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KOKUYO SCHOOL por LEGNAEL

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Notas del capitulo:

Disclairmer: Los ppersonajes son de Akira Amano-sensei, yo solo los uso para este fic producto de ver tanto KHR!

Capítulo XII: Prueba

 

 

La mesa de la familia Sawada se encontraba completamente llena de invitados dispuestos a comer la siempre deliciosa comida de Nana, para comenzar se encontraban en su asientos asignados por la matriarca de la familia Sawada, los supuestos adorables senpais de Kokuyo (de acuerdo a la descripción de Nana), Reborn  y a su lado se encontraba Dino en compañía de su fiel mano derecha, un hombre que respondía al nombre de Romario. Por consiguiente estaba Lambo y por supuesto Tsuna.

 

—      Siempre he querido probar comida casera —dijo Dino con aire soñador.

 

—      Recuerda dame-Dino, que el alimento es para aquellos que son capaces de comer. —Reborn dijo mientras le arrebataba a su alumno el tazón que contenía arroz.

 

Dino conocía aquellas terribles costumbres de su tutor, aun recordaba cuando su tutor se comía todos los alimentos destinados a él y no le dejaba ni una pequeña migaja, así que de inmediato se puso a comer rápidamente mientras Reborn disponía de su arroz.

 

Por un momento la mente de Dino divago en sus memorias perdidas, tal vez existía alguno que otro recuerdo suprimido por el miedo que infundía a su persona el ex-arcobaleno, aquellos entrenamientos espartanos a los que fue sometido desde joven, a las horas infernales de estudio bajo la tutela del hitman, recordaba que cuando era más joven él se había negado a ser el próximo líder de la familia Cavallone, y aun así un par de años después ya fungía como el décimo Cavallone, sonrió de manera ligera… Y entonces cayó en cuenta de algo… Tsuna… Así es su hermanito parecía una persona gentil, pero él sabía perfectamente que no debía “dejarse llevar por las apariencias”, después de todo el hitman le notifico que el castaño había vencido al terror de Namimori-chuu. Y si Reborn decía algo, juraba algo e incluso si apostaba era cien por ciento creíble que él tendría la razón de ese asunto. Reborn, era mundialmente reconocido no solo en el mundo de la mafia, de vez en cuando el hitman adoptaba un par de identidades distintas, como la de un increíble genio matemático, un observador de insectos y las cosas más raras que solo podía ser capaz de realizar Reborn.

 

Dino, se sorprendió cuando en la mesa vio a los Rokudo Mukuro, por lo que se rumoraba en Italia, Rokudo era parte de la familia Estraneo, no tenía idea de que hacia el chico de cabello de ojos bicolor en un lugar como la cuidad de Kokuyo, también Reborn ya le había comentado que los posibles guardianes de Tsuna ya estaban comenzando a juntarse en busca de su “Cielo”, algo así como un alumno de Shamal, el mismísimo Rokudo, el chico de la familia bovino, un tal Yamamoto, el terror de Nami-chuu… entonces, solo faltaba alguien más. De momento, el como buen hermano mayor, vería que tan confiables era la familia de Tsuna, no podía dejar desprotegido a su hermanito.

 

*** *** ***

 

Reborn había citado a Yamamoto, Lambo, Gokudera y a Tsuna. Solo faltaba aquel par problemático que seguramente ignoraría su llamado, y sin embargo lo dejo pasar, pues aunque Hibari se negara a aceptar ordenes de “Tsuna” al igual que Mukuro, sin duda alguna eran fuertes tenían las cualidades que los hacían aptos para guardianes al igual que los demás, y sin embargo como siempre los guardines más problemáticos siempre serian la engañosa niebla y la nube distante.

 

Se encontraban reunidos en un estadio de beisbol, al parecer el lugar se encontraba desierto ya que no había nadie además de los presentes.

 

—      Rente el lugar para toda la semana —dijo Reborn como si nada, además que clase de persona se daba el lujo de despilfarrar el dinero como si nada. Solo Reborn.

