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KOKUYO SCHOOL por LEGNAEL

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Notas del capitulo:

Hola, se suponía que de alguna forma lo logre. Si escribí la batalla del cielo. Jaja se supone que iba a subirlo temprano, pero terminé escribiendo la primera parte de un capítulo bonus...


Por su parte por lo del concurso, les daré otra pista el personaje al que le cambien el nombre es el protagonista de un videojuego. SUERTE!!!!!!!!!!!!!, ya si no en el próximo capítulo le daré el capitulo para que lo busquen.

Capítulo XXXIV: Tsuna vs Xanxus

 

Los anillos Vongola se encontraban encima de los pilares, mientras el anillo del cielo en encontraba en el centro de los demás.

 

— Tengo una última advertencia que hacer —comentó Jager—, la batalla no puede durar más de 20 minutos.

— ¿Por qué? —pregunto preocupado Tsuna.

— Es algo que no querrán averiguar —aseguró el Vindice.

 

Xanxus sonreía de manera altiva, podría destrozar a esa basura y no habría ninguna penalización por matarlo. Asumirá el mando de Vongola.

 

— Que de inicio la batalla del cielo.

 

Tsuna se había colocado los guantes, mentiría si dijera que no estaba nervioso pero lo estaba y a su vez nunca había conocido a alguien como Xanxus capaz de lastimar a sus propios camaradas. Vio por pocos segundos los rostros de los Varia, parecía su espíritu, tan distante.  

 

— Vas a perder basura.

 

El líder de Varia saco un par de pistolas de color negro, ambas tenían grabadas una “equis” de color rojo.

 

— Solo deberías morir escoria —sonrió Xanxus mientras presionaba el gatillo, el disparo era de color naranja con tintes oscuros.

 

La característica llama del cielo apareció en la frente de Tsuna, se veía distinta.

 

Tsuna esquivo por poco el impacto, había entrenado en un principio con Basil, pero cuando los Vindice encerraron a su padre, Basil tuvo que regresar a buscar pruebas en Italia para demostrar la inocencia de Iemitsu. Por lo tanto, él había terminado enfrentando al hitman.

 

— Xanxus, eres fuerte… pero tus ideales y como realizas las cosas y por sobretodo la manera en la que tratas a tus guardianes la repudio.  

— Tu que vas a saber —gruño con odio—, tu no sabes nada.

 

Un segundo disparo salió de las pistolas del Varia, sus ataques parecían tan furiosos como si quisiera destruir todo. Recordó cada una de las peleas, la de Ryohei en la que rompió las adversidades. Lambo que simplemente fue con todo, Gokudera quien luchó desesperadamente y comprendió lo importante que rea volver a luchar aunque cayeras. Yamamoto él siempre era tan sereno, al igual que su batalla. Mukuro, a pesar de ver trozos de su pasado se aseguró de que esas cadenas no lo ataran, Hibari-san simplemente luchaba porque le gustaba pelear contra oponentes fuertes, pero ahí radica su fortaleza.

 

Todos sus amigos luchaban por algo, cualquiera que fuera el motivo el l comprende e intuía.

 

« ¿Escucharé tu respuesta?»

Escucho aquella voz que le transmitía tranquilidad y armonía.

 

Se distrajo en ese momento y Xanxus le lanzó un doble disparo. El cuerpo de Tsuna salió disparado de la arena.

 

— eso es todo lo que tenía su gran líder, no es más que una escoria de la que siempre me deshago. Tanto que ese viejo quiso que él fuera el sucesor —canturro Xanxus.

 

***

“MALDICIÓN”, se había distraído unos segundos, escucho un par de gritos. Intentando llamarlo.

 

— ¡JUUDAIME!

— ¡TSUNA!

— Herbívoro.

— Tsunayoshi-kun.

— ¡SAWADA DEBES LEVANTARTE AL EXTREMO!

 

***

 

Reborn observaba todo el silencio.

 

— Aria, ¿que es lo que necesitas de esta pelea?

— Solo quería confirmar algo.

