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KOKUYO SCHOOL por LEGNAEL

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Notas del capitulo:

Disclaimer: KHR! no es mio, es de la autoría de Akira Amano-sensei.

 

Notas del autor: aquí felizmente actualizando con mi racha actualizadora de esté fic. Me gusta escribirlo, siento que lo más dificil ademas de nombrar a un fic, es escoger el título de cada capitulo, primero por que siento que es Spoiler, pero tiene sus ventajas XD llamar a una cpa por su nombre.

 

Espero no tardarme con los siguiente capítulos se me complica narrar peleas u_u.

por cierto, ya conteste lo Reviews, espero resolver tus dudas zadhiel.

Capítulo XXII: El pergamino del Noveno Vongola

 

De alguna manera lo había logrado, estaba tratando de respirar a grandes bocanadas. Se encontraba tumbado en el suelo. Reborn lo miraba mientras sonreía.

 

— Sabía que lo lograrías dame-Tsuna.

— Eso… dices… —respiro y exhalo— por que tu solo observabas.

— Sí lo se soy un gran tutor —se auto halago el hitman—, ahora comienza la segunda etapa.

— ¿SEGUNDA ETAPA?

— Es bueno escuchar todos esos ánimos.

— Buenas tardes Sawada-sama —saludó el chico.

— Buenas tardes, ¿ya te encuentras mejor?

— Sí, gracias por su preocupación Sawada-sama. Aun no me he presentado formalmente. Es un gusto finalmente poder conocerlo, mi nombre es Basil. Fuí enviado por mi maestro para poder ayudarlo en lo que pueda durante estos momentos.

— ¿Maestro?... —inquirió el castaño—. Deberías estar descansando Basil-kun.

— Yo lo llame —dijo el hitman—, él te ayudará en la segunda parte de tu entrenamiento. Debes vencerlo cuando Basil esté en modo de la última voluntad. Aunque han sido por poco tiempo es muy diferente cuando utilizo “las balas de la última voluntad” cuando utilizo las balas contigo solo utilizas la fuerza bruta sin tener mucho control de tus acciones. Por el contrario cuando peleaste con Gokudera, Hibari y Ryohei tu llama era controlada por tí.

— Pero yo.

— Sawada-sama. Comencemos —dijo Basil en su frente apareció una llama de la última voluntad de color azul.

 

Tsuna suspiro.

 

— ¿Pero Reborn?

 

Basil se acercó a Basil y le susurro los siguiente: — Ataca como quieras, como Tsuna es japones no empezara el ataque por las costumbres de este lugar.

 

— Entiendo Reborn-san. Atacare con todo.

 

Reborn sonrió. Definitivamente era genial poder entrenar a su alumno.

 

***

Gokudera se encontraba sentado. Bajo la sombra de un árbol.

 

— Estó… en que me ayuda esto con mi entrenamiento.

— Gokudera, antes de que te entrenara me di cuenta de algo que te falta.

— ¿que me falta?

— No te lo puedo decir, lo tienes que descubrir por ti mismo.

— Pero.

— Cálmate y piensa. Sabes lo que significa el anillo de la tormenta.

— Atacar constantemente al enemigo sin dejarle descansar, convirtiéndose así en la tormenta violenta que lo destruye todo.

— Si, pero antes de la tormenta está la calma. Eres demasiado impulsivo y no piensas en las consecuencias de tus acciones. Por eso estamos meditando en este momento.

— Pero, no siento que avancemos en nada.

— Lo estamos aunque no te des cuenta. Por lo que me dijo Reborn, le tienes mucha estima al joven Sawada.

— Si, Juudaime es fuerte y noble.

— ¿y qué pensaría él si te viera herido por entrenar de forma imprudente?

— Él…

— Contesta sin titubear —salió de su escondite Shamal—, en verdad  sigues siendo un crío.

 

***

 

Por tu parte Yamamoto se encontraba entrenando con Tsuyoshi.

 

— Este es el final de tu entrenamiento —informó el mayor—. Ya no tengo nada más que enseñarte.

— ¡Espera papá!... Solo pude ver la octava una sola vez y copiarla.

— Del maestro al discípulo, sólo mostramos la forma una vez —habló seriamente—. Ya que el estilo Shigure Souen es una técnica peligrosa de espada. Cuando no hay alguien con las suficiente habilidad y fuerza de voluntad, la forma está destinada a desaparecer del mundo.

