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Dímelo otra vez por Marie Horson

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DÍMELO OTRA VEZ – CAPÍTULO 12 

Hace una hora estaba esperando que la puerta se abriera y que por fin aparecieras para decirme que no podías vivir sin mi, o en el peor de los casos simplemente decirme que querías verme…entre la primera opción y la segunda existían muchas diferencias de amor, pero yo pienso que por algo siempre se parte. Lamentablemente para mi, siento que en este caso ni siquiera llegarás. Ni siquiera me dirás lo mucho que me extrañaste, lo mucho que me quieres, lo mucho que sueñas conmigo.

Cuando despertaste del accidente, realmente pensé que en algún momento recobrarías la memoria, recordarías quien era yo, pero pasa el tiempo y siento que realmente nunca me recordarás, que todo lo que vivimos fue para quedarse en el pasado, en un recuerdo que solo yo soy capaz de atesorar.

El silencio se hacía presente en la habitación. La joven miraba el techo, pensando en cómo su vida había cambiado por un accidente. Los minutos pasaron y se dio cuenta que Shizuru no llegaría como le había prometido el día anterior, que la iría a visitar. Se fue a su escritorio, tomó su cuaderno y se puso a hacer unos ejercicios, pues no tenía intenciones de perder más el tiempo esperando a alguien que no iba a llegar.

Para su sorpresa, la puerta se abrió dejando ver a Mai y a Shizuru, al hacerlo el corazón de Natsuki comenzó a latir fuertemente, se quedó sentada estática en su silla mientras Shizuru iba a saludarla.

- Natsuki me tratará de idiota, pero estuve casi una hora buscando su habitación – explicó la castaña – lo lamento, pensaba que podíamos hacer algo, pero tal vez ya te aburriste

- para nada! – dijo Natsuki casi en un grito desesperado – podemos ir a caminar por Fuuka o podemos…no sé…hacer lo que tú quieras – dijo la peli cobalto algo nerviosa

- bueno, vamos a caminar por Fuuka – le sonrió – en dos horas más pasará a buscarme Tomoe, entonces tampoco tengo mucho tiempo

- ya te vas? – preguntó Natsuki

- quisiera que no fuera así, pero debo ir a organizar la ceremonia…tú sabes…- espetó la peli castaña

En un gran auto se encontraban dos personas conversando, una de ellas bebía champagne mientras la otra una taza de té.

- me parece que has hecho lo correcto, si sigue todo tal cual podrás casarte con mi hija sin problemas y además por fin me voy a deshacer de esa niñita que la sigue hace tiempo – dijo el padre de Shizuru

- ella no recuerda nada y lo mejor es que ayer oficializamos nuestro compromiso, después de eso Shizuru vio a Natsuki besando a Nao, así que no tiene forma de enterarse de la verdad – dijo Tomoe

- besando a Nao? Esa amiguita suya? Siempre supe que esa malcriada jamás había amado a mi Shizuru, que haya perdido la memoria es un regalo de los cielos – dijo el hombre mayor

- pero hay cosas que no podemos permitir, como por ejemplo, que estén mucho tiempo juntas – dijo Tomoe – Shizuru no siente nada por Natsuki ahora, pero nada nos garantiza que vayan a sentir algo en el futuro

- no te preocupes Tomoe, en el peor de los casos yo mismo me encargaré de que Shizuru jamás recuerde a esa niña.

Shizuru y Natsuki habían ido a caminar hasta llegar a la antigua habitación de Shizuru, la cual aún le pertenecía por haber sido parte del centro de alumnos. La joven quedó mirando un rato la habitación y se puso incómoda, notó que tenía muchas teteras y un poco de té en hojas.