— Reborn, no te precipites… es tu alumno… —habló con voz calmada Fon.

— No es eso, me inquieta saber que es lo que viniste a hacer aquí.

— … —Aria suspiro—. Tan impaciente como siempre Reborn, pero esta pelea está decidida.

— Habla claro —pidió el hitman.

— ¿Qué es lo que sucederá-kora?

— El nuevo cielo emergerá, solo vine a ver. Eso es todo. No pretendo alterar ni un solo evento en esta ocasión.

— Aria...

 

***

 

No podía perder… No en este momento… No permitiría que ninguno de sus amigos fuera lastimado por su debilidad…  Al principio creyó que el cielo solo estaba ahí. Tan distante y lejano, pero no era así. La plática con Mukuro le dio algunas pistas, y al ver a todos sus amigos ahí en los pilares le dio de alguna forma la respuesta.

 

A pesar de ser diferentes tipos de llama, todas tenían algo en común. Siempre acompañaban al cielo y también el cielo…

 

***

 

— ¿Por que aun no me han declarado ganador? —gruño Xanxus.

— Por que aun no me has ganado, Xanxus —apareció Tsuna usando sus guantes como propulsores.

— Supongo que solo debo, disparar hasta que mueras —Xanxus se entusiasmó al poder practicar tiro al blanco.

— ¿Qué es lo que piensas de los miembros de Varia?

— Solo son escoria, no sirven de nada si no pueden seguirme.

 

La mirada anaranjada se Tsuna se concentró en los Varia.

 

— ¿Por que eres el único que no comprende nada?

— Cállate.

 

Las miradas de ambos se encontraron.

 

— Al principio había entrenado solo para vencerte o por lo menos, no dejar que me dieran una paliza. Zero Point Breakthrough: First Edition.

— Ahora me dirás que planeas congelarme como lo hizo el maldito viejo.  

 

La cara de Xanxus se deformo a una de completa furia, vio un par de cicatrices en su rostro.

 

— Lo pensé, pero esa no es la solución. Tú solo eres un niño pequeño que no está haciendo más que un estúpido berrinche. Si no te dan lo que pides llora. El Noveno en verdad te considera su hijo, a pesar de que fuiste directo a atacar la cuna.

 

Xanxus está furioso. Odiaba a ese mocoso “LO MATARÍA”... El varia estaba dispuesto a atacar cuando Tsuna se dio un cabezazo.

 

— No he terminado de hablar. Tu estimas al Noveno, solo estás furioso porque nunca te dijo que nunca había lazos de sangre.

— Ese estúpido viejo me mintio, Vongola es mía.

— Vongola no es tuya… Mira a tus subordinados, los golpeastes. Squalo, y ellos a pesar de estar aterrados por tí, te siguen ciegamente. Dino-san, me contó acerca de la promesa que…

 

Xanxus se enfureció y actuó de forma iracunda, “No importa nada, solo me tengo a mí… Que no quede nada”.

 

Esa era su respuesta, aun recordaba en la escuela de la mafia, cuando conoció a Squalo, de alguna forma esa escoria era persistente al grado de perseguirlo y decirle “Tú eres el único jefe al que serviré”.  Recordó la idea de dejar crecer sus cabellos, blancos pero todo era una mentira… Sus cabellera la había perdido en la batalla de la lluvia.

 

— Let it burn *1 —murmuro Xanxus— all.

 

La mitad de Xanxus lucia perdida, no podía ser. En verdad planeaba destruir todo… Realizar esta técnica no era la solución.

 

« ¿De qué servirá nuevamente encerrar a Xanxus en llamas cristalizadas? … Maldición me va a doler todo después de esto».

 

Xanxus irradiaba unas llamas fieras… Estaba apuntando hacia el, no… Apuntaba hacia uno de los pilares.

 

— No te atrevas.

— No necesito esas cadenas de confianza y amistad, que todo se vaya a la mierda.

 

Tsuna intentó alcanzar el disparo, de inmediato el pilar de la lluvia comenzó a desmoronarse.

