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Amor por las asignaturas por Tem-chan

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Notas del capitulo:

Y aquí viene otro fic!!! Ya sé que tengo muchos empezados que esperan continuación y que no debería de empezar de nuevos pero es que si no los empiezo me da miedo que al final me dé por no escribirlos, xd Últimamente me cuesta horrores ponerme a escribir pero quiero hacerlo, no pregunten y una forma de obligarme a mi misma es colgar los inicios ya que me prometí que nunca dejaría un fic sin acabar, así que si los empiezo sé que los acabaré, xd Discúlpenme por esto…

A ver, debo especificar que en Catalunya los cursos van (si no recuerdo mal) de este modo:

-Parvulario: supongo que de 2 a 3 o algo así…

-Algo que no sé si también es parvulario pero por la P tal vez lo sea…: P3 a los 3 años, P4 a los 4 años y P5 a los 5 años.

-Primaria: primero a los 6, segundo a los 7, tercero a los 8, cuarto a los 9, quinto a los 10 y sexto a los 11.

-Secundaria: primero a los 12, segundo a los 13, tercero a los 14 y cuarto a los 15.

-Bachillerato: primero a los 16 y segundo a los 17

----------------selectividad: examen de ingreso a la uni. La nota que saques será lo que te indicara entre que carreras puedes escoger, así que si querías ser bióloga, necesitas un 9,4… si sacas un 7,61 te aguantas y haces otra cosa, porque es muy cara y no te puedes permitir el lujo de irla repitiendo (este es mi caso, xd)----------------

-Universidad: primero a los 18, segundo a los 19, tercero a los 20 y cuarto y trabajo de fin de grado a los 21.

-Masters o lo que sea…

No sé si me expliqué bien, xd la parte de parvulario no nos interesa así que si esa parte no se entiende no hay problema es que yo no fui y tampoco sé que es exactamente a parte de un lugar donde se lleva a los bebes… puse los cursos y las edades para poder entenderme yo porque no sabía en qué curso estaban mis propios personajes, xd Solo es una aproximación porque ya ni me acuerdo que hace mucho que lo hice…

Capítulo 1: Castellano

Estaba un peli-azul tumbado en la cama pasando de todo, con los cascos puestos y el móvil en la mano hablo por WhatsApp con unas cuantas chicas y algún amigo. Se reí a carcajada limpia por lo que hablan, se le veía muy tranquilo para tener un examen el día siguiente. Había dejado los apuntes en la mesa del escritorio y no había ni tocado un libro ni una hoja, pasaba olímpicamente de todo. De repente un amigo le llamó por Skype y se puso con el pc hablando con ese mientras seguía con las chicas.

-“Biel, te gustaría quedar esta tarde?” —le preguntó una de ellas.

—“Claro que si, Mire” —le respondió tranquilamente— “te paso a buscar en media hora, ¿sí?”

—“Perfecto!!” —exclamó la muchacha— “Hasta ahora”

Dicho esto el chico dejó de lado el Skype después de despedirse, también del Facebook y del WhatsApp y se preparó para salir. En cuanto estuvo preparado salió de la habitación con los cascos puestos y le dijo a su madre que se iba y que ya volvería. Pidió dinero, cogió las llaves y la cartera y se fue en busca de esa chica para pasar la tarde junto a ella. Por las diez de la noche volvió y se metió en su habitación, había ido a cenar con la chica así que no pintaba nada fuera de su habitación. Se tumbó de nuevo en la cama cantando fuerte, su madre suspiró cansada, había estado muy tranquila sin el chico en la casa, no sabía porque Mireia no se había quedado con su hijo pero no iba a decir nada.

Mientras el peli-azul cantaba un pequeño humo empezó a llenar una parte de la habitación, aunque este no se dio cuenta porque estaba escribiéndose mensajes con alguien. Un chico castaño de ojos rojos con el pelo recogido en una cola alta apareció en la habitación. Hizo un puchero al ver como ese peli-azul estaba tirado en la cama y se lanzó sobre él como si fuera un conocido suyo de toda la vida. Él móvil del chico se cayó en la cama y este miró encima de él encontrándose con un chico de su edad que no había visto nunca.

—¿Qué haces en mi habitación? —le preguntó quitándose los cascos.

—¿Por qué no estás estudiando? —le dijo el chico con un puchero.

—¿Quién eres tú para preguntar eso? —le respondió el peli-azul— anda vete, seas quien seas.

—No puedes hacer eso, mañana tienes examen de castellano…

—¿Y qué? Aprobaré sin estudiar.

