Abrir campo
“El último en cambiarme, je...”
Algunos ya habían terminado y se iban, pero la mayoría salían ahora de las duchas, solo con la toalla y zapatillas, bromando y vacilando, mientras él justo empezaba a cambiarse.
“Kai...” Pensaba en sus ojos y en sus labios; “se ven bien carnosos...” Pasó junto a él uno que dejó la toalla en el hombro después de secarse generalmente todo el cuerpo.
“Uf... Qué suplicio...”
- Qué palo mañana...
- Ya, tenemos contra esos hijos de puta...
- Qué coraje; ojalá no nos tocase tan pronto contra ellos – Ese primer día ya no había ido demasiado bien; dos derrotas. “Espero que mañana...” “Será mejor que les ganemos o nos hundirán...” “¿Habrá ganado Kai? Estaba bastante alegre...” “Pero qué dices, si ni siquiera le conoces...”
- Choi
- Ah, qué. – Intentó coger sus cosas rápido para ir a la ducha
- Ten cuidado con el suelo
- ¿Eh?
- Resbala mucho. – Más de uno se río.
- Gracias.
- Ah sido el maricón de Jong, que lo ha echado todo por el suelo – Empezaron a reír y Jong se ofendió
- ¿¡Pero qué dices!?
MinHo entró a la ducha sin pensárselo demasiado, aunque sabía que no eran individuales y había un par aún ahí. Enjabonándose y tal. Intentó centrarse en lo suyo, pero le costaba más de lo que pensaba.
“Menuda mierda de día...” Se miró hacia los pies y les dio la espalda disimuladamente “Y ahora esto...” Terminó rápido para poder salir y vestirse.
Estaban todos fuera con el entrenador y demás equipo.
- Chicos, vamos a cenar, anda.
- ¿Vamos a ir todos juntos? – Preguntó. Muchos le miraron algo mal
- Claro. Somos un equipo. – Respondió el entrenador, tajante.
- Bien. – “Entrenador.” Ya se había acostumbrado a tratarle así.
Mientras cenaban toqueteaba el móvil y deseaba mandarle algún mensaje a Kai, ¿pero para qué? ¿Para decirle “hola qué tal?” Y al final pasó la cena y ya estaba yendo al hotel.
- Espera TaeMin
- ¿Mm? – Le sacó las llaves de las manos, porque el muy tonto empezaba a forzar la cerradura – Wo, qué mano, MinHo.
- Solo hay que hacerlo con cuidado – “Bruto que eres...” Cerró los ojos con vehemencia.
- Jeje
Cuando fue a pasar tras él, escuchó la puerta de su entrenador abrirse y salir al pasillo
- No os durmáis muy tarde. – Dijo mirando al otro, que solo le sonrió mostrando el pulgar – Buenas noches MinHo
- Buenas noches papá.
- Kai.... – “Es que lo sabía” Le dio la espalda mirando a la pared - ¿Estás despierto...?
- Z z Z z...
- ... Nunca duermes así, sé que estás despierto
- ¿Qué mierdas sabes de cómo duermo?
- Dormimos una vez juntos. – Kai intentó asfixiarse con la almohada “¡QUE-PESADOOOO!” - ¿Puedo meterme...? Tengo algo de frío
- Hay más mantas en el armario, ¿quieres una?
- ... No.
- ... – Le miró de refilón y vio que él ahora le daba le espalda haciéndose el ofendido. – Ash... Venga Kyung... – “Será mejor que no digas nada y duermas.” Su móvil vibró en la mesilla.
- Nada, déjalo... Ya me ha quedad claro que solo me querías para usar y tirar...
- Pst... – “Menuda reinona...” “Anda”
[MinHo]: ¿En qué piso?
“¿Está en este hotel?” Sonrió respondiendo “En realidad no tengo nada de sueño”
- ... ¿O no?
- ¿Eh?
- ¡Ni siquiera me estás escuchando! – “Pues no”
[Kai]: 4
[MinHo]: ¿Quieres que nos veamos? No puedo dormir
“Ni yo” Respondió.