 

—      ¡Qué bien! —dijo rápidamente Yamamoto, después de todo él amaba jugar al beisbol— así ¿que cual es el plan? —sonrió mientras miraba al mayor.

 

—      Reborn-san, ¿Por qué nos reunió? —pregunto Gokudera.

 

—      Es obvio Gokudera, vamos a formar un equipo —dijo sin más el moreno, además que más podían hacer en un estadio.

 

—      Es correcto Yamamoto, serán el equipo de un juego llamado mafia —soltó el mayor sin duda alguna en su voz.

 

—      Yo me apunto —Yamamoto dijo sin dudarlo.

 

—      Idiota, esto no es un juego es la mafia —gruño furioso Hayato al ver sonreía como idiota a Yamamota.

 

—      Oh, así que el juego se llama mafia.

 

Los presentes prefirieron no decir nada, después de todo Reborn lo tenía más que fascinado a Yamamoto con la idea de un equipo, aunque era preocupante que el moreno no diferenciara ente un juego y la vida real.

 

—      Bueno, la verdad hemos venido a entrenar —dijo el hitman— también llame a Mukuro y a Hibari pero al parecer no vendrán.

 

—      Esos malditos, como se atrevan a faltar —dijo con aire de enfado Gokudera.

 

—      Bueno, eso no importa ahora, de momento les asignare un par de ejercicios que tendrán que realizar.

 

—      ¿Ejercicios? —exclamaron los cuatro jóvenes.

 

—      Así es, como sabrán hay que ser fuerte en la mafia —dijo el hitman— Gokudera.

 

—      Al parecer el juego tiene muchas reglas —dijo el moreno ganándose un par de miradas confusas.

 

Ante las palabras del moreno, Tsuna, Gokudera y Lambo se quedaron sin habla. “Como era posible que Yamamoto considerara todo un juego”. Internamente Gokudera pensaba que el mencionado friki del beisbol, solo tenía en esa cabeza hueca espacio para procesar información de aquel deporte. Lambo no tenía palabras y Tsuna, pensaba que en realidad el castaño no sabía que pensar.

 

—      Yamamoto, tu posees el instinto natural de un hitman, toma —dijo el adulto mientras le daba un bate metálico al chico.

 

—      Un ¿bate? —dijo el menor.

 

—      Agítalo —ordeno Reborn.

 

Yamamoto agito el bate, este se convirtió en una Katana.

 

—      Wow, se convirtió en una katana —dijo Yamamoto.

 

—      Gokudera —llamo el hombre de fedora.

 

—      Sí, Reborn-san —respondió de inmediato el peli plateado al escuchar su nombre.

 

—      Tú entrenaras para afinar tu puntería, toma —dijo el mayor mientras le daba un par de pelotas a Gokudera.

 

—      ¿Reborn-san? ¿No son las pelotas para el friki? —cuestiono el peli plateado, al ver aquellas esferas blancas con costuras rojas.

 

—      Por el momento Yamamoto y tú entrenaran juntos. —Dijo el mayor— había pensado que entrenaras por el momento con Lambo, pero siento que si los dejo entrenando no será nada productivo, al menos no de momento. Entendido Gokudera, le lanzaras a Yamamoto esas pelotas, aunque debo advertirles que en el caso de que son algo explosivas, así que entrenen a conciencia —dijo el mayor mientras sonreía.

 

—      Lo hare Reborn-san —aseguro el chico de ojos verdes.

 

—      Lambo, tu entrenaras con esto —dijo el mayor entregándole un set de limpieza que incluía una escoba, un trapo y una cubeta.

 

—      Me estas tomando el pelo —dijo el Bovino al ver lo que Reborn le entregaba.

 

—      Es en serio… —Lambo iba a objetar cuando Reborn convirtió a León en un rifle.

 

—      Ya me voy —dijo lambo mientras salía corriendo del lugar.

