Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

El sexo no lo es todo... o sí por Misakiyeah

[Reviews - 149]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Aquí está el capítulo 5 de esta historia, que me trae tan askjdhaskjdashas me encanta, y quiero que leais las cosas que se avecinan ^^

 

Las actualizaciones siempre las podréis encontrar aquí antes, http://www.wattpad.com/story/9487878-el-sexo-no-lo-es-todo-%C2%BFo-si

 

Y aquí os dejo mi blog, donde se habla de la tan famosa 3 temporada de Junjou Romantica.  http://www.planetayaoi.blogspot.com.es/

 

¡Espero vuestros comentarios!

 

En el último capítulo solo he recibido 2, pero me bastan para poder continuar ^^ Animaros porfi!

-¿A caso sabes las cosas que he tenido que hacer para llegar hasta aquí? Quizás el mimado, que se vino a buscar un sueño costeado por sus padres sin dar un palo al agua aquí, eres tú. Iluso. ¿Sabes cmo se mueve Nueva York? ¡Por el sexo, entiéndelo de una vez! Pensaba que lo sabías cuando te visité en el Charlotte's, pero estoy dispuesto a enseñarte -lo último lo susurró, impactando sus labios contra los míos de manera brusca.

-¿Sam? -esa voz la conocía perfectamente. Giré a mirarlo con todos mis temores, y efectivamente, era él.

-Christian... -susurré.

Iba vestido de traje, muy elegante a como acostumbraba a vestir, junto con una señora mucho más mayor que él, que se quedó un poco perpleja ante la situación.

Mi amigo se separó de la mujer, para llegar con un par de zancadas hacia donde estaba yo. Empujó a Bill con una fuerza que jamás hubiera imaginado que tenía, me cogió del brazo y me puso detrás suyo, como si estuviese protegiéndome.

-¿Qué haces aquí Sam? -preguntó furioso.

-Lo mismo puedo preguntar yo -contesté altanero.

-Christian querido, ¿vienes ya? -intervino la mujer mayor, pero al no recibir respuesta, solo se marchó visiblemente molesta, dejándonos a los tres solos.

-Niño insolente, ¿como te atreves? Pequeña mierda -dijo Bill enfurecido, su mirada había cambiado, ahora era como un león al que le acababan de quitar su comida.

-Oye, ¡no os peléeis! -grité, poniéndome entremedio de los dos, que no se veían con intención de parar.

-¿Estás aprovechándote de él? -preguntó mi amigo-. Eres de lo peor.

-¿Y tú? No creo que esa mujer mayor haya sido tu abuelo -respondió Bill.

-Christian por favor, vamos a mi habitación y te explico todo -intenté ejercer presión en su pecho, logrando que retrocediera poco a poco, pero sin dejar de mirar al millonario-. Bill, hablamos mañana por la mañana si tienes tiempo. Ahora vete, por favor -rogué.

Llegué con Christian a la puerta de la suite, la cual abrí para que entrara. Antes de hacerlo yo, eché una mirada a Bill, quien seguía parado donde mismo. ¿Por qué me miraba con tristeza? Más bien una mezcla de impotencia y rabia. Hice como si lo ignorara, para adentrarme en la habitación junto con mi amigo, quien ya había entrado.

-Sam, ya me estás dando explicaciones de porqué ese tío te estaba besando -exigió, mientras se sentaba en la cama, se le notaba bastante nervioso.

-No, ni que fueras mi novio o algo parecido, además, ¿qué hacías tú aquí con una señora mayor a estas horas? -inquirí, plantándome de pie, enfrente suyo.

-Prométeme que no me vas a odiar -pidió agarrándome de las manos.

-¿Eres tonto? No te podría odiar -suspiré.

Con un poco más de calma, nos sentamos en la mesa donde Christian me contó la razón, se prostituía con gente de clase alta para poder pagarse el piso y la comida en Nueva York, en principio, según él, solo iba a ser temporal hasta encontrar trabajo como modelo, pero la cosa se fue aplazando y así hasta hoy.

-Entonces, ¿esas sesiones para la marca que me contaste era mentira? -pregunté lo más suave que pude, sabía que le había costado contármelo todo.

-No, pero con un trabajo cada dos meses no te da para vivir -sonrió con pena-. Y ahora, es tu turno Sam, cuéntame.

