Capítulo LVII: Dentro del fuego.
Castillo Varia, 10 años en el futuro…
Últimamente los integrantes de Varia habían estado ocupados, Xanxus estaba sentado mientras divagaba en sus propias cavilaciones. Todos los Varia compartían un profundo sentimiento de odio y venganza en contra de la familia Millefiore.
— Últimamente han estado muy tranquila la familia Millefiore —comentó Luss.
— Tsk… esa maldita basura me asegurare de matarlos con mis propias manos —gruño Xanxus.
— Ushishi, entonces no entiendo que seguimos haciendo en este lugar —comentó Bel.
— Bel-senpai, si tuvieras cerebro sabrias que no podemos ir a ciegas en contra de Byakuran.
Sin previo aviso un cuchillo salió lanzado hacia donde estaba Fran.
— Senpai, es peligroso jugar con cuchillos —reclamo con voz serena el menor—. Ahora que lo pienso, ¿dónde esta Nagi-sensei?
— Nagi-chan, ahora que lo dices se suponía que ya tenía que haber vuelto de su misión con los Vongola —comentó Luss.
— Squalo-senpai, tampoco está —comentó el chico de cabellos verdes.
Los Varia, se quedaron en silencio.
— Squalo… ¿donde carajos se metio esa basura? —gruño Xanxus.
— Jefe, tranquilícese —pidió Leviathan—. Debe estar atendiendo algunos asuntos.
***
En los jardines del castillo de los Varia…
Squalo caminaba fastidiado, cuando encontrara a aquella mocosa se encargaría de encadenarla, desde la mañana tenía un extraño presentimiento. Estaba tan cerca de llegar cuando escucho como un estruendo cerca de uno de los muros, de inmediato el espadachín de Varia salió corriendo hacia el lugar. Al llegar vio como el muro estaba completamente destrozado, pero sobre todo.
Él, se encargaría de matar de la forma más cruel al que se haya atrevido a ser capaz de tal cosa. De pronto sintió como se le escapaba el alma, cuando vio a su hija en medio de aquel lugar. Reconoció de inmediato sus cabellos de color plateado de su hija, mientras se tallaba los ojos, se escuchaba un leve gimoteo por parte de la menor. Squalo estaba más que furioso y en cuanto encontrara al malnacido que provocó el dichoso ataque lo reduciría a cachitos.
La menor seguía llorando, cuando de pronto se escuchó los pasos de los demás integrantes de Varia acercarse al lugar del atentado. Xanxus chasqueo los dientes al ver a su primogénita llorar.
Luss y Leviathan, quienes venían en compañía de Xanxus se acercaron de inmediato a la menor.
— Cuidenla, me encargaré de eliminar a la basura —afirmó Xanxus.
— Y yo me encargaré de hacerlos cachitos —agregó Squalo mientras desenfunda su espada.
Los demás miembros de Varia de inmediato tomaron a la niña en brazos.
— Tranquilízate —pidió Luss mientras la arrullaba en sus brazos.
De pronto aparecieron dos integrantes de Millefiore, solo eran dos intrusos. Esos malditos sujetos de Millefiore los estaban subestimando si creían que esto se iba a quedar así.
— Boo —dijo la adolescente mientras saltaba de un lugar a otro.
— Bluebell, compórtate —habló el niño de cabellos verdes y ojos verdes esmeralda..
— Pero nii-san —habló la menor—. Es obvio que nosotros somos muy superiores —aseguró la de cabellera azul.
Xanxus estaba más que cabreado con aquellos mocosos.
— ¡DEJEN DE FASTIDIAR ESCORIAS! —gruño más que fastidiado el cielo furioso.
***
Mansión de la familia vongola, 10 años en el futuro…
El día era normal, o al menos lo más normal desde que había quedado atrapado en el futuro. Reborn lo entrenaba, y algunas veces combatía en contra de Mukuro y Hibari-san. En las noches tenía suerte de ser capaz de llegar a la cama, sentía dolores en partes de su cuerpo que ni siquiera sabia que existian. Pero lo único que encontraba recurrente además de los días de entrenamiento, era su sueño, se repetía de alguna forma.
Se recostó sobre la cama todo estaba oscuro, no distinguía nada, y de pronto encontraba con una pequeña luz, caminaba hasta acercarse lo suficiente, y entonces lo veía la figura de un cachorro de león, de color amarillo y con la melena de la flama de la última voluntad. Al ver a aquel animal, se sintió algo temeroso.
Levemente, escucho como llamaban a su puerta. Abrió los ojos de forma perezosa mientras se sentaba en la cama.