- Kai – Alzó la mirada y de repente KyungSoo, que estaba ahí plantado sobre él, se le lanzó, metiéndose en su cama besándole y colándole las manos por todas partes
- Para, para Do...
- ... ¿Por qué...?
- ... Mira, ya te lo he dicho... No es... No sé, - No quería herirle, así que solo hizo una mueca – Tu y yo... ¿Es un poco raro, no?
- ¿Por?
- ... Pueees... no sé...
- ... Me gustas. – “Oh” Kai le miró comprensivo.
- No.
- ¡Qué si!
- No, no te gusto. Solo crees que te gusto porque soy el único chico... “así” que conoces...
- ...Y el único que conoceré, así que... – Le besó otra vez
- ¿Por? No tiene por que
- Venga ya; ¿acaso vas tu diciendo por allí que te gustan los chicos Kai? Como si pudieras decirlo a alguien, a cualquiera.
- ... Pues no, no sé
- Imagina lo que pensarían tus padres
- Mis padres no van a saberlo nunca; en cuanto consiga la beca me iré a... Londres o a Bélgica o algo así... O a Nueva York; cuando viva lejos de aquí no importará nada; si alguna vez se lo digo, pf, estaré lejos, qué más les dará.
- ... ¿Y si no la consigues?
- Pues... No sé. – “No puedo pensar así.” – La voy a conseguir, Do. – le cogió la cara con cariño – Y tu también. Y conocerás otros tíos, y verás que esto es una tontería. Somos amigos. Cuidamos el uno del otro. Confiamos el uno en el otro. ¿Eh...? – Le besó en la frente.
[Kai]: 423, por la izquierda izquierda
[MinHo]: ¿izquieda izquierda? Xd
- ... Ojalá lo consigamos... ¿Con quién hablas?
- Con mi primo.
- ... – Do KyungSoo le miró respirando profundamente, y luego le abrazó - ... ¿Podré ir a dónde sea contigo?
- Claro.
[Kai]: a la izquierda de la escalera; esa misma pared
[MinHo]: Ok ok ¿No la compartes?
- Duérmete... – Le susurró. Do sonrió muy feliz abrazándole. “Pobrecito.”
- ¿Te irás?
- ... No. No pienso moverme de esta habitación.
- ¿Lo juras?
Poco después le abrió la puerta a MinHo. KyungSoo ya estaba durmiendo.
- Sí, lo juro.
Le miró, repasándole brevemente. Llevaba tejanos pero la camiseta tenía que ser de pijama. Parecía suave; deseaba comprobarlo.
- Hola – Susurró. No la recordaba tan ronca.
- Hola. ¿Quieres...? – “Pasar” pensó, pero solo vio que cerraba la puerta detrás de él y empezaba a acercarse. Cerró los ojos sintiendo el roce con sus labios.
La primera vez que se besó con KyungSoo se dio cuenta de que era mil veces mejor que con cualquiera de esas chicas, pero cuando besó a MinHo en medio de la habitación, fue mil veces mejor que con cualquier chico que hubiese soñado.
El calor aplacaba la frescura del sabor a pasta de dientes. Sonrió desenredando las lenguas.
- ¿Esa es tu cama? – Se habían pasado de pie tanto tiempo besándose que no sabía cuánto habría pasado
- Es la de mi compañero
- ¿Y qué hace en tu cama? – Le cogió la mano llevándole hacía la puerta - ¿Me echas?
- No... Estoy pensando... Espera aquí. – MinHo le retuvo un momento alargando el cuello para besarle – E-espera. Un segundo.
- Vale.
Fue hacia Do para comprobar en qué estado de sueño estaba, y mientras MinHo se despejaba frotándose la cara.
“Qué demonios estás haciendo.” “Lo que siempre has soñado” “¿En serio?” “Pues claro.” Kai apareció y le estiró por la camiseta. “Huele tan bien...” Su pelo castaño se veía suave y maleable, ondulado, cayendo elegante en su frente. Ojos avellanados, la mirada penetrante y clara; la nariz perfecta (no como la suya, siempre se la vio demasiado pronunciada) y los labios “En fin... sus labios....”
