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Silencio de muerte por lorienficachi

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Notas del capitulo:

Espero que les guste. Este es el final de la historia, además de que habrá un epílogo. 

 

http://www.youtube.com/watch?v=WQ6mDLFaOsk 

Cuando los abrió de nuevo era bien entrada la noche, quizá demasiado. Por la posición de la luna, diría que era media noche. No estaba lejos del pueblo, se podían observar las luces que adornaban las casas, pues faltaban unos días para navidad. Estaban a finales del otoño, y helaba, pero él no tenía frío. Bajo la mirada y se encontró con que lo cubría un elegante abrigo negro.

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Un movimiento le advirtió la presencia de alguien a su derecha, y rápidamente se volvió hacía allí. A pocos metros se encontraba el chico, quien debía ya tener por lo menos 28 años y se mantenía joven, al igual que hacía 11 años. Sus ojos se encontraban dorados, y no rojos, como lo había visto la última vez y como lo veía en sueños.

– Hola Chris – saludo cordialmente mientras caminaba a su alrededor.

La voz del muchacho era grave y profundamente seductora. Aunque eso no evito que Chris se levantara de un salto y retrocediera unos pasos.

– ¿Cómo sabes mi nombre? – preguntó con miedo y evitando mirarlo directamente a los ojos.

El moreno rio y se inclinó hacia él, y el no pudo moverse.

– Me lo dijiste en tus sueños – susurró a su oíd. Entonces se irguió de nuevo y Chris no pudo evitar mirarlo a los ojos.

– ¿Cómo te llamas? – preguntó el rubio, ya sin miedo en la voz.

– Tom – respondió con tono atrayente – y creo que tenemos algo pendiente. Tú me debes algo, y lo sabes – se acercó otro poco más, le tomo las manos e hizo que rodeara su cintura. Empujó su pelvis hacia delante y Chris pudo sentir su erección.

– ¿Me lo entregarás ahora? – preguntó “inocentemente”.

– Sí… – respondió jadeando y se inclinó para besar su cuello.

Rápidamente se apodero de los labios de Tom, y lo estrelló contra un árbol. Sus brazos lo habían encerrado entre la corteza del árbol y su cuerpo. El moreno solo atinó a pasar sus brazos por el cuello del otro. Sus labios se rozaban con ansias.

– Espere once años para esto – jadeó Tom.

El calor le recorría la entrepierna a ambos, pero solo a Chris esto podría haberle causado la muerte. El calor estaba en su imaginación, y en la realidad estaba helando.

La lengua de Chris exploraba la boca de Tom, pero rehuyendo aquellos colmillos tan filosos que poseía su amante. Una de sus manos comenzó a buscar por debajo de la playera del moreno. Su piel estaba fría, como si hubiera estado en un baño de agua con hielos. Lo caliente del  tacto del rubio contrastaba con lo frío de su piel y cuando un par de dedos se cerraron sobre uno de sus pezones, le provocó otro escalofrío, pero esta vez placentero.

– ¡Ahh! – gimió y sintió la presión en sus pantalones. La erección casi le dolía.

Chris volvió a presionar con fuerza aquel botón rosa y Tom tembló, era placentero y dolía al mismo tiempo. Un gemido quedo atascado en su garganta cuando su amante se pegó hacia el por completo y lo envistió suavemente, aún con la ropa puesta.

Chris sentía que no debía seguir con eso, que no debía de hacer suyo a aquel ser tan extraño. Sabía cómo acabaría, el recuerdo de la chica inerte aún persistía en su memoria, pero ya no podía hacer nada, ni su cuerpo ni su mente podían ya echarse para atrás.

Con algo de inseguridad, Chris dejo que sus manos frías viajaran por toda su columna, hasta detenerse  para sostenerlo de la cintura. Mientras, el moreno aprovechó ese gustoso tacto para liberal al otro de su ropa. Tironeo con fuerza hasta que logró sacarle la playera que traía. Chris se inclinó y su lengua comenzó a viajar por su cuello, hasta su oído, donde lamió eróticamente su lóbulo.

Tom jadeó cuando miró el cuerpo atlético de su amante, quién sonrió y se apresuró a bajarle los pantalones.

– Estas muy duro – comentó el rubio con un dejo de burla en su voz – Y esto – tomo una de las manos de Tom y la llevó hasta su hombría – es por tu culpa.

Dicho esto lo empujo un poco, logrando de Tom cayera sobre el césped. Desde ese punto pudo observar cómo comenzaba a bajarse los pantalones, apenas lo suficiente como para que el moreno pudiera observar a lo que prontamente estaría entrando y saliendo de él. Jadeó y se apresuró a quitarse la playera, que aún tenía encima.

Chris dejo caerse de rodillas entre las piernas del otro y fusiono sus labios con los del moreno de nuevo, sus lenguas se encontraron con más ansias que antes. Tom dejo caer los brazos a los lados, en espera de su amante, que se desnudó por completo ante él. En ese momento, y al observar a Tom medio desnudo debajo de él, el rubio deseó con ansias tocar aquella piel, y que él tocara la suya.

