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El huaso y el geek por Lonxito

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Notas del capitulo:

Perdonenme, es que sabia q debia subirlo ayer, pero me dio por  escribir y modificar un poco espero que esta segunda parte sea de su agrado, gracias a todos por sus rw, realmente me conforta, los quiero! ya q son el motor que hace funcionar todo esto, Sin mas a leer!

18 de septiembre…

 

Desperté a duras penas, desde hace tiempo que no dormía tanto, se notaba los rayos del sol, debía ser casi medio día ya, al estirarme note una mano que me aferraba la cintura, volteo a ver y me encuentro con Esteban durmiendo a mi lado, roncando, él estaba abrazándome, me retiro suavemente para no despertarlo y me voy asearme.

Cuando llegue al lavabo no pude evitar sonrojarme, bueno no es que durmiéramos juntos, solo él estaba acostado encima de las frazadas vestido, pero igual es como lindo dormir acompañado por alguien que te gusta, ¡Maykel! No te puede gustar, es tu amigo de tu infancia, ¡estas confundiéndote!, me lave la cara repetidamente para tratar de ocultar todo aquello, debía enfriar la mente para evitar pensar en el…

Volví a mi habitación a paso de tortuga, y vi como Esteban se estiraba como un gato en la cama, bueno no como un gato sino un felino más grande, la escena era bastante tierna, por lo que no pude evitar reírme, a lo que él me escucho.

-          Así que al fin despertarte Maykel –dijo bostezando y sentándose en el borde de la cama.

-          Bueno yo desperté antes que tú en todo caso –dije girando los ojos.

-          Oye, yo tuve que madrugar hoy para preparar todo en la tarde, tú me contagiaste el sueño.

-          ¿Que acaso me espiaste durmiendo? –dije fingiendo molestia.

-          No, solo que tu abuela me libero temprano hoy, y me dijo que fuera a verte y termine aquí… -dijo rascándose la cabeza.

-          Ya te creo –dije dando por finalizado el tema – ¿qué hacemos hoy? –dije sentándome en la cama y cruzando las piernas.

-          Yo tengo que ir al pueblo a comprar ciertas cosas, ¿me acompañas?

-          Dale –es una buena oportunidad de ver más gente y poder quitar de la cabeza el problemilla que traigo, aunque… Vi como Esteban no me quitaba los ojos de encima, como un depredador a su presa, noto que mira mis piernas y me dio cuenta que solo estoy en bóxer y una playera.

-          Esteban, me cambio de ropa y vamos –dije bastante nervioso- parece que te falta algo de acción por lo que veo –agrega riéndome.

-          Sí, pero me aguantare, apúrate Maykel que es tarde ya –dijo serio.

-          Ya ya, no me apures - dije cogiendo un cambio de ropa –¿te puede retirar?

-          Porque, si tenemos lo mismo o no? –dijo molestándome.

-          Que me da vergüenza –dije tomándolo de los hombros y empujándolo a la puerta –espera un rato –dije dando un portazo.

 Me cambie rápidamente, la actitud de Esteban solo me confundía más, cogí una playera blanca con estampado, unos jeans negros bastante ajustados y mis zapatillas de caña alta color roja, mis lentes anchos y me desordene el pelo un poco.

 

 

Esteban me estaba hablando detrás de la puerta…

-          No puedo creer que hallas regresado –dijo con voz alegre.

-          ¿Pero no te lo crees aun? –dije algo confuso, es verdad que no volvía hace 6 años.

-          No bueno pensé que tu… ya no querías volver a verme… digo a venir aquí al campo.

-          Si es que mi papa me digo que aquí no hay red telefónica y bueno a un chico que esta con sus aparatos electrónicos le molesta, pero bueno –dije levantando los hombros en señal de “tampoco se esta tan mal aquí” –me he divertido contigo –dije un poco sonrojado, menos mal que no me veía la cara, sino me iba a morir allí mismo.

-          Qué bueno entonces, que todo quedara atrás –dude antes sus palabras, a que se refería con eso, pero no le doy muchas vueltas al caso.

Salí y note como Esteban me miraba embobado, me tomo de la muñeca y me guio hasta el establo, allí estaba preparando un caballo y el miedo me inundo.

-          No esperaras  que me suba a el –dije señalando al semental –ni pienses que iré en el –dije cruzando los brazos.

-          Venga si Carmelo –el nombre del caballo –es muy manso.

-          No me subiré, por muy tranquilo o manso que sea, sino anda tu solo –dije molesto.

-          No Maykel –dije rogando –deja conseguirme la camioneta de mi padre entonces –dijo con su cara de cachorro triste, con esa cara siempre logra su cometido, como fue en este caso.

-          Bueno, está bien –dije dándole un codazo –sabes que no puedo ganar ante tu expresión esa –dije girando los ojos.

-          Por eso te quiero Maykel –dijo sin más – dijo, por eso somos como hermanos –añadió completamente nervioso y sonrojado, se fue casi corriendo a su casa, dejándome aturdido.

 

Volvió conduciendo la camioneta de su padre, me subí y nos fuimos rumbo al poblado, volvió el ambiente animado una vez más, con Esteban uno realmente no se puede aburrir. Llegamos y se estaciono al costado de un mercado, se veía que todos hacían sus compras a última hora como nosotros, por lo que bajamos rápidamente, la gente no podía evitar verme, bueno el rebelde nieto de doña Catalina había vuelto, era el tema de conversación, unos me miraban con cara de… pero no les tome importancia, total no me importaban sus comentarios, fuimos comprando la carne, las verduras, cuando entramos a una botillería, en ella había un grupo de jóvenes de buen ver todos altos, que se acercaron a saludar a Esteban, eran cuatro en total.

