Era el momento de dejar esta vida, liberar las ataduras mortales y por fin volar al Valhala a encontrarse con su amor, su único y eterno amor. Pero primero debía despedirse de sus amados hijos, tratar de pedir perdón con su último aliento y así no tener en su espíritu un peso que le impidiera volar.
Sintió un fuerte agarre y abrió suavemente sus ojos, vio a Thor, le sonrió y después vio a Loki cargando a sus nietos.
Eran preciosos, sus risas angelicales, sus ojos llenos de inocencia, le recordaban al mismo Thor que cargo en sus brazos cuando llego a Asgard. Una vanir haciéndose cargo del heredero del rey de Asgard.
Un honor
Después le dio un hermoso hermano, Balder, un pequeño mágico, muy talentoso y alegre. Pero con un corazón tan frágil que nunca se dio cuenta que se llenó de odio hacia su hermano, su padre y hacia ella misma.
-Lo siento hijo…-Susurro y sonrió porque las lágrimas caían de sus ojos sin poderse detener, sus lágrimas pedían perdón a Thor por dejarlo en manos de su padre y todos esos guerreros que lo volvieron una máquina de guerra
Perdón por no ser la madre que necesitabas… Solo podía curar sus heridas en la noche que descansaba, usar toda su magia y sus besos para sanarlo, para que supiera que era su hijo y ella lo amaba tanto como a Balder.
Perdón por no darle la infancia que merecía
Había tanto que necesitaba decirle, a él y a Balder, quería seguir viviendo, quería ver crecer a sus nietos, hacer mucho al lado de Loki, pero por sus errores, su vida estaba por terminar.
-No hables madre, seguro un sanador podrá arreglar esto… -Lloriqueo Thor con una sonrisa.
No había marcha atrás.
Todo el resentimiento de Balder corría por sus venas, sentía el modo en que Odín murió, sentía todo lo que le fallo a su hijo, corría por sus venas en forma de veneno.
-No… Estoy lista… -Dijo y tomo su mano.-Solo… Solo déjame pedir perdón… Necesito pedirle perdón a Balder… Sé que moriré y no quiero llevarme eso…
El Jotun se inclinó con sus hijos y sus manitas suaves e inocentes acariciaban el rostro moribundo de la reina, tenía un color verde que la hacía ver muy triste, unas grandes ojeras, labios secos y unas lágrimas negras salían de sus ojos.
El odio de Balder era mucho.
Un par de gigantes lo levantaron y lo llevaron ante la reina, todos esperaban tuviera un poco de compasión y la ayudara, pero el joven solo apretó su boca, y volteo a ver a otro lado.
-¿Qué pasa contigo? ¡Mírala! –Le grito Thor.- ¡Tu hiciste eso! ¿Qué no sientes algo?
-Solo siento asco… -Dijo el joven castaño y la mujer respiro hondo.
-Te falle tanto hijo… Pero tú no puedes… Ver lo que hice por ti… Trate de darte el amor y apoyo que necesitabas, pero… tu solo te fijabas en lo malo… En las cosas que tratarían de enorgullecer a tu padre…Nunca viste que te crie para ser tú mismo…
-No es cierto… Me criaste para hacerme a un lado… Un inútil…
Frigga cerró sus ojos y trago saliva pesadamente.
-¡Nunca has sido un inútil! –Le reclamo Thor y lo tomo de la ropa para amenazarlo con el puño.
-N-no peleen… -Dijo respirando con dolor.-No quiero verlos pelear… Son hermanos… Mis hijos… Los más grandes tesoros que la vida me ha dado… Nunca me imaginé ser bendecida con este amor…
Los ojos de Balder sentían necesidad de llorar, su madre estaba muriendo, pero él estaba aferrado a su trauma, a su odioso trauma, que en ese momento empezaba a ablandarse, su madre siempre lo abrazo, lo beso y le decía cuanto lo amaba, pero el solo miraba hacia Odín, un viejo amargado y deseoso de un orden total en los reinos.
¿Por qué aferrase a él, teniendo un corazón bondadoso el cual incondicionalmente lo amaba y que jamás lo dejaría solo?
Tosió un poco de sangre al tener aun clavado a Gungnir en su hombro y su mano.
-Thor… Libéralo… -Pidió su madre, y el rubio sin dudarlo dos veces arranco la lanza y dejo caer al castaño que se levantó y la miro con sus ojos enternecidos.