 

— Yamamoto-kun —gritó el castaño.

 

Gokudera sentía que le faltaba la respiración, estúpido beisbolista más le valía estar bien.

 

Tsuna no tenía palabras que articular, estaba a punto de intentar asesinar a alguien.

 

« Tranquilizate, si pierdes la cabeza ahora vas a perder»

 

— ¿Como quieres que me calme? —cuestiono Tsuna.

 

« El solo es un subordinado, muchos pueden reemplazarlo»

 

— Yamamoto-kun es mi amigo —aseguró el castaño.

 

« Confía en él, pero antes detén a Xanxus… Él no sabe nada, del verdadero cielo…»

 

— ¿Quien eres?

 

« Mi nombre es Sawada Ieyasu»

 

— Giotto…

 

« Sí… También me llamaban así, quiero escuchar tu respuesta… ¿Qué es el cielo de Vongola?»

 

— El cielo que lo cubre todo, y que también protege todo…

 

« Si lo tienes claro no perderás…»

 

Los guardianes solo observaron a Tsuna hablar consigo mismo.

 

— Ya perdiste la razón —hablo Xanxus.

Tsuna simplemente lo ignoró, y se dirigió al pilar de la tormenta.

 

Xanxus está satisfecho, esa remedo de líder había perdido la cordura.

 

Él castaño apuntaba, a su mano derecha al pilar de la tormenta. Gokudera observó a Juudaime, vio su mirada decidida y llena de confianza. El pilar se congeló y pocos segundos después Tsuna lo golpeó con su puño derecho.

 

— Hayato, saca a los demás —ordenó Tsuna después de haber liberado al de cabellos plateados.

— Juudaime, cuente conmigo.

— Belphegor, no interfieras en mis acciones —amenazó el castaño.

 

Aquella mirada lo dejó sin habla, era tan distinta a la de Xanxus. Tal vez era tiempo de ver sufrir un poco a su líder.

 

— Xanxus… Tu no podras derrotarme en este momento…

— Ya quisieras basura.

 

Ambos comenzaron a golpearse de forma mutua. Tsuna era un pacifista, asi que preferia detener los golpes de Xanxus.

 

— Xanxus, ríndete.

— Sueña escoria.

— El Noveno, te considera su hijo…

— Tsk… Ese viejo no es nada mio.

— No mientas, él sabía cada uno de tus logros y cada una de tus equivocaciones, él lo acepta todo de tí.

 

Xanxus sacó su pistola, terminaría con aquel mocoso.

 

— Incluso aunque lo encerraste dentro de Mosca, el solo esta preocupado por tí, su único hijo Xanxus Vongola.

— Yo no soy su hijo.

— Desde el momento en que te conoció, él sintió que debía protegerte. Claro que ahora eres fuerte, pero dejaste que tu llama del cielo se consumierá por la ira… Tú no posees solamente llamas del cielo, también posees llamas de la tormenta.

— Tsk… Estúpido jefe —era la voz de Squalo, aunque su cabello estuviera corto seguía siendo el mismo.

— Deberías escuchar lo que te dicen —comentó Gokudera.

 

Ambos venían caminando, mientras su ropas se veían algo polvorientas.

 

—  Odio admitirlo pero el mocoso tiene la razón —aseguro Squalo—. El Noveno les pidió a los carceleros que no te encerraran, incluso se encargó de que el incidente de la cuna no fuera conocido más que por el asesor externo y por sus guardianes.

Squalo tronó sus nudillos.

 

— Se que te prometí que no me cortaría el cabello hasta que no fueras el líder de Vongola, pero por eso mismo me di cuenta de mi error. Aún no eres digno de ser el líder de Varia.

 

El guardián de la tormenta de la lluvia, le dio un puñetazo en la mejilla.

 

— Diría que me arrepiento, pero siempre quise hacerlo —asintió Squalo.

— Xanxus…

— Yo no necesito nada —su mirada seguía negándose a aceptar la derrota.

— Ushishi —río Bel—. Supongo que esta vez perdió jefe —dijo la tormenta de Varia.