-          ¡Hola Esteban cabron! Tanto tiempo te dignaste en aparecer –dijo el chico rubio de ojos verdes.

-          Claro, sé que me extrañaban nenas, aquí comprando para el asado de la tarde – dijo Esteban saludando a cada uno.

-          ¿Y quien es el nuevo? –dijo el rubio mirándome detenidamente de pies a cabeza, de manera descarada.

-          Él es Maykel, el nieto de Doña Catalina y mi amigo –dijo colocándose en medio de los dos, obstaculizando la mirada del rubio.

-          ¿Así? –dijo sonriendo, rodeo a Esteban y me extendió la mano –Soy Pablo un gusto –note que Esteban estaba un poco molesto.

-          Bueno, un gusto –dije estrechando su mano.

 

Así fue como todos se fueron presentando el grupo entero, Agustín, Marcos, Andrés y Pablo, estuvieron acompañándonos en las compras, siempre molestándose entre sí, Pablo era el que más me conversaba, caminaba a mi lado y por otro estaba Esteban, quien trataba de hablarme aunque Pablo lo interrumpía, se veía algo huraño debido a eso. Luego de comprar todo lo necesario, se despidieron, comentando que en la tarde nos veríamos, nos subimos y partimos de vuelta a la hacienda.

Note como Esteban estaba tenso, así que fui al grano.

-          ¿Estás bien? –hable preocupado.

-          Si estoy perfecto, ¿algún problema? –dijo cortante, no aguanto que me traten mal sin haber hecho nada.

-          Que te ocurre, estas así desde que estábamos comprando, que te llego la regla acaso? Dije molestándolo.

-          Que te fuiste a coquetear como una puta donde mis amigos sobre todo con Pablo, sé que le echaste el ojo –soltó molesto, así ahora vería que nadie me insulta por nada.

-          ¿Perdón? –dije furioso –si te molesta que sea homosexual no es problema mío, pensé que éramos amigos, pero veo que solo eres un idiota petulante, me equivoque contigo- luego añadí gritando – ¿sabes qué? Déjame aquí, caminare.

-          No, te llevo –dijo un poco aturdido –Maykel yo no quería decirte eso, solo… -dijo  mientras seguía conduciendo.

-          Para ahora mismo, o rompo la ventana y lo hare, no me provoques –lo mire decidido a cumplir mi palabra.

Esteban vio que iba en serio, detuvo el vehículo a un lado de la carretera, estaba por abrir la puerta cuando me detiene.

-          Maykel perdóname, fui tonto, amigo ven… dijo atrayéndome hacia él.

-          ¡No! Suéltame, que no te daba asco? Déjame irme –estaba forcejeando con él, pero era más fuerte así que no pude liberarme, no pude empezar a llorar, que lamentable.

-          No mi niño, no llore Maykel, no quise hacerte daño –dijo colocando mi cabeza en su pecho.

 Lo que sucedió después fue totalmente sorprendente, me levanto el mentón y con ternura deposito sus labios con los míos, yo con lo rápido que fue no pude reaccionar, después de separarse, rápidamente tome con mis manos su cabeza atrayéndolo nuevamente, tomando esta vez la iniciativa, esta vez fue más pasional el beso, sentí su lengua intentando entrar, sentí como me invadía hasta llegar a la mía, invitándola a danzar a su compas, sus brazos se aferraban a mi cintura, entrando en mi playera y acariciando mi espalda mientras que yo hacía lo mismo con mis manos.

Recupere el sentido, luego del beso me separe inmediatamente, cubriendo mi boca, me senté lo más alejado posible de él, el igual reacciono agacho su cabeza y volvió a encender el vehículo, no volvió a mirarme o dirigirme el habla durante el trayecto… mi amigo de toda la vida me beso… y se lo correspondí, hundí mi cabeza en mis piernas tratando de que la delgada línea de la amistad no se haya roto… El silencio era molesto y aún faltaba un buen trecho para llegar pero hay estábamos los dos evitando al otro, como si fuéramos perro y gato, no es normal que todo esto haya pasado, me gusta el, pero ¿yo a el? Ese beso dice que sí, su actitud ahora es todo lo contrario, dudas taladran mi cabeza, ya nada volverá a ser lo mismo otra vez…

 

Por otro lado quedaron los jóvenes estaban charlando animadamente de la fiesta de la tarde.

-          Pablo, ¿te gusto el chico nuevo, no? –dijo Marcos

-          Si está muy bonito el señorito, hoy me lo comeré con un poco de suerte.

-          ¡Pablo!, sabes que a Esteban gusta de Maykel desde hace tiempo, se va a enojar por eso, no estés llorando después –dijo girando los ojos Andrés.

-          Esteban es solo un crio, me quedo gustando su amiguito, debe estar muy estrechito… como a mí me gustan –dijo lamiéndose los labios.

-          Eres un puerco Pablo, Esteban te va romper la boca por ello –remato Agustín.

-          Me vale verga lo que haga Esteban, total se nota que no ha avanzado nada con él, por lo que mejor deje la vía libre para alguien que disfrute de ese gatito.

-          Lo que hagas es cosa tuya, solo no lo andes hablando, te advertimos ya –dijo finalizando Andrés.

Pero Andrés no se desanimó, es más le pareció un juego en el cual el premio era muy bueno y de paso humillar al semental de Esteban. Al objetivo que aparecía no le quitaba el ojo hasta su cometido fuera completado.

Notas finales:

bueno se aproxima el final, nose si haacer un o dos cap mas, lo subire el viernes si? me dejan coomo siempre sus rw, si les gusto o no, o kieren mas de este fic, estoy abierto a todo (digo a razonar, no maleentiendan 77)

bueno eso seria todo Hasta el viernes!

SAludos!


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