 

—      Y tú —dijo Reborn mientras señalaba a Tsuna— seguirás estando bajo mi tutela.

 

*** *** ***

 

Después de un día de entrenamiento se encontraban completamente agotados Tsuna, Lambo y Yamamoto. Por su parte Gokudera se encontraba frustrado,  el susodicho friki era capaz de cortar cada una de las pelotas que le lanzaba.

 

De repente paso un auto junto a ellos y de improvisto introdujo a Tsuna al interior del vehículo, siendo que el conductor acelero de inmediato.

 

—      Esperen —era la voz de Yamamoto— no debemos precipitarnos.

 

—      ¡IDIOTA!,  Juudaime fue secuestrado. —Grito algo histérico el peli plateado.

 

—      Ma, ma Gokudera, debemos calmarnos y pensar en… ¿Quién fue capaz de secuestrar a Tsuna? —dijo con voz tranquila Yamamoto. Mientras su mirada se tornaba fría y calculadora.

 

—      Uhm, no se me ocurre nadie —dijo Lambo pensativo.

 

—      No se preocupen, llame a Dino para que comience a reunir información. Tenía mis sospechas acerca de un secuestro, pero nunca pensé que fuera tan pronto. —Es fue la voz conciliadora del hitman, ya esperaba aquellas reacciones por parte de los jóvenes.

 

*** *** ***

 

Por su parte Tsuna se encontraba tratando de librarse de sus raptores, de pronto escucho una voz familiar… La voz era familiar, la reconocía cuando escucho el típico “hermanito”.

 

—      Hermanito, tranquilízate.

 

—      ¿Dino-san? —dijo confuso el castaño.

 

—      Habíamos quedado en que era “onii-chan” —rectifico el rubio.

 

—      Entonces, ¿Qué sucede onii-chan? —pregunto el menor.

 

—      Pues estoy verificando que tan eficientes son los miembros de tu familia, aunque creo que faltaron dos —dijo el rubio pensativo.

 

—      Pero, ¿Qué es lo que piensas hacer? —pregunto el menor.

 

—      No te preocupes, de momento estoy evaluando que es lo que tu familia hará al ver que te secuestraron, claro de inmediato se alertaron, aunque no tan rápido como lo hubiera deseado. Podemos decir que es un pequeño simulacro para evaluar a cada uno de los miembros de tu familia.

 

—      Y si le dicen a mamá, —dijo Tsuna algo preocupado, ya que su progenitora posiblemte entraría en una crisis nerviosa.

 

—      No te preocupes, Reborn le aviso a mamá que están estudiando en la biblioteca, o algo asi.

 

—      Reborn lo sabía —pregunto el castaño.

 

—      Se lo comente.

 

Comenzó a sonar el celular de Dino, cuando iba a contestar vio en la pantalla que salía el nomnre de “Reborn” en el identificador de llamadas, se apresuró a contestar.

 

—      Dame-Dina, ¿alguna idea de quien secuestro a Tsuna? —pregunto el hitman.

 

—      Sí, al parecer fue una familia de yakuzas que responden al nombre de “Akai no ryuu”. —claro que todo era inventado por el rubio, en cuanto dejaran de buscar los miembros de la familia de Tsuna les diría que todo fue una pequeña prueba.

 

—      De acuerdo —dijo Reborn mientras colgaba.

 

Tsuna se quedó inquieto ante las palabras de Dino, después de todo los “Akai no ryuu” no eran para tomarse a la ligera, sabia por algunos rumores que su base estaba ubicada en uno de los edificios céntricos de la cuidad de Kokuyo.

 

—      Eh, Onii-chan ¿Por qué los mandaste precisamente con lo Akai no ryuu?, podría ser peligroso. —Dijo Tsuna.

 

—      No te preocupes Tsuna, fue un nombre que invente, ¿en verdad crees que enviaría a tu familia directo a un enfrentamiento con yakuzas? —dijo sonriente Dino.

 

—      Pero, los Akai no ryuu si existen.