—No puedes ser así… Vamos estudia un poco, por favor… —dijo con otro puchero el chico, empezando a sentir como pequeñas lágrimas venían a sus ojos.

—No quiero —respondió el otro un poco molesto por ese chico que no sabía ni quién era.

—Por favor… —suplicó con voz tierna.

—¿Y qué consigo yo a cambio de eso?

—¿Un aprobado? —preguntó el castaño con esperanzas— ¿o tal vez mejor nota?

—No me sirve —luego miró mejor al mayor— ¿Y si me das algo a cambio?

—¿A-algo? —preguntó mientras le miraba ahora sentado encima del mayor— ¿Qué podrías querer de mí?

—Esto… —contestó mientras ponía sus manos en sus glúteos apretándolos con fuerza.

El castaño se sonrojo y dio un pequeño gemido por lo que hizo el otro chico pero no se movió, al parecer ese chico quería su trasero a cambio de estudiar, no entendía eso pero si de ese modo el otro iba a dejar de suspender su materia le dejaría que jugara con esa zona. Acarició esos firmes glúteos, debía admitir que eran mucho mejores que el de algunas chicas con las que había estado. Ese sonrojo del chico también le gustaba bastante a decir verdad, así que no estaba de más seguir viéndolo mientras le hacía algunas perversidades.

—Pe-pero… ¿si t-te dejo ju-jugar con mi tra-trasero… estudiarás? —le preguntó algo tímido.

—Sí, prometo que estudiaré pero me tienes que dar todo tu cuerpo para que lo haga —respondió el humano cambiando de posición y empezando a frotar el miembro del castaño con su mano.

El pelo del “espíritu”, aun con la cola que lo ataba, se quedó esparcido por todo el cojín, tenía las mejillas rojas y los ojos llorosos, con un poco de flequillo alrededor de ellos. Su boca se entreabrió dejando escapar un leve suspiro por donde le tocaba el otro chico, el cual acariciaba con algo más de fuerza en esa zona viendo como el chico reaccionaba a lo que le hacía.

—¿Qué… que ha-haces? —preguntó inocentemente mientras el otro parecía que lo devoraba con la mirada— ¿Co-como te-te llamas?

—Biel —respondió sonriendo por como respondía el chico a sus caricias.

—Li-lindo… aah… nombre… —comentó el otro aun sintiendo esa mano allí, su miembro empezaba a erguirse y el empezaba a sentir una extraña sensación— y-yo Da-David…

—Eres muy violable David —le dijo Biel haciendo que el otro se sonrojara más.

Este giró la cabeza sin decir nada aunque sus ojos no dejaban de escurrir pequeñas lágrimas que ni siquiera sabía porque eran, el peli-azul siguió con sus actos sin importarle mucho esas lágrimas que tenía el otro. En un momento determinado coló la mano dentro de la ropa del castaño tocando su miembro de una manera más placentera para el otro. Rodeó con sus dedos ese trozo de carne sensible y comenzó a subir y bajar por él masturbándolo de una manera lenta y tortuosa. David sentía una sensación que nunca había experimentado pero que debía admitir que le gustaba mucho, pero le dolía sin saber muy bien porque. No le dolían en si las acciones del peli-azul le dolía en otro lugar.

Había estado mucho tiempo observando ese sexy peli-azul a través de ese libro de literatura castellana, antes había sido de su hermana, la cual le había tratado medianamente bien, no había sido una gran persona pero tampoco lo había tratado mal. Cuando era libro de la hermana ya había observado al chico, y había tenido muchas ocasiones ya que se había materializado en espíritu para poder verle a menudo, pero nunca había dejado que nadie le viera. Ahora el libro del chico y sabía que precisamente ese chico no sacaba buenas notas en esa asignatura. Algo en su corazón le había hecho materializarse para conseguir que Biel estudiara. A decir verdad ya sabía cómo se llamaba el peli-azul pero quería escucharlo de su boca así que se lo había preguntado, así de paso tenía una excusa para decir su nombre y que el chico supiera quién era. Pero sin saber como de repente Biel lo tenía acorralado contra la cama y estaba tocando en esa zona que en el fondo se sentía bien.

—¿Por qué lloras? —le preguntó el peli-azul mientras le seguía masturbando ahora algo más rápido.

El castaño solo arqueó levemente la espalda mientras sentía como pequeñas oleadas de placer pasaban por su cuerpo. No sabía que responderle a Biel porque no sabía ni porque lloraba, todo era muy extraño, sentía cosas contradictorias. En cierta forma sentía dicha porque este se había interesado en él y ahora estaba haciéndole eso pero en el fondo le dolía porque el otro solo lo hacía para jugar a cambio de estudiar.