— Xanxus-sama —se acercó Leviathan.

 

Tsuna observó que todos los guardianes ya estaban afuera de los pilares.

 

— Xanxus, ¿deberías hablar con el Noveno? —sugiero Tsuna—. Él en verdad sigue esperando para poder ver a su hijo, no solo a la máscara a la que te redujisteis. Este es el más grande tesoro del Noveno —Tsuna le mostró un dibujo algo infantil—. ¿Lo reconoces?

 

Xanxus estab incrédulo, eso después de tanto tiempo aún existía.

 

— Ese dibujo —murmuró Xanxus.

— Es el primer regalo que le diste a tu padre —dijo Tsuna.

— Estupido viejo sentimental.

— Vamos, jefe no es tan difícil aceptar la derrota —dijo Leviathan, al igual que los demás Varia estaban casi al borde del llanto.

— Admito mi derrota, contra el Noveno Vongola.

 

***

 

Reborn sonrió bajo su fedora. De pronto Aria se puso de pie.

 

— ¿A donde vas Aria?

— Ya me retiro —sonrió la mujer.

— Dime la verdad, por qué viniste.

— Este encuentro tenía dos futuros. En uno ocurría algo aterrador, los anillos no aceptarían a ningún sucesor.

— ¿Que más?

— Los Vindice, hicieron un arreglo en la barrera, si el límite de tiempo terminaba el lugar que estaba abarcando la barrera no les permitiría salir del lugar, y como los anillos no tendrían dueños durante una temporada absorberán las llamas vitales de los que estuvieran en el lugar.

— Pensabas intervenir.

— No era necesario, el primer cielo de Vongola estuvo ayudado bastante a Tsunayoshi —dijo la mujer antes de salir de la habitación—. Por cierto, yo predije un peligro.

— Sí, era esté.

— Este solo es el prólogo del camino de tu alumno, Reborn. Otra cosa más, la persona más importante para tí está cerca.

— Espera Aria.

— Es todo, Reborn. Felicita a Tsunayoshi, de mi parte y dile que debería ser más caprichoso.

 

***

 

Los Vindice, retiraron la barrera.

 

— Por un momento, pensé que ganaría Xanxus —comentó Jager.

— Giotto intervino…

— Típico de él, a pesar de lo que ocurrió en el pasado, el siempre vela por el futuro de Vongola.

 

Los Vindice se acercaron con los anillos.

 

— Se declara a Sawada Tsunayoshi y a sus guardianes, como la Décima generación de Vongola.

 

Jager lanzó su cadena directo al cuello de Xanxus.

 

— Xanxus Vongola, estas bajo arresto.

— Hiiii, espera… No podemos solucionarlo hablando.

 

Los Vindice miraron al castaño.

 

— ¿ Que sugieres Sawada Tsunayoshi? —hablo el bebé.

— Xanxus… podría hacer trabajo voluntario.

— Vindice no se rige por las reglas de las personas.

— Pero, podría reformarse.

— Olvidalo, escoria —Xanxus se puso de pie—. No necesito tu ayuda.

— Hagamos un trato, Sawada Tsunayoshi.

— ¿De qué se trata?

— Tienes prohibido renunciar a ser el líder de Vongola —dijo el bebé—. Hablaste con Giotto, quiero ver porque eres el único de sus nueve sucesores que ha podido hablar con él.

— De acuerdo, pero no se lo llevarán, el aun tiene que hablar con su padre.

— De acuerdo, agregaremos otra cláusula —dijo el bebé.

— El líder de Varia será Superbi Squalo… Por el tiempo que nosotros consideremos necesario.

— Oe… —Xanxus se iba a quejar, cuando Squalo noqueo a su jefe, y reciente subordinado.

— Me parece —dijo Squalo.

— Nosotros nos retiramos —dijo Jager.

 

Los carceleros desaparecieron mientras abría un portal.

 

— Juudaime, lo logró.

— Nunca pensé que ganarias con un dibujo, Tsunayoshi-kun. Eres maldad pura —dijo sarcásticamente Mukuro.

