Capítulo XXI: Entrenamiento
Reborn caminaba a un lado de Tsuna, en verdad sería toda una proeza vencer a Xanxus, pero no era nada que su dame-alumno no pudiera lograr.
— Tsuna, como ya había mencionado con anterioridad comenzarán los entrenamientos para que se vuelvan más fuertes. He asignado a personas de mi confianza para poder entrenar a tus guardianes.
— Por eso vino Colonelli.
— Exacto. Bueno, vas a faltar a la escuela estos días.
— Pero…
— No te preocupes, le dije a Mukuro que se inventaría alguna excusa.
— HIIIIIIIIII, ¿cuando hiciste eso Reborn?
— Cuando se despertó.
***
Yamamoto estaba entrando al establecimiento de su padre. Tenía que volverse fuerte, no estuvo presente cuando Lambo y Gokudera terminaron heridos, mordió su labio. Su padre, Yamamoto Tsuyoshi era un excelente espadachín. Su padre sonreía mientras veía completado su más reciente obra culinaria.
— Me gustas —asintió con aprobación Tsuyoshi.
— Papá.
— ¿Que ocurre Takeshi?
— Papá, está luchando para cortar un par de verduras —sonrió el mayor de los Yamamoto.
— ¿Me podrías enseñar kendo?
La pregunta de su hijo lo tomó por sorpresa.
***
En el hospital de la familia Vongola se encontraba Hayato, Shamal como siempre se encontraba haciéndose el tonto mientras sostenía una cerveza.
— ¿que quieres Hayato?
Hayato estaba nervioso, pero era necesario.
— ¿me puedes hacer un favor?
— wiii, es una discusión sobre el amor —sonrió el mayor bobamente.
— Quiero que me enseñes tu disciplina —pidió firmemente.
— No —fue la respuesta concisa y cortante del mayor.
— Haré cualquier cosa —suplico—, es solo por pocos días. Tu puedes entrenarme.
— No. Si eso es todo lo que querías ve a casa.
***
Comité disciplinario de la escuela secundaria de Namimori.
Hibari Kyoya se encontraba cómodamente leyendo sentado sobre un sofá, de pronto agudizó su mirada.
— ¿Tú eres Hibari Kyoya, cierto?
— ¿Y tu eres?
— Yo soy el hermano mayor de Tsuna y un conocido de Reborn.
— El sujeto de la fedora —sonrió—. Entonces eres fuerte. No me interesa nada sobre los anillos. Te morderé hasta la muerte —dijo mientras se ponía de pie.
— Tu entusiasmo me facilitara las cosas —dijo Dino mientras tensaba su látigo.
***
Lambo se disponía a dormir cómodamente sobre su cama, cuando llegó una mujer de imprevisto.
— Levántate holgazán.
— Eh, ¿quien eres?
Era una mujer de cabello azul oscuro y en su cabeza tenía un visor a modo de diadema, sus ojos eran de color y una cicatriz distintiva 'llama' en la mejilla derecha. La desconocida vestía top marrón, pantalones cortos azules ajustados y una capa de bicolor, la parte superior era de color crema y la parte inferior era de color rojo.
***
Mukuro estaba en su oficina. Chasqueo la lengua un tanto fastidiado, para empezar por ironía de la vida se había convertido en un perro de la mafia.
Se escuchó el suave golpe a la puerta.
— Adelanté.
Entro lo que Mukuro describiría como un científico loco vestía una bata de laboratorio blanca, una camisa de color verde y una corbata blanca con unos pantalones negros y zapatos de vestir, tenía el cabello de color verde oscuro despeinado, ojos de color verde. Parecía ser un sujeto descuidado y unos cuantos pelos de lo que era el inicio de una barba.
El sujeto lo examinó y lo miro. Decidió ajustar sus lentes.
— Bueno supongo que Reborn te dijo que vendría.
— Algo así.
***
Reborn sonrió sádicamente mientra veía a su alumno.
— Tsuna, prepárate para morir —dijo el hirman mientras transformaba a León en una pistola.
— Espera Reborn —imploro Tsuna mientras agitaba sus manos—, no hablas en serio.
— Es muy en serio Tsuna, estas son balas un tanto distintas.
Reborn jalo el gatillo.
— !REBORN, ENTRENARÉ HASTA MORIR¡ —gritó enérgicamente Tsuna.
Reborn observó como Tsuna salió corriendo solo en calzoncillos, era la primera vez que utilizaba la “Bala de la última Voluntad” en su alumno, hubiera preferido no hacerlo pero tenía que tomar medidas drásticas.
— Hazlo hasta morir, porque si pierdes la batalla de sucesión… Todos tus amigos morirán.