 

—      ¿COOOMO? —dijo Dino ya algo nervioso— ¡Romario!, investiga donde queda la base de los “Akai no Ryuu” —pronuncio nervioso el rubio.

 

—      Onii-chan, por los rumores ellos se encuentran en un edificio céntrico de Kokuyo.

 

—      Romario confirma que edificio es mientras me adelantare no puedo dejar solos a esos tres—dijo el rubio con convicción.

 

—      Si jefe, sería bueno que fuera acompaño por algunos de miembros de la familia, cuando consiga la información le enviare un mensaje con la dirección.

 

*** *** ***

 

Tsuna, Dino y algunos hombres de la familia Cavallone llegaron a la base de los yakuza, sin embargo lo que encontraron, los dejo sin palabras. Muchos de los yakuzas habían sido golpedos, bombardeados y golpeados por Yamamoto, Gokudera y lambo. En ese momento ese trio se encontraba interrogando al líder.

 

—      ¡HABLA MALDITO!, ¿DONDÉ SE ENCUENTRA JUUDAIME?                —Gokudera amenazaba al sujeto que se encontraba al borde de la inconciencia.

 

—      Lo repetiré una vez más —era la voz de Yamamoto— digamos que Gokudera no tiene paciencia, así que porque no nos ahorramos esta situación y confiesa de una vez, ya que posiblemente a Gokudera le guste llenarte de dinamita. —La mirada de Yamamoto era diabólica en aquel momento.

 

—      Yo que tu hablaría —dijo la voz de Lambo— o de lo contrario, no me gustaría ver cómo eres rebabado en pequeños pedacitos por Yamamoto.

 

—      Chicos —hablo Tsuna, sin saber que decirles a esos tres, después de todo bueno siendo sincero consigo mismo si se imaginaba esa aptitud por parte de su autoproclamada y fiel mano derecha, de hecho le sorprendía que el lugar una tuviera paredes, sin embargo fue como ver el lado oscuro de Yamamoto y Lambo.

 

—      ¡¿Juudaime se encuentra bien?! —pregunto rápidamente el peli plateado al ver a su jefe.

 

—      Si, chicos de hecho todo esto fue hecho por Dino —dijo el castaño sin pensar en las consecuencias de sus palabras.

 

De inmediato los tres chicos se reunieron alrededor de Dino.

 

—      ¿Qué demonios planeabas hacerle a Juudaime? —dijo Gokudera mientras sacaba un par de bombas.

 

—      El secuestro no deja nada bueno —hablo Yamamoto mientras sostenía la katana.

 

—      Tal vez deberíamos enseñarte modales —recalco lambo mientras se acercaba con un par de granadas.

 

—      Yo, no planeaba secuestrar a Tsuna —se defendió el Cavallone.

 

—      Aja, y en qué demonios ¿pensabas al subir a Juudaime dentro de un auto?

 

—      Eso no parecía un paseo —completo Yamamoto mientras miraba al rubio.

 

—      Yo… Ja ja, bueno pasaron un par de cosas, lo importante es que ustedes tres han demostrado con honores ser dignos de la confianza de Tsuna —dijo el rubio— ir y enfrentarse al enemigo en contra de las probabilidades solo para recatar a su jefe.

 

—      ¿Qué opinas Dino? —hablo Reborn mientras entraba a la habitación.

 

—      Son fuertes aunque algo impulsivos —aseguro el rubio— parecen ser los adecuados para ser los guardianes de Tsuna, me hubiera gustado tener a los demás guardianes presentes, pero supongo que deben ser problemáticos la niebla y la nube—dijo el rubio algo pensativo— ahora que lo pienso Reborn, falta un miembro más de la familia de Tsuna.

 

—      Así es, pero digamos que pronto se reunirán todos —dijo sonriendo ladeadamente, aquella sonrisa tan característica del mayor que no anunciaba nada bueno, era como un indicio de “Prepárense para sufrir”.


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