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Rescatame por alexriden02

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Notas del capitulo:

Jaejoong solo espera un milagro que lo salve de la muerte. Mientras que Yunho solo quiere matarlo.

.(Capitulo re-editado)

 

 

 

En una habitación muy lujosa estaba despertando Junsu. Al levantar su vista vio a su lado a Heechul, la mano derecha de Yunho y su mejor amigo. Intentando reponerse, Junsu le pregunta cómo había llegado ahí.

 

 Acariciando su rostro de manera materna  Heechul le dice que Yunho lo había ido a buscar, ya que supo que un pervertido lo había secuestrado en un motel.

 

 Intentando recordar Junsu empezó a cambiarse con la ropa que Heechul le había depositado en la esquina de la cama.

- ¡Ya me acorde! – exclamó Junsu abriendo sus pequeños ojos – Ese chico no me hizo nada, más bien… creo que me ayudo.

- Deberías de decirle a tu hermano, ya que ahora está por matarlo – comento Heechul cambiando su elegante sonrisa por un rostro de preocupación.

 

Sin decir más Junsu salió huyendo de la habitación para buscar a su hermano. No podía cargara con el peso de haber provocado una injusticia.

 

 

Mientras en la oficina de Yunho continuaba ordenando a sus hombres que  golpeasen  a Jaejoong cada vez que éste intentaba dar una explicación. Repentinamente se abrió la puerta de la oficina, era uno de los matones de Yunho quien le dijo que  de los Yakuza estaban esperándolo en el holding del edificio para terminar un trato de tráfico. Suspirando cansado, Yunho decide atender primero los negocios y después asesinar al pervertido abusador de su hermano menor.

 

- Tráiganlo – ordenó Yunho a su subordinados sin importarle los moretones que se dibujaban en la níveas mejillas de Jaejoong  – Cuando termine mis asuntos te llevare a un lugar del cual no volverás – dice Yunho presionando el moretón  que ya se había formado al costado del  rostro de Jaejoong.

 

El edificio era bastante alto y lujoso, Jaejoong jamás había estado en un lugar así y deseaba irse; pues la muerte lo estaba aguardando y todo por una confusión.

 

Una vez abajo, Yunho ordenó que sujetaran bien a Jaejoong para que no se escapara. Se dirigió al encuentro con los Yakuza. Atrapado por dos enormes hombres Jaejoong solo observaba atentamente como Yunho realizaba el negocio sucio. Lo que no podía negar era que aquel hombre era muy masculino... hablaba, caminaba y actuaba como todo un hombre de negocios. Era alto, esbelto, con porte y elegancia, según dirían las mujeres “el hombre ideal”. Por más que Jaejoong intentase odiar a Yunho más  lo observaba y más sentía admiración, pues era todo lo contrario a él. Alguien tan diferente de él.

 

El trato había terminado por lo tanto Yunho volteo para ocuparse de Jaejoong, en esa pequeña distracción él no pudo ver  como uno de los Yacuza le estaba apuntando con un arma. Sin pensarlo Jaejoong le grita “cuidado”. Al escuchar los gritos, Yunho voltea y esquiva el tiro, desenfunda su arma y empieza a disparar. Sus hombres dejan en libertad a Jaejoong para acompañar a su jefe y protegerlo.

 

Intentando escabullirse Jaejoong se topa con uno de los Yakuza, que lo confunde con uno de los subordinados  de Yunho.

 

- No entiendo como Yunho tiene empleados tan cobardes – dijo el hombre de presencia diabólica mientras apunta a Jaejoong.

 

Con el arma apuntándole justo en el pecho, Jaejoong solo cierra los ojos,  para que luchar si de todas formas ese día iba a ser asesinado. Estaba resignado, solo le restaba escuchar el disparo de su verdugo. Segundos más tarde  escucha un tiro, se toca el cuerpo buscando una herida y al no encontrarla abre los ojos y ve en el suelo a su verdugo. Asombrado nota que quien lo había rescatado  era Yunho.

 

- ¡Así que querías escaparte! – dijo Yunho tomando a Jaejoong del cuello de la camisa.