Ella siempre abogaría por él, siempre…
El Jotun levanto su mano para intentar sanarla, pero la reina solo lo detuvo y gentilmente le sonrió.
-Usa tu magia para tus hijos… Mis nietos van a necesitarte mucho… Como necesitaran a Thor… y a un tío… Los tres pueden guiar a Asgard a la paz…
-No madre, Balder ira a la cárcel y ahí se quedara para siempre… -Thor dijo muy firme, queriendo darle una lección a su hermano, el no creía en las ejecuciones como lo hacía Odín, el preferiría ayudarlo a encontrar el camino con cariño, al final de cuentas, era su hermanito.
Balder miro de nuevo a Frigga y esta asintió ligeramente.
-Siempre has sido bueno mi niño… -Le dijo a Balder pero este solo apretó sus manos.-Nunca has sido malo… Nunca…
Los espectadores empezaron a retirarse, la pena de la reina moribunda los hacía sentir mal a todos, así que los vengadores se fueron a buscar a Norman, mientras los agentes de Shield reparaban el Helicarrier para volver a casa, era momento de dejar ese misterioso reino.
-Balder… -
-¿Qué quieres? –Hablo resentido.
-Ven… Quiero tocar tu rostro… Saber que dentro de todo ese odio aun esta mi hijo… Mi pequeño mago…
-Ese “pequeño” murió hace años… Yo mismo lo mate… -Dijo rabioso.
-No es cierto… Aún está dentro de tu pecho llorando… Déjame abrazarlo y pedirle perdón… -Suplico la reina.-Necesito que me perdone por dejarlo solo…
Thor apretando los dientes lo empujo para que se acercara, pero el castaño no quería sentir nada de compasión por su madre, ella lo lastimo, ¡ELLA LO LASTIMO!
-¡No me toques Thor! –Le grito y después volteo la cara, dos lágrimas salieron de sus ojos y trato de limpiarlas.
Frigga sonrió y cerró los ojos, esas lagrimas querían decir que ese pequeño necesitaba a su madre, y ella no podía moverse, así que le pidió a Thor la levantara para poder abrazarlo, él estaba con la vista en otro lado cuando los temblorosos brazos de la reina lo rodearon y su rostro se acomodó en su cuello para llorar muy desdichada, su hijo estaba sufriendo y no solo físicamente…
-¡Basta! ¡Suéltame! –Le grito molesto y su voz se quebró.
-Perdóname hijo… -Le susurró al oído y después sus brazos perdieron fuerzas y la mujer empezó a caer de su lado, pero rápido, Balder la tomo con su único brazo disponible y la vio.
Ya estaba muerta.
-¡DESPIERTA! ¡MAMA! ¡DESPIERTA! –Suplico el castaño y la sacudió un poco.- P-por favor… No me dejes solo… -Suplico llorando y temblando.- No me vuelvas a dejar solo… -Dijo y su labio inferior tembló sin creer que su pecho no respiraba, sus labios se pusieron morado y sus ojos estaban cerrados.
El rubio se acercó y los ayudo a sentarse en el piso, Balder muy posesivo tomo a Frigga y la abrazo.
-N-no la toques… No la toques… -Dijo intentando hacer a un lado a su hermano.
-Ella fue mi madre… Balder… -Le toco el brazo.
-Ella… Ella… -No podía hablar, verla morir ante él fue demasiado. Su cuerpo se sentía tan ligero…
No podía creerlo.
Empezó a gritar fuerte contra su cuerpo, mientras que Thor quiso abrazarlos, pero el castaño lo empujo una y otra vez hasta que por fin pudo sujetarlos y hacerle sentir que estaba bien, él estaba ahí para acompañarlo en su dolor.
Loki se cubrió los labios muy conmovido, no podía odiarla, fue una mujer atormentada, dolida y siempre preocupada por sus hijos, el tomaría lo mejor de ella para criar a sus hijos, debía hacerlo porque ella le dio un hombre maravilloso por esposo.
-Thor… ¿Qué hice…? ¿Cómo pude dejar que el odio me cegara así…? –Hablo Balder acariciando la mejilla de su madre, con sus ojos llenos de lágrimas, los sanadores habían llegado y lo trataban de atender, pero el castaño los empujaba, le quitaban el tiempo al lado de su madre.