—N-no lo sé… —respondió con sinceridad— aaah… —gimió luego de eso.

—¿Te gusta lo que hago?

—S-sí…

—Está bien, me alegro —sonrió un poco haciendo que David se sonrojara un poco más—Sé que tal vez sea un poco tarde para preguntar pero ¿puedo continuar?

No sabía que responder a eso, la verdad era que le gustaba lo que le hacía el otro pero tampoco sabía si quería que siguiera, aunque este había dicho que si le dejaba jugar con él, estudiaría así que asintió aun más sonrojado. No sabía muy bien que era lo que vendría después pero él quería que el peli-azul estudiara.

Por otro lado el otro sonrió pensando lo tierno que era, pero también que era muy extraño. Había aparecido de repente diciendo que tenía examen de castellano y que tenía que estudiarlo… eso no tenía mucha coherencia, también estaba dejando que le tocara de esa forma así de repente, y eso no le parecía normal viendo lo inocente que era este y notando lo inexperto en ese tema que era. Luego le preguntaría pero en ese momento no quería perder la oportunidad de besar y tocar ese cuerpo. Se acercó al chico y le besó los labios con algo de ternura, antes de transformarlo en uno pasional y lujurioso. Enrollé mi lengua con la suya en un apasionado beso el cual estaba siendo uno de los mejores que había dado nunca el peli-azul, aunque David correspondía muy tímidamente a él, no se esperaba que el otro hiciera eso y mucho menos que él sintiera esa corriente eléctrica que le recorría todo su cuerpo.

La mano del otro seguía aún en su miembro acariciando esa zona con algo de fuerza y eso le gustaba, ya no tenía ganas de llorar, al menos en ese momento, solo se estaba dejando hacer por ese chico que le parecía tan realmente sexy. Suspiró y jadeó levemente por lo que le hacía y movió un poco su cadera buscando más de ese contacto con el chico de ojos verdes, unos ojos verdes que le habían cautivado des de la primera vez que le había visto.

—Ahh… Biel… —gimió por la mano del chico aún en esa zona.

El oji-verde sonrió por el gemido del otro el cual le había dejado más que excitado con ese solo gemido, ya estaba despertando su miembro por ese momento que estaban teniendo, y es que ese chico sin saber porque le estaba poniendo mucho, más de lo que estaba acostumbrado. Aunque no le dio mucha importancia y siguió a lo suyo, volviéndolo a besar en sus labios, que le habían parecido tan sumamente dulces y exquisitos. Comenzó a bajar los pantalones del castaño para tener un mayor acceso a su miembro.

—Me gustan tus gemidos David —le dije mientras le tocaba más en esa zona esperando más de ellos.

El chico se sonrojo por lo que le decía el peli-azul, era muy vergonzoso estar así con él. Aunque tampoco sabía si era malo, no lo había pensado nunca pero sabía que el chico le atraía de algún modo, ese era el motivo por el que normalmente lo miraba des del libro y por eso se preocupaba por el chico, aunque no sabía porque justamente en ese momento se había atrevido a aparecer delante de él ni tampoco porque de repente se encontraba él en esa situación. Por algún motivo su miembro estaba reaccionando a la mano del humano. Gimió un poco, aunque ahora le costaba hacerlo por lo que había dicho el otro.

—Biel… —dijo el chico en un susurro.

El otro sonrió y al fin cogió el miembro con su mano, empezando a moverla por esa extensión de manera fuerte y algo rápida, quería escuchar más gemidos del menor, gemidos de puro placer, lo suficientemente fuertes para satisfacerlo y que dejaran al chico afónico al día siguiente. Apretó más su miembro, con bastante fuerza, a decir verdad, y disminuyó la velocidad de su mano para hacer que el placer del castaño durara más. Su boca se dirigió a uno de los pezones del chico mordiéndolo por encima de la ropa con algo de fuerza para que lo notara, aunque luego subió la camisa y lo lamió y mordió de un modo más lujurioso intentando que el chico disfrutara de eso.

—Ah… aaah… —se escuchaba salir de nuevo de la boca del oji-rojo el cual tenía los ojos entrecerrados por el placer y ya no le importaba gemir o no.

Sintió como succionaba su pezón con fuerza y como lo lamía y mordía de vez en cuando, sentía un dolor placentero por lo que le hacía el chico de pelo azul, se le hacía un poco extraño sentir esas cosas pero no le disgustaba solo quería entender que era lo que pasaba y porque se sentía de ese modo. Nunca antes había sentido algo así y se sentía un poco perdido. Tampoco sabía qué hacer ni si debía hacer algo o no, se quedó esperando que el oji-verde le dijera algo si quería. La mano del mayor no paraba de moverse a esa lenta velocidad, al principio la fuerza hecha en su miembro le había dolido un poco pero ahora le resultaba de lo más placentero y eso lo hacía gemir más. Subió su brazo a su boca y la tapó ido por el placer.

