El resto de la mañana la pasó distraído, cuando su hora del almuerzo llegó llamó a SungMin.
-¡Hyung!-contestó alegre el menor-¿qué tal todo?
-Min-murmuró en tono aquejumbrado- Lo vi de nuevo…-oyó un tenue “Oh cielos”- y termine mal, pero…
-¿PERO?-dijo curioso.
-KyuHyun, el chico que siempre está aquí-dijo.
-¿Tu novio?-preguntó algo burlón.
-SungMin-dijo en tono serio, en medio de un suspiró- me consoló y terminamos besándonos y no sé qué hacer, no puedo dejar de pensar en eso y hoy que lo vi fue completamente incomodo, al menos para mí, y cuando me di cuenta el ya salía del local-suspiró pesadamente.
-¡LO BESASTE!-gritó emocionado- espera… ¿Cómo que se fue?, ¿así sin más?, no habrás dicho algo hiriente ¿verdad?
El menor se pasó el día encerrado en su habitación, no podía dejar de llorar, se sentía tan mal. Sabía que era algo tonto y estúpido ponerse a llorar por unas simples palabras, tal vez el mayor sólo estaba de mal humor ese día y Kyu lo había interpretado diferente.
El no sabía que era lo que en realidad pasaba por la mente del mayor y se reprimió a sí mismo por pensar ese tipo de cosas, pero tal vez si lo odiaba, tal vez se dio cuenta de que él era sólo una molestia y ya no lo quería cerca ni acosándolo todos los días. Al fin y al cabo era sólo un niño, el mayor se lo había dicho la primera vez que salieron a comer, tal vez sólo lo veía como eso, como un niño.
Se limpió las lagrimas con las manos cuando escuchó que tocaban la puerta -A-adelante-
Vio a RyeoWook entrar, su rostro mostraba preocupación y se sentó a lado de su amigo. -¿Qué paso Kyu? Puedo escuchar tus sollozos hasta mi habitación-
KyuHyun acomodó su rostro en el hombro de Wookie contándole lo que había sucedido, sintiendo ganas de llorar otra vez, y así lo hizo. Su amigo espero a que se tranquilizara para responderle.
-Kyu…tranquilo. No creo que haya sido eso, él es una buena persona y lo supe cuando vino aquí. Sólo dale tiempo, tal vez está asustado o no sé, pero déjalo pensar. No vayas a verlo mañana, ve hasta el día siguiente, sólo dale su espacio-
Después de su conversación con SungMin, pasó el resto del día pensando en que hacer, al final decidió que dejaría las cosas fluir, agotado mentalmente llegó a su departamento dejándose caer sobre su cama, abrazándose a su almohada, cuando estaba a punto de caer en la inconsciencia el recuerdo de la calidez de los labios de menor lo hizo sonreír y cayó dormido.
El día siguiente fue agotador, porque la mayoría de los libros contaban con descuento y habían llegado los nuevos libros, sí que pasó el día completamente ocupado y agradeció que el menor no hubiera ido, manteniendo su mente enfocada en su trabajo.
KyuHyun le hizo caso a RyeWook, cuando su amigo salió de la habitación se metió al baño para bañarse y arreglarse para trabajar. Una vez listo, bajó al área del bar y se sentó a ahí, quería relajarse antes de que llegara su primer cliente pero escuchó una voz conocida atrás de él.
SiWon.
-Mi querido Marcus, ¿cómo estás?- el hombre de negocios se sentó a su lado
-Bien- contestó monótonamente
-Eso es bueno, porque te tengo noticias excelentes-
-¿En serio?- le preguntó Kyu sarcásticamente
-Si, acabo de comprarte por toda la semana. Estoy de vacaciones, así que quise aprovechar mi tiempo, tienes que estar preparado para mí porque puedo llegar en cualquier momento así que no podrás salir éstos días.-
-¿Q-qué? pero usted no puede hacer eso…- KyuHyun lo volteo a ver incrédulo
-Pues ya lo hice querido, así que mañana vendré a verte, te dejaré descansar por hoy que nos espera una semana muy agotadora- SiWon se levantó y se fue
KyuHyun quería llorar, no quería pasar una semana completa con ese hombre, sabía que no lo dejaría descansar y terminaría con muchas marcas en su cuerpo.
Se bebió entera una botella de vino, perdiendo la consciencia hasta el día siguiente.
Llegada la noche se recostó en su cama, viendo el techo de su cuarto, sintiendo algo pesado en su pecho, decidió ignorarlo y tratar dormir aunque fuera un poco, cuando la mañana llegó aquel sentimiento seguía, se levantó y se cambió para ir al trabajo, pero en toda la mañana no vio al menor… tal vez lo había hecho enojar, tal vez lo había herido.