— Adelante —dijo el castaño de forma cansina.
La puerta se abrió y por ella entraron, Hayato y Lambo.
— Juudaime, le trajimos la cena —comentó el joven guardián de la tormenta.
— No hacía falta chicos, estaba a punto de ir al comedor a cenar con ustedes.
— No te exijas demasiado Tsuna, notamos que estas cansado —comentó Lambo—, y más con ese sádico como tutor.
— Estoy bien… —un claro bostezo escapó de los labios del menor.
— Juudaime, debería dormir pronto.
— Aun puedo cenar —dijo el castaño al ver la cena.
De pronto Tsuna tuvo un extraño presentimiento, y sin pensarlo o siquiera dudarlo se puso de pie.
— Agáchense —ordenó de inmediato el castaño.
Gokudera y Bovino obedecieron sin preguntar a pesar de encontrar extraño el comportamiento habitual de su jefe.
Y de pronto solo estaban entre escombros. Los menores se incorporaron a pesar del aturdimiento, la mansión estaba parcialmente destruida.
— Juudaime, ¿se encuentra bien? —fue lo primero que preguntó el guardián de la tormenta al incorporarse.
No pasó mucho tiempo antes de que los demás se acercaran a ver qué era lo que estaba ocurriendo.
— ¡¿Se encuentran bien?! —fue lo primero que exclamó el guardián de la lluvia.
— Sí, solo estamos aturdidos —respondió Lambo, mientras se limpiaba un los escombros de sus pantalones.
Reborn llegó caminando, como si se tratará de un felino.
— Así que, creen que con esto nos vencerán.
Tsuna al igual que los presentes miraron a Reborn, tenía la apariencia de un adolescente.
— ¡¿Reborn?! —artículo Tsuna—. ¿Qué te ocurrió?
— No es nada serio, solo son los efectos del trinisette —comentó el hitman—. Debemos darles la bienvenida a los intrusos —aseguró el hitman adolescente.
— Kufufu, al parecer quieren jugar con fuego —comentó Mukuro al ver parte del lugar siendo consumido por las llamas.
***
Ciudad de Kokuyo, tiempo presente…
Los mayores observaron a los menores.
— Estas dispersa —le gruño Hayato a Nagi.
— No es eso, es solo que ya comenzó.
Hayato y Lambo miraron a la guardiana de Varia un tanto expectantes.
— ¿A qué te refieres?
— Byakuran comenzó a moverse —fue la respuesta de la mujer.
— Estas diciendo —hablo Lambo.
— No hay equivocación.
— Tsk… maldición —gruño la tormenta.
— Tenemos que hacer algo —espetó Lambo.
— Nosotros solo podemos esperar —aseguro Nagi—. Pero, necesito que me hagan un favor.
— Habla de una buena vez.
— Sus cajas armas deben regresar al futuro.
Lambo y Hayato miraron a Nagi extrañados.
— Este conflicto debe ser terminado con los anillos Vongola —aseguro—. Boss.
— Si es por Juudaime, lo haré —dijo con convicción la tormenta.
— Ya no deben tardar en regresar —comentó Lambo.
No pasó mucho tiempo antes de que los jóvenes guardianes estuvieran enfrente de ellos. De inmediato los más jóvenes presintieron la extraña aura de los mayores.
— Takeshi —gruño Gokudera—. Asegurate de darle esto a mi yo del pasado —comentó la tormenta mientras le entregaba la caja animal de Uri.
— Espera, a que te refieres. Gokudera.
— Nosotros no podemos regresar al futuro —aseguró Nagi—. Pero ustedes sí, por eso tienen que regresar con nuestras cajas armas.
— Ey, Ryohei. Cuida de Gyuudon —dijo Lambo mientras le daba la caja de color verde.
— Explicate —interrumpió la voz de Mukuro.
— Byakuran ya atacó la base de Vongola. Mukuro, Hibari, Ryohei, Takeshi. Tienen que ir a ayudar en el futuro.
— Y como se supone, ¿que iremos? —rumio la niebla.
— Yo… ayudaré —respondió el joven pelirrojo de lentes que se acercaba.
— Irie-san —saludo Nagi.
— Espere, tu perteneces a Millefiore —gruño Hayato.
— Hayato-san, Lambo-san. Irie-san, es un aliado de Vongola. El ha estado ayudada a Vongola internamente.
— ¿Pero? —se quejo el de cabellos plateados.
— No tenemos mucho tiempo —fue lo que dijo el pelirrojo mientras sacaba una granada.
— Eso es, ¡¿una granda de los diez años? —comentó Lambo sorprendido.
