De una manera extraña, siento como si lo conociera, a él, el chico raro de mi clase.
Mellamo Black Star y tengo 16 años, estudio en el prestigioso colegio Shibusen, en el cual entre gracias a unos favores, pues yo no consegui ni la beca ni vengo de una adinerada familia, asi que muchos siguen preguntandose que hago aqui.
En cuanto al chico ese...
Por lo que se, su nombre es Kid, tiene el pelo negro con tres lineas blancas en el lado izquierdo, entro a medio curso y dicen que tiene 15. Es raro por un motivo: jamás lo he visto hablar con nadie. Aun así, he oido a algunas chicas cuchichear sobre si es lindo o cosas asi. En definitiva, a las mujeres les hace daño leer esas estupidas novelas romanticas.
-Hey Black, ¿que haces?- Volte mi vista a mi amigo, Soul, el tiene el pelo blanco y ojos rojos, lo conosco desde que entre aqui.
-Hola Soul, ¿Me pasas la tarea de Biologia?
-Maldita sea ¿Se te olvido de nuevo?
-Bien, si no quieres ayudar a tu dios... ¡Maka-chan!- Me acerque a una chica rubia pechoplano. Es novia de Soul y como el idiota es ridiculamente celoso...
-¡Vale,vale! ¡Te paso la tarea pero no toques a mi Maka!
-¡JA! ¡Sabia que te rendirias, devil mortal!
-Pudrete Black Star.
En cuanto termine de copiar los deberes entro el profesor, ese hombre esta loco, literalmente.
Empezo a pasarnos lista sin un orden aparente, yo soy como el quinto, Soul el segundo, mi amigo Kilik el septimo y el chico ese es el octavo. Cuando lo nombran solo alza la mano y ya. Ahora que lo pienso, tampoco lo he visto hacer presentaciones frente a la clase ni nada de eso.
O+O+O+O+O
Hoy él estaba llamando mi atencion más que de costumbre. Durante el almuerzo lo vi sentarse junto a dos chicas, las hermanas Thompson. Ambas son bastante populares y a algunos aun les extraña que se sienten junto a él, aunque para mi ya es normal.
-Maldita sea hombre, hoy estas más perdido que de costumbre- Kilik me golpeo en la nuca, haciendome volver a la realidad
-¡HEY! ¡No tienes derechoa golpear a un dios como yo!
Empezamos una pelea de comida a la que se unieron varios chicos más, tambien Maka y su amiga Tsubaki.
-¡Maldita sea!- un grito agudo nos hizo parar de arrojar el engrudo que nos daban por almuerzo y voltearnos a la mesa del chico de pelo negro. La mayor de las chicas, Liz, estaba de pie con una mancha grande en su camisa del uniforme y su hermana, Patty, y Kid estaban riendo por lo bajo, protegiendose con sus bandejas de comida. -¡Tú! Maldito imbecil- grito acercandose a mi, con claras intenciones de golpearme o algo así, pero yo no le temo a una rubia de uñas rositas.
-¿La princesa se mancho? ¡Que tragedia!- me burle y ella levanto su mano, tal vez para darme una bofetada, pero una mano blanca y delgada la detuvo
-¡Joder Kid! ¡Arruino mi camisa nueva! ¡No es hora de que vengas con tus modales y eso de que las damas no golpean!
Kid simplemente la miro con reprobacion y suspiro, dejando su mano libre, lo siguiente que paso por mi mente fue: "¿Desde cuando las mujeres golpean tan fuerte?"
O+O+O+O+O
-¡Liz-chan golpea bien!- animo Patty, mi prima, mientras yo veia con algo de pena al chico inconciente. ¿Porqué era tan idiota?
Mi nombre es Death The Kid, tengo 15 años y estudio en Shibusen, un colegio dirigido por mi padre. Entre a medio curso por un "pequeño" problema, aunque en verdad se más que la mayoria aqui, porque siempre tuve tutores en casa, fue idea de Patty el que me metieran aqui para hacer más amigos, pero al parecer no ha dado resultado. En todos los almuerzos estoy solo con ellas, y eso si tengo suerte y no las invita un chico o sus amigas.