El humano al notar eso mordió más fuerte su pezón, haciéndole un poco de sangre en el proceso. El castaño no pudo evitar gritar de dolor por ello. El peli-azul lamió la zona donde antes había hecho sangre al menor, dejando saliva por dicho lugar y probando la sangre del chico, no sabía mal. Se fue hacia el otro pezón y le dio el mismo trato consiguiendo otro grito por parte del chico. Sonrió por eso, esos gritos que el castaño daba eran muy excitantes y hacían que quisiera más de ellos, pero también de él.

—Si te callas los gemidos te tendré que castigar —le dijo como advertencia antes de lamer ese pezón que lo estaba esperando.

—Biel… —volvió a suspirar no sabía que decir, era doloroso pero a la vez le gustaba, a la vez sentía placer en lo que le hacía el chico.

—Así me gusta, gime mi nombre —le ordenó.

—Bi-Biel… aah… —respondió entre gemidos el oji-rojo.

—Perfecto.

Dicho esto dejó su miembro allí duro, excitado y palpitando, con unas pequeñas gotas de presemen saliendo de ella y bajó su mano para acariciar sus testículos de una forma realmente excitante para el castaño el cual no paraba de gemir y decir el nombre del chico que le estaba tocando. Dos de los dedos del mayor entraron en su trasero dejando de tocar su otra zona sensible. Estaban algo mojados por el líquido que había salido del oji-rojo así que según el pali-azul ya estaban lo suficientemente lubricados. En cuanto estuvieron completamente dentro, los empezó a mover rápidamente y profundamente buscando el punto del chico, el cual encontró en unos momentos. Cuando sus dedos estuvieron lo suficientemente libres en ese espacio metió un tercero y siguió con esos movimientos.

—Bieeel… aaah… se siente aaah… bien —gimió el chico debajo de él.

Biel sonrió al escuchar al chico y dejó de atender esos pezones que ya estaban más que duros y sensibles por sus actos. Bajó por el cuerpo del menor mordiendo su torso y su vientre, entreteniéndose en el ombligo del chico simulando las penetraciones que ahora hacía con su dedo y que más tarde haría con su miembro en su interior. Estaba impaciente por ello pero quería jugar más con el menor, así que quitó sus dedos del interior del menor sintiendo como este suspiraba y se levantó de encima de él. Observó al chico que tenía en la cama. Estaba sin pantalones con las piernas abiertas y algo flexionadas mostrando, su miembro despierto y duro que pedía por atención, mojado por ese líquido viscoso que había salido por el placer que él le estaba dando. Su vientre y su pecho estaban llenos de pequeñas marquitas que él había dejado, los pezones rojos y erectos por su trato, subían y bajaban a un ritmo descoordinado y acelerado por la respiración agitada y los jadeos que daba el menor. Su rostro también estaba hermoso en ese momento, estaba muy sonrojado con la boca semi-abierta por los jadeos que aún salían de sus labios, tenía los ojos entrecerrados y el pelo completamente desordenado, tanto que hasta se había perdido su goma del pelo por la cama y ahora tenía su larga cabellera esparcida por ella.

Se acercó para tocar el miembro del chico mientras sonreía al escuchar el gran gemido de este y al ver como este arqueaba su espalda por su acto haciéndole ver más adorable de lo que ya se veía. Sin más se quitó toda su ropa e hice levantar al menor. Se tumbó en la cama y lo colocó al revés de él haciendo que el rostro del chico quedara justo delante de su miembro. Bajó las caderas del castaño para tener su trasero más cerca y empezó a lamer y morder sus nalguitas. En un momento dado succionó con fuerza escuchando un gemido por parte del otro, sonrió.

—Lame mi miembro —le ordenó— no pares o te castigaré.

Al escuchar eso el menor empezó a lamer esa cosa grande y dura que tenía delante de él, le hacía mucha vergüenza pero la orden había sido clara. Con algo de miedo lamió el miembro del peli-azul. Nunca había hecho eso y no sabía si lo haría bien o no, por lo que estaba muy nervioso, aunque de todos modos lo hizo intentando hacerlo lo mejor posible. Pasó la lengua por ese miembro lamiéndolo como si se tratara de un helado. Hacía rápidas lamidas que iban des de la base hasta la punta. Hizo unas cuantas lamidas en ese miembro cumpliendo esa orden pero no sabía si estaba bien lo que hacía así que preguntó.