— Sí —admitió el pelirrojo—. Tengan cuidado —pido el pelirrojo mientras le lanzaba la granada a los menores.
***
Base de la familia Vongola, diez años en el futuro…
Hibari miraba el lugar. Lo único que lamentaba es que no iba a poder morder hasta la muerte a aquellos sujetos.
— Tsunayoshi-kun. Cuidate —fueron las palabras de Mukuro antes de desaparecer en una nube rosa.
Tsuna abrió los ojos. De pronto los adultos habían desaparecido. En el peor momento posible, y bajo un ataque enemigo.
— Dame-Tsuna, concentrate —ordenó el hitman.
Continuará...
Notas finales: pues que puedo decir, desde el principio me imagine que Xanxus y Squalo iban a tener una tiburoncita, lo difícil como siempre es pensar en nombres, pero bueno buscando nombres italianos, me encontré con “Tiburtia” y con el nombre de “Selene”, aun me estoy decidiendo :)
Tiburtia: Proviene del latino Tiburtius/Tiburtia. Antiguamente usado como calificativo étnico
Selene: Nombre de la diosa griega personificación de la Luna.
***
Bonus chapter…
Cita en el cine…
Squalo miraba a las parejas que pululaban en el cine, tanto sentimentalismo no iba con el. Miro el reloj, —maldito jefe estúpido—, ya se había tardado en llegar y eso que el idiota de Xanxus le había dicho que no se tardará. Estaba a punto de irse cuando llegó Xanxus, y por si fuera poco el jefe idiota vestía formal. Ok, no tenia idea de quien aconsejaba a Xanxus, pero una cosa era aconsejarlo y otra muy diferente era que el cielo furioso de Varia obedeciera.
Xanxus lo miro.
— Jefe idiota, acaso no piensas decir nada por llegar media hora tarde.
— No —respondió Xanxus.
— No entiendo por qué me pides que venga.
— Recomiendan la película —respondió con simplicidad Xanxus.
— Aja —bufo Squalo.
Squalo miro la pelicula. “Masacre en texas”, vagamente recordaba que Bel, afirmaba que la película era demasiado comica.
— Oe, ¿quieres alguna bebida?
Squalo miró extrañado a Xanxus. Xanxus, si su mismo jefe idiota le estaba preguntando de manera amable si quería algo de beber.
— Un jugo —respondió de forma escueta.
Pasarán algunos minutos, cuando vio que Xanxus regresaba con media dulcería, palomitas y comida chatarra.
Entraron al lugar, vio que había muchas parejas, abrazandose.
— No hace frío —murmuró Squalo sin pensar.
— ¿por que haria frio? —cuestiono Xanxus.
— Eh, nada. Solo decia.
Un par de minutos pasar´na antes de que se aparana las luces.
Squalo y Xanxus miraron brevemente la introducción de la película.
— Una motosierra, eso no asusta a nadie —se quejo Xanxus.
— No se en que piensan, pero yo ya me hubiera cargado al sujeto de la motosierra —admitió Squalo.
Las personas que estaban sentados cerca de ese par, comenzaron a sentirse incómodos. Xanxus y Squalo no dudaban en dar cátedra y consejos de cómo debería asesinar aquel asesino, o de cómo las víctimas deberían asesinarlo. Esto ocasionó que la sala de pronto se quedará vacía, cuando comenzaron a pasar los créditos de la película ellos seguían en un debate.
— Pudo haber sido más realista —opino Xanxus.
— Sí, la verdad exageraron la sangre —admitió el de cabellos blancos—. Bel me comentó que el se habia muerto de la risa con cada escena surrealista.
— Tiene razón, no entiendo por que las basuras salieron despavoridas —comentó Xanxus.
Ambos Varia salieron de lugar. Cuando curiosamente escucharon que iba una pareja, hablando del nombre de sus futuro hijo.
— Oe, ¿como se va a llamar? —inquirió Xanxus.
— Se va a llamar igual que mi abuelo, Tiburtio.
— Espera, no me gusta el nombre.
— El que va a dar a luz soy yo, así que te jodes.
— Había pensado en Timoteo o Xanxus Junior.
— Aja, que nombres tan originales.
— Espera, no le puedes poner así.
— Claro que lo hará —dijo Squalo con voz decidida.
— Y si es niña —murmuró Xanxus.
— Es fácil, Tiburtia.
— Espera podemos negociar.
— Oh, ¿que me ofreces?
Notas finales del bonus: Yamii Nara, jaja gracias por la idea, la verdad no he visto la película, pero si Squalo y Xanxus la vieran, esto ocurriría.