— Es bueno que todos seamos amigos de nuevo —dijo Yamamoto, a lo que los demás lo miraban con cara de “es raro”, para empezar nunca fueron amigos.

 

***

 

Tsuna se encontraba en la puerta de su casa, de alguna form había llegado a casa, intacto. Cuando abrió la puerta vio a su padre dormir a pierna suelta en el piso.

 

— Papá —murmuró Tsuna.

 

El mayor abrió sus ojos.

 

— Es bueno que todo terminara bien.

— ¿deberíamos ir a pescar? —sugirió el menor.

— Se de un excelente lugar —respondió Iemitsu.

 

Tsuna sonrió,  en verdad ver al Noveno y a Xanxus le había replanteado su propia relación con su padre, es verdad que lo tachaba de irresponsable e inútil, pero…

 

— Tsuna, siempre haz sido mi mayor orgullo, y tu madre es el amor de mi vida.

— Gracias papá.


Let it burn *1 : Es la canción de Red, literalmente significa “Que se queme”.

 

*********************************************

Capítulo bonus: primera parte.

Hola, se supone que iba a escribir  el capítulo 34 de Kokuyo School. Pero cuando me pare a preparar café se me vino esta idea a la mente. Y me dije hay que guardar la idea para que la escriba en un futuro. Idea iniciada el 08/06/2015 a la 11 a.m.

 

ACLARACIONES: Crossover o algo así, sería el crossover de KHR! donde Tsuna de Kokuyo, llega al mundo de Tsuna de Namimori, este arco lo considere al ser finalizado el arco de los arcobalenos, por lo que no se revelarán muchos datos del mundo de Kokuyo School.

 

No entendía absolutamente nada. Para empezar encontró al amigo genial de Reborn, aquel adulto que los había ayudado durante la batalla de los arcobalenos.

 

— ¿Tu eres el amigo de Reborn?

 

El adulto, miró a su dame-alumno con mirada inquisidora.

 

— ¿De qué diablos estás hablando dame-Tsuna?

— Si, tu eres el amigo de Reborn que nos ayudó durante la pelea de los representantes.

— Oe, ¿Tsuna de que carajos hablas?...yo soy Reborn.

— No puede ser, Reborn es un bebé.

 

Reborn se estaba desesperando y de inmediato pensó en la opción más viable “una broma”, pero, Tsuna aun se encontraba a un millón de años de ser capaz de tomarle el pelo a él, ex-arcobaleno del sol.

 

— Aun te falta mucho, para que intentes engañarme. ¿Quien fue el de la idea?, Mukuro.

— Pero él está en el hospital...

— Lo mejor será que llame a tus guardianes.

 

Reborn saco su celular, y de inmediato llamó a la opción más viable, a la mano derecha de Tsuna.

 

— Gokudera, Tsuna esta raro, ¿sabes algo?

 

Del otro lado de la línea se escuchó la voz de Hayato: — ¿A que se refiere Reborn-san?, Juudaime esta con la cabeza de piña.

 

— Gracias por la información —dijo el hitman mientras sacaba a León este, se  transformaba en una pistola—. Debes ser un buen doble, pero Tsuna está con Mukuro. Gokudera, ve a cuidar a Tsuna, es posible que nos enfrentemos a un ataque enemigo, también alerta a los demás guardianes.

 

El hitman guardo su celular.

 

— Tienes un minuto para hablar.

— Pero si yo soy Sawada Tsunayoshi.

— Parece que sostendrás tu mentira hasta el final.

— Pero no estoy mintiendo, mira —dijo el castaño mientras le mostraba una foto en el celular.

Reborn miro la foto, había algo distinto. O más bien muchos detalles. En la foto algo de inmediato captó su atención, él tenía la forma de bebé, esa forma infantil como resultado de la maldición del arcoiris. Gokudera, Yamamoto y Ryohei parecían iguales, había un detalle que no pasó desapercibido. Tsuna y Gokudera usaban el uniforme de Namimori, además había un niño vestido de vaca al que identificó de inmediato, Lambo.

