Nunca en toda mi vida me había sentido tan ultrajado y humillado…este hombre miraba mi cuerpo relamiéndose los labios, haciéndome sentir como un objeto en exhibición, el cual debía pasar por una prueba de calidad…y quieren saber cuál era el mayor problema de esto, que a medida que los segundos pasaban, comenzaba a desear saber que sucedería…en realidad lo esperaba, a pesar del miedo que sentía…muy en el fondo la imagen de Minho me estaba volvió un poco loco, en eso pensaba cuando las palabras de mi profesor me devolvieron a la realidad…
- Mi exquisito Sr. Lee, me gustaría ver cuánto de demoras en crecer… -
Otra vez no logré entender las palabras de Minho, pero rápidamente fui comprendiendo a que se refería, y nuevamente la vergüenza y la timidez me embargaron, nunca en mi vida había experimentado una situación similar, para mí el sexo era un tema que no tenia mayores secretos, pero en este momento supe que lo que había vivido era la nada misma en comparación con lo que Minho quería obtener de mi
De un momento a otro soltó mi pene, y se puso de pie, aproveché ese movimiento para tapar con mis manos mi entrepierna, pero Minho fue más rápido y volvió a tocarme, agarrando de una manera extraña mi miembro…comenzó a caminar aun manteniendo sujeta mi hombría, tomándola como si de mis manos se tratara y me guiaba para caminar
- Sr. Lee no intente apartarse, no pienso pasar ni un momento sin tocarlo o mirarlo así que es inútil que trate de taparse – siguió caminando tirándome con su mano muy sujeta en mi pene, por lo que la vergüenza que sentía no tenia limites. Caminamos hasta un sofá que se encontraba en la oficina, se sentó y me puso frente a él nuevamente – veamos como creces mi pequeño Sr. Lee
Dicho esto comenzó a masajear mi pene con toda la palma de su mano, la pasaba desde la altura de mi ombligo hasta mis testículos…tocaba todo, no dejaba espacio sin manosear, en un momento paró su accionar, tomó mi miembro con una de sus manos, lo puso frente a él y con la mano libre comenzó a pasar un dedo por la cabeza de mi –ya pequeña-erección
- Veo que tú penecito comienza a disfrutar – decía mientras seguía pasando ese bendito dedo por la punta de mi hombría, moviendo la piel que comenzaba a tensarse por la erección. Me sentía rojo como un tomate, no hallaba donde poner mis manos, ni donde dirigir mi mirada, esta era la situación mas incomoda de mi vida…y lo más terrible era que si seguía tocándome así, pronto comenzaría a gemir como una prostituta barata.
- Mmmmm suave…ya comienzas a humedecerte…mmm…creo que me apetece probar al Sr. Lee…veamos a que sabe esta puntita…- me miro a los ojos, acercó su cabeza a mi entrepierna, y paso la lengua por la punta
- Ahhh….ahhhhh –traté de no gemir, me mordí los labios, incluso me tape la boca con las manos, pero no lo pude evitar. Me miró nuevamente, y en un rápido movimiento se tragó literalmente mi erección, estirando mi pene con cada chupada que daba, sentía como pasaba la lengua, por toda mi extensión y como lograba meter todo mi tamaño dentro de su boca, llegando a sentir las paredes de su garganta…con la mano libre masajeaba mis testículos, tocándolos de forma pervertida sin soltarlos…- ahhhhh….profesor deténgase por favor….ahhhhhh….-no podía contener mis gemidos, nunca me habían dado una mamada así, parecía que estaba exprimiendo algún néctar y no se detenía
- Mmmm como ya suponía, tu sabor es mi nuevo manjar favorito…creo que no te dejaré marchar en las próximas horas…- dijo cuando me soltó, tomó mis pantalones y los bajó hasta mis rodillas y la misma suerte corrieron mis bóxers, dejándome aun mas desnudo de lo que ya me sentía – voltéate, vamos quiero apreciar ese lindo culito que andas meneando por toda la universidad
- Profes…profesor – cortó mi intento de decir cualquier cosa, y el mismo me giró sobre mis talones, dejándome con el trasero frente a su cara, sentí como tocaba mis muslos, luego mis glúteos, hasta que sentí como separaba mis nalgas dejando mi entrada totalmente expuesta…trate de apartarme y cubrirme con mis manos pero no lo permitía
- Vamos Sr. Lee, usted dijo que podía hacer lo que quisiera con usted…quizás se está arrepintiendo???