- No… yo… no – tartamudeo Jaejoong sintiendo como su corazón casi se detenía al escuchar los disparos.

- Señor ¿Qué hacemos con los Yakuza que capturamos?

- Entiérrenlos vivos – dijo Yunho frívolamente.

 

Al escuchar las macabras palabras de Yunho, a Jaejoong no le quedaban dudas de lo sádico que podía ser ese imponente hombre que lo había rescatado de una muerte para matarlo con sus propias manos

.

 

- ¿Va a matarme en este lugar? – dijo Jaejoong resignado – ¿No cree que lo verán todos?

-   No sabes quién soy – dijo Yunho sonriendo de manera tétrica mientras veía a Jaejoong  – No importa si mato, hurto o abuso de alguien, mi poder es aun  mas grande que la policía o el ministro.

 

Yunho lanza a Jaejoong hacia una esquina, se aleja unos centímetros saca un cigarrillo y lo prende. Expulsa el humo y ordena a sus matones que a la cuenta de tres dispararan contra Jaejoong.

 

- Uno – Yunho empieza con el conteo  mirando fijamente a Jaejoong y a su vestimenta – Dos… - Yunho pausó el conteo y  pidiendo un alto al fuego, Jaejoong piensa que se retracto, pero todo lo contrario. Yunho se acerco hasta él  - Tu, quítate esa camisa.

- ¿Qué? ¿Está loco? – dijo Jaejoong sobresaltándose del pedido del más alto.

- ¡Cómo te atreves mocoso a insultar al señor Yunho! – dijo un matón furioso.

- ¿Me oíste o estas sordo? ¡Quítate la camisa! – dijo Yunho exhalando el humo de su cigarrillo en el rostro de Jaejoong.

- Cof, cof… ¡No me quitare nada!

- ¡Te he dicho que te la quites! – grito furioso, desprendiéndole de manera violenta  los botones de la camisa de Jaejoong.

 

 

Sintiéndose ultrajado Jaejoong no comprendía lo que Yunho buscaba con romperle los botones de la camisa y dejar su pecho al descubierto. A lo que Yunho le explica.

 

-   La camisa que llevabas es un regalo que le hice   especialmente a mi  hermano menor y no tiene porque un sin vergüenza como tu llevarla puesta – frunció el ceño – ¡¿No te la vas a quitar?! – preguntó  furioso   mientras veía el pecho al descubierto de Jaejoong. Una piel tan pálida y bien formada.

-   ¡No! – exclamó Jaejoong  mientras se cubría el pecho con la camisa ya rota. La mirada de Yunho de alguna forma le incomodaba, casi sentía vergüenza.

-    Veo que continuas desafiándome, tiraste de la cuerda y esta se rompió  – dijo Yunho sonriendo macabramente al ver como sus palabras asustaban al más bajo – Disparen.

 

Esa última palabra llenaron de escalofríos el cuerpo de Jaejoong, que solo esperaba la muerte. Pero antes de que los matones de Yunho disparasen, aprecio Junsu gritando “alto” e implorando  a su hermano que no disparara.

 

- ¿Junsu, que haces aquí? – preguntó Yunho viendo la desesperada mirada en Junsu.

- Lo siento, pero él quiso venir – dijo Heechul ingresando lentamente por la puerta.

 

Heechul había llevado a Junsu a ese lugar, especialmente porque nunca había visto al hermano menor de su mejor amigo preocuparse tanto por la vida de alguien y menos que desafiar a Yunho  frente a sus subordinados. Él tenía una extraña sospecha sobre el comportamiento de Junsu, pero quería verlo con sus propios ojos.

 

- Hermano… No lo hagas – dijo Junsu suplico  mirando fijamente a Yunho.

- ¡Que! ¿Me pides que no asesine al pervertido que te secuestro para abusar de ti?

- No, hermano. El no me hizo nada de eso – dice Junsu mientras ve hacia el joven que llevaba su camisa. <<Debe ser él>> pensó Junsu ya que no recordaba muy bien.

- Mientes- dijo Yunho.

-  No…

- Si

- No...