—¿E-Está… bien l-lo q-que ha-hago? —interrogó con miedo al chico ya que para hablar había tenido que parar.

—Está bien, pero mételo dentro de tu boca y muévela de arriba abajo, rápido y haciendo presión con tu lengua y tu paladar.

El chico obedeció lo mejor que pudo al peli-azul, metió ese miembro dentro de su boca y empezó a moverse primero con lentitud, viendo cómo hacer presión con la lengua y con el paladar, cuando consiguió eso aumentó la velocidad intentando cumplir esa primera orden que le había dado su seme. Mientras estaba concentrado en lo que hacía iba sintiendo como el otro le iba manoseando su trasero. Lo tocaba, acariciaba y apretaba mientras que su boca iba dando mordidas, lamidas y succiones en ese lugar. Sentir aquello le desconcentraba pero no quería parar porque no sabía que podría hacerle el peli-azul como castigo y debía admitir que le tenía un poco de miedo a ese chico, aunque le gustara.

-Hmmp… hmmmff… —emitía David sin soltar el miembro del otro mientras arqueaba su espalda por lo que sentía.

Su miembro aun estaba duro y estaba sin atención, debía admitir que quería que el otro le tocara allí pero no quería soltar su miembro por si acaso, antes había tenido suerte pero tal vez a la próxima no la tenía. Sintió algo húmedo en su agujero por lo que dio un pequeño respingo, no se esperaba eso de repente. La lengua del otro estaba allí lamiendo esa zona y entrando de vez en cuando humedeciendo esa zona que antes ya había sido profanada por esos tres dedos traviesos y pervertidos del oji-verde, el cual sonreía de vez en cuando entre las lamidas. Estaba disfrutando con esos gemidos y estremecimientos del menor.

Biel masajeaba esos firmes glúteos mientras los separaba para poder lamer con más comodidad en esa zona. Le gustaba el tacto tan suave de estos y también lo bien que reaccionaba el otro cuerpo cuando lo apretaba o cuando lo pellizcaba. Se le hacía muy tierno eso del castaño, aunque no sabía muy bien porque ese chico estaba consiguiendo que fuera muy diferente con respeto a los demás. Era un primerizo porque no sabía qué hacer ni como se podía notar que nunca había hecho eso, pero por algún motivo el pervertirlo lo estaba excitando más.

Sacó su lengua de allí y lo intercambió por sus dedos, volviendo a meter los tres ya de principios observando como David arqueaba su espalda por la invasión y como ahogaba gemidos en su miembro sin dejar de moverse. Le gustaba ver lo obediente y sumiso que era el otro chico y eso hacía que tuviera más ganas de jugar con su cuerpecito. Bajé mi boca hasta sus testículos empezando a lamerlos metiéndolos en mi boca, succionándolos de vez en cuando haciendo que el menor arqueara la espalda de nuevo en un muy tierno movimiento. Sacó sus testículos de su boca y miró al castaño, se veía muy tierno con ese sonrojo, su miembro en su boca, los ojos llorosos y con su pelo cayendo a ambos lados de su rostro llegando hasta la cama, se quedó viéndolo un poco y luego sonrió.

—Para —le dijo mientras observaba como el chico se quedaba el quieto y lo miraba— puedes dejar mi miembro —le sonrió con burlo a lo que él obedeció tímidamente.

Biel hizo un rápido cambio de posición dejando al chico debajo de él de nuevo, se colocó bien y le besó en los labios observando como el sonrojo en las mejillas del castaño crecía y cerraba sus ojos correspondiendo al beso que el pali-azul le daba. Por un impulso rodeó el cuello del chico con sus brazos mientras suspiraba levemente entre el beso. Cuando estuvo bien colocado, cogió las piernas del oji-rojo y las separó y las dobló elevándolas levemente para penetrarlo sorpresivamente y enteramente, haciendo que su miembro llenara al castaño por completo. Esté al sentir tal invasión arqueó su espalda y se separó del beso dando un pequeño grito.

—Ahhhh… BIEEEL, AAAH —fue lo que gritó al sentirse lleno de ese modo.

Sus gritos hicieron sonreí al nombrado el cual estaba disfrutando de lo lindo jugando con el cuerpo del menor. Nunca se hubiera imaginado que ese chico pudiera llegar a darle tanto placer, pero la verdad era que notaba algo diferente en el chico, no sabía exactamente qué, pero era algo distinto a lo que hasta el momento había sentido con sus otros ligues. Observó al castaño, tenía la boca algo abierta y un sonrojo en sus mejillas. Le miraba avergonzado y pero también con otro sentimiento, el cual no podía saber.