Cuando llegó su hora del almuerzo, fue al bar donde el menor le había dicho que trabajaba, entró y se acercó a la barra.
-Disculpa-dijo atrayendo la atención del bar tender-¿Hoy trabaja KyuHyun?
-¿KyuHyun?-dijo el hombre frunciendo el ceño- aquí no trabaja ningún KyuHyun, lo siento.
Asintió saliendo, el menor le había mentido, apretó los puños molesto caminando a paso furioso de nuevo a su trabajo.
Era el primer día con SiWon, y ya sabía que no podría aguantar toda la semana. Cuando despertó, le dolía la cabeza por todo lo que había bebido la noche anterior pero necesitaba hacer eso para despejar su mente.
Esa mañana no pudo salir, el dueño se lo había prohibido estrictamente, SiWon era uno de sus mejores clientes por lo cual KyuHyun tenía que obedecer. Se sintió impotente por no poder ir a ver a JongWoon, pero apenas se deshiciera de SiWon lo primero que haría sería ir a la librería a verlo, aunque batallara para caminar él iría a ver al mayor.
SiWon llegó temprano y rápidamente se fue encima de KyuHyun, quien sólo quería llorar y escapar, pero sabía que no tenía escapatoria así que sólo se dejó hacer. Cuando el hombre se cansó y se fue ya era bien entrada la noche así que el menor se metió al baño a llorar bajo el agua tibia de la regadera.
Estaba molesto, muy molesto, no había cosa que odiara más que las mentiras, se calmó pensando que tal vez el menor tendría una buena razón para no haberle contado la verdad sobre su empleo, pero aun así estaba tan molesto con él.
El día pasó con rapidez, y esperó a que el menor apareciera al día siguiente, pero no fue así, ni el siguiente, ni el siguiente, y se sentía molestamente preocupado ¿Qué rayos pasó con KyuHyun como para que no apareciera durante tanto tiempo?, aquella mañana se cumplía una semana de que el menor no hubiera dado rastro de vida, un suspiró preocupado y agotado escapó de sus labios, mientras se dirigía a su trabajo.
Esa fue la peor semana para KyuHyun, su mente estuvo en blanco todo el tiempo, jamás se había sentido tan sucio en su vida. SiWon hizo lo que se le antojó con él. Terminó lleno de moretones, raspones y cortadas porque el hombre quería probar de todo. Tenía una herida en el labio y un moretón en el cachete de la vez en que se negó a jugar con navajas y SiWon lo había golpeado por desobedecer.
Pero al fin había terminado y ese día estaba dispuesto a ir a ver a JongWoon. Se vistió como pudo, y salió a la calle. Tomó un taxi porque sus piernas no aguantarían todo el camino, al llegar el lugar ya estaba abierto y el mayor estaba ahí. Se acercó al mostrador donde JongWoon se encontraba acomodando libros en la vitrina -Hola hyung-
Al oír aquella voz volteó frunciendo el ceño, pero rápidamente olvido su molestia viendo asustado y preocupado al menor.
-¿Qué te pasó?¿Quién te hizo esto?-preguntó estirando su mano rozando el moretón de la mejilla, viendo al menor retraerse-¿Dónde estuviste toda la semana?-le recriminó señalándole una silla, donde el menor se sentó- estuve preocupado.
Se sentó en la silla bajando la mirada -Perdón por preocuparte- sintió un dolor recorrerle la espalda y gruñó -Ah…- se abrazó a sí mismo antes de responder -N-no quiero hablar de eso…-murmuró
Un pequeño gruñido salió de su pecho, pero asintió sabiendo que lo que sea que le haya pasado al menor fue horrible, su solo semblante se lo gritaba.
-¿Ya te pusiste algo para esa herida?-preguntó levantándole el rostro, viendo como aquella herida surcaba los bonitos labios del menor, acariciándolos levemente.
Kyu negó con la cabeza, cerrando los ojos ante el toque del mayor. Lo había extrañado tanto y ahora que lo tenía ahí de frente quería que lo besara como ese día, lo necesitaba tanto pero sabía que no sucedería. El menor empezó a sentir las lagrimas empañando sus ojos, había llorado demasiado últimamente, pero no podía evitarlo, todo lo que estaba sucediendo era demasiado para él.
Al ver las lágrimas agruparse en los ojos del menor, su semblante se ablando y se acercó rosando suavemente sus labios.