— En… Serio, ¿entonces lo aprendí mal?

— Si eres serio y tienes la suficiente motivación para obtener las técnicas de la espada, probablemente no lo olvides.

— Es verdad, seguiré adelante por mi mismo.

— Sí —asintió el  mayor en señal de aprobación—, Todos los secretos de Shigure Souen residen en la octava forma. Si entrenas sin rendirte hallarás la respuesta por ti mismo.

— Papá, ¿Sabías porque quería aprender kendo en primer lugar?

— Cuando tenía tu edad. Digamos que tengo una ligera idea —sonrió—, no voya a hacerte una pregunta aburrida como esa. Trabaja duro Takeshi.

 

El menor de los Yamamoto  realizó una reverencia : — ¡MUCHAS GRACIAS!

 

En cuanto Tsuyoshi salió del dojo, Yamamoto agudizó su mirada.

 

— Sal de ahí.

— Oh, así que fuiste capaz de detectar la presencia de Skull-sama.

— ¿Qué es lo que quieres?

— Él idiota de Reborn me envió a entrenar contigo —fue la respuesta del Stugman.

 

***

 

Esa maldita mujer era un demonio. Lal Mirch era una explotadora, no tenía ni un solo segundo de descanso.

 

—  SI TIENES TIEMPO PARA PENSAR ESTUPIDECES, PIENSA EN CÓMO MEJORAR.

 

Era un demonio, un maldito demonio, ningún ser humano normal podría seguir con esa rutina extremista. Entre insultos y más que nada por miedo a la aludida  Lambo había dejado de protestar ante las órdenes de aquella mujer.

 

***

 

Tsuna se encontraba combatiendo contra Basil. Era una pelea muy dura ya que Sawada no tenía experiencia en peleas a diferencia de Basil. Tsuna de forma decidida  sujeto a Basil de los hombros y sin más le dio un cabezazo. Ambos cayeron al suelo quedando más aturdidos y semi inconscientes. De pronto se acercó Iemitsu al hitman.

 

— ¿Aún no le has enseñado eso?

— Sí. Tsuna pelea por instinto.

— Lo hace bien —sonrió Iemitsu mientra se tocaba la barbilla.

 

Tsuna se levantó de golpe.

 

— ¡HE TENIDO SUFICIENTE! —grito el castaño—, ME VOY A CASA.

— ¿Que estas diciendo dame-Tsuna? —el aura del hitman se volvió tenebrosa—, no tenemos tiempo para —el estómago de Reborn gruño—. Vamos a cenar a casa.

— Que pasa contigo Reborn, le das prioridad a tu estómago.

— También el maestro de Basil estará en la cena.

 

***

 

La noche caía sobre la ciudad de Kokuyo. Un desconocido contemplaba la ciudad desde lo alto de un edificio.

 

— Esta es la ciudad —se dijo a sí mismo—, en algún lugar deben estar las otras mitades de los anillo.  Mammon, puedo pedirte que utilices la pintura espiritual.

 

Junto al desconocido estaba otra figura encapuchada.

 

— Ya que es una emergencia, no veo por qué no… Pero te cobraré el favor Leviathan. Tú anillos es…

— El trueno.

— Entonces me concentraré en buscar la otra mitad.

— De acuerdo.

 

Mammon tomó una hoja de papel  y de inmediato se dibujó un ,mapa en el que se señalaba la ubicación del anillos.

 

— Está cerca.

 

Leviathan, sacó un transmisor y se reportó: —Leviathan , unidad del trueno de Varia. Iremos a recuperar el anillo de trueno. Eliminen a quien se entrometa — ordenó Leviathan a sus subordinados.

 

***

Tsuna, Reborn y Basil se encontraban en frente de la casa de la familia Sawada. Tsuna abrió la puerta.

 

— Estoy en casa —dijo el castaño.

— Bienvenido.

 

En el recibidor estaba su padre acomodándose las bota.

 

— Estás despierto… Papá. Vas a salir.

— Si, un invitado indeseado vino antes de tiempo.

 

El rostro de Reborn y de Basil expresaba la seriedad ante las palabras dichas por Iemitsu. Tsuna miro confundido a su padre.

 

— Uno de mis agentes me paso la información.

— Fue muy rápido —asintió Reborn.

— Es muy raro que los anillos falsos hayan sido descubiertos tán rápido, supongo que se debe a la intuición de Xanxus.

— ¿de que est´na hablando? —intervino el menor.