Empezó a embestirlo dejando esos pensamientos de lado quería disfrutar del momento sin pensar en cosas filosóficas o al menos de pensar como lo era el porqué el de pelo largo le hacía sentir eso que sentía. Sin más dejó de lado eso y se concentró en el placer que sentía estando dentro de ese cuerpecito que le apretaba con esa fuerza tan placentera e increíble. La velocidad de sus embestidas fue aumentando progresivamente llegando a una velocidad impresionante junto con una fuerza algo brutal. El castaño solo gemía sin parar por el placer que sentía al sentir ese grueso miembro llegando tan profundo en su interior tocando ese lugar especial para él. Un lugar que le hacía ver las estrellas de tanto placer que sentía.

—Biel… —gimió su nombre una de tantas veces mientras sentía como le daba en ese lugar— aah…

El otro sonrió al menos al oji-rojo le gustaba lo que le hacía. Se quedó viéndolo mientras lo embestía, por algún motivo le gustaba verlo y le parecía linda esa visión. Una visión que otras veces había visto en otra gente pero era gente en la que solo veía deseo y lujuria pero nada más, en ese chico veía algo que no sabía identificar y eso en verdad le molestaba un poco así que empezó a embestirlo más rápido y fuerte sacando esa molestia de su interior.

—Bi-Biel… —dijo entrecortado por esos bruscos movimientos y arqueó su espalda mientras lo sentía llegar más profundo y más fuerte en su interior.

David no podía dejar de gemir sintiendo como el otro chico le embestía de ese modo, estaba muy excitado por todo el placer que este le daba. Aunque se sentía raro, muy raro, se sentía lleno y bien pero a la vez sentía dolor, dolor en su pecho. Eso hizo que pequeñas lágrimas salieran con más fuerza y empezaron a caer por su rostro mojando la almohada. Aunque el peli-azul estaba metido dentro del placer observaba al chico así que se dio cuenta de ello. Sin saber porqué eso hizo que se sintiera algo mal, se acercó al chico y lo besó, en un intento de “consolar” al castaño sin saber que era lo que le pasaba al otro.

—David ¿te duele? —le preguntó después del beso.

—U-un poco… —respondió el otro sinceramente.

—¿Donde?

—Aquí —dijo señalando su pecho.

Biel se quedó un poco extrañado por el lugar donde el chico señalaba, ¿le había hecho daño al morder allí? Pero no sería lógico que llorara tanto tiempo después. Pero entonces… ¿Por qué le dolía el pecho? ¿Por qué el izquierdo solamente? Observó más al castaño y se acercó a sus labios para besarlo de nuevo, mientras soltaba una de sus piernas para acariciar su pecho de manera suave y tierna intentando saber que había allí para que al otro le doliera. El oji-rojo se estremeció al sentir la caricia en su pecho, por algún motivo eso le había hecho sentir bien.

La mano del peli-azul bajó por su cuerpo llegando a su miembro y volviéndolo a acariciar como había hecho antes mientras intentaba ayudar a que su “amante” a sentir más placer, cosa que consiguió ya que este arqueó su espalda gimiendo y corriéndose poco después en la mano de su ahora seme.

—BIEEEL!!! —gritó al llegar a su orgasmo, llamando al chico que le estaba haciendo llegar a ese placer.

Biel volvió a sentir algo cálido en su pecho, en la misma zona donde el menor decía que le dolía, lo miró y se acercó para besar esa zona mientras lo seguía embistiendo acabando poco después dentro de él. En cuanto lo hizo se paró y miró al castaño antes de salir mientras besaba sus labios. Al acabar el beso se tumbó al lado del oji-rojo y lo atrajo levemente hacia él.

—¿Estás bien? ¿Aun te duele? —le preguntó levemente preocupado por ese chico que había aparecido de la nada— Aun no me dijiste quien eres ni por qué quieres que estudie…

—E-estoy bien —respondió girando la cabeza hacia otro lugar— y y-yo so-soy… el e-espíritu de la asignatura de lengua castellana po-por eso i-insisto e-en eso.

—¿Un espíritu? —le preguntó el peli-azul con una sonrisa de burla— ¿Me estás tomando el pelo?

—N-no… te estoy diciendo la verdad —le dijo avergonzado.

—¿Estás loco?

—N-no… —al escuchar eso se puso tan nervioso que empezó a desvanecerse en ese mismo momento.

—¿Qué-que? —preguntó el peli-azul al ver como ese chico estaba desapareciendo en sus brazos— ¿De verdad eres un espíritu?