- ¿Dormido?
- Como un tronco. – Susurró.
Le miraba los labios mientras lo hacía, pero luego cerró los ojos para centrarse en lamerlos y besarlos. Se estaba realmente bien en esa habitación.
Sabía que había un chico allí durmiendo a su lado; en cualquier momento podía despertar y eso le excitaba aún más. Sentía las manos de Kai entrando por su camiseta.
Le acercó por la cadera y se las subió lentamente. Su cuerpo era genial; podía imaginarlo gracias a sus manos y sus dedos, resiguiendo la musculatura y acariciando el ombligo. Subía la palma de la mano hacia su pecho, pero paró par quitarse su camiseta y Kai también aprovechó.
- Qué bueno estás... – MinHo se sonrojó. Kai le examinaba adorándole
- y tu... – Buscaba sus carnosos labios, mordiéndolos
- Mmmg...
- ... Vamos
Se metieron en la cama vacía y demasiado fría, pero llegó a calentarse tanto que le sobraba el resto de la ropa. Se enredaban y movían tanto que el edredón quería caerse por un lado.
- A-ah... – MinHo le embestía con la ropa puesta – Esté...calzoncillo, me está matando... – Murmuró Kai, divertido
- Jaja... Sácatelo... – Vio que lo intentaba pero decidió ayudarle.
Se lo comía a besos mientras bajaba hacía allí. Después de verle era lo único en lo que podía pensar, y Kai le animaba empujándole el hombro.
“AAhh...” Le agarró fuerte el pelo. “A-ah...” Miró a su cama. Do seguía profundamente dormido. Su pecho subía y bajaba, mientras los labios de MinHo le rodeaban. Sentía como le envolvía en calor; humedad, la presión de su lengua, su saliva; y Do durmiendo y respirando tranquilo, puede que hasta soñando con él. “...”
- A-ah... – llevó la otra mano también a su cabello, primero para intentar que acelerara, pero finalmente le atrajo hasta la superficie. Parecía en trance y no cerraba la boca, estaba atontado.
“Siento hormigueo en los labios... y mi lengua...” Cerró la boca un segundo y sentía aún la polla de Kai, pero era solo su imaginación. Aún así gimió.
- Mmg.
- ... ¿Quieres?
- ¿Ah...?
- ... Je
- Sí, claro. – Le besó embistiéndole de nuevo, y se alejó a su cuello. Le acariciaba la espalda y bajaba a cogerle por la cadera “¿Qué quiere hacerlo...?” Miró hacia su compañero de habitación un poco apenado.
No pensaba negarse.
- ... Eres...
- ¿Eh?
- ... No, nada... – Le besó otra vez y se pegó más. Kai doblaba las piernas. Llevaba las manos de su culo casi hasta la rodilla.
- ...Venga...
- ¿de golpe...? – Kai hizo una mueca.
- Por qué no
- ... No sé. ¿Seguro?
- Deja de preguntar y solo hazlo... – Susurró inquieto
- ... – “Si insistes...”
“Oh dios...” Lo intentó solo con la punta, y le daba igual si a Kai no le dolía, porque a él sí: era demasiado estrecho
- ¡OH............DI-OS.......!
- ... – Se apartó un poco a esperar a que respirase
- .... Dios, es horrible...
- ... Pues
- ... Pero... V-vuelve a intentarlo
- ¿Seguro?
- ... Que sí – “...” – A-ah-ah-ah...
- Aún no he entrado nada
- ... Uf... Duele.
- ... Ya.
- ... A-ah-ah-para-para-para... – Se apartó – Mierda... P-pensaba... que era más fácil...
- Eres demasiado estrecho, supongo.
- ¿A ver tu?
- ¿¡Eh!?
En un segundo le volteó y MinHo se encontró ahí, abierto de piernas.
- ... Para-para-¡Para!
- ¡TX! ¡No grites...!
