A esa hora de la noche, cerca del lago, solo se podía ver caminando a una silueta solitaria entre la oscuridad.
-“El cielo está muy nublado, se pondrá a llover muy pronto”-
-“Me gustan las noches así, adoro el sonido de la lluvia”-
Aquel caminante nocturno, se sentó bajo un frondoso árbol, el cual, lo ocultaba de cualquiera que pasara por ahí.
-“Estoy enamorado de alguien que me odia”-
-“Estoy enamorado de alguien que ama a otra persona”-
Pequeñas gotas comenzaron a caer humedeciendo la hierba alrededor. Cerro sus ojos verdes mientras suspiraba amargamente.
-“Creo que lo quiero desde el momento en que lo vi. El es tan lindo, que es capaz de iluminar todo solo con una sonrisa, es una lástima, que a mí, casi no me dedica ninguna de ellas”-
-“Yo lo quiero desde que nuestras miradas se cruzaron. Sus ojos son tan penetrantes y sinceros, que me cautivo al instante, y su rostro es más hermoso que el de cualquier muñeca”-
La lluvia se tornó más violenta, caía incesantemente, sin dar señales de querer detenerse. Abrazo sus piernas y escondió el rostro detrás de sus rodillas.
-“El día que tuve el valor de confesarme, no me creyó, pensó que era una broma. Al final, mi amor, es imposible…”-
-“Jamás lo sabrá. Jamás le diré lo que siento. Al final, mi amor, no tiene ningún futuro… ”-
Algunas gotas se deslizaron entre las ramas de aquel árbol, salpicando su cabello. Se ruborizo levemente y sintió la aceleración de sus latidos.
-“Me encanta abrazarlo, tocarlo y hablar con él. Soy feliz con solo estar a su lado pero… lo deseo locamente…”-
-“Me encanta escuchar su voz y como siempre pone su alma en aquellas dulces melodías que toca. Soy feliz con solo mirarlo desde lejos pero… lo deseo desesperantemente…”-
Se levanto para salir de aquel refugio y con pasos calmados, se dirigió hacia los dormitorios.
-“¿Cuánto tiempo puede durar una ilusión? ¿Cuántos años ya llevo queriéndolo? Simplemente, debería darme por vencido”-
-“¿Por qué tengo que aferrarme a esta ilusión? ¿Por qué lo quiero con tanta fuerza? Lo sé, desde el comienzo, me di por vencido”-
El agua fría lo había empapado. Los rubios mechones le cubrían parte del rostro y la ropa se le pegaba a la piel.
-“Estos sentimientos tan intensos, hacen arder todo mi cuerpo, convirtiéndome en un volcán lleno de magma que quiere explotar”-
-“Estos sentimientos tan intensos, son capases de quemar rápidamente, convirtiéndome en cenizas que desaparecen con el primer soplo del viento”-
Levantó la vista y, por entre los mojados cristales de sus lentes, pudo distinguir dos figuras bajo unos paraguas oscuros. Cuando llego a la puerta, sus dos compañeros se le acercaron. Lo regañaron por desaparecer a esta hora de la noche y se mostraron preocupados por su salud al verlo tan mojado.
-“Aunque sea una vez, a esta persona…”-
-“Aunque solo sea una vez, a esta persona…”-
Levantó su mano izquierda, para acariciar la mejilla del más alto y al mismo tiempo, levantó su mano derecha, para acariciar la mejilla del más bajo. Entre sus dedos fríos, pudo sentir la tibieza y la suavidad de aquellas albinas pieles. Ambos chicos se sonrojaron y enmudecieron.
-“… deseo besarlo…”-
-“… deseo tenerlo…”-
Ladeó su rostro levemente para mirar a uno, y después, hizo lo mismo para mirar al otro.
-“Al final, aun que no me creas… te amo”-
-“Al final, aunque jamás lo sabrás… te amo”-
Bajó el rostro mientras sus manos se deslizaban hasta ponerse sobre los hombros de sus compañeros y con un, “Quiero escribir una canción”, se fue a su cuarto, dejando a los dos cantantes, mirándose entre ellos y buscando alguna respuesta, a las millones de preguntas que se agolparon en sus cabezas.
Fin