—S-sí

—¿Y porque estás aquí? —estaba más que sorprendido, si podía desvanecerse porque no lo hizo antes de que lo violara.

—Y-yo… quiero que estudies…

—Pero… esto no explica porque dejaste que te follara.

—Dijiste que luego de esto estudiarías… ¿L-lo ha-harás? —preguntó sonrojado sintiendo como su pecho dolía de nuevo por la palabra usada por el oji-verde.

—Está bien, pero si no te pones algo en el trasero te dolerá —dijo como si nada levantándose de la cama para vestirse e ir a estudiar— solo es un aviso.

—Gra-gracias —le dijo el otro por ambas cosas mientras sonreía mínimamente.

Después de eso el castaño desapareció durante un rato, luego volvió vestido y se sentó en la cama del peli-azul observando cómo este estudiaba, así podía controlar que realmente lo hacía, y cosa extraña Biel estaba cumpliendo lo que había dicho. Quería estar bien con el castaño y si ese quería que estudiara pues bueno, el otro le había dado un buen servicio así que no le importaba compensarlo estudiando, al fin y al cabo él ganaba con ambas cosas porque de ese modo él había conseguido sexo, y uno de muy bueno, y conseguiría mejor nota.

—Ya acabé —le dijo al castaño una hora después.

—Bien —dijo con una sonrisa mientras miraba al chico felizmente.

—¿Ahora puedo dormir? —le preguntó burlón.

—S-sí —respondió afirmando con la cabeza— Bu-buenas noches —dicho esto empezó a desaparecer.

—David —lo llamó— más te vale volver o suspenderé el próximo examen.

—¿E-eh? —exclamó sorprendido antes de volver a asentir con la cabeza y sonreír mientras acababa de desaparecer.

 

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Habían pasado ya unos meses y este par seguían una rutina bastante extraña, digamos que tenían un pacto extraño, el castaño entregaba su cuerpo cada día al peli-azul para que este estudiara, por lo que el segundo consiguió excelentes en la materia. Cuando necesitaba ayuda para entender alguna cosa David lo ayudaba sin rechistar. Y así se encontraban en ese momento estudiando para un examen de Biel. Aunque tuvieran esa rutina se podía decir que su relación había cambiado, porque ya no era solo sexo. El mayor se había dado cuenta de que amaba al castaño, ya que des de que lo había conocido solo tenía ojos para él, pero no se lo había dicho directamente. Sería algo raro decirle a un espíritu que le amabas ¿no? O eso pensaba el peli-azul.

Por su parte David no sabía que el mayor pensaba esas cosas aunque si había notado que su corazón no dolía tanto al estar con él. Era como si el mayor le demostrara su amor con esos actos y eso le hacía sentirse algo mejor. Empezaba a sentir que era amado en cierta forma por ese chico lujurioso y perezoso, que con ese paso se haría todo un literato. Sonrió pensando en eso, si Biel le necesitaba podría estar siempre a su lado, aunque solo con que él peli-azul quisiera podría quedarse sin necesidad de que el mayor lo necesitara para fines de trabajo.

—Bi-Biel… —gimió entrecortadamente al sentir como este pasaba su mano por su entrepierna— E-estamos es-estudiando…

—Hagamos un descansito —le dijo con una voz juguetona.

—Pe-pero… —iba a decir algo pero solo se mordió su labio inferior al sentir como esa mano acariciaba su glande.

—Mira, tu miembro ya está reaccionando y el mío también —dijo con una sonrisa zorruna.

—Biel… —gimió el chico des del regazo de su seme.

—Me gusta tu voz cuando gimes, se oye más hermosa.

David se sonrojó por el comentario que hizo el peli-azul y se apoyó más en su hombro mientras gemía por las atenciones que le daba a su miembro. Se agarró a las piernas de Biel mientras movía un poco sus caderas por el placer que sentía. Eso hizo que su traserito desnudo rozara con el miembro del mayor, el cual sonrió y se acercó a su cuello para lamerlo morderlo. Fue subiendo por la zona hasta llegar a su oreja, allí lamió y mordió su lóbulo antes de succionarlo levemente.

—David, cabálgame —le pidió al oji-rojo, el cual se sonrojo pero con esfuerzo se levantó un poco y se auto-penetró con el mimbro del otro.

Al sentirse lleno de esa cosa grande gimió levemente, pero no de dolor, lo hacían tanto que ya no le dolía, aparte de que poco antes lo habían hecho, motivo por el cual aún estaban ambos desnudos. David sintió una pequeña molestia al inicio pero pronto se le pasó. Se quedó quieto unos segundos antes de empezar a moverse. Se tiró hacia delante y se ayudó con la mesa del escritorio para subirse y así poder darse impulso para bajar. La otra mano de Biel se fue hacia su pezón y le acarició esa zona con lujuria aumentando así el placer que sentía David y también sus gemidos. Amaba esos ruiditos que hacía el castaño tanto como lo amaba a él.

