Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

KOKUYO SCHOOL por LEGNAEL

[Reviews - 223]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Aclaraciones:


1. Reborn esta en su forma adulta.


2. Sigue existiendo la maldicion del Arcoiris, solo está parcialmente rota.


 


Disclarimer:


Los personajes son de Akira Amano-sensei,


yo solo los uso con fines YAOICESCOS, posibles horrorres de ortografía.


 


Paring: 6927 (PRINCIPAL), con ROSES de 1827.


 


Gracias por LEER!!!!!!!!!!!!

Capítulo X: Dr. Shamal

 


Tsuna acababa de despertar, un poco desorientado y confundido trato de ponerse de pie, en verdad aun no terminaba de asimilar que “él derroto ha Hibari-san”, de pronto escucho la voz de su fiel mano derecha.


—      Juudaime, ¿se encuentra bien? —pregunto con cierta angustia Gokudera— ¿está seguro que puede caminar? —Pregunto al ver que Tsuna se ponía de pie.


—      Si —afirmo Tsuna.


—      Gokudera tiene razón, te desmayaste — dijo el moreno.


—      Solo tenía algo de sueño —dijo Tsuna— además ya es un poco tarde; por cierto chicos ¿Dónde está Reborn? —pregunto el castaño mientras buscaba al hombre de fedora con la mirada.


—      Tienes razón, ya se tardó —hablo Lambo.


—      ¡Debemos ir a un hospital para que lo atiendan Juudaime!


—      Chicos, sería más rápido si fuéramos al hospital de Namimori —dijo Yamamoto.


—      Lo seria, pero debemos regresar a casa —aseguro Tsuna— lo más probable es que mamá se encuentre preocupada.


—      Pero, lo más lógico sería ir al hospital que este cerca —confirmo Lambo— y desde el hospital podemos llamar a mamá por teléfono.


—      Juudaime, ¿Qué opina? —pregunto el peli plateado.


Pero antes de que Tsuna fuera capaz de arma una frase coherente, fueron interrumpidos por la voz del hitman.


—      Iremos a otro hospital, no tardan en venir por nosotros, en lo que dame-Tsuna dormía sobre la azotea; realice una llamada al hospital de la familia Vongola, llame al padre de Yamamoto para avisarle la situación y también me comunique con  mamá —Reborn sonrió ante el desconcierto de los presentes. — Apúrense, no deben estar esperando en la entrada de Namimori-chuu.


Cuando llegaron a la entrada de la secundaria, efectivamente como había pronosticado el hombre de fedora, los presentes pudieron comprobar que en la entrada de Namimori-chuu se encontraba una limosina negra con el escudo de armas de la familia Vongola, el escudo era una almeja acompañada por un par de rifles y balas.


—      ¿Una limosina? —murmuro Tsuna, después de todo la limosina era sumamente lujosa.


—      Perece que es la primera vez que observas una limosina de cerca —dijo el tutor.


—      Wow, eres rico Tsuna —dijo impresionado Yamamoto.


—      Solo soy una persona normal.


—      No mientas descaradamente Tsuna, —dijo sarcásticamente Reborn— Tsuna será el próximo líder de la familia Vongola, ¿te interesa unirte Yamamoto? —pregunto el mayor.


—      Se oye entretenido, cuenten conmigo yo juego —aseguro el moreno.


—      ¡IDIOTA!, no es un juego —advirtió Gokudera.


—      Ma, ma cálmate Gokudera —dijo Yamamoto mientras se llevaba la mano derecha tras la nuca de la cabeza.


—      Ese es el espíritu, Yamamoto —sonrió el mayor ladinamente— hay que irnos de una vez dijo Reborn mientras un el chofer le abría la puerta para que se adentraran en el vehículo.


El viaje para el hospital fue silencioso, Tsuna en verdad no sabía casi nada de Vongola, solo tenía la idea de que era una familia mafiosa, que Reborn era él tutor asignado para convertirlo en el siguiente líder de la familia, nunca pensó que Vongola fuera tan rica como para tener su propio hospital, cuando se detuvieron en un edificio de varios pisos de altura bajaron del vehículo para adentrarse dentro del edificio.


El hospital de la ciudad de Namimori, era como cualquier otro hospital en donde abundaba el color blanco en las paredes, indicaciones, habitaciones, enfermeras y doctores dentro de aquel edificio. Tsuna y compañía iban a entrar a consulta gracias a los golpes propinados por el perfecto de Namimori-chuu.


—       Cada quien pasara con un doctor diferente, al parecer Hibari es fuerte —sonrió Reborn— « — Será interesante cuando lo añadamos a la familia —pensó internamente el tutor».


De inmediato un grupo de enfermeras llego para llevarse a un paciente cada quien.