- me gustaba mucho hacer té? – preguntó Shizuru mientras miraba las tazas

- sí…es que siempre hacías la ceremonia del té – explicó Natsuki

- y lo hacía bien? – preguntó Shizuru mirando a la joven peli cobalto, quien por una razón desconocida le hacía sentir segura, le hacia sentir como que estaba en casa

- la verdad no tengo idea, solo sé que todos te amaban por eso… - dijo Natsuki – y que eras amante del té…

- del té? – preguntó Shizuru y posteriormente quedó mirando la tetera – es extraño porque su olor ni siquiera me parece familiar – dijo algo desilusionada – tal vez no me gustaba tanto como dices…

- tal vez…podrías tomar… - dijo Natsuki, quien sentía que dicho olvido del té tenía alguna extraña relación con ella

- no lo sé…ni siquiera sé cómo prepararlo – dijo la joven y comenzó a ordenar su escritorio, el cual estaba totalmente ordenado, entonces básicamente movía las cosas ordenadas de un lado para otro.

- pero tal vez yo puedo prepararlo – dijo Natsuki algo esperanzada

- de verdad? – preguntó sin mucha fe la peli castaña

- de verdad puedo intentarlo – dijo Natsuki quien se fue rápidamente a la cocina a hervir la tetera y posteriormente a temperar dos tazas. Sacó un termómetro y comenzó a rezar internamente para que resultara lo que sus más oscuros planes deseaban.

- huele bien – dijo Shizuru al oler lo que estaba preparando Natsuki – tal vez la que hacía la ceremonia del té eras tú y no yo – explicó la castaña y se acercó detrás de Natsuki, quedando apoyada en el hombro de la menor – de verdad huele bien, Natsuki… - y tras decir esto ambas jóvenes se quedaron mirando. Natsuki se sonrojó, hace tiempo que no tenía a Shizuru tan cerca y las ganas de querer besarla la mataban, mas no podía hacerlo, no quería espantarla. Ahora y después de todo lo que había pasado, tomaba el peso que por tanto tiempo había llevado la peli castaña, pues amar a alguien y no poder estar a su lado era demasiado doloroso.

- esto…. – la puerta se abrió y era Tomoe, quien junto a Reito miraban la escena de ambas jóvenes preparando té.

- Amor…te estaba buscando, debemos irnos – dijo Tomoe

- sí…es que iba a tomar té, Tomoe – dijo Shizuru y se acercó a besar los labios de Tomoe. Fue como un golpe directo en el corazón de la motorista. El peli negro quedó mirando la escena y enseguida entendió lo que sucedía.

- quisiera pedirle a Shizuru que me acepte invitarla la próxima semana a conocer la universidad de Tokyo, en sugerencia de su padre - dijo educadamente Reito – si Tomoe-san me lo permite, por supuesto

- sería un honor, Reito – dijo Shizuru educadamente – bueno, debo irme Natsuki – le sonrió cortésmente – para la próxima tomamos té juntas, te parece?

- sí… - dijo Natsuki con la tetera lista – descuida – intentando hacer todo lo posible para que la joven no notara las ganas de llorar que tenía.

Tomoe la miró con desden pero además cierta hipocresía, porque frente a Shizuru fingía que era cortés, sin embargo, ella entendía perfectamente cuánto la odiaba, y es más, ese odio era mutuo porque estaba aprovechándose de la pérdida de memoria de Shizuru para tenerla.

- Kuga-san? – susurró Reito

- sí…dime – dijo Natsuki con mucha tristeza

- vine a ver a Mikoto… - dijo el joven – si gustas…yo puedo enseñarte a preparar té, para que le prepares a Shizuru cuando venga

- este… - la joven se quedó pensando un par de segundos ¿Acaso él pensaba como ella? - Gracias Kanzaki-san

- será un placer – dijo el joven y no pudo evitar sentir que todas las piezas habían encajado en su cabeza

oOo

- Shizuru-san? – susurró el peli negro mientras entraba a la oficina de Shizuru. La joven estaba mirando la nada de la forma extraña, de forma inusual