-Todos cometemos errores…
-Pero… Mira… mira lo que mi ira me llevo a hacer… Te odio pero ella… Ella…
-Ella nos amaba… Con todo su corazón…
-D-deja de decir eso… -Cada palabra que Thor decía, le recordaba cada beso que la reina le dio, cada abrazo cuando se sentía solo y abatido, cuando su corazón estaba deseoso de aceptación de Odín, los cálidos brazos de Frigga lo consolaban.
Eso lo hacía sentir miserable, su boca se abrió y pareció recuperar su alma, porque respiro muy hondo y después la abrazo fuerte, repetía mil veces “perdóname” en todos los idiomas que sabía, incluyendo el aesir.
-Debemos darle un entierro digno de una reina… Hermano… -Le tomo el brazo y el castaño negó rápido.
-No me la quites Thor… Deja que la abrace un poco más… Por favor…
-Lo hare porque pasaras una eternidad encerrado… Y esto es lo mínimo que puedo consentirte… -Dijo y se levantó para abrazar a su consorte y a sus hijos, esos pequeños le sonrieron y eso lo animo, ver la esperanza en esos gemelos, en su amor, siempre habría un mañana por el cual luchar si ellos estaban a su lado.
Pero Balder… Acabo con todo lo que tenía… Todo por una venganza que lo consumió al punto de dejar en ruinas su hogar, formo alianzas con gente equivocada, destruyo vidas… No lograba entender como llego a eso, como su corazón pudo sucumbir al odio.
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Las hora pasaron muy lentas, y cuando la noche cayo, los guardias tomaron el cuerpo de Frigga para colocarlo en una balsa finamente adornada, llena de flores que la reina tenía en su jardín privado, en sus manos llevaba los juguetes de sus hijos y una espada que Odín le regalo el día de su boda reconociéndola como igual ante los reinos.
Thor vestido de gala acaricio su rostro y sonrió, Balder no estaba encadenado, no sería digno despedir a su madre con las manos atadas, además, siendo el mejor arquero, el dispararía la flecha.
Los compañeros de batalla de Thor los acompañaban, habían tardado un par de horas en atrapar a Norman, pero lo encontraron y estaba encerrado en una celda del Helicarrier que aún no estaba listo para despegar, Visión y Tony ayudaron un par de horas, pero estaban en la despedida de la reina.
-Esto es tan… -Tony dijo en voz baja, pero Steve solo tomo su mano y le pidió silencio.
Se quedaron viendo unos minutos y después, se escuchó como la balsa fue empujada al agua y empezó a su largo viaje.
Balder tomo su arco, tenía su hombro y mano sanadas, listas para lanzar una flecha y guiar a su madre a la siguiente vida. Sentia que no podía, todo había sido su error, el no debería hacer eso, pórque no debía hacerle eso a su madre.
-“Tu la mataste…” –Se repetía dolorosamente en su cabeza, no podía levantar el arco, le parecía pesado, su culpa lo estaba devastando y era peor que el odio que lo lleno de energía.
Rápido el rubio se acercó y lo tomo de los hombros.
-Balder, hermano… No caigas… Se fuerte… Ella lo hubiera deseado así… ¿oíste?
Respiro hondo y odiaba cuando tenía la razón, lo odiaba tanto.
Hawkeye levanto su mano disimuladamente ofreciéndose a lanzar la flecha, pero el rubio negó suave confiando en su hermano.
-Vamos hermano, guíala… -Suplico
-No puedo…
-Si puedes… Todos confiamos en que puedes… O…
-¿O qué?
-Nada… Solo quería confirmar que eras un debilucho… -Dijo muy serio lo que escandalizo a muchos ahí presentes, ¿Qué no se supone lo debía apoyar?
-¿Qué dices? –Apretó el arco y la boca.- ¿A quién le dices debilucho? –Levanto el arco y tomo una flecha para encenderla con su magia, apunto al cielo y después miro la balsa, iba muy lejos, pero respirando hondamente, disparo y logro encenderla.
-Sabía que actuarias así…
Molesto, Balder lo golpeo en el estómago y se fue con unos guardias para ir a su celda especial, la cual era inmune a su magia
-Creo que es la peor celda… -Dijo en voz alta, esperando que los guardias le llevaran el recado a Thor.
-El señor Thor pidió lo mantuviéramos cómodo… -Una chica hablo a su lado.
