Al día siguiente, Chanyeol se dirigió hacia el parque en frente del hotel para encontrarse con su nuevo “conocido… amigo… el niño con quien dio su primer beso… “ O así llamaba Chanyeol a Baekhyun.
Llegó feliz y con una sonrisa tonta y vulnerable en su rostro esperando por el regreso de Baekhyun. Pero él no llegó. Esperó media hora, una hora, una hora y media, dos horas y él no llegaba.
—Seguro se ha quedado dormido —Caminó hacia las afueras del parque, admirando la gran ciudad de Bucheon —. Ni siquiera quedamos en vernos hoy.
Chanyeol pateó con suavidad y cuidado una pequeña piedra gris que yacía debajo de su zapato. Cabizbajo, se fue hacia la salida del parque y fue allí cuando escuchó su angelical y dulce voz.
—Chanyeol —El menor levantó la vista claramente emocionado y sonrió, pero su sonrisa desapareció cuando vio a Baekhyun totalmente demacrado de su rostro.
Su angelical, dulce e inocente rostro estaba más pálido de lo normal, sus mejillas guardaban el tono carmesí intenso que cuando se había ido, traía una bufanda blanca muy fina y elegante alrededor de su cuello y sobre su boca, también traía un gorrito de lana marrón que tapaba las bonitas y pequeñas orejas de éste.
—¿Qué tienes? Hace calor el día de hoy… —Chanyeol pronunció y se acercó a Baekhyun, acariciando tiernamente su frente —. Estás caliente. ¿Estás enfermo?
—Siempre lo estoy —Dijo Baekhyun y miró hacia otro lado —. No puedo salir hoy, estoy muy mal. ¿Qué te parece si vienes a mi casa? —Sus grandes ojos brillaron con la esperanza de que el menor dijese que sí, Chanyeol rio y acarició la cabeza del mayor por sobre el gorrito de lana.
—Necesito autorización de mis padres —Su voz se quebró cuando vio la cara de decepción del mayor —. Pero no te preocupes, yo subo y pregunto. Tú vete a casa mientras, y dime dónde vives para que vaya después.
Chanyeol levantó la barbilla del mayor como su hermana lo había hecho con él.
—Levanta el rostro y muéstrame tu mejor sonrisa —Baekhyun tomó las pequeñas manos de Chanyeol y éste pudo sentir una vibración interna desde los nervios de su mano hasta su médula ósea aunque éste trajera guantes.
—Gracias —Baekhyun sonrió, le dio su dirección y le plasmó un beso en la mejilla, cerca de los labios.
Cuando éste se alejó, Chanyeol todavía había quedado en trance por sentir los finos labios de Baekhyun contra su piel. Le había gustado más que el anterior, ya que éste se lo había dado él.
Victorioso y alegre, se dirigió de nuevo al hotel a convencer a sus padres.
—Vendrá un amigo a casa, mamá —Baekhyun dejó su gorrito en la mesa de noche que yacía en el centro de la sala.
—¡No te quites nada! —Su mamá corrió a ponerle el gorro de nuevo. Éste bufó y la madre sonrió —. Muy bien, la merienda está lista. Tu padre llegará en unos minutos y tu amigo igual, así que podremos comer todos juntos.
Con las velas al aire libre, el cálido fuego aunque estuviese lejos, pegaba duramente sobre las mejillas de Baekhyun, haciéndolo sonrojar nuevamente.
Tocaron el timbre, la madre de Baekhyun abrió la puerta mientras el pequeño Byun ayudaba a poner la mesa elegantemente con todavía su protección contra el frío.
—Channie —Baekhyun levantó tiernamente los brazos y se aventó hacia el mencionado, haciéndolo retroceder y corresponder el abrazo.
El padre de Baekhyun había llegado ya y habían tenido una merienda familiar, hablando sobre lo que más le gustaba hacer a Chanyeol y lo que no, acerca de la escuela y también sobre Baekhyun que fue el tema favorito del menor, aunque éste no lo aceptara.
—Gracias por la comida —Chanyeol estaba a punto de irse, pero Baekhyun lo agarró por la manga de su suéter e hizo un adorable puchero.
—No te vayas todavía. No me dejarás solo, ¿verdad, Channie?
Chanyeol cedió ante los encantos de su amigo y se quedó a ver un par de películas, jugar con la consola Super Nintendo de Baekhyun, ir a su recámara y jugar unas cosas más. Chanyeol durante toda su corta vida no había disfrutado de verdad con alguien tan bien que con Baekhyun esos dos días de haberse conocido.
Chanyeol se quedó en Bucheon por una semana entera, pero las vacaciones terminaban, cosa que significaba que la escuela empezaba de nuevo para ambos, así que Chanyeol tendría que regresarse. Le había dicho a Baekhyun que se iría y ganó, por parte de éste último muchas lágrimas y abrazos de despedida.
Cuando estaban a punto de irse, toda la familia Park ya estaba esperando a Chanyeol, pero éste estaba siendo detenido por Baekhyun, que lloraba a no poder más.
—No te vayas, Channie —Chanyeol lo abrazaba, acariciando suavemente su espalda y reconfortándolo —. Estos días han sido los mejores y siempre los recordaré —Baekhyun levantó su mirada y Chanyeol casi se echaba a llorar también por ver los rojos y cristalinos ojos del mayor.
—Trataré de venir lo más posible —Chanyeol lo abrazó y se sacó del bolsillo una cadena de un lindo fantasma al estilo Boo —. Toma, es para que me recuerdes. Lo he tenido desde que he sido un pequeño bebé, pero ahora que te conozco, quiero que te lo quedes tú —Le entregó la cadena en su mano abierta y cerró la misma en un puño.
—¡Channie! —Baekhyun volvió a aferrarse más a él y más por la última acción que el menor había hecho por él.
—Hey, levanta el rostro y muéstrame tu mejor sonrisa —Agarró cuidadosamente la barbilla del mayor y la levantó, para mirarle a los ojos —. Te haré una promesa, ¿de acuerdo?
—¿De qué hablas? —Baekhyun se aclaró la garganta, ya que la tenía hundida en un puño por el llanto.
—Te protegeré por toda la vida, esa es mi promesa —Dijo él causándole risa al mayor.
—¿Cómo lo harás si estarás lejos de mí?
—Pues siempre te vendré a ver a escondidas, no lo sé —Le plantó un beso en su frente — y te protegeré de cualquier mal.
Se soltó del agarre del mayor y se dirigió hacia el auto, para irse lejos de la vida de Baekhyun. De la vida del que en un futuro diría “Su primer amor”.