Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Romeo Kiryuu y Julieta Kuran por Yaoi lovers

[Reviews - 70]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Aquí el segundo capítulo, muchísimas gracias a todos por leerlo y por sus comentarios, me motivan para seguir escribiendo.

Sin más el capítulo.

Zero regresó a casa con una bolsa que intentaba ocultar, entró sigilosamente y sin ser visto entró a su habitación donde pasó un buen rato hasta asegurarse de que su plan saldría bien.


 


 


-Zero ha estado actuando raro todo el día, desde que regresó se encerró en su recámara y no ha salido-comentó su madre con suma preocupación.


-Quien sabe, tal vez sólo necesita descansar. Tu misma dijiste que no quería levantarse y parecía que no durmió nada-respondió su esposo intentando tranquilizarla.


 


 


A la misma hora que la noche anterior salió de la casa por la ventana de su cuarto y fue al mismo lugar en que encontró al chico esperando que una vez más ahí estuviera.


Pudo verlo a lo lejos y tras asegurarse de que nadie podía verlo se acercó a él que se encontraba sentado mirando la luna.


-¿Es una linda noche no?-habló el cazador sacándolo de sus pensamientos.


El vampiro volteó a ver de quien era esa voz y pudo ver a un chico de cabello oscuro que, aunque parecía despeinado, estaba perfectamente arreglado; sus ojos eran verde esmeralda y su piel tan clara como la nieve.


-Muy linda-respondió es castaño con fingida indiferencia y un casi imperceptible sonrojo.


El ojiverde se sentó junto a él y ambos permanecieron en silencio durante varios minutos.


-Es la primera vez que te veo por aquí ¿Quién eres?


-Disculpa, lo olvidé por completo. Me llamo Alexander, mucho gusto-el ojiverde le extendió la mano.


-Igualmente-estrechó su mano-Yo soy Kaname-le sonrió.


Zero se quedó callado, ese nombre lo había escuchado antes pero no lograba recordar en donde por más que se esforzaba.


-¿Está todo bien?-preguntó Kaname mientras lo miraba confuso.


-¡Claro! Todo bien-sonrió ampliamente.


-¿Por qué no te había visto antes?


-Pues...-el cazador dudó por unos instantes-Digamos que soy un poco misterioso, sólo unas cuantas personas pueden decir que me conocen.


-¿Misterioso?-el castaño lo miró incrédulo.


-Así es, debo mantenerme oculto sin que nadie pueda saber de mi existencia.


-Ajá ¿Y qué hizo alguien como yo para que decidieras revelar tu existencia? Digo, si se puede saber-preguntó el vampiro sarcásticamente.


-Eres lindo-Zero acarició suavemente su mejilla-Sólo eso.


-¿Cómo puedes decir cosas así tan a la ligera? Acabamos de conocernos-Kaname le dio la espalda.


-Querías saber la razón, sólo intenté complacerte. Y no dije ninguna mentira.


-Eres un tonto, no sé ni porqué pierdo mi tiempo contigo.


-¡De acuerdo! Si no estás de humor dejemos esto para otro día. Mañana a la misma hora si te parece. Estaré esperándote-el cazador dio media vuelta y se alejó.


-¡Idiota!-susurró al verlo partir-¿Quién cree que es para decirme cosas así?-caminó en dirección contraria al ojiverde-Si estoy aquí mañana o no será mi propia decisión, no tendrá nada que ver lo que dijo.


 


 


Zero se dirigió hacia un pequeño bosque, se quitó la peluca y los pupilentes y los guardó en una pequeña mochila que escondió entre los árboles.


-¡Tiene un carácter...! Pero al menos ya sé su nombre y no puedo hacer nada más que esperar a mañana. Ojalá esté ahí, me gustaría conocerlo más y no sólo escuchar reclamos y coas sin sentido-caminó a casa y entró por la ventana.


Se recostó en la cama e intentó dormir lo que quedaba antes del amanecer, no tenía intención de ser interrogado por sus padres sobre su falta de descanso.


-Kaname...-susurró antes de dormir-Un nombre bastante peculiar y no puedo recordar donde lo he escuchado. Si me hubiera dejado besarlo probablemente lo recordaría-sonrió ligeramente.


 


 


-Ni siquiera entiendo porqué estoy así, no hay ninguna razón para sentirme culpable. Fue él quien decidió irse, debería ser yo el que estuviera molesto y no él...-pensaba Kaname mientras caminaba por los alrededores-Alexander...-susurró y lanzó un largo y profundo suspiro-Dice que soy lindo ¡Idiota! Como si es no lo fuera, con sus bonitos ojos verdes y su cabello tan extraño-esbozó una media sonrisa al recordar su imagen-Espera un segundo ¿En qué estoy pensando?-sacudió bruscamente la cabeza-No debo dejar que un tonto como él me afecte.


Caminó en círculos largo rato pensando en su encuentro con el ojiverde sin entender porqué estaba tan preocupado por lo que pudiera pensar de él.


Era completamente absurdo para el castaño considerar aceptar la invitación que le había hecho, no tenía ningún sentido reunirse con alguien tan arrogante y molesto.


-Iré a verlo de cualquier modo, no puedo dejar las cosas así. Debe entender que no le voy a permitir actuar así, no puede andar por el mundo creyendo que puede hacer todo cuanto quiera sin que nadie se lo impida.


 


 


-Parece que amaneciste de mejor humor-dijo su padre al verlo despierto.


-Ah... Podría decirse que fue una linda noche...- los recuerdos del poco tiempo que estuvo con el castaño volvieron a su mente.


-Esperemos que haya muchas noches como las de ayer, tu madre no necesita que le des preocupaciones y eres experto en hacerlo.


-¡Vamos! ¡Vamos!-habló su madre-Las mujeres tenemos un sexto sentido que nos permite saber cuando algo anda mal, lo más normal era preocuparme a verlo así.


-Nunca creen lo que les digo, si me hubieran hecho caso no se habrían preocupado-Zero rodó los ojos y suspiró.


-Sobran razones para no creerte, ocultas cosas y modificas la realidad a tu conveniencia... No puedes esperar que confiemos plenamente en ti-sentenció retadoramente su padre.


-¿De qué estás hablando?


-De que faltaste a tu entrenamiento esta semana, de que hace dos noches te vieron rondando el territorio de los vampiros sin razón alguna ¡De eso hablo! ¿Quieres más?-lo miró lleno de ira.


-¡Basta ya!-interrumpió su madre-Tampoco estoy de acuerdo con la actitud de Zero esta semana pero este no es el momento para discutirlo.


-Es su culpa por fingir demencia y hacerse la víctima-bufó su esposo.


-¿Cómo pude olvidar eso?-se dijo el cazador-Debo ser más cuidadoso, si alguien llega a reconocerme estaré en problemas y no puedo faltar nuevamente al entrenamiento...


Y fue así como el peliplatedo se dio cuenta de que por más interesado que estuviera en saber todo sobre Kaname debía concentrarse y actuar con cautela pues cualquier acción mal planeada sería problemática, sin mencionar que incluso su familia estaría en su contra al enterarse de lo que pasaba.

Notas finales:

Nos vemos la próxima actualización, hasta entonces y gracias por leer.


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).