El castaño la miro con molestia de pies a cabeza, y después miro que tenía un pequeño librero, un escritorio, una cama y una mesa para comer.
-De todas formas no les agradeceré, niña…
-Está bien señor… Yo seré la doncella que atenderá sus necesidades… -Dijo la chica sonriéndole.
-No necesito una doncella, esto es una celda…
La chica y los guardias se miraron entre ellos.
-Usted sigue siendo hermano del rey… No debe ser tratado como los prisioneros comunes…
-Déjame en paz niña…
-Me llamo…
-Que me dejes en paz, no necesito saber nada tuyo… Y tú no necesitas saber nada mío… Aléjate de mí….
La chica sonrió triste y se retiró dejándolo para que siguiera auto compadeciéndose, tal vez en unos años podría entablar una relación aunque sea de amigos, el joven Balder no parecía mal tipo, no era un villano, solo necesitaba que lo comprendieran.
Después de unos días, los Vengadores pudieron arreglar el Helicarrier y este se levantó majestuosamente en el cielo de Asgard, todo el personal de Shield se subió y abandonaron el lugar, esperando volver alguna vez, pero no como enemigos.
-Bien… ¿Qué haremos ahora? –Pregunto Steve.
-En unos días los llamare… -Thor les dijo.- Recibiré el trono de Asgard y me honraría que mis compañeros de armas estuviesen aquí…
-Perfecto, otro pretexto para tomar vacaciones…-Dijo Tony haciendo sonreír a la mayoría.
-Entonces aquí los esperare… -El rubio palmeo la espalda de Stark y este solo tosió haciendo que todos se rieran por su cara.
Subieron uno por uno al quinjet, hasta que solo quedaron Steve y Tony, le desearon suerte en reconstruir el reino.
-Tranquilos… Asgard no caerá tan fácilmente y ustedes… Los espero pronto… -Unió sus manos y estos se sonrojaron, el rubio podría ser tonto en muchas cosas, pero reconocía que entre ellos había algo y su acción solo era un ligero empujón para que pudieran hablarlo.
Una vez que Natasha despego con Hawkeye, el avión desapareció rápido en el horizonte y el rubio respiro aliviado, los Jotuns habían vuelto a su hogar a reportarle al rey Laufey que Asgard estaba por fin, por fin en paz. Los vengadores y Shield volvieron a Midgard, esto ahora si parecía el final de la historia, pero aún faltaba que él y Loki recibieran de manos del pueblo la corona del reino, jurarles que llevarían a Asgard a una época de paz que ya merecían, tal como Odín los mantuvo muchos siglos.
Dándose la vuelta, el rubio camino hasta su habitación, donde su esposo, para su sorpresa, tenía a ambos pequeños en su pecho, ellos con desespero se alimentaban de él.
¿Cómo era posible?
¿Los Jotuns podían hacer eso?
Bueno, el que le diera hijos fue una sorpresa, no debió esperar menos. Después de mirar cómo se alimentaban, paso a verlos cuando los pequeños quedaron satisfechos y Loki cubrió su pecho.
-¿Te ayudo…? –Dijo el rubio
-Pensé te quedarías más tiempo viéndome en la puerta…
-¿Eh…? –Se puso rojo y sonrió.-S-solo admiraba como… Bueno, como puedes alimentarlos…
-Si… Yo también me maraville al poder darles algo mío a ellos… -Le entrego a Vali para que le sacara el aire mientras él se encargaba del otro pequeño.
Thor sonriente se paseó por la habitación y cuando el pequeño repitió lo dejo en su cuna y después repitió lo mismo con Narti y después se sentó a su lado en la cama, respiro hondo y sonrió.
-Creo que volvimos al principio de nuestro matrimonio… -Dijo Thor muy feliz, era la misma habitación, no la misma cama, ni las mismas sabanas, pero era el lugar donde empezaron odiándose y terminaron ahora viéndose con amor puro y sincero.
-Creo… -Se sonrió el Jotun y le beso los labios con cuidado, había pasado tanto que temia volverlo a perder, la vida era tan frágil, un suspiro.
Unieron sus manos y se acostaron juntos, aun besándose, no era pasión desbordada, eran pequeños besos necesitados del calor del otro, se decían tantas cosas, habían algunos reclamos, pero el amor siempre era más poderoso, perdonaba todo y los unía más.