Un par de veces se me han acercado algunas chicas, pero solo gritan incoherencias y salen corriendo con las mejillas rojisimas.
-Patty, vamos a cambiarme mi camisa
-Si hermana!
Se fueron y los presentes las sigueron con la mirada, cuando comenze a arrastrar al chico algunos me miraron raro, más no dije nada, aunque hubiese querido hacerlo, no hubiera podido, despues de todo...
...Soy mudo.
No de nacimiento, mi padre logro oir mis primeras palabras, al igual que mamá, pero solo unos meses despues contraje la misma enfermedad que ella. Pronto mi madre se debilito y quedo postrada en cama, a los seis meses fallecio. Ese día no puedo recordarlo, pues solo era un crio, aunque si recuerdo que a mis cinco años o tal vez desde los cuatro comenzaron ataques de tos horrendos y llego un momento en que esos ataques significaban una sola cosa, sangre, mucha mucha sangre. El virus habia mutado dentro de mi cuerpo y no habia una cura factible aun, así que solo quedaba esperar. Una tarde mientras veia al chico que, ahora se, se llama Black Star, por mi ventana comenze a toser y me desmaye, al despertar estaba en una camilla en el hospital, intente hablarle a mi padre, el cual se encontraba a lado de mi, con el rostro entre sus manos, tal vez llorando, pero...
No tenia voz, solo salia aire de mi boca, mi padre me abrazo y me dijo:
-"Kiddo, no lo hagas, no te esfuerses en vano. Te operaron, ya no podras hablarle a papá"
No lo comprendi enseguida, quiza por ser un niño o por la impresion de ya no poder hablar, pero unas horas más tarde lo hize, nadie podia oirme, y solo me lastimaba al intentar llamar a papá. Mis gritos no se oian más que como pequeñas y dolorosas exalaciones. A partir de ese momento mi vida estuvo plagada de dolor y visitas al hospital, así como la imposibilidad de salir más alla de la reja metalica de la mansión de mi familia. ¿Mi mundo? Un edificio y un jardin ¿Mi vida? Jeringas y analisis ¿Mis amigos? Los doctores ¿Mis sueños? Volver a decir "Quiero tarta de chocolate"
Al cumplir siete mi tia, una ebria sin remedio, se accidento, mis primas quedaron huerfanas y desde ese dia comenzaron a vivir conmigo y con mi padre. Una sola familia.
A los dos años yo tampoco podia salir de la cama, mis tutores dejaron de ir ese tiempo, estaba tan cerca de la muerte, tan cerca de...
... ver a mamá.
Pero un dia soleado de Agosto, cuando de nuevo veia por la ventana intentando encontrar con la mirada a ese chico que hace meses no veia, el telefono sonó. Mi padre contesto y se puso a saltar euforico. Me alzo en brazos en cuanto me acerque lo suficiente para luego bajarme y hacer lo mismo con Liz y Patty, plantandonos un beso en la mejilla a cada uno.Al colgar nos jalo hacia el auto y nos llevo al hospital, por primera vez luego de años no senti miedo al ver la gran estructura blanca. Al entrar el doctor me recibio con una calida sonrisa y saco una jeringa enorme y una docena de medicamentos. Deje docilmente que el frio liquido entrara en mis venas y que vendara la pequeña zona afectada.
Al regresar a casa pasamos por una tarta de chocolate, mi favorita. Todo el resto del día parecia de fiesta, incluso el ligero escosor en mi garganta fue ignorado.
Mi padre nombro ese dia "El día del milagro". Tiempo despues me entere que aquel liquido era, al parecer, la cura de mi enfermedad.
Sigo teniendo ligeras secuelas: tos, mareos repentinos, etc. pero mi vida ya no peligra como hace años.
Se puede decir que mi vida ya es, en parte, normal. Aunque aun siento que me falta algo...