 

— ¿por qué usas el uniforme de Namimori en esta foto?

— Por que asisto a Namimori —respondió nervioso ante la mirada amenazadora del mayor.

— Suponiendo que dices la verdad, ¿como llegaste a este lugar?

— Estaba en el hospital, Varía, la pandilla de Kokuyo y Hibari-san iniciaron una pelea como siempre. Lambo estaba corriendo mientras buscaba dulces, y se tropezó.

— Pero, la bazooka tendría que enviarte diez años en el futuro, no a este lugar.

— No es el futuro.

— No, este lugar es Kokuyo.

— Te refires a la cuidad.

— Sí… Supongo que vienes de un mundo paralelo a l nuestro.

— HIIIIIIIIIIIIIIIII —grito Tsuna, “Maldita bazooka se aseguraría de destruirla cuando volviera, siempre causaba problemas”.

 

***

Por su parte Mukuro, estaba al borde de una crisis nerviosa, Tsunayoshi-kun había desaparecido en una nube rosa.

 

— Cabeza de piña, ¿donde esta Juudaime?

— Tsunayoshi-kun, desapareció en una nube rosa.

— ¿Dónde está la vaca estúpida? —gruño Gokudera imaginando lo que había ocurrido.

— Creeme que no eres el único que quiere la cabeza de Vaca-kun.

 

Gokudera tomo furioso su celular, mataría a Lambo cuando lo encontrara.

 

— ¿Que ocurre Gokudera? —no era la voz de Lambo, era la voz de una mujer.

— Lal Mirch, ¿que haces con el celular de Lambo?

— Estamos en medio de un entrenamiento, Lambo no puede contestar hasta que termine.

— Es urgente, preguntale a Lambo ¿donde esta la bazooka de los diez años?

 

Se escucho como Lal gritaba: —Lambo, ¿dónde está la bazooka?

 

— Lal, no se si te das cuenta pero exactamente tener una piedra a punto de aplastarte no es de los más facil para que pueda contestarte.

— Si tienes tiempo para quejarte responde.

— La tiene Reborn —dijo mientras sus pies se hundían un par de centímetros.

 

Gokudera, escuchaba parcialmente la discusión : —Gokudera, la bazooka la tiene Reborn.

 

— Eh, supongo que tendré que llamar a Reborn-san —dijo el de cabellos plateados mientras guardaba el celular—. Piña, se supone que Juudaime y tú.

— Oya, ni que fuera tan malo. A diferencia tuya no soy un tsundere.

— Tsk... maldita piña.

— No comprendo, por que no se pueden llevar bien —dijo Yamamoto mientras se acercaba seguido de Ryohei.

— Bueno de no ser por ustedes dos y por Hibari —asintió Ryohei—, nunca terminariamos en los extremos castigos de Reborn.

— Supongo que cuando Reborn los encadenó a los tres juntos solo empeoro la situación, se suponía que tenían que llevarse mejor.

— Pero han mejorado —asintió el boxeador—, al menos son capaces de hablar por más de tres minutos sin pelear.

— Por cierto —dijo Mukuro mientras observaba a esos tres—. ¿Qué hacen ustedes tres aquí?

— De paseo —aseguro Yamamoto mientras  se llevaba la mano derecha a la nuca.

— Es mi imaginacion, o ustedes tres siempre están de chaperones —bufo Mukuro.

— No —fingieron demencia.

 

La lluvia, la tormenta y el sol, no es como si no estuvieran de chaperones, solo se aseguraban de cuidar la virtud de su líder.

 

— Esto me esta molestando —suspiro el de mirada heterocromatica—, ya tenemos suficiente con tener a Ken y a Chikusa para que ustedes también se anexen.

— ¿Por qué no salimos a la próxima en una cita doble —comentó entusiasmado el beisbolista.

— Paso, con el chico bomba interfiriendo.

— Hay que preguntarle a Tsuna.