- ¡MMmmhh!!!! – Se apartó – Joder, no parece tan grande a la vista...
- Oye...
- Perdón... – Se quedaron ahí sin decir nada un rato, hasta que les entró un ataque de risa incontenible. – Vaya mierda
- Ya ves... Yo pensaba que esto sería algo rápido...
- Ya... – Le tumbó a su lado.
- Pues nada...
- ... Bueno... ¿Nada...? – Le la cogió con la mano y Kai le miró imitándole.
- Mg.
Podían besarse, morderse la oreja, lamerse el cuello, mientras sus manos masajeaban y frotaban insistentes.
- Pensaba acabar durmiéndome así...me alegro por la compañía y eso... – MinHo le miró sonriendo.
- Y yo...
- Mmg... Espera
- ¿Mm...? – Kai le besó un poco más, y luego le dio la espalda, y luego, aún dándole la espalda, intentaba ponerse entre él y la cama, obligándole a subirse - ¿...No te dolía tanto?
- Si pero es igual
- Qué dices... – Aún así empezó a acariciarle la espalda
- Si, inténtalo...
- ...
- Y aunque creas que me duele mucho, tu sigue a lo tuyo; se me pasará – “No sé”
- Mira que si tenemos que ir al hospital
- Jaja... Ni lo nombres
- ... Bien... Mg... – Se le subió besando-lamiendo la espalda, y fue a metérsela otra vez “Uf... qué estrecho”
- A-g..... – “¿Seguro que debería seguir...?” Le besó otra vez y bajó las manos hasta su cadera entrando más - .... Mgh- - “¿Está mordiéndose?”
- Oye... de verdad que esto no me parece.... – Siguió entrando – Muy bien... – “Mg...”
Le apretaba tanto que empezaba a gustarle. Pero le gustaba aún más salir y seguir sintiendo la presión, aunque fuese solo una sensación que viniese a oleadas. “Bueno, él lo dijo” Volvió a metérsela, y ahora la presión le parecía más fuerte; también más placentera.
En algún momento miró al chico durmiendo en la otra cama, pero era como no ver nada; entrar y salir le gustaba tanto que no podía pensar. Aceleraba; ya no le dolía, y esperaba que a Kai tampoco. Quería ir más rápido de lo que podía, estaba cansado, pero sentía que ansiaba más y más; la presión, la salida, y antes de que su cuerpo reprodujese la sensación, quería sentirlo de verdad, y cada vez lo deseaba antes, cada vez más rápido, así que aceleraba y aceleraba, intentando adelantarse a su propio deseo. Era puro vicio.
- Rápido
- ¿Eh? – Kai había ido doblando las piernas, se levantaba y curvaba poco a poco permitiéndole entrar más y más bruscamente. No podía parar de moverse
- Me corro...
- ...Vale – “Ya voy tan rápido como puedo...” Le cogía la cadera y se miraba a si mismo chocando contra su cuerpo. Sentía el aviso; calor a oleadas, cada vez más intensas; estaba llegando su propio límite, y descubrió que sí podía ir más deprisa, de una forma extrañamente automática. Ni siquiera le suponía esfuerzo, o eso sentía. Solo se movía y disfrutaba - ...A-ah...
- No hagas ruuh...i...do...Ooh-h... – Kai alzó aún más la cadera, se arqueó más solo un segundo, y fue justo en el momento en el que MinHo iba a entrar, y la metió más, lo máximo que pudo, quedando completamente pegado a él, sintiendo todo el calor de su cuerpo, y no salió, se quedó sintiéndole mientras se corría dentro, disfrutando de la sensación. Intentó morderse el labio para no gemir pero se quedó con la boca abierta.
Fue tumbándose sobre él después de sacarla. “Qué frío.... Estaba mejor dentro...” “Dios...” Miraba el culo y la espalda de Kai mientras él se dejaba tumbar un poco de lado, tocándosela y mirándose alucinado, con una mueca extraña, sudado, y aún parecía más guapo.
- Juego desde los doce años. Slam Dunk molaba. Muchos de mi clase nos metimos a hace básquet por eso.