—      Chicos sigan a su correspondiente enfermera —ordeno Reborn.


—      Reborn-san, yo acompaño a Juudaime.


—      No. —Dijo secamente Reborn.


—      ¿pero? —murmuro Gokudera.


—      Hayato-kun, debes ir a que te revisen —dijo Tsuna— además estamos en el hospital. También debes preocuparte por tu salud —aseguro Tsuna con una cálida sonrisa.


—      Es como dice dame-Tsuna, deben ir a atender sus heridas. No te preocupes Gokudera, yo acompañare a Tsuna.


Él castaño sintió un escalofrió recorrerle la espalda ente ello dicho por Reborn, y Gokudera solo asintió, después de todo Reborn-san, era alguien sumamente capacitado para cuidar a Juudaime.


*** *** ***


Tsuna y Reborn entraron a la habitación a la que los guio la enfermera, dentro de la habitación se encontraba un hombre de cabellos negros, y ojos de color café; vestía una bata blanca de manera informar mientras fumaba un cigarro.


—      Shamal —pronuncio Reborn.


—      Reborn, que sorpresa. Es raro que alguien como tu visite el hospital. Ya deberías saber mi política —pronuncio el doctor— No atiendo hombres.


—      Aun me pregunto cómo aprobaste el doctorado —siseo el hitman.


—      Un rostro nuevo, bastante lindo pero no es una chica —dijo Shamal.


—      Es mi nuevo alumno, —dijo Reborn— dame-Tsuna, ese sujeto es el doctor Shamal, aunque también es un hitman, su especialidad es el “Trident mosquito”, el recolecta enfermedades y sus mosquitos digamos que las propagan.


—      Así, que dame-Tsuna —murmuro Shamal— el futuro decimo de Vongola, si no me equivoco.


—      Mi nombre es Sawada Tsunayoshi, y ya le dije a Reborn que no quiero ser parte de la mafia.


—      En verdad, Reborn parece que este chico no tiene futuro en la mafia, en que piensa Nono, sé que murieron de manera misteriosa los demás candidatos que podían seguían en sucesión a Timoteo, —dijo mirando de reojo a Tsuna— parece que recibiste una paliza.


—      De hecho, el la dio —aseguro triunfal Reborn.


—      No lo atenderé, —afirmo— no toco hombres.


—      Tal vez deba amenazarte —dijo el hitman, mientras León se transformaba en un arma— o tal vez puedas leer esto.


El hitman le extendió al doctor una carta con el símbolo de Vongola, de inmediato Shamal comenzó a leer la carta.


—      Firmada por Timoteo, esta es su llama —afirmo el doctor— viendo los últimos acontecimientos, parece que tendré que atenderte Tsunayoshi.


—      Puede llamarme Tsuna —dijo el castaño.


Shamal comezón a revisar a Tsuna.


—      Al parecer te rompiste la mano, ¿Qué estabas haciendo?


—      Bueno, pasaron cosas y termine envuelto en una apuesta de Reborn.


—      Quien fue el pobre incauto que hizo una apuesta con Reborn —pregunto el doctor.


—      Rokudo Mukuro. —Contesto Reborn.


—      De la familia Estraneo, se supone que debería estar en Italia—dijo Shamal mientras suspiraba.


—      Algo así, al parecer está en su época de rebeldía —afirmo Reborn.


—      Al parecer solo tienes la muñeca fracturada, un par de golpes nada que un par de días de descanso no arreglen, Tsuna.


—      Dame-alumno, debes tener más cuidado de ahora en adelante. Eres el futuro de Vongola, no podemos perder a otro candidato.


Después de un par de vendajes, desinfectar algunas heridas y enyesar la mano derecha de Tsuna, pudieron salir de aquella consulta.


—      Por cierto Tsuna esto es tuyo —dijo Reborn mientras le daba a Reborn una bola de algodón.


—      ¿Mío? —cuestiono el castaño.


—      Si, León creo esto unto con los X-Gloves, aún no sé qué es. Tal vez seas capaz de averiguarlo. —Reborn coloco el algodón en la mano izquierda de Tsuna.


—      Juudaime.


—      Tsuna.


—      Chicos, ¿se encuentran bien? —Dijo Tsuna.


—      Si, solo fueron un par de golpes —afirmo Yamamoto.


—      Juudaime su mano esta fracturada.


—      No te preocupes, Hayato-kun.


—      Pero Juudaime, no se preocupe. Como su fiel mano derecha lo ayudare —dijo el de ojos verdes.


De pronto sintieron un aura oscura. Conocían a quien pertenecía, Hibari.


—      ¡HIBARI! —gritaron al unísono Tsuna, Lambo, Yamamoto y Gokudera.


—      Al parecer los herbívoros se reúnen en manadas por doquier. —Pronuncio el peli negro.