-No llores-pidió en un susurro antes de alejarse para buscar la caja de primeros auxilios, regresando poco después, sacando el agua oxigenada y un poco de algodón mojándolo y pasándolo sobre la herida.
KyuHyun no dejaba de llorar, una vez que JongWoon dejó de curarlo se paró de la silla caminando lentamente hacia fuera de la tienda para sentarse en el parque. Sabía que el mayor aún tenía que trabajar y no podía acaparar su atención por lo cual se sentó en la banca que daba hacia la librería.
Preocupado continuó con su trabajo hasta que llegó LeeTeuk entrando por la puerta trasera.
-Ya vuelvo-dijo y salió de la librería dejando a LeeTeuk extrañado por su comportamiento, viéndolo acercarse a KyuHyun, quien no se veía muy bien, haciendo que su ceño se frunciera un poco-¿Por qué no vas a tu casa a descansar?-le preguntó sentándose a su lado.
El menor se limpio las lágrimas con sus manos -N-no…no quiero- abrazó sus piernas escondiendo su rostro. Lo último que necesitaba era volver allá, pero tendría que hacerlo tarde o temprano.
Se mordió los labios observando al menor.
-¿Irías a la mía entonces?-preguntó acariciándole la cabeza- parece que no descansaste nada y lo necesitas-le dijo viendo al menor levantar la vista aun turbia por las lágrimas.
-No puedo hacer…eso….hyung…- comenzó a sollozar y se lanzó contra JongWoon abrazándolo fuerte -Por favor no me odies hyung…lo siento tanto…en verdad discúlpame….-
Correspondió el abrazo, acariciando levemente el cabello del menor, logrando que se extrañara.
-¿Por qué te disculpas?-preguntó sintiendo como el menor se aferraba mas a él- ¿Qué podrías hacer como para que te odiara?
-Ese…ese es el problema….-su voz se rompió -No puedo…no puedo decirte…-
Frunció el ceño, sin dejar de consolar al menor, cuando se calmó un poco se alejó un poco.
-Vayamos por un helado-le dijo limpiándole las lágrimas que aun corrían por sus mejillas- necesitas algo dulce.
KyuHyun asintió siguiendo a JongWoon -Perdóname….-murmuro una última vez
Suspiró volteando hacia el menor.
-No sé por qué quieres que te perdone, pero lo hago y no te odiare Kyu, pero deja de repetirlo por favor-le pidió, antes de voltear hacia el vendedor de helados.
-Lo siento…- asintió buscando con su mano la del mayor enredando sus dedos con los otros mientras JongWoon pedía sus helados.
Pagó por ambos helados, pasándole uno al menor, tomando él otro, yendo hacia una banca cercana sentándose allí, sin soltar la mano del menor, que a comparación de la suyas resultaba enorme, bajó su mirada enfocándola en sus manos unidas.
JongWoon lo hacía sentirse seguro, con él se sentía protegido y calmado. Nada estaba mal cuando se encontraba a su lado, KyuHyun apretó su mano comenzando a lamer su helado y se sentaban en la banca. Comieron en silencio disfrutando la compañía del otro.
Cuando terminó su helado, volteó hacia el menor.
-Tengo que volver a mi trabajo-le dijo dándole un suave apretón a la mano del menor-¿estarás bien?-le preguntó viéndolo a los ojos.
El menor asintió -Sí…me quedaré aquí hasta que sea hora de irme…gracias hyung- le dio una pequeña sonrisa. Sin duda, ver al mayor le ayudó mucho
Regresó la sonrisa parándose antes de voltear a ver al menor, sacando de su pantalón una pluma tomando la mano del menor escribiendo su número.
-Por si algún día lo necesitas o por si piensas desaparecer al menos me avises-le dijo serio, pero con una sonrisita en los labios, antes de irse de vuelta al trabajo.
-De acuerdo- asintió viendo el número en su mano. Observó a JongWoon caminar hacia la librería y soltó un suspiro. Cada día se enamoraba más de ese hombre, se moría de ganas por contarle la verdad pero estaba seguro de que no se lo tomaría bien. Así que cuando JongWoon consiguiera una pareja, el menor desaparecería de su vida, no iba a entrometerse en su felicidad, ni en su vida, el mayor merecía ser feliz.
Kyu se quedó en el parque un rato más antes de regresar a casa, una vez allí entró a su habitación para cambiarse, al quitarse la playera se miró al espejo, su torso estaba lleno de marcas moradas. KyuHyun lloró nuevamente al ver su imagen, era más que obvio que JongWoon nunca lo aceptaría, sólo le daría asco.