– Bésame –pidió el rastudo con la voz ronca.

Hizo mucho calor de repente. Sus pieles estaban brillante, sudorosas. Sus miembros se rozaban con cada movimiento. El moreno mantenía las manos en la espalda del otro, y se dedicaba a rasguñarla. Mientras, sus labios se devoraban mutuamente, sus lenguas jugaban. Tom dejó de arañar la espalda del otro y acarició su marcado estómago. Tom solo se rio y se dedicó a besar apasionadamente el cuello del otro. Le dio un mordisco suave al mismo tiempo que se restregaba contra él, dejándolo sentir su erección por completo. Chris gimió y como respuesta tomo entre sus dedos el duro miembro de Tom, y comenzó a sacudirlo. El moreno jadeó.

– Entra en mí – le susurró con tono de desesperación el moreno a su amante.

Chris no perdió el tiempo y lo atrajo hacia sí de los pantalones, logrando quitárselos por completo. Acomodo las caderas del otro a la par de las suyas. Se inclinó y dejo una lengüetada por el vientre plano del otro. Chris sabía que ese momento no duraría… el único consuelo que le quedaba es que disfrutaría con él. El rubio tomo su miembro, lo coloco en la entrada de Tom y sin piedad ni miramientos entro en el de una sola estocada.

– ¡Aaahhh! – gritó. El miembro de Chris era grande y grueso, nada agradable de sentir en esa parte.

Comenzó a moverse, arrancándole quejidos a Tom y lágrimas también. Aquello dolía. Apretó los dientes, aguantándose los gritos de dolor. El moreno miró el labio de su amante, tenía un poco de sangre la garganta se secó y sus pupilas se dilataron. No… debía aguantar.

Tom bajo lentamente su mano hacia su erección, su roce le provocaba escalofríos. Finalmente su mano se cerró sobre su miembro, subió y bajo, subió y bajo una y otra vez. Sus alientos se mezclaban en uno con cada jadeo. Por fin sus cuerpos se unían en uno. Tom sentía calambrazos de placer recorriendo su columna con cada movimiento que el otro hacía. Su miembro era estimulado en la punta por el vientre del rubio.

– Ya… no puedo… más  – gimió agudamente el moreno.

– Diablos… – jadeó Chris con una voz más grave y más ronca. Tenía la mente en blanco, y solo consiguió penetrar a su amante más fuerte si aún se podía, empujando su pelvis más fuerte contra la entrada del otro.

Tom lo tomó de los hombros y rasguño desde ese punto y hasta su espalda baja. Los rasguños se tornaron rojos, la sangre salió un poco. Se sentía morir, quería venirse, y no faltaba mucho.

De repente Chris hizo un movimiento, rodando hacia un lado, y colocando a Tom encima. Comenzó a penetrarlo de esa manera, el rito era brutal.

– Tom, voy a venirme… - anunció con voz ronca.

Ante esto el moreno miró con ansias el cuello de Chris y se mordió los labios. Sus pupilas estaban completamente dilatadas.

– ¿Tom? – susurró con cansancio y excitación.

– ¿Si? – preguntó sin interés alguno en lo que iba a decirle.

– Creo… que te amo… - dijo sinceramente.

Tom cambio la expresión que tenía por una de desconcierto ¿qué había dicho? Chris toco la próstata del moreno, su interior se estrechó, causando el orgasmo en el rubio. Mientras, el semen de Chris llenó los interiores del moreno.

Al día siguiente en alguna casa del pueblo, dos amigas hablaban de algo espantoso.

– ¿Te enteraste de lo que paso? – preguntó con ganas de cotillear.

– Sí, es horrible – contestó la otra con expresión apenada – ¿Hay algún testigo?

– Sí, un niño de apenas 6 años, su nombre es Tony.

– ¿Cómo lo sabes? – preguntó desconfiada.

– Es hijo de la amiga de mi madre… él dice que despertó en medio del bosque y que ahí vio a Chris teniendo sexo con un chico… dice que el extraño estaba encima de él…  y de repente el chico le degolló, parecía que solo fue un rasguño, pero la piel se abrió ¡y la sangre cayó salpicó el rostro del muchacho, que la saboreo!

– ¡Eso es inaudito! ¿Alguien le creyó? A pesar de todo, es una lástima. Chris era raro, pero me gustaba…

– ¡Pues no, nadie le creyó! Son cuentos que cualquier niño inventa. Y sí, a todas nos gustaba – comentó con una mueca de disgusto en el rostro.

– Me recuerda al propio Chris cuando era niño.

– Es exactamente lo que estaba pensando.

 

FIN

Notas finales:

Ahora viene el epílogo :3 Muchas gracias a lokicrazy y a Julie por comentar :3 


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