— Varia ha llegado a Japón.

— ¿como?

— Iré a controlar la seguridad. También debo informar a tus guardianes acerca de la situación. Basil.

— Lo acompañare maestro.

 

« ¿Como?, porque su padre sabía todo el disparate de los anillos. Además era el maestro de Basil-kun.».

 

— ¡IMPOSIBLE! —Tsuna se llevó ambas manos a la nuca, mientra Iemitsu sonreía—. No puede… Ser.

— Tsuna, ahora no hay tiempo. Te explicaré la cosas luego.

 

Sin darse cuenta Tsuna, su padre había tomado su dedo meñique para hacer una promesa.

 

— Por ahora no se lo cuentes a mamá, es una promesa entre nosotros —sonrió el mayor.

— Espera.

— No hay mucho tiempo Tsuna, parece que están procediendo a recuperar el anillo de Trueno. Ve a apoyar al guardián del trueno —ordeno el rubio—. Vamos Basil.

 

Su padre había salido a paso firme de la casa, seguido de Basil.

 

***

— No debe estar muy lejos, encuentrenlo —ordenó Leviathan.

 

***

 

Tsuna y Reborn salieron a toda prisa de la casa. Lambo podía estar en peligro.

 

—  ¿porque le diste el anillo a Lambo?

— y porque no, le pertenece a la familia Bovino, además su jefe nos dio autorización.  Dijo que era un honor y se puso a llorar —recapitulo el hitman.

— Pero.

— También es porque te agrada. Aunque no seas muy conciente de ello.

— Por supuesto es mi amigo.

— Se dice que Vongola Primo, aceptaba solo a las personas que le agradaban.

 

***

 

— Tengo hambre —se quejo el chico de cabello rizado.

— Supongo que podemos tener un descanso —suspiro Lal.

— Ya ves no eres tan mala cuando te lo propones.

— Cuida tus modales mocoso —bufu la mujer—. Pero supongo que si dejaras de quejarte tanto y pusieras esa fuerza en tu entrenamiento todo sería más fácil.

— Sí, sí —aseguró el menor con voz juguetona—. Intentaré quejarse menos.

— Asegúrate de dormir de forma apropiada, continuaremos con el entrenamiento mañana.

 

Lal, se percató de inmediato de que se acercaban visitas indeseadas en ese momento. Suspiro. Y eso que estaba de vacaciones o algo por el estilo.

 

Aparecieron situandolos,  cuatro sujetos,

 

— Lambo supongo que podrás poner en práctica mis enseñanzas.

 

Al menos no le gustaba la situación, pero él había aceptado de forma consciente convertirse en el guardián de Tsuna. Lo haría.

 

— Con que metiéndote en problemas Vaca estúpida —dijo Gokudera mientras encendía su cigarro.

— Yop, que sujetos tan molestos —comentó Yamamoto mientras les lanzaba una mirada asesina.

—  Parece que llegue a tiempo —Ryohei chocó sus puños.

 

Lal vio a los refuerzos, no era como se los desea en ese momento. Solo quería ver las habilidades de Lambo. Y si las cosas se ponían feas ella intervendría, después de todo estaba de vacaciones.

 

Pero al parecer no era necesario, cada uno de los guardianes fue capaz de encargarse de un oponente.

 

— Fue fácil —dijo Ryohei.

— No se confíen —fue la voz seria de Reborn.

— Esta llegando el plato fuerte —informó Lal.

 

En ese momento apareció Leviathan.

 

— Conque tú tienes la mitad del anillo del trueno —dijo mientras miraba de reojo a  Lambo.

 

El enemigo sacó de su espalda un par de espadas que estaban colocadas en eu espalda.

 

— Sii me interrumpen los eliminaré a todos —amenazó.

 

Gokudera sacó sus bombas, Yamamoto sacó su espada y Ryohei se puso en posición de combate con sus puños.

 

« Esto es malo », Tsuna miro al sujeto. Era obvio que tenía un nivel muy diferente al de sus subordinados.

 

— Espera Levi —interrumpió una voz.

 

Detrás de ese sujeto se colocaron otros cuatro sujetos, vestidos de gabardinas de color negro,

 

— No los mates a todos tu solo.

— Parece que hay otros portadores de anillo —informó el encapuchado.

 

Reborn y Lal , miraron al encapuchado.

 

— HEY —era la voz furiosa del tipo de cabello largo—. Como se atreven a engañarme BASURA.