 

 

Cansado de oír la discusión entre ambos hermano Jaejoong se levanta furioso del suelo, se acerca hasta tener en frente a Yunho y lo mira desafiantes, descubriendo que era unos centímetros más bajo que aquel hombre. Sin mediar palabras le grita que se callara y dejara hablar a las personas. Los matones de Yunho no entendían como Jaejoong era capaz de levantarle la vos a su jefe, cualquiera en su lugar estaría con un disparo en medio de la cabeza.

 

- ¡Primero no secuestre a nadie! – dijo Jaejoong mirando de manera desafiante a Yunho –   Segundo solo evite que su hermano cayera en la vías del tren y para no dejarlo tirado por ahí borracho quise llevarlo a un hotel, pero como sabrá son muy caros y lo único que encontré fue un Motel. Mi plan era dejarlo ahí e irme, pero el vomito sobre mi camisa. ¡No esperará que me fuera  así a mi casa! ¡Me di un baño y tome prestada la camisa de su hermano! ¡No iba a marcharme a pecho descubierto por la ciudad!

- El chico tiene razón  – dijo Heechul  sonriendo al ver el rostro de Yunho, completamente petrificado al escuchar al muchacho con la camisa rota – Un hombre debe mantener la elegancia.

- ¡Cállate! – exigió  Yunho a su amigo –  ¿Por qué cuando te llame colgaste?

- Su hermano cogió el teléfono y lo lanzo contra la pared – dice Jaejoong mientras buscaba retomar aire.

 

 

Desconcertado Yunho le pregunta a Junsu si lo que decía aquel muchacho era cierto. Bastante desanimado Junsu le responde que sí, que todo había sido su culpa por estar ebrio en la estación de tren. Heechul se acerca a su amigo y le susurra en el oído que aquel muchacho de alguna forma había salvado a Junsu, así que según el código de la familia no podía matarlo.

- Tienes razón – dijo Yunho a Heechul – No puedo matarlo.

- Bueno, entonces me voy – dijo Jaejoong dirigiéndose a la salida.

- ¡Deténganlo! – ordenó Yunho a sus hombres – No te matare, pero tampoco te dejare ir.

 

La mirada demoniaca a de aquel imponente hombre asustaba a Jaejoong, quien se imaginaba libre de su pesadilla, pero aun había empezado.

- ¿Hermano? – reprocho atónito por la decisión de Yunho.

- Lleven a Junsu a la casa – ordenó Yunho a sus hombres.

- ¡Hermano! – exclamó  Junsu preocupado por la situación de quien lo había salvado de caer en las vías del tren.

- ¡Ahora! –  Yunho levanto la voz – Tu ven conmigo – dijo tomando a Jaejoong del brazo  y  subiéndolo al elevador.

 

Jaejoong estaba aterrado, estaba a solas en el ascensor con Yunho. La mirada terrorífica de aquel hombre le asustaba y a la vez le generaba admiración. Estaba solo, no había  subordinados  que lo escudaran; estaba solo ante él. En un momento Yunho detiene el ascensor con el botón de emergencia. Se acerca lentamente a Jaejoong, lo empuja acorralándolo contra la pared del ascensor. Suavemente se acerca  al rostro lastimado de Jaejoong y le pregunta con una vos totalmente cautivadora.

- ¿Te gustan los hombres?

- ¿eh? – dice Jaejoong  sin comprender la pregunta de Yunho, aunque de alguna manera, al tener a ese hombre tan cerca de sus labios hizo que su cuerpo sintiera un cosquilleo desde la punta de los píes hasta la punta de su pelo.

- Te hice una pregunta – dijo Yunho acercándose cada vez más a Jaejoong - ¿Te gustan los hombres?

 

Jaejoong estaba contra la espada y la pared, no sabía que responder pues sabía que su vida dependía de su respuesta.

Notas finales:

¿Cual sera la respuesta de Jaejoong? ¿por que preguntara eso Yunho?

¿que sucedera con la vida de Jaejoong? Junsu no podra salvarlo por segunda vez, ahora depende de su respuesta.

Nota: Espéro que os guste querida hermana.

 


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