- estoy bien – dijo la joven – solo algo cansada

- admito que siempre he admirado como Shizuru sabe mentir – dijo el joven y se sentó frente a ella – es un don que lamentablemente yo no poseo tan bien como tú

- no puedo contarte, Reito… - explicó la castaña

- es un secreto muy grande? – dijo el peli negro de forma coqueta

- realmente sí – dijo ella y sonrió

- cuando pensamientos malignos vienen a mi cabeza…suelo practicar esgrima y me funciona de maravilla – dijo el amigo de la joven

- la verdad es que mi gran deporte es hacer la ceremonia del té…sugiere Reito-san que la practique unas 20 veces por día? – sonrió – no creo que sea buena idea

- en dado caso…beber té si es una excelente opción…te relajas…y dejas de pensar en quien te atormenta

oOo

- Y por eso te volviste adicta al té… - pensó Reito – menos mal no sabías preparar sake… - se río de la situación – habría convertido a Fujino-san en una alcohólica – se golpeó la cabeza suavemente – pero yo te ayudaré Natsuki, cuenta conmigo…

En el auto iban las dos jóvenes, mientras una de ellas miraba por la ventana recordando lo que había pasado con Natsuki, como había sentido tan cercana aquella junta.

- lo pasaste bien? – preguntó Tomoe algo preocupada, pues Shizuru prácticamente no le hablaba y sentía que ya no miraba a Natsuki como una fans, sino como algo especial. No podía dejar que la peli azul volviera a interponerse entre sus planes.

- estupendo…espero volver pronto…Natsuki me ha ayudado mucho a sentirme más cómoda con el entorno – dijo la peli castaña – le diré a mi mamá que mande a Tadao a buscarla pronto. Quiero que vayamos de paseo nuevamente

- la verdad es que yo no me emocionaría mucho – explicó Tomoe

- por qué razón? – preguntó Shizuru

- porque Natsuki no se lleva muy bien con tu familia – dijo la joven – sobre todo después de…de lo que hizo una vez – dijo Tomoe

- qué hizo? – preguntó Shizuru preocupada

- una vez insultó a tu papá… - dijo ella

- por qué? – preguntó Shizuru nuevamente

- porque ella es muy mujeriega…una vez fue a quedarse a tu casa e invitó a unas chicas…y las llevó hasta la habitación de invitados donde se estaba hospedando…comprenderás que tu papá puso el grito en el cielo y bueno…

- mi mama jamás me ha comentado eso – dijo Shizuru algo desilusionada – Natsuki es muy…ya sabes…le gustan mucho las mujeres? – preguntó con tristeza

- sí, Shizuru querida – acarició la mejilla de la kiotence – y por lo mismo quiero pedirte que no le creas mucho las cosas que ella dice…es una buena amiga pero es mejor tenerla de lejos – dijo fingiendo tristeza pero también comprensión la peli verde – Natsuki no es la persona más correcta para ser tu amiga – explicó Tomoe

- entiendo… - dijo ella y posteriormente besó sus labios – quiero preguntarte algo…

- lo que tú quieras amor – dijo Tomoe y le devolvió el beso

- qué tanto odio el té? – preguntó la castaña

- creo que tanto como las motocicletas… - dijo su prometida – jamás te ha gustado…lo odias…y bueno…a pesar de eso eres buena con la ceremonia del té…pero porque tu padre te obligaba, entiendes?

- entonces jamás me ha gustado el té? – preguntó nuevamente Shizuru mirando sus ojos

- así es…tal como te digo – volvió a besar sus labios y esta vez Shizuru le sonrió con un extraño sentimiento en su corazón. Algo tenía claro, alguien estaba mintiendo, Natsuki o Tomoe, y como fuera lo iba a averiguar.

Notas finales:

Espero les haya gustado este nuevo capítulo de "Dímelo otra vez". No olviden decirme si les gustó o no y no dejen de leer mis otras historias :) 

Lamento la demora! pero pronto una nueva actualización!

 

Saludos


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