— HIII:

— Maldito —gruño Gokudera.

— Quien de ustedes tiene el anillo de la lluvia.

 

Yamamoto se lo miro seriamente, ese tipo había lastimado a Gokudera, Lambo y a Tsuna.

 

— Yo —afirmo Yamamoto.

— Te cortaré en tres segundos —afirmó Squalo.

Leviathan, jalo del hombro a Squalo.

 

— Muévete —dijo el varia de barba.

— Hey.

— Tú no tienes nada que ver.

 

Se sintió una aura rodeada de ira.

 

— Ahí está. Pensé que nunca lo volvería a ver —afirmó Reborn.

 

Apareció frente a ellos un hombre de cabellera negra, y de ojos rojos. Su mirada reflejaba claramente ira.

 

— Xanxus.

 

Los guardianes de inmediato se sintieron amenazados.

 

— Sawada Tsunayoshi —mencionó con odio.

— Jefe, usted.

— Planeas matarnos a nosotros también —intuyo Squalo.

— Tsuna, esto el malo.

— Muer..

 

Xanxus fue interrumpido, un pico cayó enfrente de él clavándose en el piso.

 

— Espera Xanxus. Es suficiente.

 

Era Sawada Iemitsu. Llegó acompañado por Basil y por un par de hombres uniformados con trajes negros.

 

— A partir de este momento me haré cargo de las cosas.

— Papá.

— el padre de Juudaime —Gokudera lo miró sin poder creérselo.

— Iemitsu —Xanxus lo miro.

— Tú, ¿que estás haciendo aquí?

— Xanxus, acaso estás planeando alzar tu espada contra mi, el asesor externo.

 

Xanxus miro con odio a Iemitsu,

 

— ¿papá qué estás diciendo?

— Callate, tu eres la unica gallina que no hace más que revoloteas por ahí.

— No estaba escapando, solo esperaba la respuesta del Noveno.Acaso me estás cuestionando, tú quien intentó robar los semi anillos Vongola que se encontraban en CEDEF.

— Tsk —chasqueo la lengua Squalo.

 

Iemitsu mostr dos pergaminos.

 

— ¿Asesor externo? —dijo Tsuna.

— Es el verdadero trabajo de tu padre —le informo Reborn al menor—. Es un Vongola pero al mismo tiempo no lo es. No está involucrado en épocas normales. Solo actúa en casos de emergencias y es el segundo al mando de Vongola.

— ¿QUE?, ¿papá el número dos?

 

Reborn asintió y continuó con su explicación.

 

— El asesor externo tiene el mismo poder de voto para elegir al próximo sucesor, en otras palabras tiene la autoridad suficiente para darle la mitad de los anillos Vongola al nuevo heredero.  ¿Por qué crees que los anillos se tenían esa forma tan rara?

— No era una forma elegante y artística —dijo Tsuna.

— En todo caso, si no puedes reunir las dos mitades del anillos, no puedes ser el heredero. Que él jefe y el asesor externo elijan diferentes sucesores no es algo que ocurre muy seguido.

— Sawada-sama, estas son las órdenes directas del noveno —dijo Basil mientras le entregaba a Tsuna un pergamino.

 

Xanxus y Tsuna abrieron sus respectivos pergaminos.

 

— La llama de la última voluntad.

— Es la llama del Noveno, no hay error —aseguro Mammon.

— Está en italiano.

— Traduciendo esto, básicamente dice que:

 

Hasta ahora, he pensado que el único digno de ser el heredero era el hijo de Sawada Iemitsu, Sawada Tsunayoshi. Así que estuve de acuerdo con eso, sin embargo como estoy cerca del final de mi vida, mis intuiciones se agudizaron y he decidido seleccionar a un heredero aún más digno.

Mi hijo Xanxu, el único digno de ser el verdadero Décimo. Pero va ha haber personas que no estén satisfechas con este cambio. En realidad Iemitsu se rehusó a entregarle los anillos a Xanxus. Sin embargo no intentó causar una inútil batalla entre los miembros de mi familia, así que empecemos la tradicional batalla de los Vongola para satisfacer a todos.

Aquellos que porte el mismo tipo de anillo,pelearan en una batalla uno a uno.

 

Xanxus se molesto, pero no dijo nada.


— Iemitsu, avísame  de los detalles de las peleas —ordenó Xanxus antes de marcharse.

Notas finales:

Wiiiiiiiiii, status del autor "FELIZ".


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