-Uf...¿por dónde podría empezar? Lo mío no es tan largo ni complicado, solo trabajo para Bill -noté como su mirada se tornó aguda, pero antes de que me pudiese decir nada, seguí-. Si, trabajo. ¿Es raro? Si, tengo la sensación de que me oculta cosas, pero tampoco intento meterme mucho, el pago es muy bueno.

-¿Y el beso qué? -se apoyó en sus puños, como si no se creyese mucho la historia.

-Simplemente no lo sé, por eso es que te digo lo de la sensación de que me esconde toda la verdad, pero de momento solo es trabajo -miré por la gran ventana que cubría toda una parte de la habitación, ¿estaba haciendo bien cogiendo este trabajo?' me limité a suspirar, porque sabía que no encontraría respuesta clara.

-Te creo, si tú me dices que es así, confío en ti -rechistó y se paró de la silla, volviendo a ponerse bien la camisa del traje-. Bien, es hora de que me vaya...

-¿Estás tonto? No te vas a ningún sitio, te quedas aquí conmigo -le detuve, sosteniéndole de su brazo.

-Bill no me va a querer aquí, en serio Sam, no quiero causarte problemas -intentó zafarse, pero lo seguí sosteniendo.

-Si me tienes un poco de cariño, te quedarás aquí conmigo. Así me haces compañía, y nos conocemos más...estaría guay, Christian va, no seas tozudo -sonreí, él me correspondió. Ya estaba decidido.

 

A la mañana me desperté al lado de mi amigo, ni siquiera nos habíamos desvestido, así que aproveche para bajar al “hall” del hotel, a buscar algo de comida. Christian iba a alucinar con los menús que se gastaban en el hotel, eran alimentos para ricos. Que si huevos de codorniz, que si manzana confitada, estaba todo muy bueno.

Aunque estaba bastante desarreglado, y toda la gente me miraba por encima del hombro, me daba exactamente igual. Pasé por el mostrador de los desayunos, para llevarle algo a Christian y de paso para mí, pero no me decidía. Esto de vivir como un rico tenía sus cosas buenas, podía regodearme y nadie se quejaría del tiempo que tardase.

Iba a decantarme por la tarta de chocolate, pero antes de tocar el cristal para señalarla, noté como me arrastraba del brazo un furioso Bill sin poder pedir nada. Llegamos a una sala más pequeña del hotel, donde me pude recomponer un poco, ya que me había dejado toda la manga de la camiseta arrugada.

-¿Qué te pasa? -pregunté medio alterado, pero aún con sueño.

-¿Qué qué me pasa? Explícame ahora mismo, qué hace un gilipollas durmiendo en una habitación que estoy pagando yo, para tí -hablaba calmado, pero con tono de querer explotar, su mirada era fría como el hielo, cosa que hizo ponerme más en la situación.

-No está pasando por un buen momento, déjame ayudarlo, solo será temporal -respondí igual de serio, no quería echarme atrás, ni lo haría-. Por cierto, ¿me darás el pase para la fiesta?

-Si, si que te lo daré, pero no estoy dispuesto a dejarte vivir con ese imbécil de amigo.

-Claro, claro... bueno ya me avisarás cuando tengas el pase -dije a modo de despedida, pero se interpuso en mi camino.

-Sam, esta noche ten mucho cuidado. Ahí ya no te puedo proteger, así que cuídate -se acercó rapidamente y me propinó un beso en los labios, que aparté lo más rápido posible, para después limpiármelos. Nunca habría sospechado que esa fiesta desencadenaría una de mis peores pesadillas.

 

Continuará...

Notas finales:

Aquí está el capítulo 5 de esta historia, que me trae tan askjdhaskjdashas me encanta, y quiero que leais las cosas que se avecinan ^^

 

Las actualizaciones siempre las podréis encontrar aquí antes, http://www.wattpad.com/story/9487878-el-sexo-no-lo-es-todo-%C2%BFo-si

 

Y aquí os dejo mi blog, donde se habla de la tan famosa 3 temporada de Junjou Romantica.  http://www.planetayaoi.blogspot.com.es/

 

¡Espero vuestros comentarios!

 

En el último capítulo solo he recibido 2, pero me bastan para poder continuar ^^ Animaros porfi!


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).