—Hmmm… Aaah… —gemía David con fuerza por los movimientos que hacía sobre el miembro de seme.

El castaño debía admitir que no le importaba que Biel fuera tan pervertido con él, al contrario, le gustaba eso. Que le demostrara esa pasión y ese amor, que solo tuviera interés en él –se había dado cuenta de que el peli-azul ya no lo hacía con nadie más−, que lo tocara de esa forma tan lujuriosa pero a la vez delicada… todo eso le encantaba a David, así que no se quejaba por ello, pero Biel quería hacerlo en momentos poco oportunos, o mejor dicho, en casi todo momento.

—Hmm… —emitió el peli-azul mientras besaba su espalda, que era lo que tenía más cerca.

Así siguieron hasta que al final ambos se corrieron. David manchó su vientre, la mano de Biel y un poco más de ambos, mientras que el oji-verde se corrió en su interior con un gemido. Al acabar con el acto el oji-rojo se dejó caer hacia atrás apoyando su espalda contra Biel siendo abrazado por este en el mismo instante. Sintió como le besaba su hombro y su cuello subiendo hasta su mejilla recibiendo allí un tierno beso que le hizo sonreír.

—Te amo —dijo en un susurro al chico, el cual se separó sorprendido por esas palabras que había dicho el castaño— ¿Qué pasa? —le preguntó este al sentir como Biel se separaba de esa forma un tanto brusca.

—¿Qué dijiste? —devolvió este la pregunta— Repítelo.

—Yo… ¿Qué dije? —preguntó girando un poco la cabeza.

Biel lo levantó un poco para sacar su miembro de su interior antes de girarlo, sentándolo de lado para poderlo ver mejor. Luego le miró seriamente, pensando si no habría escuchado mal, pero estaba casi seguro que le había escuchado decir eso. Se preguntaba porque el chico lo había decidido decir en ese momento o porque lo había dicho, ya que por su reacción y su mirada parecía que no se había dado cuenta. Sonrió por un momento y luego le dio un beso en los labios que hizo que el castaño se sonrojara.

—¿Biel? —interrogó al separarse del beso mientras desviaba la mirada.

—Yo también te amo —le respondió viendo como David se giraba sorprendido y aún más sonrojado.

—¿Me… me amas? —preguntó titubeante mirando sus deditos que estaban en su regazo.

Biel sonrió por la tierna escenita que le daba su “novio” ya que ambos habían declarado sus sentimientos de una forma u otra. Subió el mentón del chico y le miró a los ojos antes de dedicarle una sonrisa muy suya. El castaño le devolvió la sonrisa con los ojos iluminados antes de dejar caer unas lágrimas. Las cuales Biel secó antes de ver como el chico en su regazo se abalanzaba sobre él.

—E-entonces… ¿pu-puedo que-quedarme contigo… siempre? —le preguntó mientras lo abrazaba.

—Si no te molesta que te acose sexualmente a todas horas… —le dijo un poco burlón mientras acariciaba su trasero.

—N-no… —dijo dando un respingo al sentir su mano en esa zona sensible de su piel.

—Entonces está bien —dijo besando su cabeza— ¿Te apetece otra ronda?

—Ti-tienes que e-estudiar… —replicó el castaño— Pi-piensa… en selectividad…

—Está bieeen —dijo empezando a estudiar sin dejar de acariciar ese traserito, notando como el oji-rojo se dormía en sus brazos con una tierna sonrisa.

Notas finales:

Hasta aquí, yo creo que esta parte ya está acabada…. No sé si quedó algo rara, seguramente sí, porque Biel es raro, un pervertido que solo piensa con la polla, al menos al principio… si creen que le faltó algo pueden decirlo, aunque intenté que este relato se acabara ya bien cerradito.

Aclaración: la madre duerme con tapones, por eso no oye nada cuando hacen ciertas cosas, y pasa poco tiempo en casa por trabajo y gimnasio… xd

Habrán más partes pero cada una va de una pareja diferente con asignaturas diferentes y obviamente edades diferentes, xd habrá shota, también adolescente y de adultos jóvenes… yo aviso, por si acaso, creo que el capítulo que venga será un shota, porque me parece divertido y lo escribiré ya, xd Espero que les haya gustado y que me dejen algún mensaje.

Hasta pronto!!!


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