***
Gokudera estaba entrenando en solitario, intentaba derribar unos blancos, pero no había podido controlar el poder de la explosión lo que ocasionó que saliera volando y golpeándose a sí mismo.
— Esto no es bueno —murmuró para sí mismo—. MALDICIÓN.
Un fuerte estallido se escuchó y rápidamente se elevó una nube negra de humo.
— Estuvo muy cerca —se dijo a sí mismo Gokudera mientras miraba el cielo.
« Ese truco»
Recordó brevemente su infancia en aquella mansión, nunca le había gustado ese ambiente tan lleno de reglas y modales. Cuando era pequeña había conocido a Shamal.
— Dr. Shamal. Enséñame a usar el Trident Mosquito —pidió el Gokudera de unos seis años.
— ¿que?... primero copiaste mi estilo de cabellos y ahora esperas copiar mi estilo de asesinato —suspiro el mayor.
El mayor saco de inmediato unas pequeñas bombas.
— ¿Qué te parece aprender a usar bombas?
— ¿Bombas?
— Sí —asintió el mayor— además son más pequeñas.
— NO —dijo con determinación.
— No juzgues sin primero observar, Hayato.
El mayor lanzó tres aviones de papel.
— ¿Eres capaz de golpear y tumbar todos? —Lanzó los aviones al viento.
— Eso es imposible —dijo el menor con incredulidad.
— Esto es lo único que necesitas —dijo el mayor mientras lanzaba las tres pequeñas bombas y derribó los tres objetivos.
Una voz lo sacó de sus recuerdos.
— Buenas tardes —saludó cortésmente—, ¿tú eres Gokudera Hayato?
— Friki de la disciplina.
Él desconocido se parecía al friki de la disciplina, cabello negro largo atado en una trenza. Vestía ropas chinas, sus ojos eran de color marrón-rojizos su mirada parecía relajada y tranquila.
— ¿Quien eres gruñó?
— Bueno, soy un conocido de Reborn. Él me pidió este favor por eso vine a supervisar tu entrenamiento. Me llamo Fon.
***
La llama que se encontraba situada en la frente de Tsuna se había desvanecido.
— Ehh —la mirada de Tsuna se torno temerosa—. HIIIIIIIIIII
Miro hacia el suelo.
« ¿Por qué carajos estaba en este lugar?»
No tenía ni la menor idea de cómo fue que se encontraba en ese lugar, miro hacia abajo y se aterró aún más. Antes de que pudiera decir algo escucho la voz de su tutor: — Tú viniste a este lugar de forma instintiva, ahora sube —ordenó el hitman.
El castaño se desconcentró y se callo. Reborn ladeo la cabeza en forma de desaprobación.
Cuando llego hacia abajo Tsuna estaba jadeando, había logrado salir del agua.
— Tienes que hacer 100 metros más si es que pretendes enfrentarte a Varia.
— Pero yo no quiero pelear.
— Dame-Tsuna, y crees que lo quieran arreglar con un juego de cartas. Esos sujetos deben estar más que furiosos cuando descubran que los anillos son falsos.
— Pero.
— Aun tenemos algunos días. Tienes que llegar hasta la cima.
— Pero este entrenamiento no tiene sentido.
— Lo tiene —afirmó el hitman—, esté es el entrenamiento riguroso que el primer líder de Vongola solía realizar.
— ¿que?
— Las personas que han liderado a los Vongola siempre han tenido distintos estilos de lucha. Como ya te había mencionado en las clases de “Historia de la mafia” solo ha habido una persona en usar un par de guantes como tú.
— El primer Vongola.
— Se dice que el primero ha sido en más fuerte de la historia. El entrenamiento de voluntad de hoy es basado en el de “Vongola Primo”.
— Por cierto Reborn... ¿por que estoy medio desnudo?
— Eso fue por la llama de la última Voluntad, cuando se usa el sujeto al que se le disparó rompe toda la ropa, excepto la ropa interior.
***
Italia, castillo de Varia.
Xanxus estaba sentado sin hacer nada.
— Xanxus-sama —Squalo llamó a su jefe quien está en total silencio— Hooe, ¿me mandó a llamar jefe?
Squalo sonrió.
— Me dará alguna recompensa por traer los anillos.
Xanxus se levantó furioso y tomó a Squalo por la cabeza, y sin más lo azotó contra la mesa.
— ¿Porque demonio hizo eso? —reclamo el de cabellera larga.
Xanxus tomó el anillo y lo dividió a la mitad.
— Basura te mando ha hacer un puto recado, y me traes esta mierda —grito enocajdo Xanxus—. Estos son falsos. Iemitsu, ¿que estará haciendo en Japón?
Xanxus comenzó a caminar seguido de sus subordinados.
— Eliminemos a todos.