 

Una vena de enojo se formó en la frente de Rokudo, es que acaso ese beisbolista no entendía que no era no, pero conociendo a Tsunayoshi-kun, posiblemente estaría más que de acuerdo con esa doble cita.

 

— Par de idiotas, deberíamos estar buscando a Juudaime —gruño Gokudera mientras les lanzaba bombas.

— Hayato, tranquilízate —pidió Yamamoto mientras cortaba las bombas.

— Kufufu, en serio debes ser masoquista para que salgas con el chico bomba.

— Pero en ese nivel Squalo es más extremo —dijo Ryohei.

 

Ante la mención de la lluvia de Varia, pensaban que verdaderamente se tenía que “Estar completamente loco para aguantar a Xanxus”.

 

Los guardianes de Tsuna sintieron un aura asesina, ni siquiera voltearon a ver quien era, conocían perfectamente al poseedor de aquella aura.

 

— ¿por que andan perdiendo el tiempo? —inquirió Reborn con voz sombría.

— Reborn-san.

 

***

 

Se sentía algo desorientado, observó el lugar. “La ciudad de Namimori”.

 

« ¿Como llegue aqui?»

 

De pronto vio a un niño caminando, estaba disfrazado de Vaca, el menor se encaminó a abrazarlo.

 

— Tsuna-nii… Reborn me pego por lo de la bazooka.

 

Observó al menor que sostenía en brazos, cabello afro y ojos verdes. Estaba de nuevo en el futuro, podría ser que…

 

— ¿Eres el hijo de Reborn? —pregunto el castaño.

— Tsuna, de que hablas el gran Lambo-sama derrotará a Reborn y se convertirá en el mejor hitman del mundo.

 

Tsuna sonrió no esperaba que Lambo fuera padre, asintió ante su deducción.

 

— Lambo, ¿donde está Reborn?

— Ciaossu, dame-Tsuna.

 

Tsuna observó al pequeño bebé, era un calco en miniatura de Reborn. Se parecía bastante a Reborn cuando quedó maldito con la maldición de los arcobalenos.

 

« No puede ser», pensó mientras se llevaba ambas manos a las mejillas, solo existía una solución lógica para todo esto «¡Tienen dos hijos!».

 

— ¿Dónde están sus padres? —pregunto Tsuna, después de todo ya habían pasado los cinco minutos y aún no regresaba a su época.

— Tsuna —el bebé lo golpeó con un mazo verde—. Se supone que íbamos a vernos en el hospital.

— ¿Por qué me golpeas bebé?, debes respetar a tus mayores.

— Para empezar, ¿cuales padres? —inquirió el bebé.

— Pues…

— Juudaime —se escuchó la voz de Gokudera

— Hayato…

— Juudaime —Gokudera lloraba de felicidad—, es la primera vez que me llama por mi primer nombre.

— Disculpen, esto sonara raro… Me podrían explicar en dónde estoy.

— Dame-Tsuna, te golpeaste la cabeza.

— Reborn, espera…  porque tienes la apariencia de la maldición… Mejor bien dicho, en qué época estoy.

— Juudaime —la voz de Gokudera era de suma preocupación—. Estamos en el día ** de **** de ****.

— Espera, es el mismo día que en mi época, pero… Es un lugar distinto… Un mundo paralelo…

Se espanto ante su descubrimiento solo esto le pasaba a él, pero la bazooka de los diez años la cuidaba Reborn, entonces la bazooka fue lanzada hacia su otro yo.

 

— Veran, soy el Tsuna de un mundo paralelo. No se bien que paso, pero esta no es mi época.

— Tsuna, deja de inventar historias complicadas.

— Pero es la verdad, bebé. En mi mundo tú, bueno luces así —dijo el castaño mientras mostraba la última foto que Reborn los había obligado a hacerse juntos, incluso atras estaba la fecha y el lugar.

— Está bien, digamos que te creo dame-Tsuna.

Notas finales:

Espero no enroedear a nadie con mis divagues.

See you!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!

Gracia por leer!!!!!!!!!!!!!!!!!!

Actualizado el 08/06/2015 a la 11:51 p.m.


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