Era tanta la vergüenza que sentía que llegué a pensar en tirar todo a la basura y aceptar mis notas, pero la imagen enfurecida de mi padre me hizo temblar…no tenía más opciones, pero no entendía por qué este hombre simplemente me tomaba y ya…este manoseo y las palabras sucias que usaba me estaban poniendo cada vez más nervioso
- Y que va a hacer Sr. Lee - rindiéndome aparté las manos de mi trasero y me voltee a la posición anterior dándole a entender que aceptaba sus condiciones –Buena decisión Sr. Lee, su futuro académico es muy importante…bueno ahora que podemos seguir…en que estábamos…a claro…comenzaría a degustar este jugoso culito que me pones enfrente
Volvió a separar mis nalgas dejando expuesta mi entrada, giré un poco mi cabeza y vi como se humedecía un dedo en su boca, luego sentí como lo pasaba por el medio rozando mi entrada, pero cuando pensé que metería dentro de mi cuerpo su dedo, se dedicó a tocar solamente mi piel sin introducirse aun en mi
- Eres rosadito…mmm…como siempre pensé…-mi mente tardó un poco en procesar estas palabras, pero luego me di cuenta que este profesor estaba muy atento a mi persona, ya iban varios comentarios que me daban a entender esa verdad, será que le gustaba…mmmm sii, quizás le gustaba…YAAA TAEMIN DEJA ESOS PENSAMIENTOS, Minho solo es un pervertido que se está aprovechando de tu cuerpo…
- No sabe lo que me excita verlo con la camisa puesta y los pantalones a la altura de las rodillas, pero creo que me excitará mas ver todo su cuerpito al descubierto…quítese la camisa Sr. Lee – aun de espaldas a él obedecí y comencé a desabotonar mi camisa, en eso estaba cuando deje escapar un grito al sentir la palma de la mano de Minho ser pasada desde el medio de mis nalgas, por entre mis piernas y llegar a mi pene…de verdad que me tomó por sorpresa esta acción y nuevamente estuve tentado a apartarme pero me controlé y me quedé quieto – siga con lo que hacía Sr. Lee – dijo mientras seguía con su manoseo por todas las partes que se podrían considerar intimidad en mi cuerpo…, seguí como pude hasta que me quite la camisa – bien ahora gírese y quítese los pantalones y todo el resto de ropa que lleva encima – se acomodó en el sillón con su espalda apoyada en el respaldo y con los brazos cruzados me miraba de forma penetrante –
Temblando comencé a seguir sus ordenes hasta que me desvestí por completo, mi mirada estaba pegada en el suelo de la oficina, no me sentía capaz de verlo a la cara, sabía que estaba rojo y hasta morado de la vergüenza. Vi como se levantaba de su lugar y caminaba hasta un maletín que descansaba sobre su escritorio, cuando lo abrió tomó una especie de estuche que trajo consigo de vuelta al sillón. No quería ni pensar en lo que podría tener en esa cosa, ya que estaba seguro que fuera lo que fuera sería usado en mi cuerpo. Estuvo unos segundos hurgando en el dicho estuche hasta que sacó algo de ahí, pero no puede ver de qué se trataba
- Como ya le dije mi exquisito Sr. Lee, pretendo disfrutar de su cuerpo por muchas horas, y para ayudarlo con este propósito tengo algo que le puede servir – en ese momento me mostró una píldora, que la verdad, no tenía idea para que servía – está dispuesto –dijo, indicando la pastilla – parece que esperaba que me la tomara, por lo que caminé hacia él, estirando mi mano dándole a entender que me la tomaría
- Está bien profesor, me la tomaré
- Jjajajajjaj la verdad tengo otras idas para esta píldora…dese la vuelta e inclínese sujetándose los tobillos…pare muy bien ese culito sabroso que tiene y deje que yo me encargue
- Qu…que…que…va a hac…hacer
- Ya lo sabrá, ahora haga lo que le dije – joder…joder…que va a hacer ahora…ya no puedo negarme, es muy tarde para eso…- vamos no tenemos todo el día – dijo, lentamente me giré y me puse en esa humillante posición –abra mas las piernas Sr. Lee…quiero ver ese agujerito un poco más abierto – hice lo que me dijo, y sentí un dedo húmedo que rozaba mi entrada, masajeando sin penetrar…- voy a poner esta pastillita aquíií – dicho eso, sentí su dedo ingresando en mi cuerpo al parecer metiendo la famosa pastilla por mi culo
- Ohhh…mmm…- lancé unos quejidos por el leve dolor que me producía su acción, pensé que retiraría el dedo de mi interior, pero comenzó a moverlo lentamente
- Me calienta tanto como tú culito me aprieta…muero por saber cómo te vas a tragar mi polla…mmmm – decía metiendo y sacando su dedo – mmmm….Sr Lee, vamos a comenzar a jugar….- al escuchar estas palabras no pude evitar el jadeo que escapó por mi boca…recién vamos a comenzar???…y que fue todo lo que hizo antes….creo que voy a necesitar ayuda divina para salir caminado de esta oficina…
Continuará