—      ¿Hibari-san? —articulo Tsuna.


—      Sawada Tsunayoshi. Exijo una revancha.


—      ¡HIIIIIIIIIIIIIIIIII!, no me interesa pelear.


—      Chaos, Hibari —saludo el Reborn.


—      Supongo que tú eres Reborn —dijo el pelinegro.


—      Así es, no te interesaría unirte a la familia Vongola —soltó sin más Reborn— si lo haces podrías entrenar con mi dame-alumno.


—      Interesante propuesta, pero no me interesa juntarme con herbívoros.


De pronto Hibird, quien se encontraba posado sobre la cabeza de Hibari, se acercó a la mano izquierda  de Tsuna.


—      Algodón, algodón —canturreo la pequeña ave.


—      Hibird, no te juntes con los herbívoros.


El ave ignorando las advertencias de Hibari se acomodó en la mano de Tsuna.


—      Parece ser que le agradas, Tsuna —dijo Lambo.


—      ¿Para qué quieres algodón Tsuna? —pregunto Yamamoto.


—      Es… Es… La verdad aun no tengo idea de que sea, me lo dio Reborn —comento Tsuna.


—      Conejo… —Murmuro Hibari.


—      ¿Eh? —dijo Tsuna.


—      La próxima vez que te vea en Namimori-chuu te morderé hasta la muerte, también dile a Rokudo Mukuro que…


—      Kyoya-kun, debería decírmelo de frente.


—      ¿Qué demonios haces aquí Piña? —dijo Gokudera.


—      Tardaste, Mukuro —dijo Reborn— desde hoy trabajaras para Tsuna.


—      Paso, en serio Reborn.


—      ¿Por qué no?, será de gran ayuda para la familia. —dijo Reborn.


—      Kufufu, arcobaleno esto solo será por un año.


—      Nada de kufufu, Piña. Aléjate de Juudaime.


—      ¿Por qué? Lo hare cuando termine el año, no se te olvide que Ken y Chikusa van a acompañarme. Al parecer Nana-san, nos aceptó de buenas a primeras Tsunayoshi-kun.


—      ¿Pero?


—      No te preocupes dame-Tsuna, Nana piensa que son niños sin hogar.


—      Pero, pero. —Repetía Tsuna.


*** *** ***


Hace un par de horas Nana caminaba por la calles de la cuidad, realizando las compras para preparar la cena, cuando diviso a un par de chicos, comprando únicamente comida chatarra.


—      No es bueno que solo coman comida chatarra —dijo Nana.


—      Y… —Ken iba a reclamar cuando fue calladlo por Mukuro.


—      Oya, oya usted es la madre de Tsunayoshi-kun. —Dijo Mukuro amigablemente.


—      Ara, ¿son amigos de Tsu-kun? —pregunto la castaña.


—      Así es, Tsunayoshi-kun habla mucho de usted en la escuela —dijo de manera aduladora Mukuro— al parecer Tsunayoshi-kun heredo su belleza.


—      Ara, que chico tan encantador. Que les parece venir a cenar a nuestra casa, no pueden comer solo comida chatarra.


—      Eso nos gustaría, Sawada-san, pero somos estudiantes de intercambio y estamos viviendo solos. —Dijo Mukuro con cierto toque melancólico.


—      Intercambio.


—      Así es, venimos de Italia.


—      Igual que Reborn-kun —dijo la castaña alegre— pueden venir a comer a nuestra casa, siempre que gusten.


—      Pero sería muy grosero de nuestra parte, al menos deje que estos dos laven los platos —propuso Mukuro.


—      Puedes, llamarme Nana-san. —Dijo alegre la mujer.


—      Yo soy Rokudo Mukuro, y él es Ken —señalo al rubio— y Chikusa —presento al chico de gorro.


*** *** ***


—      Y así es como Nana-san no invito amablemente a cenar. —Dijo campantemente Mukuro.


Hibari le lanzo un tonfaso a Rokudo, quien lo detuvo con un tridente.


—      Kufufu, Alondra-kun se supone que vienes al hospital o a pedir un pase permanente —sonrió de forma maliciosa  el chico con peinado de piña, ocasionando que la piña y el ave se perdieran en una de sus típicas peleas.


—      ¿Cenar?, es un poco tarde para cenar —dijo Lambo.


—      Por un momento, pensé que mamá los había adoptado, —dijo Tsuna respirando de alivio.


—      Vamos a casa —dijo Reborn— deberían quedarse a dormir Yamamoto y Gokudera.


—      No sería un problema Juudaime.


—      No, la casa es más grande —afirmo Tsuna, mientras comenzaban a caminar fuera del hospital.

Notas finales:

Y el algodón, espero resolverlo en el proximo Capítulo.


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).