- Mm... – Le entraba sueño, y las caricias de Kai no le ayudaban – Debería irme a mi habitación... Como siga y me duerma... Mm... – Kai no paró de acariciarle la espalda. Estaban los dos boca abajo. – Y tu compañero me vea...
- ...Bueno
- ¿...Lo sabe?
- Sí, él sí.
- ¿Lo es?
- Sí. – MinHo se giró un poco. También quería acariciarle, aunque en su caso era solo por placer. Kai empezó haciéndolo como una broma, limpiándose la mano en su culo.
- ¿Se lo has dicho a alguien...?
- ¿Tu?
- ¿Tu?
- Solo a él.
- A nadie.
- ... ¿Qué harás? ¿Lo dirás?
- ... No creo... Pensé que... quizás sería una fase... – Su mano bajaba por la espalda de Kai, y sabía que no era una fase – me metí en el equipo; pensaba que eso me alejaría de eso, jaja, y qué equivocado estaba....
- ...Tantos cachas a tu alrededor... que malo para el sistema cardiovascular...
- ya ves.... ¿Tu?
- ... No, bueno... puede que en mucho tiempo... Cuando esté lejos
- ¿Te mudarás?
- Quiero estudiar fuera. En Europa o América.
- Eso suena guay...
- Quiero conseguir la beca de deportista....
- ... Mola...
- ... Es la única forma de ser libre... Volar lejos de todo el mundo...
- ... Supongo... – “Lejos del entrenador...”
- Mm... – Kai se alargó a mirar su teléfono - ...Uf...
- ¿A qué hora os levantáis mañana?
- ...En teoría a la seis
- Uuhh... ¿Qué hora es...? – Se incorporó “Yo solo tendré una hora más”
- Las dos.
- Uf...
- Ya...
- ... Bueno, debería irme
- Pues supongo... – Le ayudó a buscar los calzoncillos y los calcetines, por ahí a los pies de la cama.
- Ha estado genial.
- Jeje... – “Qué típico” – Sí.
- Ojalá pudiésemos vernos más...
- Ah... Pues sí. Aunque... – “Esto de dormir cuatro horas...” – Te lo digo mañana, según esté vivo o muerto
- Ya. Yo solo tendré una hora más, no te creas.
- ¿Qué tal los partidos de mañana? Bueno, hoy.
- Pues, un poco duros.
- Ugh.
- Ya... – Se alzó ya con calcetines y zapatillas para subirse la cremallera y abrigarse un poco.
- Bueno... Podemos vernos de todos modos, pero... – Agitó la mano en el aire – en plan tranquilo
- Sí, sería lo mejor.
- Si. – Le sonrió y se levantó. - ¿Te acompaño a la puerta? Jaja
- Sí, por favor. Jaja.
Se despidieron con un beso muy tierno y se siguieron despidiendo con la mano mientras MinHo iba hacia la escalera.
- ... ¿Kai...? – “¿Qué? ¿Nada más escuchas las puertas?” Se sacó la camiseta y el pantalón de nuevo. – Mmm... Kai... – Le abrazaba por la espalda - ¿Estás... desnudo...?
- No te emociones...
- Mm... No, no...
- Buenas noches.
- Mmg...
MinHo cerró la puerta con sumo cuidado, aunque no hacía falta, podría haberla explotado con dinamita y su compañero TaeMin habría seguido durmiendo con una pierna hacia el sur, la otra hacia el este, un brazo al oeste y otro al norte, mientras respiraba ruidosamente.
Se dejó caer en la cama.
“Ugh, qué frío...”
“Dios...” Volvía a sentirlo todo y se encendía. “...Mi primera vez...” Se le escapaba la risa.
Miró a TaeMin de reojo, pero seguía durmiendo como un tronco. Podía sonrojarse y reír en paz. “Mi primera vez aquí...”
Recordaba las caricias de Kai en la espalda. “Tan tierno...” Se extrañó de pensar en eso. Su saliva, su olor, seguía rodeándole, y era tan dulce...