, sintiendo como e clienta el cuerpo por dentro y hace crecer el deseo. Siente como si una fuerza subiera por su cuerpo y al pasarse la lengua por los dientes nota que sus colmillos han crecido.

Puede que su mente se negara a hacerlo, que su corazón prefiriera sufrir en soledad, su cuerpo reacciona ante la entrega de su hermano y también su entrepierna.

Siente como se va poniendo duro con rapidez, excitado por lo que vendrá tras un simple mordisco. Años de entrega, noches interminables de pasión eterna.

Abre los ojos y asiente con la cabeza. Coge a su hermano por a cintura con firmeza, atrayéndole a su cuerpo, viendo como en sus ojos no hay rastro de miedo. Ve como ladea la cabeza hacia un lado, mostrándole su dulce cuello retirándose con la mano el pelo para permitirle mejor acceso.

Sube una mano y la lleva hasta ese cuello que tan gentilmente le ofrece. Lo acerca a su cara, poniendo los labios sobre esa vena que con tanta fuerza palpita llamándole a gritos.

Separa los labios y pasa la lengua por ella, notando como el cuerpo de su hermano tiembla y deja escapar un profundo gemido.

-Por favor-suplica cerrando los ojos.

Cierra él también los suyos y soltando un gruñido separa los dientes y los clava en esa suave piel que nota muy caliente a su contacto.

Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).